Sensaciones encontradas: el Sevilla ambicioso de la segunda parte en nada se ha parecido al más apático de la primera; la positiva actitud mostrada en fases trascendentes del encuentro ha distado en ocasiones demasiado de la abulia de otros instantes serenos en demasía; la eficacia del trabajo defensivo se ha contrarrestado en demasía con la relajada e increíble concesión del único gol del partido...
En definitiva, cosas importantes en el platillo positivo de la balanza que inclinarían el fiel de forma definitiva hacia ese lado si no fuera por las tremendas facilidades que volvemos a mostrar para dar ventaja al contrario en el marcador.
Con todo, la imagen ilusionante ofrecida, que coincidió con la práctica totalidad del segundo tiempo, ha de convertirse en serio fundamento para afrontar una eliminatoria que se ha puesto difícil aunque no imposible. El tremendo respeto que el equipo ché viene mostrando históricamente en el Sánchez Pizjuán debe convertirse en la otra pata del éxito, todo ello sin olvidar el fundamental y necesario apoyo de una grada que debe volcarse con los nuestros en pos del objetivo: otra vez los cuartos de final de la competición que más éxitos nos ha reportado.
El próximo miércoles, a las diez de la noche, llegará el momento decisivo... ¿vamos a dejar de luchar?
FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO
Valencia C.F. 1 - Sevilla F.C. 0
Valencia C.F.: Alves; Miguel, Ramí, Víctor Ruiz, Mathieu (Piatti, min. 76); Banega, Albelda, Pablo Hernández (Feghouli, min. 78), Jordi Alba; Jonas (Parejo, min. 89) y Soldado.
Sevilla F.C.: Palop; Cáceres, Spahic, Fazio, Fernando Navarro; Medel, Rakitic (Luna, min. 61), Trochowski; Navas, Manu del Moral; Negredo (Luis Alberto, min. 80).
Gol: 1-0, min.32: Jonas.
Árbitro: El castellano-leonés Turienzo Álvarez. Mostró tarjeta amarilla a los valencianistas Víctor Ruiz, Albelda y Soldado, y a los sevillistas Cáceres, Spahic, Medel, Navas, Luis Alberto y Trochowski. Un perfecto inútil en el arte de repartir justicia.
Incidencias: Partido correspondiente a la ida de los octavos de final de la Copa de S.M. El Rey disputado en el estadio de Mestalla ante 38.000 espectadores en noche fría. Terreno de juego en irregulares condiciones.
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