viernes, 6 de mayo de 2016

3-1. ¡Otro lío! ¡Ea, ea, ea, nos vamos a Basilea!



¿Oiga, es el enemigo, quiero decir COFIDIS... ? ¿Está el jefe? ¡Que se ponga! Mire usted, soy... sí, sí, el mismo, el del año pasado... y el del otro y el del anterior... Que digo que ya sabrá “pa” lo que le llamo. ¡Correcto, otra vez! Ya sé que me atendió hace una semana, muy amablemente como siempre, es verdad, pero es que... necesito otro arreglillo... Así, de esta forma o de manera parecida, la eterna relación de amor-odio del sevillismo con su financiera de cabecera ha vuelto a ponerse en funcionamiento. Los teléfonos empezaron a echar humo a partir de las 22,54 de otro jueves para la historia.

 
El Grande de la Europa League sigue empeñado en sumar paragüeros a su vitrina argéntea. Se trata ahora de, nada más y nada menos y tirando de comodín, convertir en repoker los cuatro ases que -espectacular tifo- han lucido esta noche en la grada de Gol Norte de La Bombonera. Los días de mayo van tachándose uno a uno en el calendario de las grandes gestas sevillistas: al 10 holandés, al 14 italiano, al 16 escocés y al 27 polaco, se une el próximo 18 suizo. Tercera final europea consecutiva, algo que solo puede decir este Sevilla del milagro, de la casta, del coraje, de un equipo de profesionales y de una afición a la que le late con pasión un escudo de once barras, cuero al centro, flanqueado por reyes, sabios y eruditos centenarios y enlazado por tres letras que lo compendia todo: SFC.

Fiestón por todo lo alto en el Ramón Sánchez Pizjuán, desde el primer instante, desde que un holandés con silbato proclamó ¡comience el espectáculo! Los nuestros salieron a por todas ante un Shakhtar Donetsk sobrepasado por los acontecimientos. A los 8 minutos Gameiro ya nos había adelantado tras presionar a Rakitskiy, robarle el balón, cabalgar y batir por bajo a Pyatov. Decenas de miles de banderas blanquirrojas volvieron a inundar la grada para festejar la buena nueva y continuar la exhibición. Solo al final del primer tiempo los ucranianos tomaron el mando del esférico y los nuestros cayeron en la trampa de los exsoviéticos, el contraataque, concepto que, aprovechando los espacios descuidados por las ansias sevillistas, pusieron en práctica a la perfección para empatar el partido poco antes del descanso.

Pero de nuevo, evidenciando su categoría, justo cuando apenas se llevaban dos minutos de la continuación, aparecería de nuevo “le petit français”, Kevin Gameiro, para culminar una jugada de velocidad y desequilibrio y adelantar de nuevo al Sevilla. Apenas 10 minutos después, “correcaminos” Mariano hizo el tercero con un golazo desde su casa que llevó la locura colectiva a las gradas. Naturalmente que tampoco faltaron las lágrimas de los ocupantes del repleto tercer anillo del coliseo de Dato que, en forma de lluvia purificadora, quisieron estar presente en el altar de los éxitos del Grande del Sur de España.

Cierto es que el hábito no hace al monje, pero lo habitual, cuando llega mayo, sigue siendo que el Sevilla de los Coke (¡a sus órdenes, capitán!) y diez más nos lleven en volandas al éxito, a gritar a los cuatro vientos como el que no quiere la cosa “¡otro año igual, otro año igual, otro año igual... !” (Coda.- Del gueto de lunáticos críticos y resentidos, hoy prefiero no acordarme: en el pecado llevan su eterna penitencia de “amargados” indomables... ).

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO
 
Sevilla FC 3 - Shakhtar Donetsk 1
 
Sevilla FC: Soria; Mariano, Rami, Carriço, Tremoulinas (Escudero, m. 73); Krychowiak, Nzonzi; Coke, Banega (Cristóforo, m. 89), Vitolo y Gameiro (Iborra, m. 81).
 
Shakhtar Donetsk: Pyatov; Srna, Kucher, Rakitskiy, Ismaily; Malyshev, Stepanenko; Marlos (Wellington, m. 83), Kovalenko, Taison (Bernard, m. 76); y Eduardo (Dentinho, m. 83).
 
Goles: 1-0, m. 8: Gameiro. 1-1, m. 43: Eduardo. 2-1, m. 46: Gameiro. 3-1, m. 58: Mariano.
 
Árbitro: El holandés Bjorn Kuipers. Amonestó a Banega y Vitolo, por el campeón, y a Marlos, Rakitskiy, Kucher, Srna, Eduardo, Stepanenko e Ismaily, por los ucranianos.

Incidencias: Partido correspondiente a la vuelta de las semifinales de la UEFA Europa League, disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán con 43.000 espectadores en noche de "no hay localidades" pese a la lluvia de toda la jornada. Terreno de juego en perfectas condiciones. El Sevilla estará por tercer año consecutivo en la final continental. El Liverpool, que se deshizo del Villarreal, será nuestro rival.

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