Cuentan las lenguas antiguas
-y malintencionadas- que cuando ZP y Carmen Chacón (que no la de
Merimée) idearon la “ley del desahucio express” para poner en un plis
plas de patitas en la calle a quien dejaba de pagar la hipoteca o el
arrendamiento, lo hicieron pensando en el Sevilla FC y su maldición con
los cuartos de Champions.
Ni poniéndoselas como a Fernando VII o, lo que es lo mismo, que en el
sorteo te toque un campeón de La Premier camino de la “Segunder”, este
Sevilla es capaz de superar sus históricos y atascados octavos. Todo el
mundo tenía claro que, tras el resultado de la ida, la clasificación
pasaba por marcar al menos un gol hoy en Leicester. Pues bien, una cosa
es la intención y otra bien distinta la realidad: ni una ocasión a lo
largo de 90 minutos ante un equipito ramplón, medroso e inseguro, que
pedía a gritos “¡cómeme!”, pero al que nunca se inquietó salvo en un
disparo de Nasri en el primer tiempo y otro lejano de Escudero, ya en el
segundo, que se estrelló en el larguero instantes antes del segundo gol
local.
Y es que, insisto, “sin huevos” no hay paraíso en forma de victorias,
sobretodo lejos de Nervión donde el equipo viene comportándose como un
conjunto de malandrines sin alma ni carácter, arrugadito ante rivales
inferiores a los que les basta y les sobra poner en liza la
“testiculina” de la que adolecen los nuestros. La inocente expulsión de
Nasri y los instantes previos a la misma son toda una alegoría de este
Sevilla de “Sampancracio” que nos llegó vendiendo humo desde La Pampa y
que hemos comprado gustosos a precio de oro de las Américas: casi dos
minutos de “centrocuentismo”, indolencia, toque, retoque, toqueteo
infame, ora a la izquierda, ora a la derecha, lentitud, exasperación,
nadería, apoyito, “paredcita” y vuelta a empezar para terminar en la
calle, con una amarilla a cuestas, por acercar la frente a un contrario
“que sí sabe de qué va esto”. La acción solo merece que el francés
aproveche el Brexit para quedarse en las islas y no regresar con el
equipo.
Lo mismo que no se ganan cinco títulos europeos de casualidad, errar
hasta cinco penaltis consecutivos -y dos en la eliminatoria- tampoco es
cuestión del azar y solo deja vislumbrar un equipo técnico que no ensaya
ni mucho ni poco la suerte suprema. Hoy se echa de menos, no solo por
su casta, la prestancia y seguridad de un tal Coke -sí Coke creo que se
llamaba- cuando depositaba el balón sobre el punto fatídico: fuerte, al
lado natural y “pa” dentro. ¿Tan difícil es “héroe de Casilda”?
Un equipito de medio pelo ha devuelto a la realidad a los que tan
ilusionados estaban con el bla, bla, bla de un vendedor de crecepelos
que se dejó dos puntos frente al Leganés, en el velatorio del Sánchez
Pizjuán, reservando a los titulares para la “mejor” ocasión de hoy. Ni
Champions, ni puntos ligueros, ni na de na. ¡Jiménez vuelve ya!
FICHA TÉCNICA DEL
ENCUENTRO
Leicester City FC 2 - Sevilla FC 0
Leicester City FC:
Schmeichel; Simpson, Huth, Morgan, Fuchs; Albrighton, Ndidi,
Drinkwater, Mahrez (Amartey, m. 88; Okazaki (Slimani, m. 63) y Vardy.
Sevilla FC:
Sergio Rico; Mercado (Mariano, m. 46), Pareja, Rami, Escudero;
Nzonzi, Iborra; Sarabia (Jovetic, m. 46), Nasri, Vitolo; y Ben Yedder
(Correa, m. 67).
Goles:
1-0, m. 26: Morgan. 2-0, m. 54: Albrighton.
Árbitro: El italiano Daniele Orsato. Amonestó a Vardy, Schmeichel, Ndidi y Mahrez, por el Sevilla, y a Nasri y Vitolo por el Sevilla. Expulsó a Nasri por doble amarilla en el minuto 73 y a Jorge Sampaoli en el tramo final del encuentro.
Incidencias:
Partido correspondiente a la vuelta de los octavos de final de la UEFA Champions League,
disputado en un abarrotado
King Power Stadium ante
32.262 espectadores, dos millares de ellos seguidores sevillistas. Terreno de juego en
buenas condiciones.
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