jueves, 30 de marzo de 2017

Redes sociales y subversión




30/03/17. Mi colaboración de ayer en El Demócrata Liberal



“Pasar de puntillas sobre una noticia es disculpable, tergiversarla es sectarismo, retuitearla o compartirla fanáticamente sin comprobar su autenticidad, u obviando sus fundamentos, resulta subversivo”



Si algo bueno tienen las redes sociales es que, igual que Zapatero se hizo experto en Economía en dos tardes de la mano de su amigo Jordi Sevilla, el resto de mortales -¡mea culpa!- le echamos la pata al leonés de Valladolid y somos capaces de hacer la carrera y el master en esa disciplina y en cualquier otra en dos segundos, justo el tiempo que tardamos en leer el titular de la “noticia” que nos brinda el amigo de turno. El tiempo se eterniza hasta los dos minutos si ya osamos “pincharla”, ver el contenido y, encima, “llegar a entenderlo”.

Opinamos en 140 caracteres, por ejemplo, de la energía solar y del impuesto al sol con la misma soltura-desfachatez que del rescate de las autopistas. Eso sí -¡ni puñetera falta que nos hace!- nadie ojea siquiera los preámbulos de las directivas, leyes, decretos y órdenes que lo regulan ni los fallos de las sentencias que nos obligan.

¿Quién no ha leído y ha dado por bueno que el mangante gobierno de España pretende, no solo que los autoconsumidores de energía solar -los que han instalado su placa en la azotea- estén obligados a pagar los peajes de transporte y distribución de la energía eléctrica y contribuyan a sufragar los costes, sino que incluso se han detenido a los primeros testarudos que se resisten a ello? ¿Quién con algo de vida social en Instagram desconoce a estas alturas que el Estado, por culpa del mismo ratero gobierno, se tendrá que hacer cargo de las autopistas de peaje en quiebra, lo que podría suponer un desembolso de entre 4.000 y 5.000 millones de euros?

Los indignados de Facebook debiéramos saber que lo aprobado por el RD 900/2015 podría tacharse desde el punto de vista liberal, y tiempo habrá de reprochárselo a sus autores llegado el caso, como algo funesto (por lo que supondrían, llegado el caso, los que podríamos denominar derechos solares de autor, como ya ocurre por la compra de CD y DVD vírgenes que hoy sí pagamos gozosamente sin rechistar “no vaya a ser que grabemos una canción”), pero nunca catalogarse de impuesto al sol ya que las placas solares que no estén conectadas a la red eléctrica seguirán haciendo disfrutar a su propietario de la energía generada de gañote. Se trata, pues, de un impuesto por acceso a la red del sistema eléctrico sobre el que -hay que recordar- recaen dos costes fijos: el de la generación de la electricidad y el de su transporte y distribución, cuantías que, por supuesto, hemos de seguir soportando entre todos, incluidos los que se acogen al autoconsumo.

Queda claro que quien no precise enchufarse al sistema se lo ahorra y no paga ni un céntimo, pero quien le dé a la palanquita hacia arriba -y, en general, todos- debemos partir de una realidad física irrebatible por mucho que nos opongamos en las calles: la electricidad no es almacenable y en épocas en las que las puñeteras nubes entorpecen la lluvia gratuita de fotones sencillamente no hay electricidad fotovoltaica, único motivo por el que a muy pocos autoconsumidores les interesa desenchufarse totalmente. Ese potencial acceso a la red es el que grava el real decreto. Un escándalo que no tiene similar respuesta cuando se sigue sin acometer el principal reto que no es otro que reducir esos costes fijos a través de quitas a las primas de las renovables, un cascabel difícil de encasquetar a un gato sediento de subvenciones. Si esa necesidad no se acomete pronto, los consumidores nos reiremos por no llorar del impuesto al sol en las futuras facturas.

Cosa parecida ocurre con la nacionalización de las autopistas de peaje en quiebra que vuelve a ser noticia: El consorcio Abertis, ACS, Bankia y Sacyr, entre el ruido de Twitter, reclama al Estado lo estipulado en la cláusula de responsabilidad patrimonial de la administración existente en todo contrato de concesión, en este caso entre cuatro y cinco mil millones de euros por la inversión no recuperada de las concesionarias, un “ajuste” similar al que reclama Bruselas en nuestras cuentas para 2017. En definitiva, otra consecuencia del boom económico, del “dinero no es de nadie”, de la etapa de despilfarro, de contratos administrativos forzando o ignorando el texto refundido de la ley que los regula.

La locución latina pacta sunt servanda (“los contratos son para cumplirlos” o “lo pactado obliga”) debe ser puesta en práctica a la misma velocidad que se abre una investigación de tales concesiones y se dirimen las correspondientes responsabilidades. Y ya puestos (con esto no contaban los más feroces críticos de la medida) podría empezarse por Magdalena Álvarez, ministra de Fomento allá por 2006, la misma que negligentemente no tuvo en cuenta la advertencia que le hizo el Consejo de Estado sobre la inclusión de una peligrosa cláusula de compensación que implicaba, si caía el tráfico en la autopista de peaje AP-7 como finalmente ocurrió, “la desaparición del riesgo” para la empresa concesionaria y su asunción por el Estado. Maleni, ni corta ni perezosa, firmó el convenio y lo llevó al Consejo de Ministros un 7 de abril con las consecuencias que ahora se derivan tras la reciente sentencia favorable a Abertis del Tribunal Superior de Justicia de Madrid: 1.500 millones de euros por el capricho de Lady Aviaco.

Pasar de puntillas sobre una noticia es disculpable, tergiversarla es sectarismo, retuitearla o compartirla fanáticamente sin comprobar su autenticidad, u obviando sus fundamentos, resulta subversivo.


P.S.- Resulta cuando menos curioso que nos posicionemos en contra del mal llamado “impuesto al sol” quienes, por su alto coste, ni tenemos capacidad de autoconsumo, ni soñamos con la posibilidad de generar nuestra propia electricidad; quienes, encima, desconocemos que, con nuestra rechazo, la factura de la luz nos llegará todavía más inflada.

jueves, 23 de marzo de 2017

DeMemory democrática


Susana Díaz, flanqueada por Diego Valderas y Rosa Aguilar tras la aprobación de la Ley. Foto de RAÚL DOBLADO. ABC

23/03/17. Mi colaboración de ayer en El Demócrata Liberal



“Con la abstención acomplejada de PP y Ciudadanos se pretende una memoria de la desmemoria, una venganza de la historia, una reedición de una guerra infame”

“Mantener que los asesinados en la retaguardia republicana ya fueron honrados y que ahora es el turno de los represaliados del franquismo, es un mensaje sectario que perpetúa la división

“Una tortilla de DeMemory nos vendría bien a todos, pues trocear la historia es pervertirla”


Hace justo una semana Las Cinco Llagas aprobaba la nueva Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, un texto con el que el PSOE, de la mano de Podemos e Izquierda Unida, da un paso de tuerca más a la ley zapaterina superando con creces sus expectativas y previendo sanciones de hasta 150.000 euros para los que no transijan ni con la “verdad oficial” ni con alguna que otra verdad a medias.

“¿Dijiste media verdad?, dirán que mientes dos veces si dices la otra mitad”. El aserto machadiano nos conduce a asegurar que toda verdad debe ser como una moneda, con dos caras que se complementen y, para apreciar su autenticidad, hay que fijarse detalladamente en las dos. Los nazis, y especialmente Goebbels, emplearon conscientemente en su propaganda tanto la mentira directa como la media verdad o la verdad fuera de contexto... con los resultados por todos conocidos.

La nueva ley amplía el horizonte temporal a revisar desde la Segunda República hasta 1982, sugiriendo a las claras que la democracia no llegó hasta la primera victoria electoral de Felipe González. A más, contempla la creación de una comisión independiente para elaborar un informe sobre lo sucedido en la guerra, la dictadura y los años posteriores en Andalucía y que será enviado -¡eufemismos fuera!- a una “comisión de la verdad”.

Antes de su salto a Madrid, estapresidenta nos obsequia su particular legado con una norma que nos habla de buenos y malos, de democracia y dictadura, de víctimas y verdugos, poniendo en el lado de la excelencia a unos y en el del demérito a otros, desorientando, en definitiva, a todos sobre una contienda que tuvo múltiples responsables de colores bien distintos.

En 1977, con ocasión de la Ley de Amnistía y a las puertas de la Constitución de la Concordia, convertida en la más larga de nuestra historia, se comenzó a mirar hacia adelante, se suturaron heridas tan sangrantes como vergonzosas y se dio carpetazo al pasado porque -con ella- enterramos nuestros muertos y nuestros rencores.

Con la abstención acomplejada de PP y Ciudadanos se pretende, pues, una memoria de la desmemoria, una venganza de la historia, una reedición de una guerra infame que nunca debió comenzar, que lo hizo mucho antes de julio del 36, y que finalizó -o debió haber finalizado- hace casi 80 años. Para ello impone en los planes de estudio de ESO, Bachillerato y Educación Permanente de Adultos una asignatura sobre la represión franquista; eso sí, cuidándose de ocultar los desmanes del terror rojo que padecieron sus antagonistas. Los programas aún no habrán llegado a las imprentas, por lo que, en honor a la Historia (con mayúsculas y sin apellidos), sugiero algunos capítulos:

- Las Elecciones Municipales de 1931 y su deriva; las Generales del 33 y los Golpes del 34 y del 36.

- La persecución católica: quema de iglesias y ejecución de religiosos.

- Los desmanes del franquismo y de la revolución roja.

- Desafueros en las retaguardias: los juicios sumarísimos, las requisas, los paseos, las checas. Estudio en detalle de la Brigada del Amanecer.

- La plaza de toros de Badajoz y Paracuellos del Jarama.

- El saqueo del banco de España a manos del PSOE de Negrín y Prieto con destino a Stalin.

- Fascismo y comunismo: 80 y 100 millones de víctimas en nombre de ideologías perversas.

Todo el mundo tiene claro a estas alturas que todo ser humano, héroe, villano, decente o criminal, tiene derecho al duelo de los que le amaron y ese duelo exige la presencia del cadáver para enterrarlo dignamente. Es, pues, una necesidad antropológica que debe suponer el principal impulso de la mal llamada ley de memoria histórica.

Nadie duda hoy que represiones hubo en las dos retaguardias y que en los dos bandos se practicó una enfurecida limpieza étnica.

Mantener que los asesinados en la retaguardia republicana ya fueron honrados y que ahora es el turno de los represaliados del franquismo, es un mensaje sectario que perpetúa la división. Lo que procede es lo contrario: que todos los muertos sean de todos. Los que cayeron por ser cura, militar o de derechas deben ser reivindicados por la izquierda decente; los asesinados sin haber cometido delito alguno, por ser sindicalista, comunista o de izquierdas, han de serlo por la derecha decente.

Por último, a nadie debe escapar que no todos los represaliados del franquismo que permanecen en las cunetas son héroes de la democracia y de la libertad, igual que no todos los asesinados en terreno republicano fueron mártires cristianos.

Dicen que las vitaminas DeMemory contribuyen a aliviar la fatiga intelectual y a un correcto funcionamiento cognitivo, estimulando las funciones normales del cerebro y ayudando a mejorar la memoria. Una tortilla de tan sugerente fármaco nos vendría bien a todos, pues trocear la historia es pervertirla, reconocer los errores es conquistar cauces de encuentro, y divulgar los hechos -sin fanatismos- es aparcar definitivamente enfrentamientos para que no se repita. A todos nos incumbe semejante labor: por nuestros antepasados, que tanto sufrieron; por las generaciones actuales y venideras, que no merecen semejantes desatinos.


P.S.- Lamento defraudar: lo reseñado en negrita resultan ser proclamas de Marcelino Camacho, en octubre de 1977, hablando en nombre del Partido Comunista en las Cortes Generales y -más actuales- de Joaquín Leguina, ex presidente de la Comunidad de Madrid por el Partido Socialista Obrero Español.

domingo, 19 de marzo de 2017

3-1. Gladiadores vs. ursulinas


Que el Sevilla amanerado de Sampacracio no tenía nada que hacer hoy en la ribera del Manzanares, con la excepción de su cohorte insensata de aduladores, lo sabía hasta el Tato. El meneo que el autor del partido a partido le ha metido hoy al Rasputín de la Pampa debiera servirle para aprender, sacar provecho y aparcar definitivamente su verborrea en busca de la actitud en forma de testiculina de la que ha privado a un conjunto que sí podía presumir de ella.

La alineación inicial a todos pareció un despropósito, incluso al técnico que a los 20 minutos se vio obligado a rectificar: tres centrales y dos carrileros ahogados en su carril dibujaban un 5-1-3-1 tan inédito como inoperante. Incapaz de acercarse en ningún momento a los dominios de Oblak, Simeone diseñó su esquema habitual basado en una presión incesante y en la velocidad de ejecución con la que, finalmente, desarbolaron a un equipito ensimismado en su afán de posesión, de toque, retoque y vuelta a empezar lejos de la meta rival e impotente a la hora de generar ocasiones dignas de gol.

Por contra, a los locales les bastó para hacer el primero que Gil Manzano señalara como indirecto (¡manda huevos!) un "juego peligroso pasivo" de Ramí en el piquito del área y que Griezmann la pusiera en la cabeza de un solitario Godín ante la "atenta mirada" de Mercado y de un Sergio Rico habitualmente aterrado cuando de disponer la barrera se trata. El segundo, ya en la continuación, más de lo mismo: una parapeto de cuatro componentes dispuesto por el cancerbero fue suficiente para que esta vez el francés la pusiera cerca de la escuadra en parte gracias a un portero tapado por su propia decisión. El tercero, a 13 minutos del final, llegó tras el enésimo resbalón de los de blanco (echemos, pues, la culpa al utillero): Iborra se cae en el círculo central y los locales, a base de toque y velocidad (¿te enteras, Sampancracio?) se plantan de nuevo ante Rico para que Coke culmine la goleada colchonera.

Luego marcó Correa para redondear la tarde a mayor gloria de un vendedor de crecepelos que hoy podrá presumir de los casi 500 pases acertados de su equipo en el último partido sevillista en el Calderón y de realizar menos faltas ante otro que te pasa por encima y que, aún con el trabajo hecho, corre más que tú.


El equipo de la casta y el coraje ha devenido en la camarilla del apoyito acobardado, del toquecito atemorizado, de la paredcita temblorosa y turbada, del centrocuentismo ineficaz e incompetente, de un alma castrada y eunuca desconocida por estos lares. Por delante dos semanas sin veros: ¡Qué alivio!


FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO
 
Atlético de Madrid 3 - Sevilla FC 1
 
Atlético de Madrid: Oblak; Vrsaljko (Juanfran, m. 1), Godín, Savic, Filipe Luis; Gabi, Koke; Saúl Ñíguez, Carrasco (Gaitán, m. 82), Griezmann; y Gameiro.
 
Sevilla FC: Sergio Rico; Mariano, Mercado, Rami, Lenglet (Jovetic, m. 46), Escudero; Nzonzi; Sarabia (Iborra, m. 63), Nasri, Vitolo; y Ben Yedder (Correa, m. 63).
 
Goles: 1-0, m. 37, Godín; 2-0, m. 60, Griezmann; 3-0, m. 77, Koke; 3-1, m. 85, Correa.
 
Árbitro: El extremeño Gil Manzano. Amonestó a Filipe Luis, Carrasco, Godín y Fernando Torres, por los locales y a favor de corriente; y a Escudero, Sarabia y Mercado, por el Sevilla.
 
Incidencias: Partido correspondiente a la 28ª jornada de Liga disputado en el estadio Vicente Calderón con 50.000 espectadores en sus gradas. Terreno de juego en buenas condiciones.

jueves, 16 de marzo de 2017

La grosera línea entre la discrecionalidad y la arbitrariedad





16/03/17. Mi colaboración de ayer en El Demócrata Liberal

“¿Las subvenciones de los ERE, igual que las ayudas a la formación y otras muchas, de verdad que han sido públicas, transparentes, concurrentes, objetivas, iguales o uniformes?”

“¿No se ha preguntado la instructora por la posibilidad de que otras empresas, otros trabajadores, estén en igual o peor situación y no hayan sido atendidos por la arbitraria mano de la administración?”

“El uso y abuso de la discrecionalidad atenta contra la seguridad jurídica y la convierte en arbitraria al anteponer el capricho a la ley o a la razón y, a estas alturas, Núñez Bolaños no se ha percatado de ello”


Apuntaba la juez Núñez Bolaños en el auto que archiva la enésima pieza de los ERE: "Resulta evidente que, aún cuando pudiera considerarse que las resoluciones son contrarias a derecho, en ningún caso pueden considerarse injustas, pues aún cuando se utilizara un procedimiento inadecuado o ilegal lo cierto es que la ayuda se concede a una empresa en crisis, con una necesidad justificada y a unos trabajadores que reunían todos y cada uno de los requisitos para ser beneficiarios de las mismas".

En tanto en cuanto la Audiencia Provincial de Sevilla resuelve el recurso planteado, de esta forma tan sutil como descaminada, la instructora ad hoc va dando carpetazos, uno tras otro, a la práctica totalidad de las 96 piezas que conforman la causa, porque, según estima, "no puede apreciarse delito de prevaricación y lo mismo cabe decir respecto al delito de malversación de caudales públicos, existiendo causa legítima que justifica el desplazamiento del dinero en perjuicio del erario público".

A ver si nos aclaramos: el otorgamiento de subvenciones ha sido jauja y se ha solventado históricamente con una legislación menor y dispersa que servía para que cada caudillo hiciera de su capa un sayo en forma de injusto maná -próspero y abundante en ocasiones- sobre sus preferidos. Si bien estaba permitida la discrecionalidad -entendida como el criterio de funcionarios y autoridades en todo lo no contemplado en las reglas- no fue hasta el final del gobierno de Aznar cuando, mediante ley, se pretendió acabar con su uso y abuso, lo que había desembocado en la absoluta arbitrariedad, y nulidad por tanto, de cada vez más ayudas públicas.

Y digo se pretendió porque, si Guerra enterró a Montesquieu, determinados servicios de la administración general de la Junta de Andalucía y, sobretodo, de la paralela, dieron por incinerada, recién nacida, la Ley 38/2003, General de Subvenciones, la misma que ordena en su artículo 8.3 que la gestión de las mismas “se realizará de acuerdo con los siguientes principios: a) Publicidad, transparencia, concurrencia, objetividad, igualdad y no discriminación. b) Eficacia en el cumplimiento de los objetivos fijados por la Administración otorgante. c) Eficiencia en la asignación y utilización de los recursos públicos; la misma que establece, en el 22.1, que “el procedimiento ordinario de concesión de subvenciones se tramitará en régimen de concurrencia competitiva”, aclarando que “se trata de un procedimiento mediante el cual la concesión de subvenciones se realiza mediante la comparación de las solicitudes presentadas, a fin de establecer una prelación entre las mismas de acuerdo con los criterios de valoración previamente fijados en las bases reguladoras…”; la misma, en definitiva, que en el 22.2.c deja meridianamente claro que, mediante el procedimiento de concesión directa, solo excepcionalmente podrán concederse “aquellas otras subvenciones en que se acrediten razones de interés público, social, económico o humanitario, u otras debidamente justificadas que dificulten su convocatoria pública”.

No faltó tiempo para que por estos lares se hiciera ordinario lo excepcional, se destrozaran los principios y fundamentos de la ley y se bendijera la concesión directa como remedio de todos los males: ¿Las subvenciones de los ERE, igual que las ayudas a la formación y otras muchas, de verdad que han sido públicas, transparentes, concurrentes, objetivas, iguales o uniformes? ¿De verdad que se ha sido eficaz en el cumplimiento de los objetivos? ¿De verdad que también eficiente? ¿Quién justificaba, y en base a qué criterios, que una empresa precisaba la ayuda porque estaba en crisis? ¿Quién certificaba, por el contrario, que ninguna otra lo estaba? ¿Podía aspirar a ella la quincallería de la esquina, el taller mecánico del polígono o el frutero del barrio, o estaba reservada, como algún implicado ha reconocido, para la “paz social” de grandes empresas y el “silencio cómplice” de sindicatos mayoritarios?

De la lectura del auto se desprende que, para considerar legalmente obtenida una ayuda, a la juez le ha bastado con que se conceda a una empresa en crisis, con una necesidad justificada y a unos trabajadores que reúnen los requisitos. ¿No se ha preguntado la instructora por la posibilidad de que otras empresas, otros trabajadores, estén en igual o peor situación y no hayan sido atendidos por la arbitraria mano de la administración?

El uso y abuso de la discrecionalidad atenta contra la seguridad jurídica y la convierte en arbitraria al anteponer el capricho a la ley o a la razón y, a estas alturas, Núñez Bolaños no se ha percatado de ello.


P.S.- El razonamiento de la juez suena a la misma cantinela que usan partidos políticos y sindicatos con los trabajadores digitales de la administración paralela: “¡Cómo vamos a echar a treinta mil personas a la calle, tienen sus derechos!”, chapurrean los mismos que niegan a centenares de miles de pacientes opositores la posibilidad de acceder a esos puestos de trabajo tirando de los principios de igualdad, mérito y capacidad.

martes, 14 de marzo de 2017

2-0. Desahucio express


Cuentan las lenguas antiguas -y malintencionadas- que cuando ZP y Carmen Chacón (que no la de Merimée) idearon la “ley del desahucio express” para poner en un plis plas de patitas en la calle a quien dejaba de pagar la hipoteca o el arrendamiento, lo hicieron pensando en el Sevilla FC y su maldición con los cuartos de Champions.

Ni poniéndoselas como a Fernando VII o, lo que es lo mismo, que en el sorteo te toque un campeón de La Premier camino de la “Segunder”, este Sevilla es capaz de superar sus históricos y atascados octavos. Todo el mundo tenía claro que, tras el resultado de la ida, la clasificación pasaba por marcar al menos un gol hoy en Leicester. Pues bien, una cosa es la intención y otra bien distinta la realidad: ni una ocasión a lo largo de 90 minutos ante un equipito ramplón, medroso e inseguro, que pedía a gritos “¡cómeme!”, pero al que nunca se inquietó salvo en un disparo de Nasri en el primer tiempo y otro lejano de Escudero, ya en el segundo, que se estrelló en el larguero instantes antes del segundo gol local.

Y es que, insisto, “sin huevos” no hay paraíso en forma de victorias, sobretodo lejos de Nervión donde el equipo viene comportándose como un conjunto de malandrines sin alma ni carácter, arrugadito ante rivales inferiores a los que les basta y les sobra poner en liza la “testiculina” de la que adolecen los nuestros. La inocente expulsión de Nasri y los instantes previos a la misma son toda una alegoría de este Sevilla de “Sampancracio” que nos llegó vendiendo humo desde La Pampa y que hemos comprado gustosos a precio de oro de las Américas: casi dos minutos de “centrocuentismo”, indolencia, toque, retoque, toqueteo infame, ora a la izquierda, ora a la derecha, lentitud, exasperación, nadería, apoyito, “paredcita” y vuelta a empezar para terminar en la calle, con una amarilla a cuestas, por acercar la frente a un contrario “que sí sabe de qué va esto”. La acción solo merece que el francés aproveche el Brexit para quedarse en las islas y no regresar con el equipo.

Lo mismo que no se ganan cinco títulos europeos de casualidad, errar hasta cinco penaltis consecutivos -y dos en la eliminatoria- tampoco es cuestión del azar y solo deja vislumbrar un equipo técnico que no ensaya ni mucho ni poco la suerte suprema. Hoy se echa de menos, no solo por su casta, la prestancia y seguridad de un tal Coke -sí Coke creo que se llamaba- cuando depositaba el balón sobre el punto fatídico: fuerte, al lado natural y “pa” dentro. ¿Tan difícil es “héroe de Casilda”?

Un equipito de medio pelo ha devuelto a la realidad a los que tan ilusionados estaban con el bla, bla, bla de un vendedor de crecepelos que se dejó dos puntos frente al Leganés, en el velatorio del Sánchez Pizjuán, reservando a los titulares para la “mejor” ocasión de hoy. Ni Champions, ni puntos ligueros, ni na de na. ¡Jiménez vuelve ya!

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO
 
Leicester City FC 2 - Sevilla FC 0
 
Leicester City FC: Schmeichel; Simpson, Huth, Morgan, Fuchs; Albrighton, Ndidi, Drinkwater, Mahrez (Amartey, m. 88; Okazaki (Slimani, m. 63) y Vardy.
 
Sevilla FC: Sergio Rico; Mercado (Mariano, m. 46), Pareja, Rami, Escudero; Nzonzi, Iborra; Sarabia (Jovetic, m. 46), Nasri, Vitolo; y Ben Yedder (Correa, m. 67).
 
Goles: 1-0, m. 26: Morgan. 2-0, m. 54: Albrighton.

Árbitro: El italiano Daniele Orsato. Amonestó a Vardy, Schmeichel, Ndidi y Mahrez, por el Sevilla, y a Nasri y Vitolo por el Sevilla. Expulsó a Nasri por doble amarilla en el minuto 73 y a Jorge Sampaoli en el tramo final del encuentro.

Incidencias: Partido correspondiente a la vuelta de los octavos de final de la UEFA Champions League, disputado en un abarrotado King Power Stadium ante 32.262 espectadores, dos millares de ellos seguidores sevillistas. Terreno de juego en buenas condiciones.

sábado, 11 de marzo de 2017

1-1. Bla, bla, bla...



Cuando se trata de hablar, en el fútbol, como en la vida, el que se calla es el que sale ganando. Desde que llegaron los "rabanitos" al fútbol, con ese deje sudamericano entre el sórdido castellano y la musiquilla italiana, ha habido tiempo hasta de escribir tesis durante los primeros cuarenta y cinco minutos que resultan desvirtuadas tras el descanso, o viceversa.

Se jactó Sampancracio en las vísperas de anunciar a bombo y platillo la importancia de los tres puntos de hoy, poniendo en lontananza el choque europeo del próximo martes. Aseguró por activa y por pasiva que el partido sabatino debía servir de catapulta para el encuentro del martes.

Nada de nada. Como un valdano de la vida ha demostrado que las palabras -y más la insulsa palabrería- se las lleva el viento y que, curiosamente, el fútbol, un deporte lleno de mentiras, encierra grandes e irrenunciables verdades. Y sobre todas resalta la que asegura que los titulares lo son por algo. No puede anunciarse a bombo y platillo que se respeta al Leganés para, a continuación, introducir ocho novedades en el once habitual.

Las rotaciones a lo bestia son una engañifa para el aficionado: el fútbol de élite es el de las grandes estrellas, el que juegan, disputan y normalmente ganan los que entrenan compitiendo miércoles y domingo o martes y sábado, realizando a lo sumo los estiramientos a diez mil metros de altura aprovechando los "tiempos muertos" de los desplazamientos entre partido y partido.

Se daría por bien empleado si, al menos, la alocada decisión de hoy tuviera recompensa el martes, pero ¿quién puede asegurarlo? Aprendamos y llevemos a la práctica de una vez que lo importante es lo inminente, lo trascendente lo presente. ¿Mañana? Todos calvos.

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

Sevilla FC 1 - CD Leganés 1
 
Sevilla FC: Sergio Rico, Mariano, Carriço, Rami, Lenglet (Nzonzi, m. 46), Sarabia; Kranevitter, Walter Montoya (Vietto, m. 46), Correa, Franco Vázquez (Iborra, m. 68); y Jovetic.
 
CD Leganés: Herrerín, Tito, Mantovani, Siovas, Bustinza, Rubén Pérez, E. Morán, El Zhar, Gabriel (Insua, m. 90), Szymanowski (Machis, m. 63) y Guerrero (Luciano, m. 67).
 
Goles: 0-1, m. 2: Gabriel. 1-1, m. 42: Jovetic.
 
Árbitro: El castellano-leonés González González. Amonestó a Sarabia y Kranevitter, por el Sevilla, y a Gabriel y Rubén Pérez, por los madrileños.
 
Incidencias: Partido correspondiente a la 27ª jornada de Liga disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán con 32.000 espectadores en sus gradas en tarde cuasi primaveral. Terreno de juego en perfectas condiciones.

jueves, 9 de marzo de 2017

Andalucía: Miles de “ricos” repudian la herencia




09/03/17. Mi colaboración de ayer en El Demócrata Liberal


“Susana Díaz: 'los impuestos van a ser siempre progresivos en Andalucía y no vamos a beneficiar a los ricos ni a quienes heredan cinco, diez o quince millones de euros'”

“¿Pero cuántos “ricos” hay en Andalucía? Usted lo es, o puede serlo, si hereda un pisito en Sevilla con un valor catastral de 16,5 millones de las antiguas pesetas”

“Veinte andaluces, ante la imposibilidad de pagar el impuesto de la muerte, repudian a diario la herencia”

Clavelina, una asturiana de 82 años, es noticia estos días por la cruzada que ha emprendido contra el expolio del impuesto de Sucesiones y Donaciones allí donde don Pelayo comenzó a mostrar su hartazgo de “alianzas de civilizaciones” y otras necedades: tras heredar el piso de su hermano valorado en 300.000 euros, el Principado le reclamó la friolera de 80.000 en efectivo. Solo le quedaba buscarse la vida para lograr la pasta, malvender el inmueble en el plazo de seis meses marcado por la ley para pagar íntegra y religiosamente la cuota, u olvidarse del ahorro en forma de ladrillos labrado por su pariente durante años.

Y no solo en Asturias: el impuesto de la muerte, como se le ha denominado, en Andalucía sigue de latente actualidad. Las alharacas ciudadanitas del pasado verano, que acompañaron la puesta en escena de la nueva regulación, han devenido en marcha fúnebre con su entrada en vigor a primeros de año.

Los chicos de Albert, con Joan Marín, el hombre del flequillo inquietante, a la cabeza, han podido constatar en tan breve lapso de tiempo la injusticia -por su cortedad- y la ineficacia del tan celebrado acuerdo. Tanto que su intento de nuevas reformas de la mano de los populares tendrá que esperar al menos hasta que se negocien los próximos presupuestos; eso sí, si antes la presión en las calles, como remedo de lo ocurrido con los hospitales granadinos, no obliga a recular a estapresidenta, la misma que pretende que no se menee un varal del sacrosanto régimen en tanto en cuanto coge el AVE que la lleve directamente de San Telmo a Ferraz y quién sabe si -hay gente pa tó- a La Moncloa.

Cierto es que la nueva regulación supone un cierto alivio en determinados casos, lo que no empece para que Andalucía siga encabezando la indigna clasificación del importe de tan desmesurado impuesto, a años luz de Baleares, Canarias, Madrid, La Rioja, o los territorios forales, que abonan importes simbólicos. El artículo 14 de la Constitución, que proclama la igualdad de los españoles ante la ley, continúa vigente al parecer, salvo para el Ministerio de Hacienda que puso en manos de las 17 taifas -y sigue sin enmendar- una horquilla en la sucesión mortis causa que va desde el gratis total de la herencia al repudio forzado de la misma, desde el riojano que no tributa por percibir hasta medio millón de euros a la andaluza que le arramplan cien o mil veces más que si residiera en Valdemoro o en La Gomera.

Solo las herencias de las explotaciones agrarias han obtenido una apreciable reducción, merma que, en sí misma considerada, no es tal porque se requiere que el heredero esté inmerso en el uso y aprovechamiento del negocio, lo que, al tiempo, evidencia la cacicada ejercida hasta la fecha. Del mismo modo, la herencia de la vivienda habitual se continuará liquidando por el valor real del inmueble, con reducciones progresivas hasta el 95 % a partir de los 242.000 euros. Pero no es oro -o quizá sí- todo lo que reluce: a la hora de hacer caja, la Orden de 25 de mayo de 2015 de la Consejería de Hacienda (que publica los precios medios de las fincas e inmuebles en cada municipio y que se utilizan para calcular la cuota de este impuesto), no encuentra diferencias a la hora de valorar un edificio en la avenida principal de una localidad o una nave de aperos en terreno rústico, a 20 o 30 kilómetros del casco urbano.

El “error de salto” llegó al Hospital de las Cinco Llagas la pasada semana: hasta el pasado 31 de diciembre (referidos a los parientes directos del finado y al valor de todos los bienes recibidos excepto la vivienda habitual) quien superaba los 175.000 euros exentos cotizaba 26.700 a las arcas andaluzas; desde primeros de año, quien reciba en herencia cincuenta céntimos por encima de los 250.000 euros ha de apoquinar a la tesorería 47.000, nueve mil euros más que con la anterior regulación, o lo que es los mismo, un 23 % más que antes del gozoso pacto. A tan simple regla de tres de la oposición respondía engolada la presidente que no está dispuesta “a bonificar un impuesto para ricos”, enfatizando que “los impuestos van a ser siempre progresivos en Andalucía y no vamos a beneficiar a los ricos ni a quienes heredan cinco, diez o quince millones de euros”.

¿Pero cuántos “ricos” hay en Andalucía? Según la ley no son pocos: usted lo es o puede serlo, tenga los ingresos y/o deudas que tenga, si hereda un pisito en Sevilla con un valor catastral de 16 millones y medio de las antiguas pesetas, pues la Junta no se coge los dedos con las valoraciones y aplica un coeficiente multiplicador ya de por sí desorbitado tras el catastrazo y que en el caso de la capital de Andalucía es el 2,55.

Para colmo hemos de soportar que la Consejera de Hacienda ningunee el intelecto del prójimo cuando, sin ruborizarse, va y proclama que “en Andalucía, el impuesto de sucesiones es tan alto por culpa del gobierno central que lo descentralizó y lo mejor es que se marque un techo de cuota”, evidenciando que a ella, puestos a elegir, le pone más el ancho del embudo. La soledad va siendo tal que no les queda ya ni echar mano del recurrente “al igual que en los países de nuestro entorno”, pues la mitad de los miembros de la OCDE lo han suprimido.

El problema no es de riqueza ni de pobreza sino de justicia, de legalidad. La doble imposición se pone de manifiesto cuando una misma renta está sujeta a más de un gravamen, aunque sea en personas distintas. Sigue sin tener sentido que al heredar haya que pagar por bienes que han tributado durante años y por diferentes conceptos como ocurre -aunque no solo- con los inmuebles, y que hemos logrado sacar adelante estoica y milagrosamente tras el continuo bombardeo en forma de IVA, IRPF, IBI, contribuciones especiales o plusvalías.

Veinte andaluces, ante la imposibilidad de pagar el impuesto de la muerte, repudian a diario la herencia. Veinte “ricos” menos en la búsqueda gozosa de la revolución pendiente. Veinte “ricos” que el 21 de marzo a las 12 están llamados a las puertas de todos los ayuntamientos de España para decir basta. De la respuesta en la calle dependerá la continuidad o no del latrocinio.

A falta de un Spiriman en la materia: ¡Clavelina, vente pa Andalucía, tía!

lunes, 6 de marzo de 2017

1-1. Insuficientes 45 minutos


Que no, tápense un poquito: sin intensidad no es posible alcanzar los imposibles objetivos que entre todos nos hemos endilgado.

No bastan 45 minutos decorosos -más bien solo 30- para vencer en terreno rival y más cuando el contrario pone sobre el tapete superiores dosis de “testiculina”, patentizando que la aptitud pasa a un segundo plano y a la que siempre ha de anteponerse en idéntico o superior grado la actitud, las ganas, el esfuerzo...

Reaparecían hasta cuatro ausentes del partido del jueves frente a los de San Mamés y ninguno tuvo su mejor día. Parece claro que la dinámica de nuestros mejores profesionales, contrariamente a los que hablan y no paran del cansancio por la acumulación de encuentros, pasa por competir cada 72 horas.

El decoroso primer tiempo de velocidad, ganas, empuje y calidad -gol incluido de Ben Yedder, tras perfecta asistencia de Sarabia- se desvaneció incomprensiblemente después del descanso donde los nuestros apenas tuvieron acercamientos sobre la meta de Pacheco. Por contra, Sergio Rico se convirtió en protagonista de la continuación “tragándose” el gol del empate para, a renglón seguido, salvar al equipo con dos prodigiosas intervenciones. “C'est le football” Que decía aquél.

La diferencia de un equipo con -dignas- pretensiones con otros de la dimensión del Barcelona o del Real de Madrid parece meridianamente claro que está en la exigencia. Los dos trasatlánticos del fútbol mundial, y por ende del español, saltan a todos los terrenos de juego sabedores de su calidad pero también del espíritu de sacrificio necesario para doblegar a los contrarios que, frente a ellos, juegan siempre “el partido de la temporada”. Y esa dosis extra de sacrificio, como el cariño verdadero, ni se compra ni se vende: se tiene o se anhela.


FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO
 
Deportivo Alavés 1 - Sevilla FC 1
 
Deportivo Alavés: Pacheco; Femenía, Laguardia, Feddal, Theo Hernández, Llorente, Camarasa, Manu García, Ibai Gómez (Katai, m. 64), Toquero (Romero, m. 64) y Deyverson.
 
Sevilla FC: Sergio Rico, Mercado (Correa, m. 82), Pareja, Lenglet, Escudero, Kranevitter, Nzonzi, Iborra, Vitolo (Mariano, m. 73), Sarabia y Ben Yedder (Jovetic, m. 84).
 
Goles: 1-0, m. 23: Ben Yedder. 1-1, m. 74: Katai.
 
Árbitro: El tinerfeño Trujillo Suárez. Amonestó a Toquero y Laguardia, por los alaveses, y a Lenglet, Kranevitter, Iborra, Mariano y Vitolo, por el Sevilla.
 
Incidencias: Partido correspondiente a la 26ª jornada de Liga disputado en el estadio de Mendizorroza con 19.000 espectadores en sus gradas. Terreno de juego en buenas condiciones.

jueves, 2 de marzo de 2017

1-0. Meneo amateurista


Quince minutos -un cuarto de hora de fútbol vertical- fueron suficientes al final para tumbar a un Athletic de Bilbao pleno de casta y coraje, virtudes que han servido para dar a los nuestros un auténtico meneo en esa parcela.

Y de nuevo otro penalti fallado al borde del cuarto de hora: error en el lanzamiento de Jovetic remediado acto seguido -¡quién si no!- por Iborra al aprovechar el rechace de Iraizoz. Después 75 minutos de zozobra constante, de un esférico machaconamente pululando los dominios de Sergio Rico como nunca antes en Nervión.

Las rotaciones obligadas por las sanciones (Vitolo, Nzonzi, Sarabia y Pareja) y la alineación ultraofensiva puesta en liza por el técnico han lastrado a un equipo sin rumbo, desnortado durante la mayor parte del encuentro, perdido en mil situaciones inhabituales.

Tocaba sufrir ante un conjunto con alma y ¡vaya si se sufrió! Si a ello sumamos el ruidoso silencio de La Bombonera tenemos un pan como unas tortas. Se ha evidenciado una vez más que un campo sin ambiente, sin presión, es como un jardín sin flores y en eso hemos convertido la casa del sevillismo. Nuestros visitantes han encontrado en el Sánchez Pizjuán la comodidad suficiente para hacer el trabajo sin apreturas y a su antojo: los profesionales remando a favor de corriente en un ambiente más propio de un velatorio y los jueces haciendo sus particulares arreglillos. El arbitraje del segundo tiempo de hoy no es sino el que puede esperarse en la burbuja que entre todos hemos creado.

Increíblemente, y pese a todo, estamos ahí. Las aspiraciones que nos han encasquetado -no nos engañemos- son imposibles pero quizá no lo serían tanto si la irresponsabilidad de unos fanáticos únicamente simpatizantes de su propio ombligo se olvidaran de sus egos, respetaran la tradición de ese “sagrado” lugar y se dedicaran, sin olvidar sus justas reivindicaciones, a ejercer el privilegio nacido en Gol Norte, el mismo que reza “Animar a mi Sevilla...” .

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

Sevilla FC 1 - Athletic Club de Bilbao 0
 
Sevilla FC: Sergio Rico; Mariano, Rami, Mercado, Escudero; Iborra, Kranevitter; Correa (Franco Vázquez, m. 62), Nasri, Jovetic (Ben Yedder, m. 77); y Vietto (Walter Montoya, m. 77).
 
Athletic Club de Bilbao: Iraizoz; Bóveda (Susaeta, m. 68), Etxeita, Yeray, Saborit; San José, Beñat (Iturraspe, m. 60); Lekue, Raúl García, Muniain (Villalibre, m. 84); y Williams.
 
Gol: 1-0, m. 13: Iborra.
 
Árbitro: El riojano Ocón Arráiz. Mostró cartulina amarilla a Jovetic, Mariano, Mercado, Nasri, Correa y Kranevitter, por el Sevilla, y a Susaeta y Etxeita, por los vascos.
 
Incidencias: Partido correspondiente a la 25ª jornada de Liga disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán con 35.000 espectadores en sus gradas en noche de agradable temperatura para la época. Terreno de juego en perfectas condiciones.

Todo para las criaturitas pero sin las criaturitas




02/03/17. Mi colaboración de ayer en El Demócrata Liberal



Para Susana, la tutela efectiva de los andaluces no corresponde a los jueces y tribunales sino a los padres, a las madres y al universo de cuñados de la patria que Blas Infante soñó un día antes de imaginar la pesadilla que se nos  venía encima en forma de perenne vagón de cola y que volvemos a celebrar otro 28 de febrero


Ayer, mientras la oligarquía del XXI celebraba el Día de Andalucía en el Maestranza sevillano, la plebe se rebelaba en las redes sociales al grito de "28F: Nada que celebrar". Mientras García Montero, estrenando filiación verdiblanca chachipiruli, se pavoneaba en el escenario del teatro de sus estrechísimas relaciones con el poder de San Telmo, víctimas de sus feroces ataques continuaban dejadas de la mano de "estapresidenta".

El desalentador y trasnochado Tout pour le peuple, rien par le peuple se patentizaba más de dos siglos después en esta Andalucía de nuestras entretelas. Continúa siendo evidente que el paternalismo del Despotismo Ilustrado sigue estando presente en el ADN de nuestros dirigentes (y dirigentas) cuarenta años después de tomar posesión de las instituciones andaluzas y sin un solo relevo siquiera fuera para tomar aire y descansar un poco de tan agotadora entrega.

Durante una intervención, interrumpida reiteradamente por gozosos aplausos, García Montero, sin sonrojarse mínimamente, apostó por la educación como vía para reforzar el "nosotros integrador" que caracteriza la identidad andaluza (frente a los insolidarios de otros lares, seguramente le faltó decir, aunque se entendió a la perfección).

El colmo del despropósito llegó cuando él, precisamente él, aseguró que "para que una sociedad sea libre no basta con poder decir lo que pensamos, sino poder pensar lo que decimos". Que se lo pregunten al médico granadino que ha recibido toda clase de improperios del hijo predilecto y adeptos del régimen por haber osado descubrir las vergüenzas de la sanidad andaluza, esa joya de la corona devenida en engarce de canto rodado y hojalata a la luz de los pocos pero constantes andaluces huidizos de una curatela impuesta.

Ya finalmente, como el que no quiere la cosa y como si se dirigiera a parlamentarios noruegos, tras mencionar al recurrente Trump, se ha lamentado de la corrupción en general, de la escasez de lectura y del altísimo porcentaje de riesgo de exclusión social en España. Ni una crítica, ni una petición, ni un ruego a los mandamases del sur, de esta Jauja que, como aquel maestro Ciruela, sin saber leer ponen escuela.

Para Kant la Ilustración es la salida del hombre de su autoculpable minoría de edad. Para Susana y gran parte de sus antecesores y correligionarios, la tutela efectiva de los andaluces no corresponde a los jueces y tribunales sino a los padres, a las madres y al universo de cuñados de la patria que Blas Infante soñó un día antes de imaginar la pesadilla que se nos venía encima en forma de perenne vagón de cola y que volvemos a celebrar otro 28 de febrero.