domingo, 12 de agosto de 2018

1-2. Escoltin: ¡Alá és gran!



Todo un síntoma de adonde nos conduce la geopolítica: la Supercopa de España en Marruecos, en El Magreb, que -para los no iniciados- no es más que la adaptación al español de una voz árabe (al-Maġrib) que significa "sitio por donde se pone el sol", o lo que es lo mismo, el poniente, el occidente de los árabes. Y allí, cosas del destino, a menos de una semana vista del 17A, el "gran barça" se ha dado un festín ecuménico con el incondicional apoyo de los compatriotas que sembraron de muertos La Rambla y Cambrils.

Valga la introducción para valorar la arbitraria decisión federativa de incumplir su propio reglamento, y la consecuente e inexplicable réplica, redes blanquirrojas mediante, en pos de un boicot sevillista al ferry y a la operación paso del estrecho bis, haciendo casi imposible una gesta ya de por sí difícil.

Y digo casi porque no ha faltado tanto para que aumentaran los dineros argénticos de las vitrinas sevillistas: un penalti en el último minuto, tan aciagamente errado por Ben Yedder como antirreglamentariamente blocado por Ter Stegen (aquí el VAR no quiso pronunciarse), no dio opción a una prórroga en la que las fuerzas parecían decantadas del lado nervionense.

Pero eso solo son futuribles; lo que ocurrió durante 90 minutos fue la imagen de un Sevilla a verlas venir, dejando toda la iniciativa a un Barcelona en rodaje al que bien se le pudo meter el diente, o al menos intentarlo en estos primares compases de la temporada. Lo que ocurrió, sin embargo, fue: Dominio sin profundidad barcelonista; Sarabia estrena el casillero tras excelente conducción de Muriel; control defensivo; falta para hacérsela revisar a borde del área de Banega, Messi que la pone en el palo izquierdo de un Vaclik -por fin tenemos portero- absolutamente tapado, rebotes y gol; descanso, reanudación, remate al larguero de Vázquez, golazo de Dembelé y ese penalti en los estertores del encuentro... Mientras tanto, cambios y variables que, desde fuera, no llegan a entenderse: sacar del terreno de juego al único jugador que está viendo portería no tiene explicación; dejar en el mismo, arrastrándose, a Banega y Roque Mesa, menos aún.

Nada, pues, más castizo y español que Tánger para celebrar una de las grandes fiestas del fútbol patrio. Concesiones no del todo graciosas y de difícil interpretación cuando no son pocos los -vecinos- interlocutores que sueñan una Re-reconquista de Al-Andalus, lo que puede alentarles a celebrar (escoltin: ¡Alá és gran!) la Fiesta del Trono de un no lejano 30 de julio -aniversario del ascenso al trono del Mohamed VI- en la Plaza de Cataluña, cruzando El Estrecho y así extender al norte ese Magreb culé de toda la vida.

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

Sevilla FC 1 - FC Barcelona 2
 
Sevilla FC: Vaclik; Mercado (Ben Yedder, min. 84), Kjaer, Sergi Gómez; Jesús Navas, Roque, Banega, Escudero; Sarabia (Aleix Vidal, min. 70), Franco Vázquez y Muriel (André Silva, min. 59).
 
Barcelona FC: Ter Stegen, Semedo, Piqué, Lenglet, Jordi Alba, Rafinha (Rakitic, min. 46), Arthur (Coutinho, min. 52), Busquets, Luis Suárez, Dembélé (Arturo Vidal, min. 85) y Leo Messi.
 
Goles: 1-0, min. 9: Sarabia. 1-1, min. 41: Piqué. 1-2, min. 78: Dembelé.
 
Árbitro: El extremeño Gil Manzano. Mostró tarjetas amarillas a Busquets, Ter Stegen y Lenglet, por los magrebíes del ahora noreste español, y a Franco Vázquez, Roque Mesa y Aleix Vidal, por el Sevilla.
 
Incidencias: Partido correspondiente a la final de la Supercopa de España disputado -por vez primera a partido único- en el Stade Ibn Battouta de Tánger ante 40.000 espectadores entregados a la causa blaugrana. Terreno de juego en regulares condiciones.

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