miércoles, 26 de septiembre de 2012

Yo los he visto jugar, y tú, y llegará el día en que lo cuentes. Hasta pronto, Kanouté (por Ernesto López de Rueda)

 
Anoche se enfundó por última vez la sacrosanta camiseta del Grande de Andalucía. Tras un partido de fútbol solidario como él sólo sabe entenderlo nos ha dicho un hasta pronto porque siempre estará presente. Como penúltimo homenaje y  para despedir a este "viejo que no tiene gol..." (siete años casi de la "fábrica de humo") valga este bello recuerdo que Ernesto plasmó hace ya algún tiempo para loar a los más genuinos representantes del mejor Sevilla que hemos conocido. Y entre todos, la figura del Gigante de Mali:

Me crié escuchando como me relataban las jugadas del niño de Oro, de Juan Arza, el fútbol de Ramoní, los remates de Campanal o el "pato" Aráujo, las estiradas de Bustos y algo de Eizaguirre.

Tiempo después de aprender a escuchar he tenido la dicha de ver, de contemplar o de admirar.

He visto como un tipo de 1,92 baja los balones del cielo, los acaricia y sirve como Dios a sus hijos, manteniendo la compostura, con la agilidad de una gacela, con el porte de un flamenco en su equilibrio, he visto a Frederic Kanouté dictar magisterio universal, construir fútbol catedralicio con la facilidad con que otros dan paletadas de cal y arena.

He visto a otro divino delantero saltar en carrera para acoger en su pecho balones imposibles, para hacer escorzos inverosímiles y fugarse entre un mar de piernas para amartillar un potente y colocado disparo en una fracción de segundo ante la mirada sorprendida e impotente de los defensas rivales.

He visto a un canijo que carece de estómago, de intestinos, de huesos y articulaciones porque todo en él debía de ser pulmones por dentro para desde el lateral derecho atacar los sistemas rivales a base de velocidad y calidad, de llevar grabado en el entrecejo la palabra "victoria".

He visto a un Dios en nuestra meta volando de palo a palo para detener balones imposibles para cualquier humano, detener penaltis a troche y moche, para revestirse por dentro de una carmesí del Cien y subir con el corazón en la boca a enganchar un bendito cabezazo u ofrecerse generoso en el sacrificio para ser imán en duelos en Getafe o el Pizjuán ante los mayores colosos.

He visto a un joven barbilampiño anotar el mejor gol jamás marcado a orillas del Meditérraneo siendo el auténtico heredero de generaciones de arte, de hombres de filigrana, explosivos, imprevisibles que conducen sin que tiemble el pulso por el filo de insondables precipicios y que son víctimas ocasionales de su propia magia y víctimas eternas de su propia entrega hasta haberlo visto morir sobre el césped.

He visto a hombres de ébano fabricar sombreros al por mayor en cualquier esquina del campo, o cabalgar una banda izquierda hasta entrar en cierta portería de un no menos mítico Hampden Park.

He visto a un pálido rubio multiplicarse como peces y panes en un año de gloria o a un rudo serbio imponer disciplina derrochando arrojo o a un francés de exquisito lenguaje futbolístico actuar como "maître" de nuestra mejor defensa y a un italiano de corazón caliente romperse su camisetita en una tarde holandesa como a un almeriense irse corriendo hacia el gol norte del Ramón Sánchez Pizjuán de Barcelona a celebrar un gol ejecutado en el gol sur.

He visto a otro joven canijo recorrer mil y una veces la banda, conduciendo, mandando, sirviendo, anotando. En apariencia frágil y en realidad grácil, en la memoria con un balón que dio un Mundial o con otro en el último segundo del último minuto de una larguísima temporada para acabar marcando tras dos intentos de asesinato sobre su persona.

He visto a unos corazones desbocados llegados desde Mallorca, uno más bajito y otro más alto, que auparon a este Sevilla hasta lo que es hoy; a unos capitanes bragados, bizarros y odiados por España que levantaron el pendón de nuestro orgullo hasta límites infinitos y a uno de ellos izar sobre su cabeza y todas las nuestras una copa tras otra tras otra.

A todos ellos los vi, los he visto, los veo sobre el césped del Ramón Sánchez Pizjuán. Todos ellos me hicieron llorar, derramar muchas lágrimas, me hicieron acompañarlos envuelto en bufandas o extrañas banderas por toda Europa y España. Tengo la suerte de poder contarlo hoy cuando alguno de ellos todavía comparece domingo tras domingo.

Jamás podré tener una mala palabra aparte de algún puntual cabreo para los fabricantes de sueños, para los instigadores de las lágrimas, para los constructores de mucha felicidad, para quienes me invitaron a a mí y a los míos a viajar hacia el paraíso.

Honor y gloria a todos ellos.
 
P.S.- El partido entre el Sevilla FK y una selección Champions finalizó con el resultado de 4-7 ( 0-1: Stefan. 1-1: Babá. 2-1: Babá. 2-2: Frayle. 3-2: Del Moral. 3-3: Fall. 3-4: Fall. 3-5, m. Dani Ábalo. 3-6: J. Valle. 3-7: Bodipo. 4-7: Ricardo.), con 33.000 aficionados en la grada  y con casi 600.000 euros recaudados para la Ciudad de los Niños de Bamako. Eso sí que son resultados.
 
Para la historia, el calendario de Kanouté en el Grande de Andalucía (Fuente: Diario de Sevilla):

29 de septiembre de 2005   Estreno goleador por partida doble
Su debut goleador fue con doblete en la UEFA y resultó vital. Tras empatar a cero ante el Mainz 05, el Sevilla se la jugó en Francfort: 0-2.

11 de diciembre de 2005  El primer gol en la Liga, en el Camp Nou al Barça
Tardó en marcar en la Liga Kanouté, pero escogió el mejor escenario para ello. Marcó el 0-1 en el Camp Nou, aunque el Barcelona ganó por 2-1.

10 de mayo de 2006  La noche mágica de Eindhoven
Kanouté no jugó de titular la final de la UEFA ante el Middlesbrough porque arrastraba molestias. Salió en la segunda parte y marcó el 0-4 definitivo.

25 de agosto de 2006   Mónaco, la confirmación de la senda de los éxitos
En la final de la Supercopa de Europa, ante el Barcelona, sí que salió titular Kanouté. Marcó el 0-2 de cabeza y de espaldas. Terminó 0-3.

16 de mayo de 2007  Glasgow, Kanouté contribuye a la emoción
Marcó el 1-2 en la prórroga a pase de Jesús Navas ante el Espanyol. Tiró el primer penalti y lo marcó. Fue el tercer título.

23 de junio de 2007   Su gol más decisivo de todas las finales
La Copa ante el Getafe llegó a Nervión gracias al solitario gol de Kanouté. Robó a Pulido, condujo y marcó con clase.

19 de agosto de 2007  El día que Kanouté enmudeció el Bernabéu
Una de las noches más recordadas del sevillismo. Kanouté firmó un hat-trick que silenció el Bernabéu en la Supercopa.

31 de agosto de 2007  El título que no pudo dedicar a Puerta
Sólo dos días después de la muerte de Puerta, la Supercopa con el Milan, 3-1, con gol de Renato como tributo póstumo.

19 de mayo de 2006  La única final ganada en la que no marcó
Fue clave en la final de la Copa del Rey ganada al Atlético por juego, pero los goles fueron de Diego Capel y Jesús Navas.

5 de mayo de 2012  Su último gol oficial, en la despedida de Nervión
Salió en la segunda parte por Rakitic y recibió una inolvidable ovación, que se multiplicó cuando marcó el 5-2 ante el Rayo.

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