Que sí, que tres puntos, que lo importante es ganar... que estamos de acuerdo,
pero cuando un equipo del nivel del Sevilla salta al terreno de juego se espera
otra cosa de sus protagonistas: garra siempre, puesta en escena, calidad o, al
menos, detalles de ese pedigrí, casta, carácter o condición que siempre hay que
presuponer.
Nuestro gozo en un pozo. Todas y cada una de las virtudes que nos han hecho
grande han desaparecido por arte de magia del vestuario blanco, hoy otra vez de
luto riguroso, enterrada definitivamente la vestimenta grana, dicen que por
aquello del marketing. Cierto que esta noche se encuentran atenuantes. Y es que
sí, victoria mediante, se puede hablar y no parar del nefasto arbitraje de Del
Cerro Grande, indigno, que, con su actuación, ha permitido llegar entre zozobras
a los instantes finales: un gol legal anulado, dos penaltis sin señalar en área
costasoleña y excesivamente permisivo con el juego sucio local rayano con la
agresión, el madrileño fue hoy un enemigo para nuestros intereses.
Llegó el gol casi sin querer en una de las escasas aproximaciones sobre la meta
rival: Correa aprovechó una perfecta asistencia de Nolito para, al cuarto de
hora, establecer distancias que finalmente fueron definitivas. Y digo casi sin
querer porque el argentino introdujo la bolita entre los palos cuando pretendía
un centro raso dentro del área pequeña.
Una primera parte aseadita, sin estridencias, en la que, al borde del descanso,
un asistente del colegiado levantó indebidamente la banderola cuando Ben Yedder
hacía el que debió ser segundo tanto sevillista y, con él, disfrutar de cierta
tranquilidad, la que finalmente no pudo ser tras una segunda parte en la que el
colista casi nos come la merienda: con Layún, defensivamente, hemos vuelto a las
andadas; Sergio Rico, tras dos partidos en los que ha sacado un poquito la
cabeza, hoy, sin las penalizaciones habituales, ha vuelto a enterrarla entre
desconciertos de patio de colegio; Arana ha disputado sus primeros minutos y
encima de titular, siendo excesivamente prematuro juzgarle; Pizarro es una negra
sombra de Nzonzi; Banega necesita un descanso de baño y masaje pero en un
balneario alejado y caro; Correa y su sustituto, Franco Vázquez, no merecen
calificación, ellos solitos continúan arrastrando de manera infame su imagen y,
con ellos, el honroso nombre del Grande de Andalucía...
Para colmo -nada nuevo- la gallinita del entrenador ha vuelto a cantar volviendo
a retirar del rectángulo de juego a Ben Yedder, la única referencia atacante a
falta de un cuarto de hora para el final. Acostumbrado a no hacer rotaciones,
hoy -palos de ciego, dicen- ha puesto en liza hasta seis cambios sobre su once
habitual. Y menos mal que uno de los nuevos tiene vergüenza: Nolito, a mucha
distancia aún de lo que de él se espera, ha vuelto a demostrar que para esto del
fútbol hay que tener de eso que carece media docena de los mercenarios
que nos están llevando al caos.
FICHA TÉCNICA DEL
ENCUENTRO
Málaga CF 0 - Sevilla FC
1
Málaga CF:
Roberto, Rosales, Miquel, Luis Hernández, Diego González (Samu García, min.
83), Iturra, Lacen, Sucess (En-Nesyri, min. 34), Chory Castro, Rolán e Ideye
(Bueno, min. 76).
Sevilla FC:
Sergio Rico, Layún, Kjaer, Lenglet, Arana, Pizarro, Banega, Sarabia, Correa
(Vázquez,
min.
63), Nolito (Geis,
min.
87) y Ben Yedder (Sandro,
min.
77).
Gol:
0-1, minuto 15: Correa.
Árbitro:
El madrileño Del Cerro Grande.
Mostró tarjetas amarillas
para Ideye y Rosales, por los malaguistas, y a Layún y Sarabia, por el
Sevilla.
Incidencias:
Partido
correspondiente a la 26ª jornada de Liga disputado
en un estadio
de La Rosaleda casi vacío,
con unos 10.000 espectadores en sus gradas en tarde de frío y viento. Medio
centenar de seguidores sevillistas presentes. Terreno de juego en
buenas condiciones.