martes, 23 de octubre de 2012

3-2. Venciendo al Mallorca... Y al egoísmo



Victoria importantísima del Sevilla: por las últimas incertidumbres en forma de resultados negativos, que podían vislumbrar un punto de no retorno; por cómo se produjo, incluyendo dos remontadas; por cómo se consiguió, tirando de orgullo y derrochando pundonor, sangre y -quizá lo mejor de todo- serenidad, sin perder nunca el norte...
No mereció el Sevilla ir por debajo en el marcador. A los 25 minutos, Bigas adelanta a los insulares en una extraña jugada que (a falta de ver la jugada en televisión) pareció un despiste de Palop que, a media salida, no se percató de la presencia del lateral. La efímera desesperanza duró dos minutos, el tiempo que tardó Negredo en hacer el empate de zurdazo impresionante tras un rechace. Pero el horno no estaba para bollos. Sólo un minuto después Hemed, en otro despiste defensivo, ponía a los mallorquines otra vez por delante. Nunca tan poco juego en ataque (el del equipo de Serra-Caparrós) dio para tanto en el marcador.
Para colmo (políticamente incorrecto, pero hay que mojarse) la Grada Baja del Gol Norte (yo, mi, me, conmigo: primero yo, después yo y, si sobra algo, "mi" Sevilla) se ausentaba dando toda una lección de egoísmo de lo que sucedía en el césped buscando un enfrentamiento gratuito con el palco y, por ende, con el resto de la concurrencia, más que nada porque no puede entenderse desde el sevillismo militante sin componendas que sus cuitas personales (sin entrar en quién atesora la razón, posiblemente ninguna de las dos partes) se libren sólo por una parte, a base de públicas y zafias batallas, mientras los nuestros defienden sobre el césped la gloriosa historia del Grande de Andalucía.
Así se llegó al descanso y en las entrañas del Sánchez Pizjuán debieron ponerse las cosas muy claritas porque los profesionales sevillistas (ante el alicaído estado general) sacaron a la luz el orgullo necesario y la serenidad suficientes, que sentaron las bases de una remontada tan justa como necesaria: Negredo, a los diez minutos, en perfecto remate de cabeza, tras centro preciso de Cicinho, hacía de nuevo las tablas. A partir de ahí, la entrada de Perotti por un lentísimo Campaña, el derroche y la clase de Navas (en el mejor momento de su carrera deportiva), el trabajo infatigable, amén de sus goles, de Negredo y la recuperación de Rakitic para la causa, hizo el resto. Llegó el gol salvador, a falta de 16 minutos, en pleno acoso sobre la meta de Aouate, tras un disparo desde fuera del área de Cicinho que desvió un defensor. Pero sería injusto no hacer referencia a los que, con su labor más oscura, contribuyeron al triunfo: Spahic, Maduro, Manu del Moral y, sobretodo, Fernando Navarro por su eterna regularidad y Federico Fazio, por la dificultad añadida que le supone vestirse de corto en un Sánchez Pizjuán en el que, desde hace ya demasiado tiempo, y en los consabidos sectores de "los que saben de esto", corre el insistente rumor de que no es futbolista, los mismos que aseguran que Rakitic es un bluf o que la mejor virtud de Medel consiste en buscarse el aplauso fácil [sic].
El Sevilla, en resumen, se mostró controlador del esférico en todo momento, desde el mismo inicio. Su juego en nada se parece al espectacular en forma de oleadas de antaño, pero el equipo se ofrece más y mejor, siempre en las distancias cortas, abusando en ocasiones de ese juego de proximidad en detrimento de la velocidad, con las excepciones de los inesperados, y por ello gratos y sorprendentes, cambios de juego de Negredo, Rakitic o Navas, destacados principalísimos en ese apartado.
Ocho partidos, catorce puntos. Nos faltan dos para alcanzar esa difícil media inglesa. La matinal del próximo domingo se muestra propicia para ajustar cuentas... aunque enfrente tendremos a un entrenador.



VÍDEO DEL PARTIDO:
FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

Sevilla F.C. 3 - R.C.D. Mallorca 2

Sevilla F.C.: Palop; Cicinho, Fazio, Spahic, Fernando Navarro; Maduro (Kondogbia, m. 78), Campaña (Perotti, m. 55); Jesús Navas, Rakitic, Manu del Moral (Hervás, m. 79); y Negredo.

R.C.D. Mallorca: Aouate; Ximo, Geromel, Anderson, Bigas; Fontás (Martí, m. 83), Pina (Alfaro, m. 76); Víctor, Pereira, Giovani (Arizmendi, m. 60) y Hemed.

Goles: 0-1, m. 27, Bigas; 1-1, m. 29, Negredo; 1-2, m. 30, Hemed; 2-2, m. 55, Negredo; 3-2, m. 74, Cicinho.

Árbitro: El catalán Estrada Fernández. Amonestó a Pina y Ximo, por el Mallorca.

Incidencias: Partido correspondiente a la 8ª jornada de Liga disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante 30.000 espectadores, esta vez con "animadores" que no animan en la Grada de Gol Norte y, otra vez, ni falta que han hecho. Terreno de juego en perfectas condiciones.

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