martes, 5 de marzo de 2013

4-1. Engaño... Valioso


Al mismo nivel de mentira, el marcador final ratifica la importancia no sólo de los tres puntos sino también de una goleada cuya importancia, de cara a la clasificación final, habrá de valorarse en su justa medida en la última jornada.
No, no fue tan fácil como cantan los números. Durante el primer tiempo el Celta fue un rival tremendamente peligroso que supo desperezarse tras encajar los dos primeros goles de Negredo (hat trick finalmente) que parecieron y debieron ser definitivos. Todo lo contrario: por debajo en el marcador, los vigueses arrinconaron al Sevilla en el área de Beto, consiguieron estrechar distancias a seis minutos del descanso y estrellaron un balón en el larguero local.
Por tanto no fue oro todo lo que relució, ni mucho menos. Sólo la pegada del vallecano, que hoy lució especialmente, amén del sempiterno Navas y el compromiso y la aptitud mostrados por Alberto Moreno fueron suficientes para desbaratar, a ráfagas, los acompasados intentos celtiñas de cosechar un buen resultado.
El experimento de Fernando Navarro como central zurdo no prosperó y más bien pareció un desesperado cántico de impotencia de Emery al desgarro que la salida de Spahic le ha producido no sólo al sistema defensivo del equipo sino también a las entrañas de una afición a la que se le está mostrando cada operación salida -por unos cuantos cientos de miles de euros- como el necesario bálsamo para la supervivencia.
Al menos la victoria casera sirve para confirmar el potencial sevillista en Nervión, lugar en donde ha de centrar sus esfuerzos, convirtiendo el Sánchez Pizjuán -a pesar de la paupérrima entrada que las nubes, el horario y la televisión provocaron esta noche- en un fortín para alcanzar los logros de clasificación europea perseguidos y que tan distantes se vislumbraban hasta hace bien poco.
No será fácil superar los cinco puntos de distancia con el séptimo lugar de la clasificación, o los tres con el octavo, que puede premiarse también con plaza europea si la sanción al Málaga persiste. Y no lo será porque la lucha por esos puestos será endiabladamente tumultuosa y porque el Sevilla, lejos de la Bombonera, está firmando una discretísima campaña, motivo por el que se hace necesario, además de mantener la misma prestación en los seis partidos que restan en casa, arrancar al menos dos triunfos -también en media docena de encuentros- en terreno forastero donde, a estas alturas, sólo ha cosechado uno, amén de cuatro pírricos empates y ocho derrotas.

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

Sevilla F.C. 4 - R.C. Celta de Vigo 1
 
Sevilla F.C.: Beto; Coke, Fazio, Navarro, Alberto Moreno; Medel, Kondogbia (Maduro, m. 76); Navas, Manu (Reyes, m. 46), Rakitic; y Negredo (Babá, m. 82).
 
R.C. Celta de Vigo: Varas; Jonny, Cabral, Demidov, Bellvís (Lago, m. 80); Oubiña, Álex López; Augusto (De Lucas, m. 70), Bermejo, Orellana (Pranjic, m. 60); y Iago Aspas.
 
Goles: 1-0, m. 11: Negredo; 2-0, m. 28: Negredo; 2-1, m. 39: Augusto; 3-1, m. 65: Medel; 4-1, m. 68: Negredo.
 
Árbitro: El colegiado madrileño Del Cerro Grande. Amonestó a Rakitic, por el Sevilla; y a Jonny, por el Celta.
 
Incidencias: Partido correspondiente a la 26ª jornada de Liga disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante escasos 8.000 espectadores en noche desapacible y lluviosa. Terreno de juego en perfectas condiciones.

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