El pasado 4 de febrero, desde
estas páginas, animé
a poner en conocimiento de la Comisión Estatal contra la Violencia, el
Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, los gravísimos
hechos "ocurridos" antes del comienzo del choque de semifinales de Copa de S.M.
el Rey en el Calderón, según "informaba"
el diario El Mundo: "Los
'ultras' del Sevilla se mofaron de la tragedia del Arena en el Calderón".
De ser cierta la información, un indeterminado número de seguidores
del Sevilla Fútbol Club SAD, además de la entidad deportiva Atlético de Madrid SAD por
omisión, el colegiado del encuentro y el Coordinador de Seguridad, habrían
vulnerado distintos preceptos del Capítulo I del Título I de la vigente Ley
19/2007.
Ya en octubre
de 2011 denuncié ante esa Comisión que en partido celebrado en el mismo
escenario que desde las gradas se coreó, además del ya rancio, xenófobo y
tradicional "Sevillanos, yonkis y gitanos", el lema: "¡Ea, ea, ea...
Puerta se marea!", en clara e indignante alusión al fallecido jugador
sevillista.
Resultaría indigno
compartir el aserto: "Justicia
quiero yo, mas por mi casa no". Por ello, las
recientes y lamentables
expresiones, si se produjeron, por parte de la hinchada sevillista, sólo pueden
calificarse de abominables y deplorables, repugnantes y lamentables, alentadoras
de la violencia, que palmariamente atentan contra la integridad moral de cinco
personas fallecidas recientemente, de las casi 200 víctimas mortales y miles de
heridos del 11-M, de la sociedad en general y, en particular, de una afición, la
sevillista, que no puede consentir que se la pueda identificar con tamaños
desatinos e infracciones.
Así, finalmente, el
pasado 14 de febrero, los firmantes de la denuncia solicitamos de la citada
Comisión que, tras las oportunas indagaciones y valoración de los medios de
prueba, se propusieran al órgano competente las
correspondientes resoluciones sancionadoras a cuantas personas resulten
responsables de los hechos que resultaran probados, y si los medios de prueba
aportados no sustentaran la información periodística citada, se propusieran las
correspondientes resoluciones sancionadoras al diario El Mundo en la persona, o
personas, que resulten responsables, por manifiesta vulneración de las normas
anteriormente citadas.
Pues bien, ayer mismo, mediante
escrito fechado en Madrid el pasado 25
de febrero, la Comisión Permanente informa que "en la reunión del
pasado 7 de febrero de 2013, se analizaron por la Comisión las
documentaciones oficiales correspondientes a diversos encuentros, entre
los que se encontraba el encontraba el citado partido de copa del Rey
Atlético de Madrid - Sevilla ... sin que se recogiera en la citada
documentación ninguna referencia a los gritos que se citan, por lo que no
se tramitó propuesta de sanción alguna, ya que, a efectos sancionadores,
la Comisión actúa prioritariamente en función de la documentación
que le es facilitada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y
presume como veraces los hechos, o la ausencia de hechos, recogidos en la
misma". Y continúa: "En lo que se refiere a su proposición de sancionar a
un medio de comunicación, esta Comisión no tiene competencia para
valorar la corrección del ejercicio profesional ni para proponer sanción
al medio periodístico por el hecho de que la información ofrecida,
derivada de la percepción del informante, no haya sido recogida en
documentación o actas oficiales". Es decir, el mundo al revés: hemos
solicitado la sanción para el informador pero la Comisión no puede
proponerla porque su conducta no ha sido recogida en documentos oficiales.
O sea, para sancionar al periodista las actas de la Policía del día del
partido deberían decir algo así como: "No se han producido los hechos que
denunciará mañana el diario El Mundo". Además, la Comisión vuelve a
limitarse a actuar "prioritariamente" con la documentación facilitada por
las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, desechando el resto de
herramientas que en sus manos pone la ley, entre ellas las grabaciones de
imágenes que durante un mes han de estar a su disposición.
Es decir, más de lo mismo: hacer leyes como churros -papel mojado- para
incumplirlas regodeándose en la más absoluta de la dejación de funciones
porque cuando el
Real Decreto 203/2010, de 26 de febrero, por el que se aprueba el
Reglamento de prevención de la violencia, el racismo, la xenofobia y la
intolerancia en el deporte, dice: "Artículo 74.
Propuestas sancionadoras. 1. De acuerdo con el acta
que, de cada acontecimiento deportivo, haya levantado el Coordinador de
Seguridad, y sin perjuicio de las competencias de la autoridad
gubernativa, la Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la
xenofobia y la intolerancia en el deporte podrá elevar propuesta motivada
de instrucción de expedientes sancionadores a los organizadores,
espectadores y cualquier otra persona que, a su juicio, pudiera
haber incurrido en alguna de las infracciones tipificadas en la Ley
19/2007, de 11 de julio", ¿resulta meridianamente claro su mandato?
¿La información del diario El Mundo
del pasado 4 de febrero -incierta según la propia Comisión- es, o no,
incitadora a la violencia? Recordemos: "Los
'ultras' del Sevilla se mofaron de la tragedia del Arena en el Calderón".
Su redactor Luis F. Durán, contó con todo lujo de detalles y sin
aportar prueba alguna cómo "los radicales del Sevilla devolvieron la
moneda en el Vicente Calderón de la peor forma: Se mofaron de la
tragedia del
Madrid Arena
a sabiendas de que una de las cinco fallecidas,
Cristina Arce,
era aficionada rojiblanca y voluntaria del equipo en los partidos del
Calderón" y que "A lo largo del encuentro, se repitieron los
cánticos: "Madrid Arena, lo lo lo lo Madrid Arena" y "Atocha ¡boom!"
en referencia a los atentados del
11-M en
Madrid".
Recordemos que en nota de prensa en su día
emitida por el Ministerio del Interior, se informaba que
"Ante los hechos ocurridos el 2 de octubre de 2011 (cánticos alusivos
a Antonio Puerta) durante la
celebración del encuentro Club Atlético de Madrid, SAD - Sevilla F.C.,
SAD, la Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la Violencia,
el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte manifiesta
que no se ha podido identificar a los autores que profirieron gritos en el
interior del recinto deportivo y que fueron recogidos por algunos medios
de comunicación. Sin embargo, esta Comisión Permanente condena y reprueba
tales actos realizados por una minoría de aficionados presentes en este
estadio y recuerda que dichas conductas no hacen más que desacreditar el
buen nombre del deporte en nuestro país y solicita a los clubes de fútbol
que actúen con firmeza para evitar que hechos similares se vuelvan a
producir durante una celebración deportiva". Es decir, reconoce los
hechos, tiene los medios para identificar a los delincuentes y no las usa.
El deseo, patético por otra
parte, de la Comisión Permanente de condenar y reprobar los actos y de
solicitar a los clubes que actúen con firmeza para evitar hechos
similares, serían pura anécdota si no se tratara del órgano encargado de
sancionar tales conductas de los infractores y de los propios clubes.
En definitiva, la Libertad de Prensa elevada al libertinaje informativo
con las bendiciones del órgano encargado de luchar contra la violencia en
el deporte. Una vez más se ha preferido seguir el viejo
axioma de que si no se quiere resolver un problema se crea una comisión.
Los parlamentarios (y la propia Administración en el ejercicio de la
potestad reglamentaria) aprobaron una normativa seria y rigurosa que
ofrece a los clubes, a sus coordinadores de seguridad, a los árbitros y a
la propia Comisión, todas las herramientas, todas las garantías, para que
los culpables respondan ante la ley. Eso sí, si los que tienen que exigir
dicho cumplimiento no se convierten en meros cómplices de los
delincuentes.
Estimado Paco:
ResponderEliminarDespués de leer la contestación a la denuncia, que nos envía la "Comisión Antiviolencia", me gustaría comentarte lo siguiente:
- Es para demostrarnos una vez más, que hay Organísmos Públicos que no asumen la responsabilidad que les otorgan las leyes. Por lo tanto, no sirven para impartir justicia y ni siquiera lo pretenden. ¿Sirven para algo? ¡Claro que sirven! Sólo son recaudadores ejecutivos de multas a los clubs y lamentables desgraciados aficionados violentos que son denunciados por las fuerzas de seguridad.
- No quieren saber la verdad, ni les interesa, de los "supuestos" acontecimientos relatados por el periodísta forofo colchonero en el diario "El Mundo". ¿Esto genera violencia? ¡Qué más dá! Tienen miedo a la verdad y tener que enfrentarse al director (P.J.) de éste medio de desinformación. Temen sus influencias, represalias y no quieren que escriban articulítos sobre ellos, que puedan mover sus confortables despachos, sillas y sueldos tan gratificantes. No tienen vergüenza, ni la conocen.
- Quiero darte las gracias y felicitarte por el trabajo realizado. Había que intentarlo una vez más y dejar a estos impresentables en el lugar que les corresponde por su cobardía e ineptitud. Ellos mismos, con sus actos, se han vuelto a retratar y dejar en evidencia su falta de profesionalidad y catadura moral. Es una muestra más de la corrupción que asola a nuestras Instituciones y sufrimos los ciudadanos de España.