Por
dignidad, por amor propio -y también ajeno-, por orgullo, por decoro, porque
lo han abandonado a su albur, por hombría de bien, porque lo han vendido
(todo apunta que a cambio de espurios intereses), por la estima que le
profeso, por todo ello y por más, me hago eco de la
noticia que hoy publica en su blog, Jesús Alvarado.
Si se confirma, y no tengo por qué dudar de la
información, que los señores Del Nido y Vizcaíno retiraron en su día la
denuncia contra el autor de "El Búho", dejando solo a Alvarado en la
búsqueda de la Justicia, tal acto no admite uno, sino múltiples
calificativos: afrenta, humillación, deshonra, abyección, infamia,
ultraje, obscenidad, indecencia, abominación, escándalo, mancha, baldón...
epítetos todos ellos sufridos no solo por la persona de Alvarado sino por
las decenas de blogs y sitios de Internet que nos hicimos eco del oprobio
denunciado; aquí, concretamente
el 1de julio
de 2010 y
el 20 de julio del mismo año. Como entonces, la noticia hoy permanece
escondida de las linotipias, de las esponjillas de los micrófonos y de las
cámaras de televisión. El silencio -cómplice- les delata.
Mi más
sincera felicitación a Jesús por no haber declinado, por no desfallecer ni
desanimarse. Está claro que no tenía nada que ocultar, sólo que
resplandeciera la verdad y hoy, siquiera provisionalmente, la Justicia ha
resplandecido. ¡Enhorabuena!:
El pasado
lunes 20 de enero se celebró, por fin, el juicio contra Santiago
Ortega, por el ya tan manido asunto de “El Búho”.
Seguro que
sabéis de lo que estoy hablando, por mucho que en los cuatro años que viene
durando todo este asunto las cosas hayan cambiado tanto. Para algunos.
No para
mí.
En aquel
post que ahora enlazo os decía que se había fijado la vista para el 25 de
noviembre de 2013 y que yo, pasase lo que pasase, asistiría a la misma en mi
calidad de denunciante. Sucedió que la defensa del señor Ortega,
como ha venido haciendo durante todo el procedimiento, dilató aún más la
resolución del mismo y volvió a pedir la suspensión de la vista, cosa que le
fue concedida.
Y la
fijaron para el 20 de enero de 2014.
En aquel
post, también, os expresaba mis temores (completamente fundados) de que
sucediera lo que no quería creer que pudiera llegar a suceder: que tanto el
señor Vizcaíno como el señor Del Nido
retirasen sus correspondientes denuncias contra Santiago Ortega.
Era
septiembre. Ya se había levantado el veto al señor Ortega
que, como sabéis, desde que fue imputado por el asunto del Búho
tenía prohibida la entrada en las dependencias del Sevilla FC. Esto, y más
cosas también os lo explicaba en aquel post de septiembre.
También os
contaba que con el Nuevo Orden que había empezado con mi
salida de los medios oficiales lo único que se buscaba era árnica por parte
de los medios de la ciudad. Cuando en el Sevilla FC
empezaron las personas a estar por encima de la entidad fue cuando todo esto
dio comienzo.
Con
la que formaron en su día Vizcaíno y Del Nido
apareciendo incluso en la web oficial del club la noticia, con
toda la razón del mundo además, cuando se enteraron de que la persona que se
escondía tras el cobarde anonimato en el blog de “El Búho”, según
afirmó la policía tras las oportunas investigaciones, era Santiago
Ortega.
De la
noche a la mañana, cuando el lobo empezó a mostrar las orejitas, el
señor Vizcaíno decidió que había que volver a ponerse a merced de
los medios ¿informativos? de esta ciudad.
El único
que no cambió ni un ápice su postura fue quien suscribe. Es más, les dije
que me parecía deleznable hacer eso, habiendo quedado demostrado a lo largo
de los años que un club como nuestro Sevilla, con sus medios oficiales
funcionando como deben de funcionar, no necesitaba para nada a los
medradores de fuera.
Como no
tragué con la bajada de pantalones y como una de las condiciones que
pusieron los de fuera para darle cariño a Del Nido llegado
el caso fue mi cabeza en bandeja de plata, me la cortaron. Y cortaron alguna
que otra más, que también las pidieron.
Dentro de
ese acuerdo del “dame cariño”, del
“qué buenos amiguitos somos” y del “cómo nos
queremos ahora”, indigno a mi modesto entender por parte del
Sevilla Fútbol Club, estaría también el retirar la denuncia
interpuesta contra Santiago Ortega , a pesar de todo lo que
este señor había estado largando desde el anonimato (reconocido por él ante
Su Señoría) en el blog de “El Búho” contra el
presidente del Sevilla FC y contra un consejero del Sevilla
FC, además de contra mí.
El
resultado de todo lo que os cuento, podéis imaginar cuál fue.
Cuando
llegué a la sala de vistas el pasado 20 de enero me encontré, con cierta
pena, que los otros dos denunciantes, el señor Vizcaíno y
el señor Del Nido, efectivamente, habían retirado, después
de cuatro años, sus respectivas denuncias contra Santiago Ortega.
Después de
cuatro años, después de todo lo tragado, después de todo lo sufrido, ellos
decidieron renunciar y quitarse de en medio.
Y
permitir, por la parte que les correspondía, que el señor Ortega,
Don Santiago, se fuese de rositas sin ni siquiera celebrar el
juicio.
Yo no.
El señor
Vizcaíno y el señor Del Nido renunciaron a
la denuncia interpuesta contra Ortega y, por supuesto, no
comparecieron a la vista oral.
A mí me
enseñaron a vestirme por los pies, a pelear por lo que creo justo, a luchar
contra lo que estimo injusto, a terminar lo que empiezo.
Y mantuve
mi denuncia contra el señor Ortega hasta el final.
Solo.
Pero con
la dignidad intacta.
Al fin,
cuatro años después, se celebró el juicio. Juicio de faltas por injurias,
que en eso había quedado al final.Y con un denunciante, en lugar de con los
tres que empezamos todo este lío.
Las
vueltas que da la vida ¿verdad?
A lo
mejor, el señor Vizcaíno y el señor Del Nido
deberían explicar al Sevillismo los motivos por los que renunciaron a la
denuncia interpuesta contra Santiago Ortega por todo lo que
este escribió (según la policía, según el propio Ortega, que así lo
reconoció ante Su Señoría en varias ocasiones y ahora también según una
sentencia judicial en primera instancia) en su blog desde el anonimato
contra el entonces presidente del Sevilla FC y contra el
entonces consejero del Sevilla FC…
Pues sí.
Se celebró el juicio.
Y todo
juicio, al final, tiene una sentencia.
En dicha
sentencia la Señora Magistrada Juez del Juzgado de Instrucción
número 17 de Sevilla condena
a Don Santiago Ortega (no olvidemos, Jefe de Deportes de la
Cadena Ser en Sevilla y, creo, en Andalucía también) como
autor responsable de una
falta de injurias prevista y penada en el artículo 620.2 a
la pena de 20 días de multa a razón de 10 euros la cuota diaria con
responsabilidad personal subsidiaria de un día de privación de libertad por
cada dos cuotas diarias no satisfechas.
Igualmente
condena al señor Santiago Ortega a
abonar un tercio de las
costas del juicio (la parte que corresponde a mi denuncia) y
a indemnizarme con 3.000
euros por los daños morales recibidos, siendo hechos
probados los que con todo lujo de detalles Su Señoría desgrana en
la muy fundamentada sentencia condenatoria.
Obviamente, Su Señoría, como no podía ser de otra forma, absuelve al
señor Ortega de los hechos imputados en las actuaciones por los
señores Del Nido y Vizcaíno.
Los dos se
retiraron, después de cuatro años, del procedimiento.
Como
siempre digo, el hecho de que esta sentencia sea condenatoria no quiere
decir, a día de hoy, que Don Santiago Ortega sea culpable
de nada, puesto que contra ella cabe recurso de apelación ante la Audiencia
Provincial y mucho me extrañaría que dicho recurso no se interpusiera.
Sigue
primando, pues, el principio de presunción de inocencia para el señor
Ortega, Don Santiago.
Pero la
sentencia del Juzgado de Instrucción es la que es.
Ya sé que
nada de esto será contando en ningún periódico de nuestra ciudad, ni en
ningún programa deportivo de radio. Tampoco en las televisiones locales.
Seguramente, tampoco se comentará nada de esto en muchos de aquellos blogs
que hace cuatro años se erigían en adalides de la justicia y en defensores
de lo que hiciera falta.
Ya sé
también que los medios oficiales de nuestro Sevilla Fútbol Club
no se harán eco de esto.
Pero a mí,
todo eso, me resbala. Yo tengo la conciencia tranquila. Me costó lo suyo, he
tenido que dejar muchísimo por el camino, pero jamás di un paso atrás. Me
acuerdo ahora cuando el señor Vizcaíno me decía: “no tienes
la menor posibilidad de ganar el juicio del Búho”.
Ya ve
usted, señor donmanué, lo que son las cosas.
En
realidad la pena impuesta a Santiago Ortega es nimia, ya lo
sé. Y tampoco me importa en absoluto.
Lo único
que me sirve es que, de momento, un Juzgado de lo Penal ha considerado que
el Jefe de Deportes de la Cadena Ser en Sevilla, Santiago Ortega,
es el responsable de todo lo que se publicó en el blog de “El Búho”
y que, por eso, ha sido condenado en primera instancia por una falta de
injurias emitidas hacia mi persona.
La pena
impuesta es lo de menos.
Lo
importante es que aquellas aberraciones (desde mi punto de vista lo eran)
publicadas en aquel blog, por el momento, no han quedado impunes.
Lo
importante, también, es saber y hacer saber que cositas como las del Búho no
salen gratis ni quedan impunes.
Y que mi
dignidad sigue intacta.
Los demás,
que hablen ellos…
Igual a
partir de hoy, se empiezan a entender ciertas cosas.