Seguro que no será
ésta la única crónica que use la metáfora del fenómeno de moda, la ciclogénesis
explosiva, para referirse al partido de hoy en el Sánchez Pizjuán. Y es que
resulta -extremadamente- fácil parangonar la rareza meteorológica con lo
ocurrido sobre la yerba nervionense.
Superioridad
absoluta del Sevilla durante el primer tercio del partido, coincidente con la
tregua que, puntualmente, el cielo se tomó a lo largo de la jornada: velocidad,
apoyos, desmarques, triangulación, llegadas... y gol de Alberto Moreno antes del
cuarto de hora, virtudes todas ellas que no acabaron con el tanto del canterano,
sobretodo cuando Rakitic, pecando de egoísmo, desaprovechó el 2-0 cruzando en
exceso un balón que debió ceder a Vitolo para que éste fusilara a Valdés y
cuando la -mala- fortuna quiso que un remate de cabeza de Bacca -formidable el
esfuerzo del colombiano- se estrellara en el poste derecho de la portería
defendida por el cancerbero catalán.
Los truenos, aún
lejanos, en forma de decisiones perrunas del cántabro Teixeira -José Antonio en
este caso, lo mismo da que da lo mismo- sancionando con falta contra el Sevilla
la totalidad de los primeros y decisivos lances del juego, dieron paso a la
tormenta de moda con todas sus consecuencias cuando sanciona con falta,
ahorrándose la correspondiente tarjeta amarilla, unas claras manos de Song
-amonestado previamente- que deberían haber supuesto su expulsión, y más aún
cuando, superada la media hora, se inventa una falta sobre Messi alejada de la
frontal del área pero que el argentino es capaz de poner sobre la mismísima
chepa de Alexis para que el chileno, en flagrante fuera de juego, iguale el
marcador. Para colmo de males, el aguacero acabó de despertar al de Rosario que,
al filo del descanso, culminó un rápido contraataque poniendo el esférico justo
donde quiso, pegadito al poste izquierdo de la meta de Beto.
Todo parecía perdido para la segunda parte, como al final resultó, sobretodo por
la inoperante culminación por parte sevillista cuando Vitolo desaprovechó un
mano a mano con Valdés y Gameiro, que dio la talla, estrelló en el cuerpo del
portero azulgrana un rechace tras remate de Bacca. Las esperanzas se
desvanecieron definitivamente cuando el "acabado" Messi aprovechó de nuevo un
súbito contragolpe que cogió al Sevilla desequilibrado en la zona ancha, para
volverla a poner
de nuevo
-lo
de pelotazo al muñeco no va con él-
justo donde quiso, al ladito del poste, en este caso el derecho.
Con la tormenta
arreciando, las distancias se hicieron siderales: los de Martino se limitaban a
controlar la posesión del esférico mientras Emery daba entrada a
Trochowski y Cheryshev que desaprovechó una clara ocasión ante Valdés, todo lo
contrario que Cesc que, en la primera que tuvo, fanfarroneando de efectividad,
hizo el cuarto.
Esas, que no son
pocas, son las diferencias, hoy por hoy imposibles de estrechar.
FICHA TÉCNICA DEL
ENCUENTRO
Sevilla F.C. 1 -
F.C. Barcelona 4
Sevilla F.C.:
Beto; Diogo, Pareja, Fazio, Alberto Moreno; Iborra (Trochowski, m. 63),
Carriço, Rakitic; Vitolo (Jairo, m. 76), Gameiro (Cheryshev, m. 63); y Bacca.
F.C. Barcelona:
Valdés; Montoya, Piqué, Batra, Adriano; Xavi (Busquets, m. 82), Song,
Iniesta; Messi, Pedro (Cesc, m. 71) y Alexis (Sergi roberto, m. 87).
Goles:
1-0, m. 14, Alberto Moreno; 1-1, m. 33, Alexis; 1-2, m. 43, Messi; 1-3, m.
56, Messi; 1-4, m. 86, Cesc.
Árbitro:
El cántabro
J.A. Teixeira Vitienes. Amonestó
a Carriço, Diogo y Cheryshev, por el Sevilla, y a
Song,
Pedro y Valdés, por el Barcelona.
Incidencias:
Partido correspondiente a la 23ª
jornada de Liga disputado
en el estadio Ramón Sánchez
Pizjuán ante 27.000 espectadores en la culminación de un día de perros: viento,
no tanto frío y diluvio
universal que reapareció en momentos puntuales del encuentro. Terreno de juego muy rápido y en
buenas condiciones pese a las inclemencias meteorológicas.
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