3-2. Rosa y rojo... ¡Puñetazo en el ojo!

Vaya por delante que un equipo que es incapaz de puntuar en La Rosaleda, actual o pretérita, poco respeto merece. Y ese es el caso del Sevilla de hoy, un conjunto incapaz de mantener los tiempos que, en cada momento, ha requerido el encuentro.

Las ausencias, "alamismavé", de M'bia y Carriço suponían de entrada -y finalmente, supusieron- un lastre para este Sevilla 2013/2014, lo que trató de remediar Emery volviendo al 4-2-3-1. Tras una inexistente primera parte por ambos equipos, a excepción del primer gol malagueño consecuencia de un penalti con el que González idem obsequió a los locales, instantes después de amonestar con una absurda tarjeta amarilla a Coke, el segundo tiempo cambió por completo el escenario. Las salidas de Coke –cantada por otra parte- y de Reyes, en favor de Diogo y Gameiro se notaron bien pronto: a los cuatro minutos de la reanudación Bacca hizo el empate tras un servicio medido de Iborra, y, a los veintiuno, Federico Fazio ponía al Sevilla por delante en el marcador, elevándose por encima de todos y peinando un centro perfecto de golpe directo ejecutado por Ivan Rakitic.

El partido, a partir de entonces, debería haber sido lo que el Sevilla quisiera y ocurrió lo que tantas otras veces: un equipo descompuesto y medroso cedió el balón al contrario que comenzó a rondar la puerta de Beto más de lo deseable, hasta que Samuel y Duda acertaron con sus redes.

Comentario aparte merece el técnico malaguista, el teutón Bernd Schuster que, a base de modales que en nada se compadecen con su exquisita educación bávara, desquició todo cuanto quiso hasta que fue expulsado al final del encuentro. Ya en rueda de prensa afirmó, en un guiño infame: "se ve que la afición le tiene manía a estos", lo que, por otra parte, resulta una obviedad: el Grande de Andalucía, allá donde va, genera esas pasiones y en Málaga, particularmente, sueñan y suspiran con fabricar una rivalidad a todas luces inexistente.

Y hablando de manías: el ex entrenador del Getafe, que perdió una final de Copa a manos de "estos", o el ex técnico del Real de Madrid, que abandonó el banquillo del Bernabéu tras sufrir otra humillación de "estos", ¿no le tendrá también manía a "estos"? Por cierto, sobre la manía que la afición boquerona le profesa a él no se pronunció.

Ha sido un día de despedidas, una incomprensible, otra irremediable y otra imperiosa: incomprensible la de Juan Cala con destino al fútbol inglés, inexcusable la del sentido adiós a Luis Aragonés -entrenador que fue del Grande de Andalucía- del fútbol español, e imperiosa la desaparición siquiera momentánea de nuestras retinas de la indumentaria amarilla y la vuelta a nuestra clásica roja, aunque esta vez mal combinada con el rosa fucsia de Beto. Al final, el dicho popular que encabeza esta crónica realza en toda su plenitud: "Rosa y rojo... ¡puñetazo en el ojo!". A ver si, por lo menos, aprendemos a armonizar.

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

Málaga C.F. 3 - Sevilla F.C. 2

Málaga C.F.: Willy Caballero; Gámez, Sergio Sánchez, Flávio, Antunes; Camacho, Tissone (Pablo Pérez, m. 72); Eliseu (Samuel, m. 64), Amrabat, Duda; y Juanmi (El Hamdaoui, m. 72).

Sevilla F.C.: Beto; Coke (Diogo, m. 46), Nico Pareja, Fazio, Fernando Navarro; Iborra, Rakitic; Reyes (Gameiro, m. 46), Vitolo (Cheryshev, m. 75), Alberto Moreno; y Bacca.

Goles: 1-0. m. 31, Duda, de penalti; 1-1. m. 49, Bacca; 1-2. m. 66, Fazio; 2-2. m. 77, Samuel; 3-2. m. 83, Duda.

Árbitro: El castellano-leonés González González. Amonestó a Antunes, Eliseu y Duda, por el Málaga, y a Coke, Alberto Moreno, Vitolo, Iborra y Bacca, por el Sevilla. Expulsó al técnico malacitano Bernd Schuster en el m. 90 por "chulo".

Incidencias: Partido correspondiente a la 22ª jornada de Liga disputado en el estadio La Rosaleda ante 32.000 espectadores en noche fría y ventosa. Terreno de juego en buenas condiciones.