miércoles, 25 de agosto de 2010

Crisis, ¿qué crisis?

A principios de mayo, Europa y el Fondo Monetario Internacional advirtieron conjuntamente al Presidente del Gobierno y de turno de la Unión Europea que debía tomar medidas para recortar el elevado déficit público. Así, Zapatero compareció en el pleno del Congreso de los Diputados para anunciar los duros recortes que deberían contribuir a acelerar el proceso. El BOE publicó las medidas que fueron convalidadas posteriormente en el Congreso de los Diputados con el único apoyo del grupo mayoritario de la Cámara (169 votos a favor, 168 en contra y 13 abstenciones).
 
Europa acabó imponiendo a Zapatero recortes adicionales del gasto público hasta alcanzar los 5.000 millones de euros este año y los 10.000 millones en 2011. Entre las medidas adoptadas destacan la paralización casi absoluta de las inversiones, la congelación de las pensiones, la supresión del cheque-bebé y el tijeretazo al sueldo de los empleados públicos hasta en un 7%, una amputación de derechos sociales sin precedentes.

Mientras a la inmensa mayoría nos aprietan el cinturón, una minoría –la casta política que manda en Andalucía durante los seis últimos lustros- sigue viviendo en la opulencia y el despilfarro del dinero público, ese que según la antigua Ministra de Cultura no es de nadie.

Valga como muestra, una más, la noticia publicada en este ardiente agosto en la prensa sevillana: todo un canto a la desvergüenza de los nuevos (ya van oliendo a añejo) señoritos andaluces.

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