Eduardo Berizzo
está curado. Ni siquiera necesitará seguir un tratamiento de quimio
o radioterapia. Es el resultado que ha arrojado su útima analítica, según
desveló ayer el diario Marca.
El
técnico
argentino
ha superado el cáncer de próstata que se le detectó
hace dos meses. Con la extirpación
a la que se sometió ha sido suficiente. Berizzo realizó
un esfuerzo tremendo para coger
cuanto antes las riendas del equipo de nuevo. No en vano, pese a no poder
viajar en avión al estar aún convaleciente,
se desplazó hasta San Sebastián en tren, para poder dirigir 'in
situ' a sus pupilos. En la planta noche del Sánchez-Pizjuán, sin embargo, ya
llevaban tiempo sopesando la posibilidad de dar un giro a la situación,
por las malas sensaciones que desprendía el
equipo, y poco después del encuentro de Anota fue destituido. La
cercanía del parón y del mercado invernal fue determinante.
No tuvo nada que ver, pese a que algunas
informaciones malintencionadas fuesen en ese sentido, con su enfermedad.
Todo lo contrario. Desde el club no dejaron de prestarle apoyo en cada
momento y Castro mantenía una relación
estrecha con él. Ahora, no obstante, todo eso es pasado. El
presente no puede ser mejor: Aquí nadie se
rinde y aunque ya no esté en el banquillo sevillista, eso marca carácter.
Aquí lo celebramos.
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