Pues nada, otra vez, sí otra vez… y es que cuando Nervión 
huele la plata (Ag según el Sistema Periódico) ya se sabe lo que pasa.
            No era fácil, no: las enormes dudas de hace cuatro días en 
Eibar pesaban sobre una losa sobre el imaginario colectivo (conjunto de 
mitos y símbolos que, en cada momento, se convierten en "mente" social 
colectiva, al decir de Edgar Morin) sevillista. Y es que, como afirmaba 
el filósofo sefardita, a menudo, las representaciones fantasiosas de la 
realidad (¡qué si no es el fútbol!) “llegan a trascender las mismas 
circunstancias que se han producido en el mundo real y adquieren la 
fuerza y la belleza del mito, convirtiéndose en los iconos de toda una 
etapa en la historia de un pueblo”, en este caso de un sentimiento, el 
blanquirrojo, que se planta por decimoséptima vez en una final en doce 
añitos.
            Curiosidades de la vida: se nos ha venido amenazando desde 
2006 con un “final de ciclo inminente”… Que Juande se ha ido, que se 
acabó; que Del Nido ya no está, que se acabó; que Emery se fugó, que se 
acabó; que Monchi ha tomado las de Villadiego, que se acabó… Curioso es,
 y peor que no se reconozca, que el único que estará como dirigente en 
las 17 finales es un tal Pepe Castro y, con él, una afición que hoy, 
pese al castigo del frío, ha vuelto a llenar el coliseo de la avenida de
 Dato y que no se “jarta” de llenar de gloria las vitrinas nervionenses.
            Y no era fácil, no, reitero: el Leganés se plantaba en La 
Bombonera tras dejar en la cuneta a Depor, Villarreal y Real de Madrid y
 después de un empate en la ida de Semifinales en Butarque en el último 
minuto, merced a un gol que, finalmente, no ha tenido trascendencia en 
la eliminatoria pero que bien pudo hacer zozobrar una barca que había 
mantenido el rumbo con firme timón los 89 minutos anteriores.
            Pero en esto apareció el Sevilla de las grandes noches, de 
la clase, del toque, de la cachita, del brío, de la casta y del coraje, 
de las ya habituales solemnidades para poner rumbo a una final, sí otra 
final, que puede convertirse en la guinda de un pastel liguero que desde
 hoy, como punto de inflexión, debe hornarse a la temperatura adecuada y
 por el tiempo correcto. Todo ello sin olvidar la tarta de la Champions 
que ya se otea en el horizonte. ¡Y es que estos “joputas” lo han vuelto a
 hacer!
    FICHA TÉCNICA DEL 
    ENCUENTRO
    Sevilla FC 2 - 
    CD Leganés 0
    Sevilla FC: 
    Sergio Rico, Jesús Navas, 
Mercado, Lenglet, Escudero, N’Zonzi, Banega (Pizarro, min. 83), Franco 
Vázquez, Sarabia (Layún, min. 73), Correa y Muriel (Sandro, min. 80).
    
    CD Leganés:
 
    Champagne, Tito (Mantovani, min. 83), Bustinza, Siovas, Rico, Rubén 
Pérez, Eraso (Brasanac, min. 58), Amrabat (Raúl García, min. 73), 
Gabriel, El Zhar y Beauvue.
    
    Goles: 
    1-0, min. 14: Correa. 2-0, min. 89: Franco Vázquez.
    
    Árbitro: 
    El catalán  
    Estrada Fernández. Mostró tarjeta amarilla al visitante Amrabat.
 
    
    Incidencias: 
    
            Partido
   correspondiente a la vuelta de las Semifinales de la Copa de S.M. 
    El Rey disputado en el  
    
    estadio Ramón Sánchez Pizjuán
 
    con 41.000 espectadores en las gradas en noche muy fría, medio 
centenar de seguidores pepineros entre ellos. El Sevilla FC se clasifica
 para una nueva final, la decimoséptima en la última docena de años. 
Terreno de juego en perfectas condiciones.
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