Sin contar la final de la Supercopa de España (1-2) y las dos eliminatorias
previas de Europa League (13-1 en el global) disputadas hasta ahora, una
pretemporada de dudas, decían, y quizá con razón, ha sido despejada de un
plumazo en la primera jornada liguera: 0-3 al descanso, superioridad de
principio a fin y a verlas venir en un segundo tiempo más profano y tendente a
la contemplación.
Esto no ha hecho sino comenzar y nada de lanzar las campanas al vuelo: el
liderato provisionalísimo y la
victoria aplastante llegan frente a un débil rival con dos semanas menos de
preparación física que los nuestros, circunstancia que hay que aprovechar al
menos hasta mediados de octubre, cuando el resto de competidores vaya
encontrando el tono muscular. Pero no cabe duda que, cuando de entrenadores se
trata, no todos son iguales: la verticalidad, la velocidad, el desborde, la
presión y, también, la excelencia que ha derrochado hoy el equipo nos remonta a
las exitosas últimas temporadas de Unai Emery, las que dieron paso, pese a un
tercer puesto y a una final copera, a otras dos para olvidar en el plano del
espectáculo, de la entrega, del sacrificio y de la vergüenza torera que exigimos
los sevillistas.
Resucitar a Franco Vázquez -golazo de campanillas- no está en las manos de
cualquiera y alinearlo en la parcela de creación, junto a Roque Mesa y Banega,
es ya de revolucionario. Si le añades que, por fin, tenemos un portero que para
lo parable sin probar la valeriana, cuatro puñales por las bandas y un tío que
debuta en la Liga marcándose un hat trick, solo falta apuntalar el invento con
un central contundente y -ahí la duda- un delantero, bien de referencia, bien
que aporte más de la cualidad reclamada y origen del éxito redivivo, la
velocidad.
No, de momento no llegó el anunciado apocalipsis y los cuatro jinetes
tendrán que seguir, al menos cuatro diítas más, atrincherados, tapando sus
vergüenzas proféticas, tapaditos, calladitos: metafóricamente, al "anticristo",
de momento, no le queda otra que parar la "guerra" y, con ella, el "hambre"
subsiguiente que nos lleva a la "muerte" y a la destrucción. Aunque no parece
difícil identificarlos, que cada cual ponga nombre a los cuatro caballeros que
se describen en la primera parte del capítulo sexto del último libro del Nuevo
Testamento.
Se dice aquello de no confundir el tocino con la velocidad. Ésta es la clave de
la victoria de hoy y de las que tengan que venir. Adiós definitivo, por fin, al
toque, retoque y vuelta a tocar que nos endilgó Sampancrancio, conservó Berizzo
y descafeinó -solo un pelín- Montella. ¡Anda y que os vaya bonito a los tres!
FICHA TÉCNICA DEL
ENCUENTRO
AD Rayo Vallecano 1
- Sevilla FC 4
AD Rayo Vallecano:
Alberto García; Tito, Ba, Dorado, Álex Moreno, Amat, Medrán (Javi Guerra,
min. 68), Kakuta, Embarba, Pozo (Advíncula, min. 75) y Trejo.
Sevilla FC:
Vaclik; Jesús Navas, Mercado, Kjaer, Sergi Gómez, Escudero (Aleix Vidal,
min. 60); Roque Mesa, Banega (Amadou, min. 69), Sarabia (Muriel, min. 76);
Franco Vázquez y André Silva.
Goles:
0-1, min. 14: Franco Vázquez. 0-2, min. 30: André Silva. 0-3, min. 45: André
Silva. 0-4, min. 79: André Silva. 1-4, min. 84: Embarba (p).
Árbitro:
El valenciano
Mateu Lahoz. Mostró tarjeta amarilla al rayista Pozo.
Incidencias:
Partido
correspondiente a
la 1ª jornada de Liga disputado
en el estadio de Vallecas
con 12.000 espectadores en sus gradas en tarde calurosa. Terreno
de juego en regulares condiciones.
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