Comenzamos otro periplo por
la vieja Europa, otra marcha blanquirroja, para disputar nuestra quinta final europea, tercera de la UEFA Europa
League. Y lo hacemos, como siempre, con las alforjas repletas de ilusión,
tratando de disfrutarla como en las cuatro ocasiones anteriores: derrochando sevillanía,
vivencias inolvidables y experiencias extraordinarias con los nuestros (¡los de
"colarao" son los nuestros!) y con las aficiones rivales. Las del
Middlesbrough,
Barcelona, Español y Milán, excelentes todas ellas, bien que lo saben. Esperamos
continuar la buena armonía con los lisboetas.
Disfrutaremos seguro de esta gran final que la
historia, caprichosa y callabocas, nos tenía guardada aunque, ni con
mucho, ni ésta ni las que puedan venir podrán igualar la vivida aquél 10 de mayo de
2006 en Eindhoven que supuso para los sevillistas el título de nuestras vidas,
plasmado para siempre en el vídeo de nuestras vidas:
Disfrutaremos, insisto, de esta gran final. ¿Ganarla? Ganarla, como ganar en el poker... ¡sería la repanocha!
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