20/07/16. Mi colaboración de
ayer en El
Demócrata Liberal
“Del PSOE nacional (sobretodo
si los que tienen algo que decir permanecen callados ante la delirante huida
hacia la izquierda extrema) solo falta saber si tendrá un entierro digno o
acabará en las cunetas de la historia”
“Podemos va a solicitar en el
Parlamento Andaluz 'más educación física escolar para combatir la obesidad',
cuando hace nada luchaba por un plan de apertura estival de los comedores
escolares para acabar con la desnutrición infantil”
“El último 'Bienvenido Mr.
Marshall' a lo sevillano -en cinemascope y a todo color- que se
ha marcado el inquilino progre de la Casa Blanca, contrasta con la fascinación
mostrada por un tal Pablo Manuel Iglesias puesto de hinojos (¡Dios bendiga a
España!) ante el máximo factótum de la superpotencia mundial”
La política es el arte de vender imposibles a todos (y a todas), tanto a los que se creen muy listos como a los que aparentan su imbecilidad, valga la redundancia.
Los vendedores de crecepelo
poseían el sabio y dudoso honor de visitar el poblado cada dos lustros para
embaucar a los desmemoriados incautos con las bondades de su mejunje; los
políticos, ni eso: se trata de caraduras profesionales que te venden por la
mañana el inocuo brebaje curatodo para antes del anochecer endilgarte la
pócima de moda en forma de cianuro para el café.
El último cónclave
socialista del pasado sábado ha tenido la extrema virtud de aprobar tres
mociones, tres, tan elocuentes como dispares entre sí: 1ª) votar no a Rajoy y
al PP, 2ª) desechar una alternativa con los podemitas, y 3ª) evitar a toda costa una repetición de
las elecciones.
Como anhelo de
títeres inconsistentes y frívolos está bien pero la simple lógica y el sentido
común apuntan a que no pueden darse las tres pretensiones a la vez. Teta y
sopa no caben en la boca: en la jaula de grillos de Ferraz divergen
posturas que van desde un pacto tripartito a lo catalán de 2003, con el que se
comenzó a cavar la tumba de un PSC cada vez más nacionalista e independentista,
al respeto por la decisión ciudadana plasmada en las urnas en forma de
abstención. Atrapado en su propio nudo gordiano queda el socialista más
menospreciado por las urnas de la historia, responsable de las segundas
elecciones y -todo apunta a ello- soñador de unas terceras que acaben con su
partido.
Parece claro que
por algún lado tendrá que romperse la cada vez más frágil y deshilachada
cuerda, objeto del tira y afloja de varones y ninis del aparato: parece
que ni el ya tardío descabalgamiento de Pdr Snchz podrá evitar la defunción del
partido que, al menos hasta ahora, habíamos conocido. Del PSOE nacional
(sobretodo si los que tienen algo que decir permanecen callados ante la
delirante huida hacia la izquierda extrema) solo falta saber si tendrá un
entierro digno o acabará en las cunetas de la historia.
Además, mientras el
progre Kichi se hace acompañar de musulmanes -que no de musulmanas-
alrededor de manjares en el fin del Ramadán, en la Tacita de Plata aun hay
quien recuerda cuando el -ahora- “amante de la diversidad” se negaba a
participar en las procesiones de la pasada Semana Santa. Sí, el mismo alcalde
que criticaba, seguro que no sin razón, la política de enchufismo del
anterior consistorio para, con ocasión de los “Cursos de Verano de la
Universidad de Cádiz”, atestar de ponentes podemitas los seis cursos
municipales programados.
Llama igualmente la
atención que, justo mañana, Podemos vaya a solicitar en el Parlamento Andaluz
“más educación física escolar para combatir la obesidad”, cuando hace nada
luchaba por un plan de apertura estival de los comedores escolares con el fin
de acabar con la desnutrición infantil. O esto era una infamia -que lo
era- o en el plan se han excedido sobremanera.
Para colmo, el
último “Bienvenido Mr. Marshall” a lo sevillano -en cinemascope y
a todo color- que se ha marcado el inquilino progre de la Casa Blanca,
contrasta con la fascinación mostrada por un tal Pablo Manuel Iglesias puesto
de hinojos (¡Dios bendiga a España!) ante el máximo factótum de la
superpotencia mundial, hasta el punto de entrevistarse con él durante
tres interminables minutos en la Base de Torrejón -¡manda huevos!-,
el mismo paraje en el que, junto a los suyos, se manifiesta los días impares
asido, en primera línea, a la emblemática pancarta “OTAN NO, BASES FUERA”.
Por último, traigo
a colación la enésima (in)congruencia de los ciudadanitas andaluces,
“luchadores incansables contra la corrupción” en todas las administraciones,
menos en la hunta, y que han vuelto a hacer de las suyas, saliendo en
auxilio del PSOE al negarse a admitir la comparecencia en la cámara andaluza de
los cargos de la Delegación de Educación en Sevilla que ampararon la
contratación «a dedo» (designación directa, según doña Adelaida) de profesores
para cubrir plazas dotadas al margen de los procedimientos ordinarios de
asignación de los puestos docentes.
Al plato y a las
tajadas, en misa y repicando, nadando y guardando la ropa... Imposibilidades
todas que el Refranero Castellano atesora a mayor gloria de nuestros
representantes políticos, orgullosos de andar por la vida pública embaucando a
destajo a esa pobre hente que tan bien mamado tiene que teta y
sopa no caben en la boca.
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