Que el Sevilla amanerado de Sampacracio no tenía nada que hacer hoy en la 
ribera del Manzanares, con la excepción de su cohorte insensata de aduladores, 
lo sabía hasta el Tato. El meneo que el autor del partido a 
partido le ha metido hoy al Rasputín de la Pampa debiera servirle 
para aprender, sacar provecho y aparcar definitivamente su verborrea en busca de 
la actitud en forma de testiculina de la que ha privado a un conjunto que sí 
podía presumir de ella.
La alineación inicial a todos pareció un despropósito, incluso al técnico que a 
los 20 minutos se vio obligado a rectificar: tres centrales y dos carrileros 
ahogados en su carril dibujaban un 5-1-3-1 tan inédito como inoperante. Incapaz 
de acercarse en ningún momento a los dominios de Oblak, Simeone diseñó su 
esquema habitual basado en una presión incesante y en la velocidad de ejecución 
con la que, finalmente, desarbolaron a un equipito ensimismado en su afán de 
posesión, de toque, retoque y vuelta a empezar lejos de la meta rival e 
impotente a la hora de generar ocasiones dignas de gol.
Por contra, a los locales les bastó para hacer el primero que Gil Manzano 
señalara como indirecto (¡manda huevos!) un "juego peligroso pasivo" de Ramí en 
el piquito del área y que Griezmann la pusiera en la cabeza de un solitario 
Godín ante la "atenta mirada" de Mercado y de un Sergio Rico habitualmente 
aterrado cuando de disponer la barrera se trata. El segundo, ya en la 
continuación, más de lo mismo: una parapeto de cuatro componentes dispuesto por 
el cancerbero fue suficiente para que esta vez el francés la pusiera cerca de la 
escuadra en parte gracias a un portero tapado por su propia decisión. El 
tercero, a 13 minutos del final, llegó tras el enésimo resbalón de los de blanco 
(echemos, pues, la culpa al utillero): Iborra se cae en el círculo central y los 
locales, a base de toque y velocidad (¿te enteras, Sampancracio?) se 
plantan de nuevo ante Rico para que Coke culmine la goleada colchonera.
Luego marcó Correa para redondear la tarde a mayor gloria de un vendedor 
de crecepelos que hoy podrá presumir de los casi 500 pases acertados de su 
equipo en el último partido sevillista en el Calderón y de realizar menos faltas 
ante otro que te pasa por encima y que, aún con el trabajo hecho, corre más que 
tú.
El equipo de la casta y el coraje ha devenido en la camarilla del apoyito 
acobardado, del toquecito atemorizado, de la paredcita temblorosa y 
turbada, del centrocuentismo ineficaz e incompetente, de un alma castrada 
y eunuca desconocida por estos lares. Por delante dos semanas sin veros: ¡Qué 
alivio!
    
    FICHA TÉCNICA DEL 
    ENCUENTRO
    
    
    Atlético de Madrid 3 - Sevilla FC 
    1
    
    Atlético de Madrid: 
    
    
    Oblak; Vrsaljko (Juanfran, m. 1), 
    Godín, Savic, Filipe Luis; Gabi, Koke; Saúl Ñíguez, Carrasco (Gaitán, m. 
    82), Griezmann; y Gameiro.
    
    
    Sevilla FC: 
     
    
    
    
    Sergio Rico; Mariano, Mercado, Rami, Lenglet (Jovetic, m. 46), Escudero; 
    Nzonzi; Sarabia (Iborra, m. 63), Nasri, Vitolo; y Ben Yedder (Correa, m. 63).
    
    
    Goles: 
    
    
    1-0, m. 37, Godín; 2-0, m. 60, Griezmann; 3-0, m. 77, Koke; 3-1, m. 85, 
    Correa.
    
    
    Árbitro: 
    El extremeño 
    
    Gil Manzano. Amonestó a Filipe 
    Luis, Carrasco, Godín y Fernando Torres, por los locales y a favor de 
    corriente; y a Escudero, Sarabia y Mercado, por el Sevilla.
    
    
    Incidencias: 
    
    Partido correspondiente a la 28ª jornada de Liga disputado 
    en el estadio Vicente Calderón con 
    50.000 
    espectadores en sus gradas. Terreno de juego en 
    buenas condiciones.
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