Vivito y coleando. Sin saber muy
bien el motivo, pero ese es el estado que muestra hoy el Sevilla FC tras la
ida de los octavos de final disputada esta noche en Oporto. Recurriendo a
uno de los tópicos futbolísticos más manidos, la mejor noticia es que los de
Emery siguen vivos tras un primer envite que los locales dominaron desde el
pitido inicial del alemán Wolfgang Stark hasta el minuto 94 en que concluyó
el choque.
Tuvo suerte el equipo de Nervión
de que el dominio portugués no se tradujera en goles, entre otras cosas
porque la citada superioridad en, prácticamente, todas las parcelas del
campo, se esfumaban en las inmediaciones del área de un gran Beto que, eso
sí, vio como dos tiros se estrellaban en su palo izquierdo, uno de ellos
tras desvío providencial con la yema de sus dedos.
Carriço reaparecía tras su lesión
disputando la totalidad del encuentro pero su labor en el centro del campo
en tareas defensivas, junto a Iborra, no resaltó en demasía, sobretodo
porque en el eje de la zaga se echó de menos y mucho, al ahora añorado, y
hasta antier denostado, Federico Fazio; si bien el comportamiento de Pareja
y Fernando Navarro en esa posición puede catalogarse de digno. Los laterales
exhibieron distintas prestaciones: Alberto Moreno, que vio muy pronto la
tarjeta amarilla pareció desbordado casi siempre, está lejos de sus mejores
prestaciones y tiene, al parecer, según los mentideros futbolísticos, la
mente puesta en la capital de España; Coke fue el mejor sevillista del
encuentro, derrochó pundonor, trabajó firmemente en defensa y se proyectó en
ataque en las pocas ocasiones en las que los sevillistas se acercaron a
Fabiano; con Marko Marin absolutamente desaparecido y Rakitic ofreciendo la
peor de sus caras, sólo Reyes, con sus limitaciones en lo físico, y Carlos
Bacca mantuvieron la dignidad del Grande de Andalucía en la desembocadura
del Duero.
Pasada la media hora, en una
desaplicación de órdago, Mangala aprovechaba un magnífico servicio de
Quaresma, tras despiste general en un rápido lanzamiento de falta de los
portugueses. Y así continuó siendo el signo del partido. La entrada, a falta
de un tercio de partido, de Diogo y Gameiro, y la posterior de Vitolo, con
el consiguiente retraso de Rakitic, estabilizó algo el duelo, tanto fue así
que Gameiro dispondría de la mejor
oportunidad para empatar, pero su disparo con la pierna izquierda
se fue fuera.
Ni con mucho se había alcanzado la
placidez: en los minutos finales el Oporto volvió a aparecer, incluso
después de que el colegiado alemán expulsara a Fernando en el 86 por doble
amarilla tras sendas faltas a Gameiro en la misma jugada. Ni el defensa, ni
Jackson, que resultó amonestado y será sancionado por acumulación, estarán
el jueves próximo en el Sánchez Pizjuán y ese ha de ser el punto de
inflexión que dé comienzo a la gesta que se espera culminar en Nervión.
Si bien el Sevilla no mereció más
en lo deportivo, la actuación del colegiado alemán Wolfgang Star solo puede
calificarse de lamentablemente sibilina. En el centro del campo no midió las
acciones de los dos equipos con el mismo rasero, de lo que se aprovechó el
equipo que, además, se mostró superior.
La solución en una semana en
Nervión. Más de 40.000 sevillistas están en la obligación de emular a las
1.600 gargantas blanquirrojas que, dando una auténtica lección de sevillismo,
han estado presente en Do Dragao. Estamos a 90 o 120 minutos de otra
semifinal europea. ¿Vamos a dejar de luchar?
FICHA TÉCNICA DEL
ENCUENTRO
F.C. Oporto 1 -
Sevilla F.C. 0
F.C. Oporto:
Fabiano, Danilo, Diego
Reyes, Mangala, Alex Sandro, Fernando, Defour (Herrera, m. 69), Carlos
Eduardo (Quintero, m. 57), Varela (Ghilas, m. 77), Quaresma y Jackson
Martínez.
Sevilla F.C.:
Beto, Coke, Pareja, Navarro,
Alberto, Reyes (Vitolo, m.73), Iborra (Diogo, m. 62), Carriço, Marin (Gameiro,
m. 62), Rakitic y Bacca.
Goles:
1-0, m. 31: Mangala.
Árbitro:
El alemán
Wolfgang Stark. Amonestó a Jackson
Martínez, por el Oporto, y a Alberto Moreno y Reyes, por el Sevilla. Expulsó
al local Fernando por doble amonestación, tras sendas entradas a Gameiro en
la misma jugada (minuto 86).
Incidencias:
Partido correspondiente a la
ida de los cuartos de final de la Europa League
disputado
en el estadio Do Dragao de Oporto ante
31.500 espectadores, mil seiscientos de ellos sevillistas. Terreno de juego en perfectas
condiciones.
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