#sipitanalhimnoapagolatele
Un año más, el balón, sumándole las
aptitudes y actitudes de decenas de clubes, y restándole sus ausencias, ha
querido que la final de la Copa de SM El Rey de fútbol se dispute el próximo 30
de mayo entre el FC Barcelona y Athletic Club de Bilbao, dos equipos con
muchísimos seguidores no solo en Cataluña y en las Vascongadas; clubes
históricos que han contado hasta hace relativamente bien poco con las simpatías
de multitud españoles; devociones, por otra parte, que se han encargado de
dilapidar sus dirigentes inoculando en sus ya vetustas entrañas un ultra
nacionalismo no necesariamente imperante ni por aquellos lares.
En televisión, el share -medido
con audímetros- indica el total de audiencia que se reparte entre las diferentes
cadenas y la cuota de pantalla representa la parte del share total que
cada cadena “se lleva al huerto”.
Por su parte, el rating, también
llamado índice de audiencia, señala el porcentaje de hogares o espectadores que
encienden la televisión un día cualquiera en un programa cualquiera, en relación
al total de potenciales televidentes.
Y las cadenas televisivas, por dichas
palabrejas, “¡maaa-taaan!”, en especial las privadas cuya supervivencia –merced
a los ingresos por publicidad- depende de las lecturas que ofrezcan los
caprichosos aparatitos.
La de este año, a disputar precisamente
en el Camp Nou, convertido últimamente en santo y seña de propaganda
nacionalista, supondrá el colofón a las dos más recientes comparecencias entre
ambos clubes en finales nacionales, la de 2009 en Mestalla, y la de 2012 en el
Calderón.
Las características comunes a ambos
encuentros, aparte la superioridad de los barceloneses, han venido dadas por
ultrajes al Estado y a sus instituciones, por pitadas al himno nacional español
en sus prolegómenos, hechos que no solo suponen un argumento en defensa de la
violencia, sino una ofensa hacia el resto de sus compatriotas, más incluso
cuando el hijo mayor de Pujol se ha regodeado de haber comprado (otra cosa será
la procedencia del dinero) los pitos usados para la ocasión.
Sin perjuicio de las medidas que la
Federación Española de Fútbol y la Comisión Antiviolencia “tomarán con toda
seguridad” para castigar a los autores, si al comienzo del partido, se repiten
los silbidos al himno español, vamos a apagar la televisión o vamos a cambiar
de canal.
Tenemos una misión: dejar el share
y el rating por los suelos. Para ello, comparte:
#sipitanalhimnoapagolatele
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