El 5 de octubre de 2011, desde las orillas
del Manzanares se emitió el siguiente comunicado:
"El Atlético de Madrid lamenta
profundamente los cánticos vertidos contra la figura de Antonio Puerta durante
el partido del pasado domingo 2 de octubre en el estadio Vicente Calderón.
Nuestro club expresa su profunda repulsa por dichos cánticos y se disculpa ante
la familia del desaparecido futbolista, ante el Sevilla y ante el fútbol en
general. Desde el Atlético de Madrid apoyamos el respeto en el fútbol y esperamos
que no se vuelvan a repetir este tipo de acciones ni en nuestro estadio ni en
ningún otro campo de nuestro fútbol".
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El club colchonero, tras cuatro años
continuados de ofensas de un sector de su afición a la figura de Antonio
Puerta, reconoció entonces públicamente por vez primera (y única) la salvajada,
al tiempo que pretendió -sin éxito- zanjar de una vez por todas el asunto.
En aquella ocasión, como en las anteriores y
posteriores, ni el árbitro de turno (Undiano
Mallenco) ni el Coordinador de Seguridad del estadio, lo denunciaron en sus
respectivos ámbitos y ni los comités federativos ni la Comisión Antiviolencia,
sancionaron a los responsables. Sólo el hecho de que un canal de televisión
(Canal Plus Liga) se hiciera esta vez eco de la infamia, motivó la indignación
a nivel nacional que requirió las oportunas disculpas, eso sí, se reitera,
cuatro año después de producirse la primera.
Un numeroso grupo de seguidores atléticos y
el Club Atlético de Madrid Club de Fútbol SAD, por omisión (en ningún momento
se solicitó por la megafonía que cesara la ignominia), además del equipo
arbitral y del Coordinador de Seguridad, vulneraron entonces -y después
también- distintos preceptos del la Ley 19/2007, de 11 de julio, contra la
violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte y del Real
Decreto 203/2010, de 26 de febrero, por el que se aprueba el Reglamento de
prevención de la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el
deporte.
Por ese motivo,
desde la más absoluta de las soledades, y ante el silencio de los obligados por
la Ley, se presentó la oportuna denuncia ante la
Comisión Nacional Estatal contra la Violencia.
Una semana larga después, en nota de prensa,
el Ministerio del
Interior informó: "Ante los hechos ocurridos el pasado domingo 2 de
octubre durante la celebración del encuentro Club Atlético de Madrid, SAD -
Sevilla F.C., SAD, la Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la
Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte manifiesta
que no se ha podido identificar a los autores que profirieron gritos en el
interior del recinto deportivo y que fueron recogidos por algunos medios de
comunicación. Sin embargo, esta Comisión Permanente condena y reprueba
tales actos realizados por una minoría de aficionados presentes en este estadio
y recuerda que dichas conductas no hacen más que desacreditar el buen nombre
del deporte en nuestro país y solicita a los clubes de fútbol que actúen con
firmeza para evitar que hechos similares se vuelvan a producir durante una
celebración deportiva".
De esta forma se despachaba el asunto de
cara a la opinión pública, sin bien, una vez que la detallada documentación
llegó a manos de tan insignes prohombres, mediante escrito fechado en Madrid el pasado 28 de octubre, la
citada Comisión Permanente informó "que, tratado ya este asunto en reunión
de fecha 13 de octubre de 2011, la Comisión consideró que no había elementos de
juicio bastantes para proponer la apertura de expediente sancionador a persona
o personas responsables concretas". No obstante, al haberse calificado el
escrito como denuncia, en virtud del artículo 31 de la Ley 19/2007, "le
comunico que la Comisión ha acordado remitir la documentación recibida a la
Delegación del Gobierno en Madrid", órgano administrativo competente para
la iniciación, instrucción y resolución de expedientes sancionadores.
Hoy, quince meses después de aquél oprobio,
vuelven a verse las caras Atlético de Madrid y Sevilla FC en el mismo
escenario. En lo deportivo, con enormes diferencias entre ambos, como muestra
la clasificación liguera; nada que ver con la comparativa de los dos últimos
lustros, lo que no será óbice para que los nuestros se planten en el Calderón a
por todas, con los mejores números coperos de los cuatro semifinalistas,
intentando allanar el camino hacia una nueva final. En lo social, con una
consigna clara: exigiendo de una vez por todas, si volvieran a reproducirse los
lamentables hechos, el respeto que la memoria de Antonio, el Sevilla FC, su
afición, Sevilla y Andalucía merecen, abandonando el terreno de juego, si
preciso fuera. Hay cosas que siempre han de estar por encima del fútbol, de
victorias y de títulos.
#Respetoapuertaenelcalderon ha sido Trending Topic (Twitter) en España,
lo que muestra la sensibilización de la sociedad española en general con el
asunto.
No puede ser que las leyes adornen las
librerías en el interior de volúmenes encuadernados en piel y oro para no
cumplirse jamás. Lo contrario sería algo así como "hagamos una ley
mediáticamente perfecta para, sistemáticamente, incumplirla, dando entrada a la
zorra en el gallinero".
P.S.- Mucha importancia tendrá en el
encuentro de hoy la alocada gestión que de los cancerberos sevillistas se ha
hecho en los cinco últimos días. La elección del portero, ante la venta de
Diego López y la lesión de Palop, se antoja decisiva. Si sale bien, miel sobre
hojuelas. En caso contrario, Emery se convertirá en blanco de las críticas,
porque -envenenada decisión la suya-, ¿quién debe hoy defender la portería
sevillista, un internacional portugués recién llegado, con sólo un
entrenamiento y absoluto desconocedor de todo y de todos, o el novel portero
del filial, con sólo un partido, sin apenas trabajo, del máximo nivel?
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