Nadie dijo que iba a ser fácil: Fatiguitas, demasiadas fatiguitas
para, como casi siempre, plantarse por tercer año consecutivo en las
semifinales de nuestra competición. Tras la victoria de la ida solo
un resultado idénticamente adverso daría lugar a un sufrimiento
alargado en más de treinta minutos más la correspondiente tanda de
penaltis.
La competición
copera pone en el escenario toda la magnificencia de un deporte
apasionante, la misma que, más de lo preciso, se diluye como un
azucarillo en café ardiendo cuando de repartir puntos se trata. Y
ahí está la grandeza del espectáculo: un Athletic por debajo en el
marcador que, necesariamente, tenía que buscar la meta rival desde
el minuto uno estuvo dispuesto a ello.
Así fue
durante casi todo el encuentro, primero porque su inferioridad en el
global lo exigía; segundo porque, igualada la eliminatoria, el
Sevilla se mostró incapaz de controlar el esférico (¡ay, Banega!),
de esconderlo (¡ay, Banega!) y de buscar espacios imposibles (¡ay,
Banega!).
Con todo y con
ello, esa superioridad que aculó al Sevilla sobre su área no se
vislumbraba como suficiente para romper el empate. Tuvo que ser en
el once de la segunda parte cuando un disparo raso de Aduriz, tras
pisar el área, sin aparentes dificultades para ser blocado por David
Soria, besó las mallas nervionenses. Dos minutos después, en una
espectacular conducción de Vitolo desde el área propia hasta la
extraña, igualaba Gameiro. El gol del francés, en nada cambiaba el
escenario. Los vascos necesitaban otro tanto para superar la
eliminatoria y así fue como Raúl García, a diez minutos del final,
en otra indecisión del joven guardameta sevillista, hizo el segundo
que abocaría a una prórroga que hubiera resultado, al menos, con
mejores perspectivas si el "eslobezno" del silbato hubiera
sancionado correctamente una escapada de Gameiro que fue derribado
en la frontal del área vascongada.
Ya en el
alargue un despeje de un defensor sobre su propia meta se estrelló
en el palo izquierdo de la meta de Herrerín para, a continuación,
bajo los palos, otro jugador bilbaíno sacar con el pecho una
espectacular chilena de Coke.
No se movió el
marcador y llegó la tanda decisiva desde los once metros donde el
capitán disparó primero para hacer su tercera muesca en el revólver
de las grandes citas y culminarla el de siempre, ese petit
français, que, lesionado como ya es costumbre en estas
históricas, la puso imposible para hacer posible otra semifinal
europea.
FICHA TÉCNICA DEL
ENCUENTRO
Sevilla FC 1 -
Athletic Club de Bilbao 2
Sevilla FC:
David Soria; Mariano
(Coke, m. 100), Rami, Kolodziejczak, Escudero; Krychowiak, Nzonzi; Vitolo,
Iborra (Cristóforo, m. 66), Krohn-Dehli (Konoplyanka, m. 51); y Gameiro.
Athletic Club de Bilbao:
Herrerín; De Marcos, Bóveda (Iturraspe, m. 59), Etxeita, Balenziaga; San
José, Beñat; Susaeta, Raúl García, Lekue (Muniain, m. 54); y Aduriz (Viguera,
m. 69).
Goles:
0-1, m. 56: Aduriz. 1-1, m. 58:
Gameiro. 1-2, m. 80: Raúl García.
Árbitro:
El "eslobezno"
Damir Skomina. Mostró cartulina
amarilla a Rami, Coke, Nzonzi y Konoplyanka, por el Sevilla, y a Bóveda, San
José, Balenziaga, Viguera, Muniain, Iraizoz (banquillo), De Marcos y Etxeita.
Ninguno de los ocho vio la segunda amarilla o, incluso, la roja, que, en el
algún caso, mereció.
Incidencias:
Partido
correspondiente a la vuelta de los cuartos de final de la UEFA Europa League,
disputado
en el estadio Ramón Sánchez
Pizjuán con unos 41.000 espectadores en noche de jueves de feria primaveral.
Terreno de juego en perfectas condiciones.
Tras prórroga sin cambios en el marcador, se clasifica el eterno campeón
para las semifinales gracias al mayor acierto desde el punto de penalti
(5-4).
Sevilla FC: Coke (gol), Krychowiak (gol), Konoplyanka (gol), Nzonzi (gol),
Gameiro (gol). Athletic Club: Raúl García (gol), Viguera (gol), San José
(gol), Beñat (paró Soria), Susaeta (gol).
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