Esto no ha hecho sino comenzar. El primer plato de los
cuartos de final de la UEFA Europa League ha sido desgustado con éxito
por las huestes sevillistas en la sociedad gastronómica por antonomasia
del fútbol español, San Mamés.
El Sevilla saltó al césped como es costumbre en las grandes
ocasiones. Unai Emery controló como antaño el centro del campo, pese a
las recientes lesiones de sus protagonistas. Gameiro, incluso, tuvo la
primera ocasión pero a los 10 minutos llegó la lesión de Tremoulinas,
dando entrada a Fazio para desplazar a Kolo al lateral izquierdo. Las
dudas de los eternos agoreros hacían su presencia, las mismas que han
tenido que volver a engullir gracias a sus “gargantas profundas” más
propias del tragasables del Circo Price. El partido del francés cercano a
la cal y la reaparición del argentino quedarán marcados como hitos a
recordar por Nervión durante mucho tiempo.
El primer tiempo finalizó con el empate inicial pese a un
disparo lejano de Banega que se estrelló en el palo izquierdo de la meta
de Herrerín, un testarazo de Aduriz con igual destino y dos “mano a
mano” consecutivos de Willians ante David Soria y de Vitolo ante el
guardameta vasco. La segunda parte comenzó llena de negros presagios. A
los dos minutos, un centro de Muniain superó las cabezas de la totalidad
de la línea defensiva: Kolo, Fazio, Rami y Coke no llegaron, pero
Aduriz sí, en el segundo palo, para adelantar al Athletic en el
marcador.
Pero ocho minutos después Muniain, en su área, sintió en su
cogote el aliento de Banega para ceder sin ventaja el esférico a su
portero, lo que aprovechó el argentino para servir a Kolo, tras media
vuelta y perfecta ejecución, el gol del empate. Los sevillistas,
entonces, comenzaron a mostrar su mejor cara. Llegaron los cambios.
Entraron Konoplyanka e Iborra, porque lo quiso “el mejor entrenador que
ha sentado sus reales en el banquillo de Nervión”, y el valenciano dio
la vuelta al marcador convirtiendo en gol un perfecto servicio de
Gameiro al que minutos antes le había señalado un fuera de juego
inexistente el pésimo colegiado británico cuando se quedaba solo ante el
meta vasco. Increíbles, por cierto, las tres tarjeta mostradas a
hombres del Sevilla (Rami, Vitolo y Banega), lo que impedirá al
argentino estar en la vuelta la semana próxima.
A partir de ahí, apoyado por banderas y símbolos
sevillistas, solo existió un equipo, el Grande de Andalucía, que pudo
haber sentenciado de modo definitivo la eliminatoria. No fue así y el
próximo 14 de abril viviremos “otro” Jueves de Feria con “alguna”
posibilidad de plantarnos en otra semifinal europea, algo solo al
alcance de los grandes, muy grandes, del fútbol europeo.
FICHA TÉCNICA DEL
ENCUENTRO
Athletic Club de Bilbao 1 -
Sevilla FC 2
Athletic Club de Bilbao:
Herrerín, De
Marcos, Etxeita, Bóveda, Balenziaga, San José, Beñat, Williams (Susaeta,
m. 62), Eraso (Viguera, m. 69), Muniain (Lekue, m. 62) y Aduriz .
Sevilla FC:
David Soria;
Coke, Rami, Kolo, Tremoulinas (Fazio, m. 11); Krychowiak, Nzonzi;
Vitolo, Banega (Iborra, m. 74), Krohn-Dehli (Konoplyanka, m. 68); y
Gameiro.
Goles:
1-0, m. 47: Aduriz. 1-1, m. 55: Kolo. 1-2, m. 83: Iborra .
Árbitro:
El inglés Mark Clattenburg. Amonestó a Balenziaga y De Marcos, por
los vascos, y a Rami, Vitolo y Banega, por el Sevilla. Increíbles las
tres tarjetas mostradas a los sevillistas.
Incidencias:
Partido
correspondiente a la ida de los cuartos de final de la UEFA Europa League,
disputado en el estadio de San Mamés ante 41.000 espectadores, un millar
y medio de sevillistas entre ellos. Terreno de juego
en regulares condiciones. Llovió a mares durante gran parte del encuentro.
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