07/09/16. Mi colaboración de
ayer en El
Demócrata Liberal
“Nunca antes se habían puesto de acuerdo
‘unos cuantos’ (y menos aún, algunos sindicatos de clase) para dejar patente en
la calle su malestar por la política educativa de la Junta de Andalucía”
“Llama poderosamente la atención -o quizá no
tanto- que entre los convocantes no aparecieran ni los sindicatos profesionales
ANPE, FSIE o CSIF, ni el sindicato socialista UGT”
“Quienes han contribuido al caos resultan
ser los menos indicados para oponerse a medidas que pretenden dar un impulso
necesario a una Educación mortecina, mustia, agonizante...”
Con septiembre
comienza un nuevo curso escolar y -no lo habrá conocido por Canal Sur- con 40
grados a la sombra el pasado sábado miles de personas, bajo el lema “Por una
educación pública de calidad: No a los recortes”, se sumaron a la
manifestación para exigir de la Junta de Andalucía una urgente rectificación
sobre la política de contracción del gasto especialmente intensa en materia
educativa.
En inhabitual
inicio de curso, por reivindicativo ante la administración autonómica,
convocada por los sindicatos CCOO, CGT y USTEA y por las plataformas andaluzas
PAEP y PADEI, además del colectivo Marea Verde, junto a "la urgente
necesidad" de acabar con los recortes, se demandó la reversión de la
política educativa en Andalucía; la inmediata aplicación de medidas para la
bajada generalizada de las ratios; la cobertura de todas las vacantes y bajas
del profesorado desde el primer día o la supresión del sistema de cupos para
sustituciones. Además, denunciaron que la interesada y apresurada
incorporación en el nuevo curso del segundo idioma -preferentemente el francés-
ha sido aprovechada por el Gobierno Andaluz para recortar mil plazas de
profesores (a sumar a los casi cinco mil enviados al paro desde 2012) y para
trasladar a otros ochocientos educadores.
Si bien es cierto
que para nada se refirieron al dantesco fracaso escolar fruto de las
políticas socialistas durante 35 largos años, nunca antes en pleno verano
se habían puesto de acuerdo “unos cuantos” (y menos aún, algunos sindicatos de
clase) para dejar patente en la calle su malestar por la política educativa de
la Junta de Andalucía que -parece mentira que haya de insistirse- tiene
competencias plenas en la materia.
Llama poderosamente
la atención -o quizá no tanto- que entre los convocantes no aparecieran ni los
sindicatos profesionales ANPE, FSIE o CSI-F, ni el sindicato socialista UGT,
cuya Federación de Empleados de los Servicios Públicos (FeSP) en Andalucía,
servil como acostumbra, ha optado por concentrarse el próximo lunes en las
delegaciones provinciales de Educación de la comunidad autónoma, no se sabe
bien para qué.
Entre todos los
índices, el de fracaso escolar es el que, palmariamente, evidencia el
agotamiento y las frustraciones del sistema educativo español, siempre de la
mano de un PSOE incontestablemente autoritario en la materia. Nuestro país
sigue teniendo el dudoso honor de liderarlo en la Unión Europea: Muy lejos del
pretendido 15 % para 2020, el 20 % de los jóvenes (24 % de hombres y 16
% de mujeres) entre 18 y 24 años ha abandonado prematuramente el sistema
educativo sin haber terminado sus estudios de secundaria. El índice español,
según el último informe publicado por la oficina estadística de la UE,
Eurostat, prácticamente duplica la media comunitaria, que se sitúa en el 11 %.
Solo Malta y Rumanía “nos pisan los talones”.
Si horripilantes,
por desalentadores, son los datos a nivel nacional, los guarismos al respecto
en esta Andalucía Imparable, no invitan al optimismo, todo lo
contrario. Por ello, hay que ver con cierta esperanza que los colectivos
mencionados -más vale tarde...- dirijan su mirada y exigencias hacia la única
responsable: la administración andaluza, que continúa sirviéndose de sus
inagotables y serviles medios para eludir compromisos y apuntar como casi
siempre (salvo gobierno “progresista” en La Moncloa) a Madrid.
¿Están de acuerdo
UGT y CSI-F con que en Educación no universitaria Andalucía continúe a la
cabeza del abandono educativo temprano en España, que, insisto, es el mayor de
la Unión Europea?
¿Aplauden UGT o
CSIF que Andalucía continúe en el furgón de cola del número de alumnos por
ordenador?
¿Celebran UGT y
CSIF que Andalucía se encuentre entre las cinco comunidades con mayor ratio de
alumnos por profesor?
¿Alaban UGT y CSIF
que Andalucía esté a la cola en formación adulta permanente?
¿Se enorgullecen
UGT y CSIF de que Andalucía sea vicecolista en el gasto público por alumno en
centros públicos?
Hasta 13 países de
la Unión Europea se han adelantado al objetivo de 2020, situando su porcentaje
de abandono por debajo del mencionado 15 %, entre ellos Dinamarca, Grecia,
Italia o Francia. ¿Necesariamente hemos de resignarnos? ¿Alguna vez soñaremos
con unas cifras similares a Croacia (2,8 %), Eslovenia (5 %), Chipre o Polonia
(5,3 %)?
La LOMCE puede no
ser la panacea, ni siquiera una solución de parcheo, pero es evidente que
quienes han contribuido al caos resultan ser los menos indicados para oponerse
a medidas que pretenden dar un impulso necesario a una Educación mortecina,
mustia, agonizante... que lo está pidiendo a gritos.
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