“En el manejo de la demagogia más o menos indecente -que
también es corrupción por cuanto supone de engaño- destaca otra vez Pedro
Nono, quien pretende correr un tupido velo sobre las andanzas de sus
correligionarios”
“Sin embargo y de nuevo, hay quien con
cierta memoria histórica remonta un poco más en el pasado y recuerda con
absoluta certeza a los autores de ciertas andanzas y peripecias”
“Valgan como funestos ejemplos la entrega de
un país al borde de la quiebra en 2011 y los tres millones de desempleados
adicionales a la cifra brindada por Aznar ocho años antes”
En el último
artículo insistía en la corrupción como perenne centro de la actualidad
política, aprovechada convenientemente por los partidos políticos.
Ligada a ella, la
otra pata del banco que entonces adelantaba era la relativa al uso y abuso de
la demagogia como “degeneración de la democracia, consistente en que
los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales
de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder”.
En el manejo de esa
demagogia más o menos indecente -que también es corrupción por cuanto
supone de engaño- destaca otra vez Pedro Nono, quien pretende correr un
tupido velo sobre las andanzas de sus correligionarios mientras se entretiene
(¡apártate que me tiznas…!) en acusar al presidente en funciones de todas las
plagas que nos asolan, de la corrupción, de los recortes, de la reforma
laboral... Motivos todos ellos por los que no ceja en su empeño de encabezar un
“gobierno alternativo” limpio de calamidades, ayuno de corrupción, ajeno a los
recortes, defensor de los trabajadores…
Sin embargo y de
nuevo, hay quien con cierta memoria histórica remonta un poco más en el pasado
y recuerda con absoluta certeza a los autores de ciertas andanzas y peripecias,
exactamente los mismos que, con absoluta desfachatez (el tiempo lo borra todo)
las endilgan a los populares: los gobiernos de su mentor ZP en La
Moncloa y de Manolo, José Antonio (sed fuertes) y Susana en San Telmo.
Rememoremos algunas:
1º) ¿Quiénes dieron
virtualidad al Decreto-Ley 5/2010 y a la posterior Ley del Enchufismo 1/2011,
normas en virtud de las cuales adoptaron medidas urgentes en materia de
reordenación del sector público que han servido para encubrir la privatización
de servicios sociales y la pérdida de derechos adquiridos por los
empleados públicos, así como para evidenciar el más absoluto desprecio a los
principios constitucionales de acceso a la función pública?
2º) ¿Quiénes fueron
los autores del Real Decreto-Ley 10/2010, de medidas urgentes para la reforma
del mercado laboral, convalidado exclusivamente con los votos afirmativos de
los 168 diputados socialistas -un tal Pedro Sánchez entre ellos- y con él del descomunal
recorte a los derechos de los trabajadores?
3º) ¿Quiénes, en
2010, mientras negaban la crisis, reducían los salarios de los funcionarios
y del sector público en un 5 % de media (que para muchísima gente fue del 10),
poder adquisitivo aún no recuperado?
4º) ¿Quiénes, en
2011, se convirtieron en el único gobierno de la historia de España en congelar
las pensiones?
5º) ¿Quiénes aprobaron
una reforma laboral mediante Ley 35/2010, exclusivamente apoyada por el
grupo parlamentario socialista (y votada por Pedro Nono), que entre
otras medidas introdujo el despido con 20 días de indemnización por causas
económicas, no sólo cuando las empresas demostraban pérdidas, sino también
cuando las preveían, o evidenciaran una persistente caída de ingresos?
6º) ¿Quiénes generalizaron
el contrato de fomento del empleo y lo aplicaron, incluso, a los
trabajadores fijos de entre 31 a 45 años que fueran despedidos, con un abaratamiento
en la indemnización de 33 días por año trabajado frente a los anteriores?
7º) ¿Quiénes comenzaron
a sancionar a los parados si rechazaban cursos de formación de un plazo
superior a 30 días, cuando el límite estaba hasta entonces en 100?
8º) ¿Quiénes facilitaron
el despido por faltas al trabajo, rebajando del 5 al 2,5 % el índice de
absentismo total de una empresa?
9º) ¿Quiénes reformaron
el Fondo de Garantía Salarial, pasándose a pagar 8 días de las
indemnizaciones de despido por causas objetivas, tanto en los contratos
ordinarios (que era de 45 días), como de fomento del empleo (de 33 días), así
como para los despidos colectivos objetivos (de 20 días)?
10º) ¿Quiénes potenciaron
la reducción de jornada (y por tanto de salario) como alternativa al
despido, a la medida del modelo alemán?
11º) ¿Quiénes consolidaron
la vía del "descuelgue", o posibilidad de que las empresas no
apliquen determinadas cláusulas pactadas en los convenios colectivos?
Tras este
refrescante y gratuito paseo por la memoria, se concluye que el no, no y no de
Sánchez a Rajoy (con sus múltiples errores y algún acierto, que los ha tenido)
solo puede ser reflejo de la desquiciada animosidad hacia los que han vuelto a
revertir la trágica situación en la que las políticas socialistas volvieron a
arrumbar a España: valgan como funestos ejemplos la entrega de un país al
borde de la quiebra en 2011 y los tres millones de desempleados adicionales
a la cifra brindada por Aznar ocho años antes.
Y encima, azuzando
al pontevedrés para que pidiera el rescate a La Troika a lo que felizmente se
resistió. Entonces sí que nos hubiéramos enterado de lo que vale el peine.
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