miércoles, 28 de septiembre de 2016

Memoria histórica vs. Patrañas (y II)



28/09/16. Mi colaboración de ayer en El Demócrata Liberal


“En el manejo de la demagogia más o menos indecente -que también es corrupción por cuanto supone de engaño- destaca otra vez Pedro Nono, quien pretende correr un tupido velo sobre las andanzas de sus correligionarios”

“Sin embargo y de nuevo, hay quien con cierta memoria histórica remonta un poco más en el pasado y recuerda con absoluta certeza a los autores de ciertas andanzas y peripecias”

“Valgan como funestos ejemplos la entrega de un país al borde de la quiebra en 2011 y los tres millones de desempleados adicionales a la cifra brindada por Aznar ocho años antes”


En el último artículo insistía en la corrupción como perenne centro de la actualidad política, aprovechada convenientemente por los partidos políticos.

Ligada a ella, la otra pata del banco que entonces adelantaba era la relativa al uso y abuso de la demagogia como “degeneración de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder”.

En el manejo de esa demagogia más o menos indecente -que también es corrupción por cuanto supone de engaño- destaca otra vez Pedro Nono, quien pretende correr un tupido velo sobre las andanzas de sus correligionarios mientras se entretiene (¡apártate que me tiznas…!) en acusar al presidente en funciones de todas las plagas que nos asolan, de la corrupción, de los recortes, de la reforma laboral... Motivos todos ellos por los que no ceja en su empeño de encabezar un “gobierno alternativo” limpio de calamidades, ayuno de corrupción, ajeno a los recortes, defensor de los trabajadores…

Sin embargo y de nuevo, hay quien con cierta memoria histórica remonta un poco más en el pasado y recuerda con absoluta certeza a los autores de ciertas andanzas y peripecias, exactamente los mismos que, con absoluta desfachatez (el tiempo lo borra todo) las endilgan a los populares: los gobiernos de su mentor ZP en La Moncloa y de Manolo, José Antonio (sed fuertes) y Susana en San Telmo. Rememoremos algunas:

1º) ¿Quiénes dieron virtualidad al Decreto-Ley 5/2010 y a la posterior Ley del Enchufismo 1/2011, normas en virtud de las cuales adoptaron medidas urgentes en materia de reordenación del sector público que han servido para encubrir la privatización de servicios sociales y la pérdida de derechos adquiridos por los empleados públicos, así como para evidenciar el más absoluto desprecio a los principios constitucionales de acceso a la función pública?

2º) ¿Quiénes fueron los autores del Real Decreto-Ley 10/2010, de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral, convalidado exclusivamente con los votos afirmativos de los 168 diputados socialistas -un tal Pedro Sánchez entre ellos- y con él del descomunal recorte a los derechos de los trabajadores?

3º) ¿Quiénes, en 2010, mientras negaban la crisis, reducían los salarios de los funcionarios y del sector público en un 5 % de media (que para muchísima gente fue del 10), poder adquisitivo aún no recuperado?

4º) ¿Quiénes, en 2011, se convirtieron en el único gobierno de la historia de España en congelar las pensiones?

5º) ¿Quiénes aprobaron una reforma laboral mediante Ley 35/2010, exclusivamente apoyada por el grupo parlamentario socialista (y votada por Pedro Nono), que entre otras medidas introdujo el despido con 20 días de indemnización por causas económicas, no sólo cuando las empresas demostraban pérdidas, sino también cuando las preveían, o evidenciaran una persistente caída de ingresos?

6º) ¿Quiénes generalizaron el contrato de fomento del empleo y lo aplicaron, incluso, a los trabajadores fijos de entre 31 a 45 años que fueran despedidos, con un abaratamiento en la indemnización de 33 días por año trabajado frente a los anteriores?

7º) ¿Quiénes comenzaron a sancionar a los parados si rechazaban cursos de formación de un plazo superior a 30 días, cuando el límite estaba hasta entonces en 100?

8º) ¿Quiénes facilitaron el despido por faltas al trabajo, rebajando del 5 al 2,5 % el índice de absentismo total de una empresa?

9º) ¿Quiénes reformaron el Fondo de Garantía Salarial, pasándose a pagar 8 días de las indemnizaciones de despido por causas objetivas, tanto en los contratos ordinarios (que era de 45 días), como de fomento del empleo (de 33 días), así como para los despidos colectivos objetivos (de 20 días)?

10º) ¿Quiénes potenciaron la reducción de jornada (y por tanto de salario) como alternativa al despido, a la medida del modelo alemán?

11º) ¿Quiénes consolidaron la vía del "descuelgue", o posibilidad de que las empresas no apliquen determinadas cláusulas pactadas en los convenios colectivos?


Tras este refrescante y gratuito paseo por la memoria, se concluye que el no, no y no de Sánchez a Rajoy (con sus múltiples errores y algún acierto, que los ha tenido) solo puede ser reflejo de la desquiciada animosidad hacia los que han vuelto a revertir la trágica situación en la que las políticas socialistas volvieron a arrumbar a España: valgan como funestos ejemplos la entrega de un país al borde de la quiebra en 2011 y los tres millones de desempleados adicionales a la cifra brindada por Aznar ocho años antes.

Y encima, azuzando al pontevedrés para que pidiera el rescate a La Troika a lo que felizmente se resistió. Entonces sí que nos hubiéramos enterado de lo que vale el peine.


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