“El demagógico discurso de Pdr
Snchz, centrado en la batalla entre partidarios y antagonistas de la
abstención ante la investidura de Rajoy, se ha dado de bruces con la nada”
“El sábado tocó a su fin un
peligro para la democracia encarnado en Pedronono quien ya habría
acordado un gobierno de retales con podemitas y nacionalistas”
“Salvador de Madariaga, en
1941, en la versión ampliada de su obra España,
ensayo de historia contemporánea, sostuvo que el estallido de la Guerra
Civil se hizo inevitable tras la guerra civil en el seno del PSOE”
“Sin una idea buena para el
futuro de España ni de Andalucía, desde la atALAYA de San Telmo con la lira
entre sus manos, la beneficiaria gimotea contemplando el incendio por ella
misma provocado”
El 31 de octubre está a la vuelta de la esquina y todo apunta a que llegará sin que se haya convocado nueva sesión de investidura, dando paso a unas terceras elecciones con ciertas posibilidades de convertirse en preámbulo de las cuartas...
Todo un mes por
delante para que se patentice lo evidente: que la guerra larvada en el PSOE y
manifestada en toda su crudeza la pasada semana, no ha sido, como ahora nos
quieren vender los propios “partisanos”, la consecuencia de una tormenta de
ideas enfrentadas en un “partido vivo”, del debate entre polos opuestos con
“sensibilidades distintas”, sino el resultado de una conflagración de egos de
trepas y arribistas, de ansias de poder irreprimibles, entre los pretendientes
al caudillaje del partido que más tiempo ha gobernado en España y, con ello, a
las prebendas y canonjías que componen el lote.
El demagógico
discurso de Pdr Snchz (que ha sumado el apodo de El Breve al
alias de El Empecinado), centrado en la batalla entre partidarios y
antagonistas de la abstención ante la investidura de Rajoy, se ha dado de
bruces con la nada, porque en nada ha consistido el alegato de los
críticos con la Sultana de Triana a la cabeza.
Aunque tiñe de
azabache, se desconoce no solo el futuro a medio y largo plazo del partido sino
el más inmediato presente. Solo media docena de socialistas se han pronunciado
con cierta claridad: González, Ibarra, Vara, García-Page, Corcuera y Leguina
son partidarios de que se interprete, previa y necesaria abstención, el papel
de oposición al que las urnas les han relegado. Cuatro ex líderes y dos
dirigentes actuales ha sido todo el caudal aportado por el río Ferraz a
la gobernabilidad de un país cuyos principales indicadores y una enorme masa de
gente sensata, tras un esfuerzo titánico que el bloqueo político está tirando
por los suelos, pide a gritos. Manifiestamente en contra, además de la práctica
totalidad de la militancia y de los medios “amigos”, se han mostrado Iceta,
Tapia, López, Luena y los restantes 15 fieles asistentes -Telepizza
mediante- a la última cena de Pedronono del pasado sábado. Por último,
no saben, no contestan, a pesar de su cruenta oposición al Breve,
Susana, Micaela, Chacón, Fernández, Puig, Lambán, Madina, Bono, ZP, Barreda,
Pradas y el resto de los que -demasiados también- anteponen sus protervas
ansias de poder al futuro de toda una nación. Pareciera que, con su silencio
cobarde, al mejor estilo Pío Cabanillas, solo les resta esperar para, terminado
de cocinar el guiso, preguntar ventajista y oportunamente aquello de: “¿quiénes
hemos ganado?”.
El sábado tocó a su
fin un peligro para la democracia encarnado en la figura de Pedronono,
quien por entonces ya habría acordado un gobierno de retales con podemitas
y nacionalistas. El pasado fin de semana claudicó un líder que ha resistido lo
indecible ante la incomparecencia de los llamados a liderar el cambio, léase
Chacón, Madina o Díaz. Sin embargo, todo apunta a que, tras el follón, se va a
mantener el no a la investidura de Rajoy. ¿Para qué ha servido, pues, el
estropicio? ¡… pa ná!
La situación actual
no es nueva y tampoco difiere mucho de la tradicional del partido del
linotipista: la eterna riña cainita entre socialistas rurales y urbanos,
moderados y radicales, viejos y noveles, ha sido la constante en sus más de
“cien años de honradez”, de perfidias y de otras felonías.
A casi nadie -de
forma irresponsable- parece interesarle lo que pueda pasar en el PSOE. La historia
sin embargo nos ha enseñado cómo acaban afectando a todos las aventuras y
desventuras de unos pocos: Salvador de Madariaga, en 1941, en la versión ampliada de su obra España,
ensayo de historia contemporánea, sostuvo que el estallido de la Guerra Civil
se hizo inevitable tras la guerra civil en el seno del partido:
socialismo democrático contra dictadura del proletariado; moderados frente a la
corriente revolucionaria; partidarios de Largo Caballero, por aquí, de
Indalecio Prieto, por allá y del marginado por ambos, Julián Besteiro, por
acullá. Motivos más que suficientes para intentar como sea que el PSOE no se
“tire al monte”, para procurar entre todos que sus almas enfrentadas se
reconcilien al modo y manera de una sociedad avanzada del siglo XXI.
Mientras tanto, sin
una idea buena para el futuro de España ni de Andalucía, desde la atALAYA San
Telmo con la lira entre sus manos, la principal beneficiaria gimotea
contemplando el incendio que ella misma ha provocado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario