Pues
así, sin ruidos, lejos de la algarabía, sin
estridencias, humilde, calladito, a paso firme de campeón,
sin prisas, sin pausas, el Sevilla de -¡ay!- Unai Emery
disputará en dos semanas su tercera final continental, la
séptima de su historia.
Bastaron
dos prontos y magistrales goles a resultas de la estrategia a
balón parado, obras de Bacca y de Carriço (minutos
21 y 26), a sumar al racimo con el que se viajaba desde la ciudad
cuyo nombre paseamos orgullosos por el mundo, para disfrutar de la
semifinal más tranquila que haya disputado el Sevilla en el
Viejo Continente.
El
éxito se resume en una sola palabra a escribir
necesariamente en mayúsculas: EQUIPO. El que conforma una
plantilla de profesionales comprometidos, ganadores, jóvenes,
hambrientos de títulos, de éxitos y de crecimiento
sostenido. Pero ese fuste, que no es gratuito ni obra del azar (28
jugadores nuevos en dos años), tiene su basa y su capitel
en dos nombres para la historia del club: Ramón Rodríguez
Verdejo (@leonsfdo) y Unai Emery (@UnaiEmery_); de la misma forma
que tiene su gran mausoleo a la bajeza, a la ruindad y a la
indignidad en un minúsculo, verdulero y vociferante sector
de la grada y de los medios de comunicación que -desde su
“exagerada” sapiencia- los han ninguneado a su antojo
y capricho.
Nada
será igual a aquel 10 de mayo de 2016 de Eindhoven, donde
el sevillismo tiró por la borda más de medio siglo
de travesía desértica, de mediocridades, de
lastimosos y constantes “¡otro año igual!”,
de ocupación de tierras baldías e improductivas en
medio de la tabla, de no superar los dieciseisavos de las
competiciones coperas.
Lo
que ha venido después solo ha servido para engrandecer
aquella tarde-noche holandesa de desaturdimiento de históricos
complejos.
Ni
la -necesaria y permitida- marcha de Navas, Negredo, Medel,
Kondogbia, Fazio, Alberto Moreno y Rakitic han sido suficiente
para frenar el impetuoso crecimiento del Grande del Sur de España
y, por ende, de Europa.
Y
para colmo de bondades, ahora, valorando el extremo coste y la
excesiva incomodidad (5.500 kilómetros en menos de 24
horas) de un viaje desde la región más meridional y
occidental a la -casi- más septentrional y oriental de
Europa, sale el consejo de administración del Sevilla
Fútbol Club prácticamente regalando el abono de Gol
de la actual temporada: 180 euros a los socios sevillistas que
determinen darse el palizón del siglo para ayudar en los
gastos de vuelo y la consiguiente entrada al Estadio Nacional de
Polonia.
¡Bendito
palizón! ¡Qué grande eres, Sevilla!
FICHA TÉCNICA DEL
ENCUENTRO
Fiorentina FC 0 -Sevilla F.C.
2
Fiorentina FC:
Neto;
Savic, Gonzalo Rodríguez, Basanta (Manuel Pasqual, m. 46);
Joaquín, Pizarro, B Valero (Lazzari. m.85), Mati Fernández
(Badelj, m. 65), Marcos Alonso; Ilicic y Salah.
Sevilla F.C.:
Sergio Rico; Coke, Carriço, Kolodziejczak, Trémoulinas;
M'bia, Krychowiak; Aleix Vidal, Banega (Iborra, m. 54), Vitolo y
Bacca (Gameiro, m. 69).
Goles:
0-1, m. 21: Bacca. 0-2, m, 26: Carriço.
Árbitro:
El esloveno Damir Skomina. Amonestó a Pizarro, Savic y
Borja Valero, por los florentinos, y a Banega, por el Sevilla.
Incidencias:
Partido
correspondiente a la vuelta de las semifinales de la UEFA Europa League, disputado en el estadio Artemio Franchi ante 33.000
espectadores, tres centenares de ellos, sevillistas. Terreno de
juego en buenas condiciones.
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