Fuerzas Armadas y Memoria Histórica

20/05/15. Mi colaboración de ayer en El Demócrata Liberal

La pasada semana, la Asociación de Padres y Madres de Alumnos de un IES sevillano remitió a sus asociados por correo electrónico la siguiente información:

Días de puertas abiertas en Tablada y Base Aérea de Morón

Hemos recibido información sobre las jornadas de puertas abiertas que el Ejército del Aire va a celebrar en Sevilla en los próximos días, concretamente el próximo domingo en Tablada y el último de mayo en la Base de Morón de la Frontera:

ACAR Tablada: domingo 17 de mayo

9:30 a 14:30

Acto militar y desfile

Exhibiciones estáticas de vehículos y equipos

Exhibición de perros policía

Pista infantil con obstáculos

Simulador de vuelo de la Patrulla Águila

Base Aérea de Morón: domingo 31 de mayo

09:00 Apertura del acceso a la Base de todo el público. Inicio exhibiciones estáticas.

09:30 Recepción autoridades civiles y militares

10:00 Comienzo de las exhibiciones aéreas dinámicas

14:00 Fin de exhibiciones dinámicas

17:00 Finalización de las exhibiciones estáticas.

19:30 Cóctel de despedida a los participantes, en los jardines del Pabellón de Oficiales.

Así es. La asociación en cuestión, regularmente, viene dando a conocer a las familias multitud de actividades, cursos, talleres, exposiciones, publicaciones y demás información de interés de la que es conocedora por vías tan diversas como el propio centro, las distintas administraciones y organizaciones públicas y privadas, o, directamente, por los propios progenitores/as o tutores/as del alumnado.

Solo doce minutos después de dar a conocer la actividad a través del grupo de correo, la asociación recibió el siguiente comunicado (sic):

“Buenos días. Le comunico, que además de no ser de mi interés, me parece del todo inadecuado la difusión de estas actividades por parte del AMPA de un IES. Con la de actividades culturales, lúdicas,.... que hay en Sevilla, y que promueven valores como la tolerancia, el respeto, la paz....recibir la difusión de exhibiciones militares me parece sorprendente, increible. Os propongo traer al centro una exposición itinerante que está recorriendo muchos IES sobre la recuperación de la memoria histórica, para que nuestros hijos comprendan que ocurre durante y después de la guerra, conozcan la historia de nuestro pais y aprendan a detestar la violencia. Un saludo.”

Hasta aquí los hechos.

Sin entrar en espurias disquisiciones, bastaría una somera lectura de la ley de leyes que nos dimos en el 78 para desacreditar el argumentario. Dice al respecto la Constitución Española:

Artículo 8.

1.     Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.

Artículo 30.

1.     Los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España.

2.     La ley fijará las obligaciones militares de los españoles y regulará, con las debidas garantías, la objeción de conciencia, así como las demás causas de exención del servicio militar obligatorio [desde hace años inexistente], pudiendo imponer, en su caso, una prestación social sustitutoria.

Artículo 63.

1.     Al Rey corresponde, previa autorización de las Cortes Generales, declarar la guerra y hacer la paz.

Artículo 104.

1.     Las Fuerzas y Cuerpos de seguridad, bajo la dependencia del Gobierno, tendrán como misión proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana.

Nos seducirá o no, nos repelerá o no, pero es lo que, con el respaldo mayoritario del pueblo español, se decidió y continúa en vigor; una ley suprema que cuenta con una ventaja, la que permite a los mismos que la ratificaron en referendo, a los soberanos de la nación, su modificación e incluso su derogación.

Todo es debatible, cambiémosla pues si estamos en desacuerdo; desarmémonos, entreguemos las armas a observadores internacionales, o incluso al enemigo si fuera necesario además de estúpido, ofrezcamos llegado el caso la otra mejilla... pero, mientras tanto, si nuestra Constitución no es aún papel mojado, solo resta cumplirla y respetarla.

Desgraciadamente ni tenemos de vecina a Alicia, ni habitamos en un País de las Maravillas inundado de jardines, surcado por románticas góndolas, loado por insignes poetas y musicado con sublimes acordes de arpa. Resulta que, desafortunadamente, no solo existen conflictos y guerras, sino amenazas constantes a nuestros derechos y libertades cuyos garantes resultan ser, precisamente, los integrantes de nuestras fuerzas armadas.

Resulta sorprendente que a estas alturas haya de divulgarse que el ejército presta un destacado servicio a la nación, o a la sociedad civil si así lo prefieren los oídos más castos: rescate de rehenes, salvamento, lucha contra el narcotráfico, misiones internacionales, auxilio y socorro en situaciones catastróficas tales como terremotos (la última en Nepal), incendios forestales, inundaciones... actividades todas ellas presentes en este tipo de exhibiciones.

¿Qué diferencias, de cara a la información de las familias y potenciales expectativas de nuestros jóvenes, pueden existir entre estas jornadas de puertas abiertas de las fuerzas armadas y, por ejemplo, el Salón del Estudiante y Ferisport, que organiza la Universidad de Sevilla, ambas totalmente voluntarias? La carrera militar -parece obvio- es una más a la que pueden optar nuestros hijos e hijas, dando ejemplo, como es el caso de otras muchas profesiones, de solidaridad y compromiso.

La alternativa ofrecida (exposición itinerante... sobre la recuperación de la memoria histórica, para que nuestros hijos comprendan que ocurre durante y después de la guerra, conozcan la historia de nuestro pais y aprendan a detestar la violencia -sic-) debiera acogerse necesariamente como cualquier otra oferta enriquecedora y respetuosa con la ley, y ha de asumirse y valorarse en sus justos términos, en el bien entendido de que los contenidos son solo parciales y tenues matices de una vasta paleta de colores que representan una verdad tan respetable como la del que juzgue (al fin y al cabo se trata de memoria) justamente lo contrario y que, llegado el momento, caso de plantearse, tiene todo el derecho a recibir idéntica atención en todos los foros.