A las siete de la tarde nadie daba un duro por la recuperación de
este enfermo moribundo que, tirando de osadía y para mayor
dramatismo, se plantabla en el Wanda (sí, así como suena) de
riguroso luto.
Finalizaba la crónica del último
partido liguero tirando de deseo y, la verdad, sin demasiada convicción: "solo
falta que el finado corra la misma suerte que Gonzalo Montoya, el presidiario
asturiano que, hoy hace justo una semana, resucitó tras pasar unas horas en el otro lado
dentro de un sudario de plástico con cremallera".
Y resulta que sí: "¡hay vida!". Con
estas dos palabras acompañada de un grito de rabia se resume el alivio que hoy
ha experimentado la hinchada sevillista tras el pitido final de Jaime Latre a un
encuentro donde Montella (nada hay hecho) vuelve a dar pasitos (solo pasitos que
aún se antojan cortos) en la recuperación anímica y física de un paciente que
vuelve a recuperar el pulso y no de cualquier manera, a lo grande: la
bradicardia cada vez más insufrible que amenazaba con llevarse por delante dos
lustros y medio de éxitos ha sido pasaportada a 100 pulsaciones por minuto,
todavía lejos de las 170 que han de poner en liza los que se dignen vestir la
camiseta del Grande del Sur de España.
Defensa adelantada, marcajes férreos,
triangulaciones, apoyos, salidas más rápidas, cierto derroche físico, jugadas
finalizadas... y, muy especialmente, Nzonzi y Banega. Una solidez en definitiva
difícil de explicar tras los últimos acontecimientos y, sobretodo, en un
escenario que recordará para siempre en su pellejo exterior y en las tripas del
interior al primer equipo español que lo "deshonró". Si la mencionada pareja de
mediocampistas ha brillado con luz propia, y en general casi todo el equipo, hay
que mencionar necesariamente y con todos los merecimientos a los que ya
estábamos dispuestos a fusilar al amanecer, léase Corchia o Mercado.
El martes la continuación de este
partido de 180 minutos que ahora afrontaremos en La Bombonera con ventaja, pero
esto es la Copa y el marcador y la forma de afrontar las eliminatorias tienen
casi siempre un valor decisivo. Mientras tanto, que alguien vuelva a explicarme
ese extraño fenómeno de la metamorfosis. ¿Hace, signore Montella?
FICHA TÉCNICA DEL
ENCUENTRO
Atlético de Madrid 1
- Sevilla FC 2
Atlético de Madrid:
Moyá; Juanfran, Savic, Godín,
Lucas; Koke (Torres, m. 41), Saúl, Gabi, Vitolo (Ángel Correa, m. 46);
Griezmann (Carrasco, m. 67) y Diego Costa.
Sevilla FC:
Sergio Rico; Corchia (Geis, m. 89), Mercado, Lenglet, Escudero; Nzonzi,
Banega; Sarabia, Franco Vázquez (Navas, m. 74), Correa; y Muriel (Ben Yedder,
m. 83).
Goles:
1-0, m. 72: Diego Costa. 1-1, m.
79: Navas. 1-2, m. 87: Correa.
Árbitro:
El aragonés
Jaime Latre. Mostró
tarjeta amarilla a Saúl, por los wandas, y a Mercado, por el Sevilla.
Incidencias:
Partido
correspondiente a la ida de los cuartos de final de la Copa de S.M.
El Rey disputado en el estadio Wanda (así, como suena) Metropolitano, con
51.000 espectadores presentes, medio millar de sevillistas entre ellos. Terreno de juego en perfectas
condiciones.
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