Estimado
amigo/a:
Acabo de enviar a
todos los medios de comunicación el texto que inserto más abajo. Si no tienes
inconveniente, dale al mismo toda la difusión posible.
Un abrazo,
Manolo Gómez
---------- Mensaje reenviado ----------
De: Manuel Gómez
Fecha: 14 de abril de 2015, 20:30
Asunto: Comunicado a los medios de comunicación
Para:
Una vez conocido el contenido de las
declaraciones ante el Tribunal Supremo de los expresidentes de la Junta de
Andalucía, Srs. Chaves y Griñán, he decidido solicitar prestar declaración ante
el Magistrado que instruye la causa de los ERE en el Tribunal Supremo.
El motivo fundamental de mi decisión
reside en el hecho de que, tanto Griñán como Chaves, han basado su defensa en
tratar de desviar su evidente responsabilidad en el fraude hacia los
interventores de la Junta de Andalucía.
Esta conducta de los dos expresidentes
es una indignidad, desde varios puntos de vista:
En primer lugar, porque actúan embozados
bajo el inicuo aforamiento tras el que se esconden, sin que los aludidos
podamos responder.
En segundo lugar, porque es indecente
desviar hacia los inferiores la responsabilidad por actos propios.
Y, en tercer lugar, porque las
acusaciones están basadas en un cúmulo de invenciones que es preciso delatar.
Después de conocer el contenido de las
declaraciones de quienes han presidido la Junta de Andalucía en los últimos 25
años me siento tan avergonzado de ser andaluz que, si fuera legalmente posible,
pediría de inmediato mi desnaturalización.
En el asunto de los ERE, el Gobierno de
la Junta de Andalucía, con respaldo de la mayoría del Parlamento y asistiendo
como espectador mudo la Cámara de Cuentas de Andalucía, actuó como el Alcalde
que decide apagar todos los semáforos de la avenida, con el presunto propósito
de mejorar la fluidez del tráfico. Ahora, el Alcalde niega que él apagara los
semáforos y pretende desviar su responsabilidad por los muertos en accidente
hacia la policía de tráfico. Cuanto más insiste el Alcalde en ello más parece
que el motivo de la medida no fue la fluidez del tráfico, sino permitir la
huida de los ladrones con más facilidad.
Es también muy apropiada esta otra
alegoría: el Gobierno de la Junta de Andalucía, con respaldo de la mayoría del
Parlamento, al aprobar el Programa presupuestario con el que se financiaban los
ERE, echó a rodar cada año un automóvil sin frenos. Y, como señaló Griñán en la
Comisión de Investigación del Parlamento, a él no le importaba que el coche circulara
sin frenos, porque el coche no era suyo. Ahora parece que el coche era del
Interventor.
Este suspiro por el Interventor que
exhalan el Sr. Griñán y el Sr. Chaves en sus declaraciones ante el Tribunal
Supremo, lo que de verdad pone de manifiesto es que no necesitaban un
interventor. Lo que realmente habrían necesitado es un tutor que, como a los
menores de edad, supliera su falta de capacidad y competencia, en las diversas
acepciones de ambos términos. O, mejor aún. Lo que habrían necesitado es un
ángel de la guarda, que velara sus sueños de incuria y abandono.
Manuel Gómez Martínez
NB: Autorizo la publicación total o
parcial por cualquier medio de la totalidad del texto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario