domingo, 27 de abril de 2014

3-1. Castigo a la vulgaridad. Sin ambición no hay premio

Ni aun con la cabeza en el próximo partido europeo se puede parecer tan vulgar. Ni que decir tiene que desde el pasado jueves el orden de prevalencia del Sevilla apuntaba mucho más a Mestalla que al Nuevo San Mamés (final europea vs. previa de la Champions), pero ni esa circunstancia debe ser óbice para ofrecer una imagen tan carente de ambición que, finalmente, solo puede tener como premio la nada.

Y esa otra imagen ya podía esperarse desde el momento en que se conocieron las alineaciones oficiales: Fernando Navarro, M'bia, Reyes, Vitolo y Rakitic, que estarán con toda seguridad en el once titular a las orillas del Turia, no saltaron al césped inicialmente. Otra cosa es que de los Moreno, Diogo- otra autoexpulsión lamentable-, Iborra y Trochowski cupiera esperar otra cosa bien distinta de lo que plasmaron en el terreno de juego.

Susaeta, Muniain y Herrera pusieron en el marcador la superioridad vasca que el gol de Gameiro apenas pudo disimular. Y todo ello sin despeinarse. El Athletic marcó cuando quiso, sin siquiera necesitarlo, todo ello frente a un Sevilla lastrado por su mente muy lejos de El Bocho y por tres tarjetas amarillas en el primer tiempo. La entrada de Rakitic y Vitolo de nada sirvió porque el marcador por entonces ya marcaba un 2-0 que se agigantó un minuto después de que Diogo, tras un gesto estúpido de impotencia, se fuera antes de tiempo al vestuario.

Ahora queda recuperar fuerzas para Mestalla y tratar de conseguir el pasaporte para la octava final en ocho años. ¿Firmamos el resultado de hoy?

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

Athletic Club de Bilbao 3 - Sevilla F.C. 1
 
Athletic Club de Bilbao: Iraizoz, Iraola, San José, Laporte, Balenziaga, Iturraspe, Mikel Rico (Morán, m. 89), Susaeta, Herrera, Muniain (De Marcos, m. 83) y Aduriz (Toquero, m. 87).
 
Sevilla F.C.: Beto; Coke, Pareja, Fazio, Alberto; Diogo, Carriço (Rakitic, m. 64), Iborra, Trochowski (Vitolo, m. 64); Gameiro y Bacca.
 
Goles: 1-0, m. 4, Susaeta; 2-0, m. 53, Muniaín; 3-0, m. 74, Ander Herrera; 3-1, m. 78, Gameiro.
 
Árbitro: El catalán Álvarez Izquierdo. Amonestó a Muniain y Toquero, por los locales, y a Pareja, Iborra, Diogo y Carriço, por el Sevilla. Expulsó con roja directa a Diogo (m. 73).
 
Incidencias: Partido correspondiente a la 35ª jornada de Liga disputado en el estadio Nuevo San Mamés ante 40.000 espectadores en tarde fresca. Terreno de juego en regulares condiciones.

viernes, 25 de abril de 2014

2-0. Presentadas las credenciales. El pasaporte, en Mestalla




Creyendo en sí mismo y en sus infinitas posibilidades, este equipo -"¡Emery, vete ya!"- nacido de la plantilla más joven de Primera División tras 14 incorporaciones veraniegas -"¡Monchi, vete ya!"-, en comunión perfecta con una afición nacida para dominar, ha llegado al tramo final de la temporada en disposición de reverdecer, colorear mejor dicho, las gloriosas gestas que los dos últimos lustros nos han redescubierto.



Los recelos de los contendientes a principios del choque eran mutuos, ambos porfiaban, ninguno se fiaba y, aunque el dominio era sevillista, las ocasiones ante el marco rival no llegaban. Solo Fazio, el Gigante de La Pampa, incomodó con su estatura la portería rival, convirtiéndose de paso en el jugador que mejor entendió la desafortunada actuación del trencilla esloveno Damir Skomina, haciendo la línea y poniendo en el asador todo el ímpetu que el arbitraje permitió.

Otra vez a balón parado -"¡Que te vayas, ya, Emery!"- el Sevilla volvió a sacar petróleo: minuto 33 y Rakitic ejecuta una falta, el balón queda a los pies de M'bia y el centrocampista, tras errar el primer disparo, abre el marcador de tacón y en claro fuera de juego. Fue la concesión más importante al Sevilla por parte del colegiado pero no su único error, ni mucho menos: dos claros penaltis que fueron obviados por Skomina se produjeron en el área valencianista, amén de un desafortunado y desigual reparto de la apreciación de faltas en el centro del campo y la permisividad del juego duro con el que se emplearon Keita, Javi Fuego o Mathieu.

Tres minutos después, Bacca culminó un excelente contraataque de Vitolo y los de Emery -¿todavía tú por aquí?- se ponían con clara ventaja en la eliminatoria, lo que aprovecharon para seguir generando ocasiones, eso sí, sin alcanzar la plenitud en forma de goles.

La segunda parte tenía que ser necesariamente distinta: el Valencia necesitaba marcar y lo intentó, sobretodo en las postrimerías del encuentro, pero todo eso ocurrió después de que Rakitic asistiera a Bacca en una jugada que se hará perenne en las retinas sevillistas en la que, extrañamente, el colombiano solo vio balón y portería y que no culminó adecuadamente como la acción merecía.

Al final un Valencia necesariamente suicida se volcó sobre el área sevillista, Marin entró al terreno de juego por un Reyes que estuvo a la altura de las grandes ocasiones y poco después Gameiro, que dispuso de otro ocasión de oro, reemplazó a Bacca. Con todo, Beto y el larguero salvaron al Sevilla en los instantes finales de un marcador incómodo.
Mestalla dictará la sentencia. Otra final europea -sería la quinta- está ahí, cerca, aunque a estas alturas continúa siendo solo una aspiración, una ilusionante aspiración. Un inconveniente: es la primera vez en la competición que estamos en ventaja y eso conlleva grandes dosis de responsabilidad, por tanto: respeto y cerebro.


VÍDEOS DEL PARTIDO:


FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

Sevilla F.C. 2 - Valencia C.F. 0
Sevilla F.C.: Beto; Diogo, Pareja, Fazio, Navarro; Carriço, Mbia; Reyes (Marin, m. 58), Rakitic, Vitolo (Iborra, m. 89) y Bacca (Gameiro, m. 71).


Valencia C.F.: Guaita; Joao, Javi Fuego, Mathieu, Bernat (Gayá, m. 46); Keita, Parejo; Feghouli (Jonas, m. 73), Vargas, Fede (Piatti, m. 56); Alcácer.


Goles: 1-0, m. 33: Mbia. 2-0, m. 36: Bacca.
 

Árbitro: El esloveno Damir Skomina. Amonestó a Marin, por el Sevilla, y a Alcácer y Mathieu, por el Valencia.


Incidencias: Partido correspondiente a la ida de las semifinales de la Europa League, disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante 40.000 espectadores en noche primaveral. Terreno de juego en perfectas condiciones.

jueves, 24 de abril de 2014

¡La madre que lo parió! (por Ernesto López de Rueda)


 
Oda al jueves 24 de abril de 2014, otro día grande del fútbol sevillano, publicado en utreraonline.com. Mi amigo Ernesto nos vuelve a dejar "pasmaos":
Anda alborotada Sevilla. Suenan clarines, ondean banderas. Qué pasa pregúntanse cándidas almas. Que regresa la marea, responden otras voces acuyá; que la armada se apresta, por allá se escucha. Timbales, flamas, bullicio. Se abren las puertas, se desperezan las ventanas mientras ilumina la mañana la montaña de monteras ¡Sevillanos a la gloria, coged la vuestra!
Nacidos para honrar a nuestra ciudad, para silabear su nombre por el mundo con el tiempo que haya de tomarse para desgranar sus letras como si de la leve pluma de Cernuda o el recio grafito de Machado se desprendieran; para siluetear nuestra Giralda y enlazar los puntos del horizonte que la Giraldilla señala más allá de mares y cielos; para que la humanidad nos tomara por locos por edificar tamaña catedral; para sellar nuestros labios con el “tierra a la vista” de Rodrigo de Triana; para pergeñar sus colores y formas, sus intimidades desde los trazos de Velázquez o Murillo o Valdés Leal; para cincelar sueños de la imaginación de Martínez Montañés que sacamos a pasear cada primavera; para regalar a la eternidad un magnificat de Francisco Guerrero; o para que se detengan los pálpitos con una gitana entre revuelos. Drogados, yonkis de ti, Sevilla.
Una Sevilla que entre las bellas artes que la eternizan, educó a su hijo predilecto con ya universales mentores, fueran Johnston, Alba, Spencer, Herminio o Alconero; Juan Arza, Busto, Marcelo, Achucarro, Valero o Gallego; Pepillo, Diéguez, Lora, Blanco, Montero, Moisés, Polster o Suker; o sus discípulos San Pedro, San Antonio, San Pablo, San Javi, San David, San Martí, San Andrés, San Drago, San Jesús, San Renato, San Luisfa y San Frederic.
Representando a una ciudad entera y con la cohorte terrenal de escoceses, asturianos o navarros, con andaluces de filigrana y esparto y con la también cohorte celestial –cuán pequeño se queda el santoral- que lo rodeó ¿Cómo podía salir el hijo predilecto de Sevilla, embajador de Andalucía y campeón de las Españas y Europas?
Somos hijos de la Madre que nos parió: leales hasta la inmolación con el NODO grabado en el adn; aguerridos sabiendo que abandonamos naves y tierras quemadas atrás porque siempre nos quedará el gol de Palop; intrépidos tales que don juanes; e insolentes hasta la extenuación. Nacimos para conquistar, para dominar y hacer llorar sangre, por más que nos tumbaran, a quienes se proclama como grandes colosos del mundo. La pena, el llanto y la excusa no encontraron nunca acomodo porque jamás sirvieron para acometer, como siempre hicimos, temerarios y altivos, saltando sin red y reapareciendo desde lo más profundo de los infiernos en que caímos para levantar de nuevo nuestro estandarte tras ominosas décadas en las que el orgullo, la tradición, la fuerza, la fe, la casta y el coraje acompañaron la travesía por el desierto que podrá, si es que puede, acompañarnos pero nunca atemorizarnos.
Mañana llevaremos en volandas otra vez a los nuestros para hacer conocer a los peladores de arroz y recogedores de insípidas naranjas que debieran de servir de abono para nuestras extensiones de cítricos regadas por el Guadalquivir y no por un riachuelo desecado, que esto es Sevilla y aquí hay que mamar.
¡Viva el Sevilla y la Madre que lo parió!

lunes, 21 de abril de 2014

4-0. Otra vez a Europa. Y ahorrando en gomina


O lo que es lo mismo: sin despeinarse, a medio gas. De esta forma, a falta de cuatro jornadas, el Sevilla ha vuelto a asegurar su presencia la próxima temporada en competición europea. El año que viene nos espera de nuevo la UEFA Europa League, pero eso solo es futuro y el más rabioso presente nos indica que hoy por hoy estamos a dos partidos, una eliminatoria, de una nueva final continental.

El Sevilla FC ha derrotado por 4-0 al Granada: Mainz en propia puerta, Gameiro, evitando sobre la línea el deshonor de otro autogol, M'bia y Vitolo anotaron los tantos.
La vuelta del alemán Marko Marin, junto a Vitolo e Ivan Rakitic, conformaron el eje generador de las acciones ofensivas sevillistas. Arriba, en solitario, el francés Kevin Gameiro. Junto al portero Beto, en la línea defensiva acompañaron a Federico Fazio -¡ay!-, Coke, Pareja y Fernando Navarro; Carriço, por su parte, conformó con M'bia el doble pivote.

El Granada se automutiló antes del cuarto de hora cuando Mainz batía la meta de su compañero Karnezis. El gol que, con ahínco, habían buscado los de Emery llegó de la forma más desafortunada posible para los granadinos. Tras el descanso, el diluvio y los goles: en un calco del primer tanto, Ilori cedió mal al meta Karnezis y la fe y las ganas de Gameiro evitaron sobre la misma cal de la portería que el segundo autogol llegara al marcador, convirtiéndolo de cara a las estadísticas -desconocemos si también de cara al contrato- en gol del internacional francés. Poco después, el galo sirvió el 3-0 al camerunés M'bia y, a continuación, Vitolo estableció el definitivo 4-0.

Llega a la recta final de la temporada un Sevilla pletórico cuyos objetivos pasan en liga por intentar la machada de vencer o al menos empatar el encuentro del próximo domingo en el Nuevo San Mamés, sin olvidar que lo verdaderamente trascedente a fecha de hoy es la eliminatoria europea de semifinales frente al Valencia que tendrá su prólogo el próximo jueves. 180 minutos, 210 a lo máximo, nos separan de otra cita histórica en Turín. Ahí, y sólo ahí, han de estar los cinco sentidos: "¡A ver si nos entendemos los jugadores y la afición... !"

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

Sevilla F.C. 4 - Granada C.F. 0
 

Sevilla F.C.: Beto; Coke, Pareja, Fazio, Navarro; M'bia, Carriço; Vitolo (Jairo, m. 74), Rakitic (Trochowski, m. 78), Marin; y Gameiro (Bacca, m. 66).
 
Granada C.F.: Karnezis; Nyom (Foulquier, m. 78), Mainz, Ilori, Angulo; Iturra, Coeff, Recio (Bravo, m. 55); Brahimi, Piti (Ighalo, m. 74) y El Arabi.
 
Goles: 1-0, m. 14: Mainz, en propia puerta. 2-0, m. 51: Gameiro. 3-0, m. 58: M'bia. 4-0, m. 68: Vitolo.
 
Árbitro: El cántabro José Antonio Teixeira Vitienes. Amonestó a Carriço y Navarro.
 
Incidencias: Partido correspondiente a la 34ª jornada de Liga disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante 23.000 espectadores en tarde por momentos lluviosa de Domingo de Resurrección. Terreno de juego en perfectas condiciones.

domingo, 13 de abril de 2014

0-2. Victoria pese a la desidia. Infame arbitraje


Derbi de Domingo de Ramos. Lo peor: la indolencia, casi haraganería, de los jugadores sevillistas y la actuación abyecta, miserable y ruin de Velasco Carballo. Lo mejor: los tres puntos y solo un solo lesionado.

Derbi de Domingo de Ramos que respondió a las nulas expectativas de las vísperas: un Betis en busca de una victoria a estas alturas tan imperiosa como inútil y un Sevilla que, en chanclas, ha pretendido una victoria que solo encontró por la vulgaridad de su oponente.

Derbi de Domingo de Ramos. Unai Emery dejó en el banquillo de inicio a Rakitic y dispuso en el césped a Beto (inédito), Diogo (sin oponente), Carriço (sobrado), Fazio (gigantesco), Alberto Moreno (desenvuelto); M'bia (suntuoso), Iborra (solemne), Trochowski (desubicado), Reyes (desorientado), Gameiro (oportunista) y Bacca (infatigable). Después, Navarro mejoró su banda, Vitolo superó a Trochowski y Rakitic trajo la pausa necesaria.

Derbi de Domingo de Ramos: Gameiro hizo el primero al filo de la media hora tras penalti inexistente y consiguiente expulsión de Juan Carlos y culminó el partido y su cuenta goleadora con otro gol de tiralíneas. Antes, durante y después de esos momentos puntuales, errores y más errores del trencilla madrileño: penalti de Iborra a Jorge Molina no señalado, falta inexistente al borde del área sevillista de Alberto Moreno (calco exacto del penalti pitado), penalti no señalado por manos de Amaya, gol anulado al Sevilla por fuera de juego inexistente... Con todo y con ello lo peor vino del lado del apartado disciplinario cuando los locales, heridos de muerte, sobrepasaron los límites del reglamento ante la pasividad del colegiado: Ndiaye, Rubén Castro, Leo Baptistao y Nono no vieron la merecida segunda tarjeta amarilla, que hubiera significado la suspensión del encuentro.

Derbi de Domingo de Ramos... ¡Feliz Estación de Penitencia!

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

Real Betis B. 0 - Sevilla F.C. 2

Real Betis B.: Adán; Juanfran (Braian Rodríguez, m. 76), Amaya, Jordi, Juan Carlos; Nono, Ndiaye; Vadillo (Chica, m. 40), Leo Baptistao (Cedrick, m. 59), Jorge Molina y Rubén Castro.


Sevilla F.C.: Beto; Diogo, Carriço, Fazio, Alberto Moreno (Navarro, m. 45); M'bia, Iborra; Trochowski (Vitolo, m. 46), Reyes, Gameiro y Bacca (Rakitic, m. 73).


Goles: 0-1. m. 29, Gameiro (p); 0-2. m. 81, Gameiro.


Árbitro: El madrileño Velasco Carballo. Mostró amarilla a Ndiaye, Rubén Castro, Leo Baptistao y Chica por el Betis, y a Trochowski, Reyes, Vitolo y Fernando Navarro por el Sevilla. Expulsó a Juan Carlos con roja directa en el minuto 27 y perdonó la segunda amarilla a Ndiaye, Rubén Castro, Leo Baptistao y a Nono en dos ocasiones. Sancionó con penalti una caída de Bacca en el área bética que supuso la citada expulsión de Juan Carlos.

Incidencias: Partido correspondiente a la 33ª jornada de Liga disputado en el estadio de Benito Villamarín ante 32.000 espectadores en mediodía de Domingo de Ramos. Terreno de juego en regulares condiciones.

viernes, 11 de abril de 2014

4-1. Epílogo de noche grande. #NervionRemonta




La magia de las grandes ocasiones ha vuelto a estar presente en Nervión. La grada del Sánchez Pizjuán era un hervidero en los prolegómenos del choque, lo continuó siendo durante el encuentro y alcanzó al éxtasis cuando el italiano Gianluca Rocchi hizo sonar hasta en tres ocasiones su silbato para certificar el final del encuentro y de la eliminatoria.
El Sevilla F.C. vuelve a meterse en semifinales de la UEFA siete años después de la última vez que desembocó en Glasgow y uno más de aquella primera vez, en abril de 2006, al que se le puso la guinda final en Eindhoven.
Los de Emery -"¿cuándo se irá el vasco de una vez?"- se catapultaron a las semifinales desde el inicio mismo del choque, en comunión perfecta con una grada cuyo comportamiento se aproximó, ocho años después, a la de aquel recordado día histórico frente al Schalke 04. Conocedores de lo que había en juego, los sevillistas -todos- no desaprovecharon, no desaprovechamos, la pintiparada ocasión: sintonía de principio a fin, apoyo cuando las fuerzas faltaban, y cuando estaban pletóricas. Los goles de Rakitic, Vitolo, Bacca y Gameiro se convirtieron en el colofón del preciosismo futbolero que, por momentos, firmaron los profesionales sevillistas, superiores en todo momento al campeonísimo luso: el primero tras lanzamiento de penalti cometido sobre Bacca, el segundo de Vitolo, finalizando exquisitamente tras presión a lo grande de Fernando Navarro, el tercero del propio Bacca tras cazar un balón perdido y volviéndose a la velocidad del rayo...
Habían transcurrido apenas 30 minutos, el trabajo más difícil estaba hecho, había pasado el momento de la velocidad y del esfuerzo extenunante, ahora tocaba el de la cabeza, el del cálculo preciso, el de entregar el balón al rival para verlas venir.
Pero nadie dijo que iba a ser fácil. Tres errores con los mismos protagonistas complicaron el escenario: Coke, que estaba realizando un magnífico encuentro, vio en el primer tiempo una tarjeta amarilla por meterse en una trifulca cuando menos interesaba. Con el marcador de cara, Emery lo dejó en el campo tras el descanso y el lateral, exhibición física y técnica aparte, cometió, a 36 minutos de la finalización, una innecesaria falta sobre un contrario que le valió la segunda amarilla y la consiguiente expulsión.
Parecía que había que sufrir hasta el final pero, en inferioridad y cuando más atacaba el Oporto, una excelente jugada de Vitolo por la izquierda, en el minuto 75, sirvió para que Gameiro consiguiera el cuarto y la tranquilidad volviera a un Sánchez Pizjuán pletórico que disfrutó como nunca los minutos de la basura de unos cuartos de final que desde esta misma noche forman parte de nuestra historia.
El gol de los portugueses en el alargue fue solo una anécdota que no empañó el momento gozoso que hacía retumbar los cimientos de La Bombonera.

Señoras y señores: ¡aquí un equipo, aquí una afición! Otra vez soñamos juntos. El Grande de Andalucía ha vuelto. ¿Se fue alguna vez?


 VÍDEOS DEL PARTIDO:


FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

Sevilla F.C. 4 - F.C. Oporto 1
Sevilla F.C.: Beto; Coke, Fazio, Pareja, Fernando Navarro; Mbia, Carriço; Reyes (Diogo, m. 55), Rakitic (Trochowski, m. 84), Vitolo; y Bacca (Gameiro, m. 68).


F.C. Oporto: Fabiano; Danilo, D. Reyes, Mangala, A. Sandro; Carlos Eduardo (Quintero, m. 46), Defour, H. Herrera; Varela (Ricardo, m. 46), Ghilas y Quaresma.


Goles: 1-0, m. 4: Rakitic, de penalti. 2-0, m. 26: Vitolo. 3-0, m. 29: Bacca. 4-0, m. 75: Gameiro. 4-1, m. 91: Quaresma.
 

Árbitro: El italiano Gianluca Rocchi. Amonestó a Bacca y Coke, por el Sevilla, y a  Mangala, Quaresma, Varela y Ricardo. Expulsó a Coke por doble amarilla (m. 54).


Incidencias: Partido correspondiente a la vuelta de los cuartos de final de la Europa League, disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante 40.000 espectadores en noche casi veraniega. Terreno de juego en perfectas condiciones.

lunes, 7 de abril de 2014

4-1. Preámbulo de noche grande. #NervionRemonta



Tirando de manidos tópicos futboleros: partido con trampa el de hoy, solventando sin apenas dificultades a pesar de rotaciones en el equipo titular cercanas al 50 %.

El Sevilla FC, con los cinco sentidos en el partido de vuelta de cuartos de Europa League del próximo jueves, culminó su partido ante el Espanyol con una victoria enjaretada antes del descanso, merced a sendos testarazos de M'bia, a la salida de un corner (otra vez la estrategia -¡Emery, vete ya!-), y de Gameiro, tras perfecto servicio de Vitolo, que pusieron en solfa los periquitos a los 15 segundos de la reanudación, generando una fase de desconsuelo de apenas diez minutos, no más, tras la transformación de una absurda pena máxima con la que fue castigado el equipo sevillista.

Ya en las postrimerías del encuentro, de nuevo Kevin Gameiro y Rakitic, con dos golazos espectaculares, redondearon un marcador tan justo como excesivo que sirve, desde ya, de tónico necesario para encarar la eliminatoria europea ante el Oporto con toda la ambición en lo que debe convertirse, sin duda alguna, en la gran aspiración de esta temporada: la búsqueda desesperada de otra final europea, sin olvidar -¿quién lo iba a decir?- que, a falta del encuentro que hoy ha de disputar el Athletic ante el Levante, nos situamos a tres puntos de una cuarta plaza que no es el objetivo de esta temporada y que solo cabe calificar como la guinda del pastel de Turín, un dulce tan lejano aún como goloso y apetecible -¡Emery, vete ya, otra vez!-.

“Échale h…, el jueves échale h…”. #NervionRemonta.


VÍDEOS DEL PARTIDO:

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

Sevilla F.C. 4 - R.C.D. Español 1

Sevilla F.C.: Beto; Diogo, Pareja, Fazio, Alberto; Vitolo (Jairo, m. 83), M'Bia, Iborra, Trochowski (Marin, m. 73); Gameiro y Bacca (Rakitic, m. 61).


R.C.D. Español: Germán; Javi López, Fuentes, Sidnei, Raúl Rodríguez; Simao (Córdoba, m. 58), David López, Abraham (Álex, m. 45); Stuani, Sergio Garcia y Pizzi (Lanza, m. 74).


Goles: 1-0, m. 17, Mbia; 2-0, m. 44, Gameiro; 2-1, m. 46, Sergio García; 3-1, m. 83, Gameiro; 4-1, m. 88, Rakitic.


Árbitro: El madrileño Del Cerro Grande. Amonestó a Fazio, Mbia y Diogo, por el Sevilla, y a David López, por los españolistas.

Incidencias: Partido correspondiente a la 32ª jornada de Liga disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante 36.000 espectadores en tarde calurosa, de 15 a 30 grados en 24 horas. Terreno de juego en perfectas condiciones.

viernes, 4 de abril de 2014

1-0. Resultado esperanzador. Juego descorazonador

Vivito y coleando. Sin saber muy bien el motivo, pero ese es el estado que muestra hoy el Sevilla FC tras la ida de los octavos de final disputada esta noche en Oporto. Recurriendo a uno de los tópicos futbolísticos más manidos, la mejor noticia es que los de Emery siguen vivos tras un primer envite que los locales dominaron desde el pitido inicial del alemán Wolfgang Stark hasta el minuto 94 en que concluyó el choque.

Tuvo suerte el equipo de Nervión de que el dominio portugués no se tradujera en goles, entre otras cosas porque la citada superioridad en, prácticamente, todas las parcelas del campo, se esfumaban en las inmediaciones del área de un gran Beto que, eso sí, vio como dos tiros se estrellaban en su palo izquierdo, uno de ellos tras desvío providencial con la yema de sus dedos.

Carriço reaparecía tras su lesión disputando la totalidad del encuentro pero su labor en el centro del campo en tareas defensivas, junto a Iborra, no resaltó en demasía, sobretodo porque en el eje de la zaga se echó de menos y mucho, al ahora añorado, y hasta antier denostado, Federico Fazio; si bien el comportamiento de Pareja y Fernando Navarro en esa posición puede catalogarse de digno. Los laterales exhibieron distintas prestaciones: Alberto Moreno, que vio muy pronto la tarjeta amarilla pareció desbordado casi siempre, está lejos de sus mejores prestaciones y tiene, al parecer, según los mentideros futbolísticos, la mente puesta en la capital de España; Coke fue el mejor sevillista del encuentro, derrochó pundonor, trabajó firmemente en defensa y se proyectó en ataque en las pocas ocasiones en las que los sevillistas se acercaron a Fabiano; con Marko Marin absolutamente desaparecido y Rakitic ofreciendo la peor de sus caras, sólo Reyes, con sus limitaciones en lo físico, y Carlos Bacca mantuvieron la dignidad del Grande de Andalucía en la desembocadura del Duero.

Pasada la media hora, en una desaplicación de órdago, Mangala aprovechaba un magnífico servicio de Quaresma, tras despiste general en un rápido lanzamiento de falta de los portugueses. Y así continuó siendo el signo del partido. La entrada, a falta de un tercio de partido, de Diogo y Gameiro, y la posterior de Vitolo, con el consiguiente retraso de Rakitic, estabilizó algo el duelo, tanto fue así que Gameiro dispondría de la mejor oportunidad para empatar, pero su disparo con la pierna izquierda se fue fuera.

Ni con mucho se había alcanzado la placidez: en los minutos finales el Oporto volvió a aparecer, incluso después de que el colegiado alemán expulsara a Fernando en el 86 por doble amarilla tras sendas faltas a Gameiro en la misma jugada. Ni el defensa, ni Jackson, que resultó amonestado y será sancionado por acumulación, estarán el jueves próximo en el Sánchez Pizjuán y ese ha de ser el punto de inflexión que dé comienzo a la gesta que se espera culminar en Nervión.

Si bien el Sevilla no mereció más en lo deportivo, la actuación del colegiado alemán Wolfgang Star solo puede calificarse de lamentablemente sibilina. En el centro del campo no midió las acciones de los dos equipos con el mismo rasero, de lo que se aprovechó el equipo que, además, se mostró superior.

La solución en una semana en Nervión. Más de 40.000 sevillistas están en la obligación de emular a las 1.600 gargantas blanquirrojas que, dando una auténtica lección de sevillismo, han estado presente en Do Dragao. Estamos a 90 o 120 minutos de otra semifinal europea. ¿Vamos a dejar de luchar?

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

F.C. Oporto 1 - Sevilla F.C. 0

F.C. Oporto: Fabiano, Danilo, Diego Reyes, Mangala, Alex Sandro, Fernando, Defour (Herrera, m. 69), Carlos Eduardo (Quintero, m. 57), Varela (Ghilas, m. 77), Quaresma y Jackson Martínez.

Sevilla F.C.: Beto, Coke, Pareja, Navarro, Alberto, Reyes (Vitolo, m.73), Iborra (Diogo, m. 62), Carriço, Marin (Gameiro, m. 62), Rakitic y Bacca.

Goles: 1-0, m. 31: Mangala.

Árbitro: El alemán Wolfgang Stark. Amonestó a Jackson Martínez, por el Oporto, y a Alberto Moreno y Reyes, por el Sevilla. Expulsó al local Fernando por doble amonestación, tras sendas entradas a Gameiro en la misma jugada (minuto 86).

Incidencias: Partido correspondiente a la ida de los cuartos de final de la Europa League disputado en el estadio Do Dragao de Oporto ante 31.500 espectadores, mil seiscientos de ellos sevillistas. Terreno de juego en perfectas condiciones.