lunes, 29 de febrero de 2016

2-1. Insuficiente mejor partido como visitante




Asaltar el Camp Nou se antoja siempre misión casi imposible. Solo en seis ocasiones de las 71 visitas anteriores al feudo barcelonista, el Sevilla había logrado la victoria en competición liguera. Y hoy tampoco fue la excepción.

Con todo, el Sevilla ha puesto en serios apuros a un líder inaccesible -también inmarcesible- y alejado de sus más inmediatos seguidores por varias leguas de distancias, principal motivo, quizá, por el que el Sevilla se ha permitido tutearle.
 
El gol de Vitolo, a los 20 minutos de juego, no hizo sino poner en cifras contables lo que, desde el punto de vista futbolístico, estaba ocurriendo sobre el césped del Camp Nou, y todo ello a pesar del aragonés Jaime Latre que, convertido en torpe aprendiz de Mateu Lahoz, "favoreció" el espectáculo dejando jugar, incluso, cuando las infracciones reglamentarias lucían en todo su esplendor.

La calidad indudable del mejor futbolista de todos los tiempos igualó la contienda apenas diez minutos después. Una falta sobre Suárez, idéntica a otras anteriores pasadas por alto, señalada al borde del área, sirvió a Messi para, tras alejar el balón metro y medio de la frontal, ponerlo por encima de la barrera al palo de un Sergio Rico desconcertado que transmite todas las dudas del mundo en este tipo de jugadas, circunstancia que ya debería haber mejorado (al estilo Zapatero con la Economía) a lo largo de dos o tres tardes del master que, al elevado precio de puntos importantes de la clasificación, continúa realizando; lo que le convertirá, sin duda, en un gran guardameta como demostró en otras fases del encuentro, cuestión, por otra parte, que no puede permitirse un club con las aspiraciones del Sevilla FC.

Ya, al comienzo del segundo tiempo, Piqué hizo el segundo pero el tanto del catalán no acabó con las aspiraciones de un Sevilla serio que siguió haciendo su gran juego de desborde y velocidad que llevó, por momentos, la zozobra sobre la meta de Bravo, en especial en un mano a mano que Gameiro estrelló sobre su mano izquierda en una salida a la desesperada.

El 23 de mayo, en Madrid, será la siguiente cita. El Calderón, el escenario. Momentos para soñar con que nada es imposible... ¡ante el mejor equipo del mundo! 

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

FC Barcelona 2 - Sevilla FC 1
 
FC Barcelona: Bravo; Aleix Vidal (Alves, m. 55), Piqué, Mathieu, Alba; Busquets, Sergi Roberto (Rakitic, m. 75), Arda (Iniesta, m. 64); Messi, Neymar y Suárez.
 
Sevilla FC: Sergio Rico; Coke, Rami, Kolodziejczak, Tremoulinas; Cristóforo (Konoplyanka, m. 63), Nzonzi; Vitolo, Iborra (Juan Muñoz, m. 75), Krohn-Dehli; y Gameiro.
 
Goles: 0-1, m. 20: Vitolo. 1-1, m. 31: Messi. 2-1, m. 48: Piqué.
 
Árbitro: El aragonés Santiago Jaime Latre. Mostró cartulina amarilla a Alves, Sergi Roberto y Piqué, por los locales, y a Rami y Kolodziejczak, por el Sevilla.
 
Incidencias: Partido correspondiente a la 26ª jornada de Liga disputado en el Nou Camp con 80.000 espectadores en noche fría. Terreno de juego en perfectas condiciones.

viernes, 26 de febrero de 2016

1-0. Nada en la nevera



 
Como esas veces que te das de bruces con la más absoluta desolación al abrir la nevera: nada de nada en su interior.

Mañana, a partir del mediodía, sorteo mediante, esperemos que se recaliente el ambiente lejos del Círculo Polar Ártico.

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO
 
Molde FK 1 - Sevilla FC 0
 
Molde FK: Horvath; Toivio, Gabrielsen, Frorren, Flo; E. Hestad, B. Hestad (Strande, m. 93), Aursnes; Moström (Strand, m. 79), Elyounoussi y Svendsen (Diop, m. 67).
 
Sevilla FC: David Soria; Mariano, Fazio, Kolodziejczak, Escudero; Carriço, Iborra; Reyes (Krohn-Dehli, m. 54), Banega, Konoplyanka (Diogo, m. 80); y Llorente (Gameiro, m. 61).
 
Gol: 1-0, m. 42: Hestad.
 
Árbitro: El escocés Bobby Madden. Amonestó a Forren, por los noruegos, y a Carriço, por el Sevilla.

Incidencias: Partido correspondiente a la vuelta de los dieciseisavos de final de la UEFA Europa League, disputado en el Aker Stadion de Molde ante 7.500 espectadores, apenas medio centenar de sevillistas entre ellos. Terreno de juego artificial en regulares condiciones tras la nevada previa al partido y la tormenta de agua-nieve durante gran parte del mismo.

miércoles, 24 de febrero de 2016

La madre de todos los escraches



24/02/16. Mi colaboración de ayer en El Demócrata Liberal
 


“No son pocos los que propugnan que lo mejor para España, y para enterrar definitivamente las incertidumbres políticas y económicas, es un pacto a todas luces imposible de usurpadores, PSOE-Ciudadanos”

“Quiénes proclaman el chantaje lo explican como el mal menor necesario que evite un pacto de los socialistas con Podemos que nos expida el billete definitivo al furgón de cola de la economía mundial”

“Pedro pretende obligar a Mariano a que copie su propio estilo ante Pablo, el de felpudo pisoteado, mancillado e indecente”


No, no voy a referirme al sufrido por el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Javier Barbero, a manos de sindicalistas del Colectivo Profesional de Policía Municipal que, además de golpear su coche oficial -sí, han leído bien, su coche oficial que la bicicleta duró una semana- y como perfectos conocedores de la semántica léxica, lo que no es habitual, lo injuriaron al grito de “rojo”, “perroflauta”, o “dictador”… valga la redundancia. Tampoco me referiré al inmediato respaldo de sus compis-escracheadores profesionales que apreciaron ipso facto actitudes fascistoides en el hostigamiento, todo lo contrario que ven cuando son ellos los sujetos activos y peperos los pasivos; está claro que en tales casos, sus acosos siempre son heroicos y fundamentados en la libertad de expresión.

No son pocos los que, todavía a estas alturas, propugnan que lo mejor para España, y para enterrar definitivamente las incertidumbres políticas y económicas, es un pacto a todas luces imposible de usurpadores -léase PSOE, segundo, con los peores resultados de su historia electoral, y Ciudadanos, en su eterno afán por el título de tonto útil del año- propiciado por el fraude que supondría la abstención del partido ganador de las elecciones.

Quiénes proclaman el chantaje lo explican como el mal menor necesario que evite un pacto de los socialistas con Podemos que nos expida el billete definitivo al furgón de cola de la economía mundial donde pastan, por ejemplo, la Grecia de Tsipras en Europa o la Venezuela de Maduro en América. A estos vaticinadores de “lo menos malo” sí me referiré:

Los primeros, los propios socialistas que, sin vergüenza aparente, reconociendo tácitamente la obscenidad de su planteamiento, escrachan desahogadamente al presidente en funciones tirando de demagógico manual: “Tú decides, Mariano, o un gobierno socialdemócrata con Riverita de la Barceloneta (Cornelia dixit), u otro bolivariano-leninista, por el que bebemos los vientos, con el otro Pablo Iglesias; lo mismo nos da que nos da lo mismo”.

Los segundos, los escaldados y las escocidas del partido de la madrileña calle de Génova que, hostigados por la fiscalía y la UDEF -ambas en manos del gobierno, no se olvide- abandonan el barco sabedores de que es para siempre, y de que, con egoísta derrumbamiento y cortedad de miras, arrastrarán al resto al precipicio: “dejemos gobernar a estos antes de que llegue Podemos”. ¡Y se quedan tan panchos!

Los terceros, las nunca insaciables empresas de comunicación que, cegadas de resentimiento por aquella frecuencia televisiva no concedida, ofrecen solo opiniones favorables mientras esperan la canonjía y demuelen proyectos si aquella no llega, y cuyos consejeros delegados, eso sí, serán los primeros en atravesar el charco para continuar “creando opinión” desde el exilio, mientras los moradores a la fuerza de lo que quede al sur de Europa sufrimos las consecuencias de la extorsión.

Los cuartos, los del IBEX subvencionado, a los que, siguiendo el ejemplo anterior, les importa un comino el mañana de aquí si esta tarde reciben tentadoras ofertas de localización por el ancho mundo de la mano de obra barata y de los derechos laborales decimonónicos.

En fin, los quintos y no necesariamente los últimos, los propios ciudadanitas que, inventados con los votos de la derecha renegada, pretenden desde su inopia, desoyendo el pacto tripartito que las urnas entonaron hace ya más de dos meses, encumbrar a un partenaire que continúa escribiendo cartas públicas de amor sincero, que no puro, a los podemitas y con los que les viene poniendo continuamente los cuernos, antes, incluso, de sellar el enlace. Vínculo que, con toda seguridad, está más que gestado con los seguidores del de la coleta en el más absoluto de los silencios (en contra de la pregonada retransmisión en directo de las negociaciones) y que acabará germinando si los nacionalistas, ciscándose otra vez en sus principios, arriman como es habitual el ascua a su achicharrada sardina.

En definitiva, Pedro pretende obligar a Mariano a que copie su propio estilo ante Pablo, el de felpudo pisoteado, mancillado e indecente. Y para ello, este Groucho Marx de la vida, anuncia sin abochornarse y tirando de imprudencia: “estos son mis principios, si no le gustan tengo otros… pero sepa que usted es el único responsable”.

domingo, 21 de febrero de 2016

2-2. Inexplicable e imperdonable

 
Y sin duda, más de lo último, porque nos encanta buscar explicaciones sensatas a la ilógica del fútbol y, tirando de atrevimiento, ahí nos lucimos todos: en haber dejado transcurrir el primer tiempo sin sentenciar están todos los males del pésimo, no por habitual, resultado de hoy.

Dos tiros a los palos, un penalti no señalado y múltiples llegadas sin finalizar con protagonistas concretos, caerán en el olvido en detrimento del creador de todo ello, el hombre de anchas espaldas de nombre Unai y de apellido Emery.

Los goles de Nzonzi e Iborra, en los primeros 20 minutos, han resultado insuficientes ante los desaciertos finales de Krohn-Dehli y de Gameiro ante la meta de Juan Carlos, si bien el francés fue objeto de falta dentro del área en una de las ocasiones en las que envió el balón fuera.

Los dos cambios ofensivos de Paco Jémez alrededor de la media hora de juego dieron el resultado apetecido para los vallecanos: Manucho se adelantó a un paralizado Sergio Rico justo antes del descanso para lograr el gol que les metía en el partido y Miku, ya en el segundo tiempo, cuando más sufrían los locales, hizo lo propio tras una jugada similar, por la derecha en esta ocasión.

Los cambios no reportaron nada nuevo a un Sevilla que, si bien acusó el empate momentáneamente, siguió como hasta entonces, a la búsqueda desesperada del gol salvador que le hubiera dado una victoria merecida, lo que finalmente resultó y le debe servir de lección para proceder a matar los partidos, o concluir los choques, cuando, con el rival entregado, todo está de cara.

Al final, Banega vio la amarilla que le impedirá estar el próximo domingo en el Nou Camp, con lo que con toda seguridad se perderá la primera victoria a domicilio de la temporada. ¿O no?

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

Rayo Vallecano 2 - Sevilla FC 2
 
Rayo Vallecano: Juan Carlos; Tito, Zé Castro, Llorente, Nacho (Manucho, m. 35); Baena (Embarba, m. 28), Trashorras; Bebé (Dorado, m. 78), Jozabed, Pablo Hernández; Miku.
 
Sevilla FC: Sergio Rico; Coke, Rami, Fazio, Tremoulinas; Cristóforo (Carriço, m. 66), Nzonzi, Vitolo (Konoplyanka, m. 80), Iborra (Banega, m, 66), Krohn-Dehli y Gameiro.
 
Goles: 0-1, m. 10: Nzonzi. 0-2, m. 20: Iborra. 1-2, m. 43: Manucho. 2-2, m. 62: Miku.
 
Árbitro: El catalán Estrada Fernández. Amonestó a Baena, Jozabed, Miku, Embarba y Llorente, por los locales, y a Coke y a Banega, por el Sevilla.
 
Incidencias: Partido correspondiente a la 25ª jornada de Liga disputado en el estadio de Vallecas con 12.000 espectadores en mediodía fría. Terreno de juego en buenas condiciones.

viernes, 19 de febrero de 2016

3-0. Molde, ¡contigo empezó todo!




El próximo 18 de mayo, el rey de la UEFA Europa League, el Sevilla FC, está llamado a convertir en repoker los cuatro ases que guarda celosamente en las entrañas de Nervión.
Hoy, tres meses antes, 18 de febrero, ha proclamado en voz bajita aún, sin apenas despeinarse, ante un rival noruego de escasa envergadura y tirando de múltiples rotaciones, que está dispuesto al reto.

En un ambiente desangelado de siete de la tarde, con media entrada en La Bombonera de Dato al comienzo (tres cuartos a partir del descanso), tres goles de sus delanteros han puesto en franquicia una eliminatoria que deberá finiquitarse en siete días entre espectaculares fiordos, cerca del Círculo Polar Ártico.

La mejor noticia, sin duda, ha sido el reencuentro de Fernando Llorente con el gol. El riojano, más participativo, encontrando con más facilidad al compañero, vio puerta por vez primera en el minuto 35 y cerró su cuenta a los cuatro minutos del segundo tiempo. Poco después cedió su puesto a Gameiro entre ovaciones y el francés lo agradeció haciendo el tercero en el 27 de la continuación.

En el plano negativo hoy ha vuelto a “brillar” la extrema frialdad de la grada, en particular la del Gol Norte -llamada a engrandecer la labor de los nuestros- evidenciando la jactancia de títulos que nos puede llevar inevitablemente a la muerte vía atracón de éxitos, todo lo contrario de los 1.500 noruegos que derrocharon gargantas e ilusión, algunos acreedores de una segura pulmonía, sobre los que recayó el espectáculo de una tarde más de competición europea que nosotros vivimos solo como la primera estación para llegar a Basilea donde, entonces sí, podremos recordar que con el Molde empezó todo.

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO
 
Sevilla FC 3 - Molde FK 0
 
Sevilla FC: David Soria; Coke, Carriço, Kolo, Escudero; Nzonzi, Cristóforo (Iborro, m. 68); Vitolo, Banega, Krohn-Dehli (Konoplyanka, m. 73) y Llorente (Gameiro, m. 57).
 
Molde FK: Horvath, Toivio, Gabrielsen, Forren, Flo; Mostrom, Aursnes (Svendsen, m. 81), Hestad, Elyounoussi (Hestad, m. 63); Diouf y Gulbrandsen.
 
Goles: 1-0, m. 35: Llorente. 2-0, m. 49: Llorente. 3-0, m. 72: Gameiro.
 
Árbitro: El lituano Gediminas Mazeika. Amonestó a Gulbrandsen y Diouf, por los noruegos.

Incidencias: Partido correspondiente a la ida de los dieciseisavos de final de la UEFA Europa League, disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante 26.000 espectadores, millar y medio de noruegos entre ellos. Terreno de juego en perfectas condiciones.

miércoles, 17 de febrero de 2016

La importancia de los gestos



17/02/16. Mi colaboración de ayer en El Demócrata Liberal

 
“La pétrea soledad de la mano de Sánchez a la espera de la de Rajoy, quedará para siempre como el símbolo del final de un ciclo que comenzó hace 40 años y al que se le denominó Transición”

“... Casi nadie es conocedor de que el indisculpable gesto de Rajoy tuvo su lastimoso antecedente con motivo de un debate durante las pasadas elecciones municipales en el que la señora Carmena, altaneramente, permaneció de brazos cruzados ante la mano tendida de Esperanza Aguirre”

“Los mensajes no verbales expresan valores culturales, personales, emociones, sentimientos e, incluso, la calidad de las relaciones interpersonales y, en los referidos casos, ha quedado patente el profundo ego y la soberbia de ciertos líderes políticos”


Una imagen vale más que mil palabras; lo mismo podría decirse, no sin razón, de la catarata de comunicaciones implícitas y explícitas que un simple gesto puede llegar a generar.

La comunicación percibida a través de los sentidos, excepción hecha del oído, es conocida como comunicación no verbal, y es la constituida por cualquier tipo de conducta humana, consciente e inconsciente, que pueda ser interpretada como portadora de información.

La puesta en escena del distanciamiento entre los actuales líderes -aunque en franca regresión- de los dos grandes partidos políticos españoles, ha dado pie a múltiples conjeturas sobre la educación, el decoro, la honorabilidad, la dignidad o, incluso, la decencia de sus protagonistas.

La pétrea soledad de la mano de Sánchez a la espera de la de Rajoy, quedará para siempre como el símbolo del final de un ciclo que comenzó hace 40 años y al que se le denominó Transición, que ha dado lugar al periodo más fructífero de la reciente historia de España, y también del profundo desencuentro ante las formas de abordar el inmediato futuro, que van desde la grandeza del ofrecimiento de un perentorio entendimiento entre los adalides de principios trascendentales e innegociables al cicatero egoísmo del megalómano que ve pasar ante sus ojos el primer y único tren hacia la “gloria” en forma de fantasías delirantes de poder.

La desfachatez y el cinismo del abanderado socialista, pretendiente sui géneris al asiento monclovita, tras -en campaña- autotildar de fracaso su previsible derrota electoral, tuvieron su correlato con el grosero e insolente desplante a manos del presidente en funciones, para acabar convirtiéndose en fiel testimonio de lo que, sin que haya trascendido, ocurrió en ese encuentro de 20 minutos del viernes en los que resulta palmariamente imposible conversar de todo lo que dicen que hablaron y sí más que suficientes para ponerse mutuamente “como agua de dos lejías”, que fue lo que con toda seguridad sucedió.

Pero, al igual que ocurre con el lenguaje oral, la interpretación de los gestos dejan al descubierto las distintas acepciones que, desde el más rancio sectarismo, somos capaces de protagonizar tirando del diccionario de la comunicación no verbal: nadie recuerda o, lo que es peor, casi nadie es conocedor de que el indisculpable gesto de Rajoy tuvo su lastimoso antecedente con motivo de un debate durante las pasadas elecciones municipales en el que la señora Carmena, altaneramente, permaneció de brazos cruzados ante la mano tendida de Esperanza Aguirre, sin que la secta levantara la voz o, en todo caso, lo hiciera para aplaudir la fruslería de la exjuez podemita.


Escena que sirve para enlazar con otro gesto inhabitual: la dimisión por sorpresa de la presidenta de los populares madrileños tras los últimos casos de corrupción que acechan a su partido y pareciera que solo a su partido, mientras, en paralelo, otra serie de investigaciones judiciales y policiales que escudriñan al resto de formaciones, especialmente al PSOE, se mantienen en el más absoluto de los mutismos, que no en el anonimato.

Los mensajes no verbales expresan valores culturales, personales, emociones, sentimientos e, incluso, la calidad de las relaciones interpersonales y, en los referidos casos, ha quedado patente el profundo ego y la soberbia de ciertos líderes políticos.

Por lo demás, no puede obviarse que el contexto sociocultural interviene también de manera decisiva en la comunicación no verbal, haciendo que un mismo mensaje se exprese y se capte de forma diferente según la formación del interlocutor. Es por ello que su interpretación también depende del “dialecto cultural” en el que tenga lugar. Así, una vez lanzado el mensaje, llegada la hora de su valoración, toma especial importancia la distinta vara de medir de la ciudadanía con respecto a quien sea el autor del desplante: desde los imparciales que califican de igual manera gestos idénticos a los que, tirando de fanatismo, aseguran sin sonrojo la ruindad del rival cuando el oprobio afecta al suyo y jalean al propio cuando esparcen esa misma vileza hacia los demás.

domingo, 14 de febrero de 2016

2-0. Continúa la rutina

 
Una tarde de perros, no tanto por el frío como por las desagradables ráfagas de viento, ha servido para liquidar un partido áspero y feo por momentos ante un rival inferior que plantó cara durante demasiado tiempo a un Sevilla conservador, sabedor de su potencial, al que le han bastado dos arreones para desnivelar el marcador.

Seis caras nuevas en la titularidad con respecto al partido copero del jueves han servido las rotaciones de hoy: los laterales Mariano y Tremoulinas, los mediocentros Cristóforo y Nzonzi, y los interiores Konoplyanka y Reyes. El trabajo de los dos últimos, sin lucir durante el tiempo del que dispusieron, como el resto del equipo, lo aprovecharon después Vitolo y Krohn-Dehli para facilitar los goles salvadores y un par de claras ocasiones.

El control del esférico por parte sevillista, sin velocidad en el juego, ha sido contrarestado fácilmente por el sistema de contención canario sin demasiados esfuerzos. Bastaron dos jugadas de rápida triangulación para acabar con el entramado y sumar tres nuevos puntos, tras los goles de Banega y Gameiro, con los que se alcanza la cifra de 40.

A destacar el medio millar de animosos seguidores amarillos que, aportando colorido futbolístico a la anodina tarde, han dado un espectacular repaso a la afligida grada de animación sevillista, extremadamente plomiza como la tarde, indiferente, vulgar y anodina como nunca lo fue.

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

Sevilla FC 2 - UD Las Palmas 0
 
Sevilla FC: Sergio Rico; Mariano, Rami, Kolodziejczak, Tremoulinas; Cristóforo, Nzonzi; Reyes (Vitolo, m. 57), Banega, Konoplyanka (Krohn-Dehli, m. 66); y Gameiro (Juan Muñoz, m. 79).
 
UD Las Palmas: Javi Varas; David García (Nili, m. 79), Aythami, Bigas, Garrido; Roque Mesa (Hernán, m. 72), Wakaso, Jonathan Viera, Tana; El Zhar y Willian José (Araujo, m. 84).
 
Goles: 1-0, m. 69: Banega. 2-0, m. 75: Gameiro.
 
Árbitro: El navarro Prieto Iglesias. Mostró tarjeta amarilla a Kolodziejczak, por el Sevilla, y a Garrido, Willian José y Wakaso, por los canarios.
 
Incidencias: Partido correspondiente a la 24ª jornada de Liga disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán con unos 36.000 espectadores en tarde ventosa, con ocasionales chubascos. Terreno de juego en perfectas condiciones.

viernes, 12 de febrero de 2016

2-2. ¿Otra final? Sí, y no de waterpolo


“Yo no mandé a mis naves a luchar contra los elementos”. Todo lo contrario de un Felipe II de la vida, Unai Emery, el mejor entrenador de la historia del Sevilla, en ningún momento ha achacado al diluvio vigués los apuros, si así pueden llamarse, para superar el trámite de hoy en Balaídos.

Y esa, sin duda, ha sido la gran rémora que ha pesado sobre el espectáculo de esta noche y en la que los locales, contrariamente a los nuestros, se han sentido como pez en el agua en ese diluvio universal que dio comienzo con el pitido inicial de Martínez Munuera.

La noche de perros ha hecho especial mella en un Sergio Rico claramente desacostumbrado a esas incesantes rachas de viento y agua sobre su rostro. El dominio del esférico que el Sevilla cedió gustoso a los gallegos tuvo reflejo en el marcador merced a Iago Aspas que aprovechó sendas desaplicaciones, en el 35 de la primera parte y en el 10 de la segunda, para adelantar a un Celta que soñó con una remontada imposible, sobretodo cuando, a renglón seguido, un minuto después, Ever Banega hacía el primer tanto sevillista y ponía distancias siderales en las que, ya de por sí, eran descomunales.

Nadie dijo, salvo los cuatro “vendeburras” de siempre, que iba a ser fácil. Para que Kolo, Rami y Nzonzi estuvieran en la final (la gran preocupación) había que superar previamente la segunda parte de las semifinales; en caso contrario, ni ellos tres, ni el resto de la plantilla, estarían frente al FC Barcelona en escenario todavía por designar.

Con un doble error del colegiado en la misma jugada (penalti inexistente del cancerbero sevillista y tarjeta amarilla en lugar de la roja) dio comienzo el recital de desaciertos que culminó con una tarjeta amarilla a Nzonzi, absolutamente inmerecida, y a resultas su expulsión con el partido terminado, lo que le impedirá estar en la final. Sin duda, el aguacero caído sobre Balaídos ha exigido un esfuerzo añadido a los 28 protagonistas del encuentro, convirtiéndose en el mejor aliado de un Celta que lo ha intentado pero que, cierto es, lo más cerca que ha estado de la final ha sido a tres goles y, para colmo, esa “proximidad” le duró justo un minuto como ha quedado apuntado.

Otra final, sí, y no de waterpolo, la decimotercera en diez años (y eso de momento, a la espera de lo que ocurra con “nuestra” competición favorita) y otra final de la Supercopa de España en ciernes, salvo que cuatro de sus perseguidores sean capaces de superar a los catalanes en la clasificación liguera o salvo que Cataluña logre la independencia de aquí a tres meses. ¿Hay quien dé más?

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

RC Celta de Vigo 2 - Sevilla FC 2
 
RC Celta de Vigo: Rubén, Hugo Mallo, Sergi Gómez, Carles Planas; Wass (Jonny, m. 65), Bongonda, Marcelo Díaz (Radoja, m. 68), Orellana, Pablo Hernández, Iago Aspas y Guidetti.
 
Sevilla FC: Sergio Rico; Coke, Rami, Kolo, Escudero; Iborra (Nzonzi, m. 56), Carriço (Cristóforo, m. 63); Vitolo, Banega (Konoplyanka, m. 72), Krohn-Dehli y Gameiro.
 
Goles: 1-0, m. 35, Iago Aspas; 2-0, m. 55, Aspas; 2-1, m. 56, Banega; 2-2, m. 87, Konoplyanka.
 
Árbitro: El valenciano Martínez Munuera. Amonestó a Planas y Pablo Hernández, por los gallegos, y a Banega, Sergio Rico, Gameiro y Nzonzi, por el Sevilla, al que expulsó, por doble amarilla una vez acabado el encuentro.
 
Incidencias: Partido correspondiente a la vuelta de las semifinales de la Copa de S.M. El Rey disputado en el estadio de Balaídos con 16.000 espectadores en noche de diluvio universal. Terreno de juego en malas condiciones por la lluvia.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Ley del Talión vs. indulto



10/02/16. Mi colaboración de ayer en El Demócrata Liberal
 


“Tras la aprobación de la Constitución han resultado agraciados con este premio gordo del Consejo de Ministros [el indulto] casi 18.000 condenados en firme”

“La institución, tal y como continúa regulada en España, engarza con la concepción de la monarquía absoluta y con su utilización arbitraria en la mayoría de las ocasiones”

“No, no vale aplicar la ley del Talión de hace casi cuatro milenios para, a renglón seguido, solicitar el indulto que redima la pena”


Ayer publicó el BOE el Real Decreto 48/2016, aprobado en el último Consejo de Ministros, que concede un indulto parcial a María Salmerón, adoptado en contra del criterio del fiscal y del juzgado que la condenó a seis meses de cárcel. La condenada, que debía ingresar en prisión el mismo viernes por un delito de desobediencia al incumplir de forma reiterada el régimen de visitas del otro progenitor, finalmente no irá a la cárcel, aunque deberá cumplir su culpa con trabajos a la comunidad.

El ejecutivo en funciones, con el aplauso casi unánime de la opinión publicada -y por tanto, de la pública- ha valorado que la protección de los derechos del menor está por encima del cumplimiento del régimen de visitas del padre, exonerando a la madre de la pena impuesta en firme.

Tras la aprobación de la Constitución han resultado agraciados con este premio gordo del Consejo de Ministros casi 18.000 condenados en firme, destacando en su afán benéfico los gobiernos de Felipe González y de José María Aznar, que indultaron a casi 6.000 penados por barba. Entre las medidas de gracia, socialmente muy reprobadas, “brillan” la del presidente cántabro, Juan Hormaechea, condenado por prevaricación y malversación de fondos públicos a 6 años de prisión y 14 de inhabilitación, y dos veces indultado, una por González y otra por Zapatero; o la del exalcalde de Marbella, Jesús Gil, que también obtuvo el perdón de uno de los gobiernos del primer citado; sin olvidar -motivo por el que la semana pasada el Tribunal Supremo ha dado vía libre para investigar al ya “supervisor de nubes”- el último indulto otorgado por el presidente Zapatero en funciones, con el que benefició a Alfredo Sáenz, número dos de Botín y condenado en firme por un delito de falsa acusación que le impedía ejercer funciones en la Banca; o, en fin, los llevados a término de la mano de Ruiz Gallardón a favor de condenados por corrupción del PP y de CiU.

Pero, ¿es concebible hoy la figura jurídica del indulto? Bueno es saber que todos los países democráticos de nuestro entorno la contemplan, haciendo recaer la decisión última en sus más altas jerarquías. En España, su regulación data de 1870, mediante ley de 18 de junio. Varias reformas posteriores han tratado de acompasar la norma decimonónica con el artículo 62 de nuestra Constitución que consagra en la figura del Rey “el derecho de gracia con arreglo a la ley, que no podrá autorizar indultos generales”. Resulta, pues, que actualmente el indulto “es una medida de gracia, de carácter excepcional, consistente en la remisión total o parcial de las penas de los condenados por sentencia firme, que otorga el Rey, a propuesta del Ministerio de Justicia, previa deliberación del Consejo de Ministros”, siempre que no cause perjuicio a tercera persona o lastime sus derechos y que, cuando el delito fuere de los que solamente se persiguen a instancia de parte, haya sido oída la parte ofendida.

La institución, tal y como continúa regulada en España, engarza con la concepción de la monarquía absoluta y con su utilización arbitraria en la mayoría de las ocasiones, motivo por el que, desde el concepto de un estado de Derecho del siglo XXI, requiere de cambios adecuados a la realidad social del momento.

Imitando al recurso extraordinario de revisión de condenas firmes, en el que se conjugan los principios de seguridad jurídica y de justicia, la nueva regulación de la figura del indulto ha de constreñirse a supuestos excepcionales y limitados, desterrando de un plumazo los relacionados con la corrupción, el terrorismo o los delitos contra las personas, y -en aras de la división de poderes- asignarse a quien tiene la competencia constitucional para juzgar y hacer ejecutar lo juzgado.

El indulto, como tal, no puede ser calificado como derecho, ni siquiera como prerrogativa, en todo caso se trataría de una potestad en manos del tribunal sentenciador. Sin su beneplácito, o el de la Sala correspondiente del Tribunal Supremo que tendría la última palabra, el mandato constitucional que hace recaer sobre el Rey el derecho de gracia, no debería gozar de virtualidad.

Como el de Salmerón, son múltiples los casos en los que el ofendido, u otra persona en su nombre, han tomado la justicia por su propia mano, hechos que en ocasiones, pueden honrarles a los ojos de la sociedad ante las decisiones de una justicia legalista e insuficiente, pero quienes lo lleven a término han de ser conscientes de que “el que la hace la paga” y que han de apechugar, por tanto, con las consecuencias jurídicas que la revancha conlleve. No, no vale aplicar la ley del Talión de hace casi cuatro milenios para, a renglón seguido, solicitar el indulto que redima la pena. Eso y una nación sin ley son la misma cosa.

domingo, 7 de febrero de 2016

1-1. Punto salvífico

 
No era lo esperado. El crecimiento en cuanto a presencia y poderío que había manifestado el Sevilla de los últimos partidos, invitaba a creer en la posibilidad de cosechar hoy la primera victoria liguera lejos de Nervión. El resultado final, a la luz de los condicionantes del encuentro, hay que entenderlo por un lado como bueno, al mantenerse las distancias con los inmediatos perseguidores, y negativo por otro, y por las mismas circunstancias, en lo que respecta al Villarreal que ocupa la pretendida cuarta plaza.

Dos tarjetas, en los minutos 2 y 25, dieron con los huesos del reaparecido Fazio en el vestuario, con más de dos tercios de choque por delante. La segunda tarjeta del argentino, tras el derribo de un rival a todas luces innecesario, acabó con los planes de Emery para intentar cosechar la perseguida victoria foránea de este Sevilla 2015/2016. El nivel sancionador de Velasco Carballo no tuvo continuidad en los minutos siguientes, perdonando hasta en dos ocasiones la segunda amarilla a Sergi Gómez, ahorrándose la tarjeta amarilla en otras tantas entradas punibles y no advirtiendo una clara agresión sobre Vitolo, acción que dejó las correspondientes huellas de los tacos del adversario en las costillas del canario.

Hasta entonces la igualdad se manifestaba en el terreno de juego, con dos equipos estudiándose y temiéndose mutuamente y con la única idea de aprovechar una de las pocas ocasiones que podían preverse. Así fue como el Sevilla, ya en inferioridad, se adelantó al filo del descanso, al aprovechar Carriço un rechace de Sergio tras remate de cabeza de Fernando Llorente.

El esperado monólogo celtiña del segundo tiempo hizo su aparición. La infinita posesión de los locales no se traducía en demasiadas ocasiones claras. Solo el gol de Beauvue y una internada que acabó con una gran parada de Sergio Rico fueron sus únicos acercamientos con peligro real; por parte sevillista, Nzonzi, en otra jugada a balón parado, envió el balón a la base del poste izquierdo local.

La lucha sin cuartel de todo el equipo para suplir con éxito la inferioridad numérica ha tenido su máxima expresión en Nzonzi, Mariano y Carriço que, además, son los que han aportado los mejores detalles de calidad en un desagradable encuentro para la vista del buen aficionado.

Pero, como siempre decimos, si no se puede ganar al menos hay que empatar y este equipo, serio y contundente, ha vuelto a hacerlo en la tarde de hoy. Hay que exigir más en cuanto a estadística se refiere, así ha de ser siempre, pero nada puede objetarse a los que han defendiendo el pabellón sevillista en tierras pontevedresas.

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

RC Celta de Vigo 1 - Sevilla FC 1
 
RC Celta de Vigo: Sergio; Jony (Guidetti, m. 61), Cabral, Sergi Gómez, Planas; P. Hernández, Radoja (Marcelo Díaz, m. 61)Wass; Beauvue, Aspas y Bongonda.
 
Sevilla FC: Rico; Mariano, Rami, Fazio, Escudero; Carriço, Nzonzi; Reyes, Krohn-Dehli, Konoplyanka (Vitolo, m. 58); y Llorente.
 
Goles: 0-1, m. 43: Carriço. 1-1, m. 63: Beauvue.
 
Árbitro: El madrileño Velasco Carballo. Amonestó a Sergi Gómez, Bongonda y Aspas, por los locales, y a Konoplyanka, Escudero y Sergio Rico, por el Sevilla. Expulsó a Fazio por doble amarilla en el minuto 25.
 
Incidencias: Partido correspondiente a la 23ª jornada de Liga disputado en el estadio de Balaídos con 16.000 espectadores en tarde lluviosa. Terreno de juego en buenas condiciones.

viernes, 5 de febrero de 2016

4-0. ¡Buena pinta!

 
Acostumbrados al éxito, ebrios de gloria, resulta que hoy estábamos enfrentando el primer round de otras semifinales coperas y, sin embargo, nada o casi nada se había contemplado al respecto en las previas; nadie o casi nadie sufría ese extraño “nervioneo” de las grandes ocasiones que recorre desde el diafragma al colon descente.

Así, como el que no lo quiere, el Grande del Sur de España se había vuelto a plantar a dos partidos de otra final nacional sin jolgorios ni alharacas, si acaso más bien temerosos todos de que la ilusión celtiña nos sacara a base de fútbol y de pegada -que de ambos tiene- de la resaca del “bienacostumbrao”.

Sin embargo, este Sevilla no da opciones cuando huele plata. Emery lo ha vuelto a hacer. Entre rajada y rajada de los cuatro incompetentes bocazas de siempre, eso sí cada vez más tapaditos, ha configurado un once, que en realidad son 25, con hambre de títulos, con ansias de éxitos. Notables todos; sobresalientes Banega, Vitolo y Gameiro; excepcionales Coke, Kolo y Nzonzi, sí, Coke, Kolo y Nzonzi, dejando en evidencia a los grotescos “seleccionadores de taberna”.

La igualdad táctica del primer tiempo la rompió Rami en el último minuto del primer tiempo cuando aprovechó -otra vez el balón parado reportando éxitos- un preciso servicio desde la esquina izquierda de Rubén Blanco. El partido pudo desequilibrase antes, cuando Clos Gómez señaló el punto de penalti tras agarrón de Sergi Gómez a Vitolo. Sin embargo, el lanzamiento de Gameiro fue interceptado por el joven y buen cancerbero gallego que tuvo brillantes intervenciones. Ya en el primer tercio del segundo tiempo, cuando el Celta comenzaba a presionar más adelantado en busca del gol salvador en campo contrario, apareció “le petit français”, rápido, desbordante, para, en dos minutos plantarse consecutivamente ante la meta rival y hacer dos golazos que supieron a gloria, igual que el conseguido por Krohn-Dehli en los minutos de la basura de otro partido para la historia.

Llamada final de atención: no hay nada hecho; el fútbol ha dado muestras sobradas de la incertidumbre que es capaz de generar ese esférico caprichoso. Como ejemplo, baste recordar aquel mayo de 2007, cuando todos esperábamos al FC Barcelona en la gran final del Bernabéu y fue el Getafe (que finalmente sucumbió a manos del Sevilla) el que volteó en su feudo (4-0) el marcador adverso que traía del Nou Camp (5-2). El resultado pinta bien, cierto es. Disfrutemos, pero apretemos los dientes y hagamos bueno en Balaídos el espectáculo de esta noche.

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

Sevilla FC 4 - RC Celta de Vigo 0
 
Sevilla FC: Sergio Rico; Coke, Rami, Kolo, Tremoulinas; Nzonzi, Cristóforo (Carriço, m. 70), Banega, Vitolo, Krohn-Dehli; y Gameiro (Llorente, m.79).
 
RC Celta de Vigo: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Sergi Gómez, Cabral, Jonny; Radoja; Wass (Marcelo Diaz, m. 83), Pablo Hernández; Iago Aspas, Orellana, y Guidetti (Beauvue, m. 77 ).
 
Goles: 1-0, m. 45, Rami; 2-0, m. 59, Gameiro; 3-0, m. 61, Gameiro; 4-0, m. 86, Krohn-Dehli.
 
Árbitro: El aragonés Clos Gómez. Amonestó a Rami, Krohn-Dehli, Llorente y Coke, por el Sevilla, y a Iago Aspas, Sergi Gómez, Wass y Radoja, por los vigueses.
 
Incidencias: Partido correspondiente a la ida de las semifinales de la Copa de S.M. El Rey disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 38.000 espectadores (casi dos centenares de seguidores gallegos) en noche no excesivamente fría. Terreno de juego en perfectas condiciones.

miércoles, 3 de febrero de 2016

Bankia y su injusta relación con la justicia




03/02/16. Mi colaboración de ayer en El Demócrata Liberal

 
“¡Que el desatino lo paguen los españoles, que para eso, como los romanos, tienen el pecho de lata!”

“¿En cabeza de quién cabe que todos tengamos que pagar, además del desatino de banqueros y políticos sin escrúpulos, los afanes, cuando no la avaricia, de quien pretende ganar dinero en bolsa?”


La última sentencia salida de los fogones del Tribunal Supremo, vuelve a mostrarse a los ojos de la mayoría como todo un canto a la sinrazón, a la arbitrariedad y, por tanto, a la injusticia.

El fallo, en toda la extensión de la palabra, da vía libre a recuperar su inversión a todos los que, en julio de 2011 -importante retener la fecha- adquirieron acciones de Bankia con motivo de su salida a Bolsa. Los motivos esgrimidos por los altos togados de inmaculadas puñetas no son otros que “las graves inexactitudes incluidas en el folleto de la oferta pública de suscripción”.

Y sus señorías se quedan tan panchos: “¡que el desatino lo paguen los españoles, que para eso, como los romanos, tienen el pecho de lata!”. De tamaño dislate en forma de mil quinientos millones de euros que nos tocará apoquinar, ni una palabra, ni un reproche, para los auténticos culpables: entiéndanse como primeros espadas Elena Salgado, vicepresidenta del gobierno y ministra de Economía y Hacienda (y de la Costa Azul), y Miguel Ángel Fernández Ordóñez, MAFO para los amigos, gobernador del Banco de España entre 2006 y 2012, que se pasó por el forro de su incompetencia los devastadores informes de “su” Dirección General de Supervisión Bancaria, centro directivo que acabó reduciendo a la mínima expresión, previa censura de los inspectores diligentes y en favor de los dóciles y sumisos que, al mejor estilo de la administración paralela, comenzaron a florecer; mejor, a ascender. Nada nuevo, por otra parte, en la constelación de ZP, el que por aquel entonces, confluyendo planetas y toda suerte de asteroides, presentaba en Washington, invitado por el FMI, sin sonrojo aparente y a los pies de Obama, “el sistema financiero más sólido del planeta”. De aquellos polvos de estrellas, estos lodos de la sima en la que nos han apantanado tanto lego y aprovechado.

Pero la emisión no solo fue dirigida por MAFO, al servicio de su Virrey de la Moncloa, sino autorizada con toda solemnidad por la Comisión Nacional del Mercado de Valores y aprobada por las más prestigiosas auditoras a nivel mundial, sin echar en olvido a UGT, ni a CCOO, ni a la patronal, cuyos representantes, mientras tiraban de tarjetas tan negras como su honradez, motivo por el que ayer supimos que van a ser juzgados en la Audiencia Nacional, refrendaban todo lo que le ponían por delante para bendecir la operación. Año y medio antes, los partidos políticos ya habían hecho de las suyas cuando, caído en desgracia Miguel Blesa, con todas las bendiciones del Partido Popular madrileño, arribaba rutilante a la entonces Caja Madrid Rodrigo Rato como presidente, de la mano de sus vicepresidentes, a saber: Fernández Norniella, su hombre de confianza; Virgilio Zapatero, en representación del Partido Socialista de Madrid, y José Antonio Moral Santín, por Izquierda Unida, sin que ya pueda ocultarse, a estas alturas, que deambulaba por allí un tal Pedro Sánchez, el mismo que, tras previo y ventajoso préstamo hipotecario “de la casa”, santificó con su presencia en forma de voto favorable la asamblea que respaldó el negocio.

¿Que se engañaron a algunos preferentistas? Que paguen por ello los responsables con su patrimonio y con el Código Penal. Aquí quedan apuntados unos pocos. Al resto, a la mayoría de los que compraron acciones para lucrarse lícitamente, solo les queda apechugar con el riesgo. ¿En cabeza de quién cabe que todos tengamos que pagar, además del desatino de banqueros y políticos sin escrúpulos, los afanes, cuando no la avaricia, de quien pretende ganar dinero en bolsa?

Si la operación hubiera sido un éxito y hubiera reportado a los inversores pingües beneficios, ¿vendrían ahora los jueces del Supremo negándoles sus legítimas rentas en beneficio de los paganinis de siempre? ¡Anda y que os den!