sábado, 31 de octubre de 2015

2-1. Vuelta a las andadas. Y subversión arbitral




El Sevilla ha vuelto hoy a defraudar, a ofrecer una imagen que en nada se compadece con la de los últimos encuentros. Todo lo contrario: la apariencia, el perfil de Málaga, Las Palmas, Levante... han vuelto a hacer su aparición en una noche de Halloween que ya parecía superada.

Un Sevilla acongojado, con apenas posesión del esférico, ha entregado un partido ante un rival directo que, merecidamente, cosechó los tres puntos, sencillamente porque fue a por ellos desde el inicio.

Este sería el resumen de una crónica en la que se pretenda una forzada abstracción de otros condicionantes exógenos al puro combate deportivo y que pueden resumirse en un claro penalti sobre Gameiro en el minuto 18 ignorado por Sánchez Martínez, justo seis antes de que Mario aprovechara un balón sin dueño en el área chica de Sergio Rico, y otros dos en el segundo tiempo, uno sobre Rami y otro sobre Krychowiak en las mismas narices del "primo de Manolete" y que el murciano, más gallego que nunca, volvió a pasar por alto. El último llegó en el alargue del encuentro, cuando el Sevilla, tras el gol de Llorente que le metió en el encuentro, más presionaba sobre la meta de un inédito Areola.


Otras eventualidades: la lesión de Gameiro que, con los tres cambios realizados, obligó al Sevilla a jugar con diez y la inexplicable sustitución de Coke que parece va a convertirse en habitual.
¡Y vuelta la burra al trigo!

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

Villarreal CF 2 - Sevilla FC 1
 
Villarreal CF: Areola, Mario, Bailly (Bonera, m. 83), Víctor Ruiz, Jaume Costa, Dos Santos, Bruno, Trigueros (Pina, m. 64), Denis Suárez, Soldado y Bakambu (Nahuel, m. 72).
 
Sevilla FC: Rico, Coke (Mariano, m. 61) Rami, Kolo, Tremoulinas, Krychowiak, Iborra (Llorente, m. 69), Konoplyanka, Krohn-Dehli (Nzonzi, m. 60), Vitolo; Gameiro.
 
Goles: 1-0, m. 24: Mario. 2-0, m. 60: Bakambu. 2-1, m. 75: Llorente.
 
Árbitro: El murciano Sánchez Martínez. Amonestó a Bailly, Bakambu, Soldado y Costa, por el Villarreal, y a Iborra, Rami y Konoplyanka, por el Sevilla.
 
Incidencias: Partido correspondiente a la 10ª jornada de Liga disputado en el estadio de Ipurúa ante 11.000 espectadores en noche otoñal. Terreno de juego en buenas condiciones.

miércoles, 28 de octubre de 2015

Una EPA de pena y un compromiso cumplido



28/10/15. Mi colaboración de ayer en El Demócrata Liberal


Los datos aportados el pasado jueves por la última Encuesta de Población Activa publicada, la correspondiente al tercer trimestre del año en curso, siguen dibujando un panorama desolador en Andalucía, donde el paro se incrementó en 21.500 personas en los últimos tres meses, lo que sitúa el número total en 1.281.900 parados, frente a los 2.758.100 de ocupados, elevando la tasa de paro al 31,73 por ciento, casi 11 puntos superior a la media nacional y superando ya a Melilla en tan patético ranking. Un escenario desértico e infecundo donde uno de cada tres ciudadanos dispuestos a trabajar no puede hacerlo y en el que las políticas de igualdad tan del gusto de la casta solo aparecen para mostrar la paridad entre el número de desempleados (652.300) y de desempleadas (629.600), ligeramente favorable a las mujeres.

Pero el deprimente y desalentador dato lo es todavía más al haberse producido en un periodo donde el paro menguó, con la excepción también de Navarra, en todas las comunidades autónomas, lo que ha supuesto en el conjunto de España 300.000 personas menos desempleadas, un 5,79 % menos que hace tres meses, registrándose el mayor descenso desde que estalló la crisis económica; cifra que se elevaría, en medio punto, al 6,21 % si los andaluces nos hubiésemos conformado con que el comportamiento de nuestra región hubiese sido similar a la de la media nacional, aspiración nimia por otra parte si nuestra pretensión gravita, como debiera ser, en ganar posiciones para abandonar el furgón de cola del paro nacional y europeo.

Tras este recorte del desempleo nacional, el número total de parados alcanza la cifra de 4.850.800 personas, y la tasa de paro se sitúa en el 21,18 por ciento, su menor nivel desde el segundo trimestre de 2011, cuando todavía ZP campaba por sus respetos y aún se complacía de un semestre por delante en su desesperado intento de lacerar aún más a la nación y a una economía a la que llevó al borde mismo del abismo, y para la que, a continuación, sus herederos, desde los bancos de la oposición y disfrazados de bomberos pirómanos, ofrecieron el rescate de la troika financiera como única solución al agujero de 70.000 millones de euros que dejaron en las arcas, lo que hubiera convertido el ya de por sí desértico panorama español en un infierno inextinguible.

El éxito, con ser importante y sin vanagloriarse por lo mucho que aún queda por hacer, no es el resultado que ahora se contempla, lo auténticamente complejo y meritorio ha consistido en torcer la pendiente de una recta, la del desempleo, próxima a la vertical y llegar a revertirla.

A menos de ocho semanas de las elecciones generales convocadas ayer por el presidente, el gobierno de Mariano Rajoy ha cumplido su promesa, un compromiso que hace cuatro años era para muchos destripaterrones un brindis al sol y que hoy, bien es cierto que a base de tan necesarias como discutidas reformas, se ofrece al resto de Europa como palmaria ilustración de una idea de estado contrapuesta con la que prometen otras agregaciones de población tales como Grecia y que, todavía hoy, se nos pone de ejemplo por teorizadores de la ruina igualitaria.

Cierto es que este gobierno de tecnócratas ha dejado de la mano otras actuaciones igual de necesarias que, de la mano de la alta política, hubiesen proporcionado alegrías a los liberales de un país ávido de noticias en ese sentido: la despolitización de la justicia, que finiquitara la -solo- aparente independencia de los poderes públicos, o la planificación consensuada de la Educación que concluyera con facciones y sectarismos inútiles, debieran haberse acometido sin recelos en un desesperado intento por cuadrar un círculo que, cada vez, se vislumbra más imposible. Indiscutible es también que ha relegado los réditos que proporcionan las prácticas que llegan de la mano de la política de vía estrecha y de la mugrienta demagogia, esas que llenan los ojos de los televidentes en horas de máxima audiencia. ¡Bien por ellos y mal por sus resultados!, como tendrán ocasión de comprobar cuando los españoles encaminen de nuevo sus pasos hacia las urnas.

Naturalmente que queda mucho por hacer, cierto es que el número de empleados hace cuatro años superaba al actual y, por tanto, el éxito ha de compartirse con los meritorios españoles que, con más o menos formación, con más o menos posibilidades, eligieron, huyendo del subsidio y de la subvención, la vía del “exilio” para encontrar acomodo a sus inquietudes, sin olvidar también el sacrificio del millón de personas que ha retornado a sus países de origen, despreciando y repudiando el “papeles para todos” del ínclito supervisor de nubes y cuya puesta en funcionamiento supuso la afluencia de tres millones de almas que, sin tener asegurada la subsistencia, llegaron a España con sus alforjas colmadas de ilusión.

Por cierto, ni una palabra al respecto del Gobierno andaluz -tampoco de su muleta “ciudadana”-, el mismo que tarda segundo y medio en comparecer para encumbrar sus políticas, en detrimento de las del ejecutivo central, en las escasas y puntuales ocasiones en las que los datos andaluces del desempleo son menos perjudiciales (nunca favorables) que los del conjunto de la nación.

martes, 27 de octubre de 2015

¿Siempre tienen que jugar los mejores?



 
Es la moda invariable en derredor del Sevilla FC, el mantra que se suelta sin sonrojo aparente en las redes sociales, en cualquier taberna, a cualquier hora, por los “entendidos” del deporte rey, por esos perennes “hombres de fútbol” conocedores de los entresijos del vestuario sevillista e inventores, junto a los escoceses, de esto del balompié. Lo tienen claro: “La culpa, del maestro armero”, no porque Unai Emery naciera en Eibar, que lo hizo a 75 kilómetros en la también guipuzcoana Fuenterrabía, sino para mostrar con claridad el destino de sus fobias, de su aversión, cuando las cosas no marchan como a todos nos gusta que vayan.
 
Hasta mi admirado Antonio García Barbeito se ha unido en ABC al coro de esa verdad a medias por la que claman los infalibles: “en el campo han de estar siempre los mejores”, proclaman -proclama- obviando que tal aserto no puede culminarse con un tajante punto y final y que, necesariamente, ha de ir seguido de otro igual de notable: “… siempre que estén bien, en las mejores condiciones físicas y técnicas”.
 
No, Antonio y queridos destrozabanquillos, no: Banega y Konoplyanka no pueden jugar con las dos piernas escayoladas, como aseguras tirando de hipérbole, sencillamente porque cuando el mister necesite a Reyes, Vitolo, Nzonzi, Iborra o Krohn-Dehli, puede recibir y con razón sus desairadas negativas. ¿O ya no nos acordamos del estado físico en el que llegó Banega de la Copa América y el tiempo apartado por su lesión, o la actitud del propio Konoplyanka, y sus disgustos con la báscula, rechazando la camiseta cada vez que ha disfrutado de minutos en el comienzo de esta temporada?
 
Nueve partidos, nueve, aseguran que ha tardado el técnico en dar con la tecla del once ideal, con una alineación al parecer ya definitiva, que "nos reportará nuevas glorias…", como si eso fuera coser y cantar y como si dos y dos siempre fueran cuatro en este mundillo futbolístico.
 
Así, tan ventajista como oportunistamente, se mancilla la imagen del mejor entrenador que ha sentado sus reales en el banquillo de Nervión y en el que se ha entretenido, como el que no quiere la cosa, en las dos temporadas que ha completado con el Grande del Sur de Europa, en clasificar al equipo en la quinta posición liguera y en conseguir dos títulos europeos, algo a lo que, al parecer, están muy acostumbrados estos patrones de la crítica extravagante. Y todo ello soportando estoicamente los desmantelamientos sucesivos de una plantilla que han abandonado, año tras año, sus mejores hombres y a la que se han incorporado 30 caras nuevas, treinta, amén de los canteranos, en los tres últimos veranos.
 
Nueve partidos, nueve, cierto es -y esto lo digo yo- en el que el entrenador le ha dicho con meridiana claridad a los suyos que no tiene preferencias y que los buenos, para convertirse en titulares indiscutibles, deben demostrarlo en el campo de entrenamiento y en los partidos oficiales, porque un currículum presentado ayer, ya es historia hoy. Y si no que se lo digan a Marcelo Campanal.

domingo, 25 de octubre de 2015

5-0. Emery por fin... atiende a los "sabios"



Ese, seguro que ese ha sido el motivo del rutilante éxito de hoy. O quizá tampoco; habrá quien más bien lo achaque a la "pachanguita" que ha dispuesto Fran Escribá para delirio de los sevillistas que han vuelto a poblar hoy la mayoría de asientos del Ramón Sánchez Pizjuán.

Tras el espectáculo de fuegos artificiales del pasado miércoles en Manchester se esperaba con ansiedad el encuentro ante el Getafe para vislumbrar si lo acontecido en las islas británicas era flor de un día, y por lo tanto se volvía hoy a la traca, o que, por fin, el técnico había encontrado el diáfano camino marcado por los múltiples "profetas" que pueblan las gradas y las redes sociales, esos que dan lecciones a diestro y siniestro, los que siempre tienen algo que decir, los que siempre aciertan tras el pitido final, en definitiva, lo que sientan cátedra... un tanto vergonzosamente, hay que decir.

Y es que el resultado, digan lo que digan los defensores del "jogo bonito", lo es todo en este mundo del fútbol tan dado a valoraciones que pasan del blanco al negro sin pudor, principalmente por parte de los desconocedores de la profusa gama de grises que se desparrama en derredor del rey de los deportes. Así, los que crucificaban hasta el minuto 82 del partido del miércoles a Coke, degollaban en el 83 al entrenador cuando osó sacarlo del terreno de juego para dar entrada a Mariano, los mismos que hoy, tras el buen partido del brasileño, se preguntan por qué el técnico no le ha dado más participación.

Caso parecido ocurre con Konoplyanka, el ucranio que hoy ha embelesado incluso a los que lo calificaban de bluf hasta ayer, a los que, para mantener en el nivel adecuado sus jugos biliares, siempre lanzan un mismo y triunfal mensaje al entrenador: "en el campo tienen que estar los buenos siempre", poniendo punto final a una frase que debiera concluir, tras los correspondientes puntos suspensivos: "... siempre que estén bien", aspecto que, por otra parte, solo conoce el técnico como nadie.

¡Ah, el partido!: 5-0 y tres penaltis, más otro que se tragó el colegiado vasco, todos cuando el marcador ya evidenciaba en el descanso las diferencias entre los rivales.

¡Otra vez será! Mal día para hacer dispendios de adrenalina, aunque, eso sí, tiene como contrapartida que la próxima vez estará el depósito rebosando.

VÍDEOS DEL PARTIDO:

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

Sevilla FC 5 - Getafe CF 0
 
Sevilla FC: Sergio Rico, Mariano, Rami, Kolo, Tremoulinas; Iborra (Nzonzi, m. 60), Krychowiak; Vitolo, Banega (Krohn-Dehli, m. 65), Konoplyanka y Gameiro (Llorente, m.70).
 
Getafe CF: Guaita; Vigaray, Alexis, Vergini, Roberto Lago; Lacen, Juan Rodríguez; Pedro León (Wanderson, m. 55), Sarabia (Emi, m. 55), Víctor Rodríguez (Damián, m. 60); y Scepovic.
 
Goles: 1-0, m. 34, Gameiro; 2-0, m. 45, Gameiro; 3-0, m. 49, Banega (p); 4-0, m. 60, Gameiro (p); 5-0, m. 80, Konoplyanka (p).
 
Árbitro: El vasco Vicandi Garrido. Amonestó a Iborra, por el Sevilla, y a Juan Rodríguez, por el Getafe. Expulsó por doble amarilla a Vigaray (m. 59).
 
Incidencias: Partido correspondiente a la 8ª jornada de Liga disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán con 39.000 espectadores en tarde-noche de agradable temperatura. Terreno de juego en perfectas condiciones.

jueves, 22 de octubre de 2015

2-1. Orgullo del fútbol del Etihad Stadium. Siempre así



Una puñalada en el 92 puso fin al mejor partido a domicilio del Sevilla FC a domicilio en muchísimo tiempo. Cuando los ingleses, agazapados, acobardados, amedrentados, se conformaban con un punto, cosecharon los tres en un contraataque culminado por De Bruyne cuando los sevillistas continuaban buscando con ahínco la victoria.

Y lo sucedido no lo ha sido en un lugar cualquiera, sino en el Etihad Stadium, la casa del “leader of the Premier”, de un Manchester City “burreado” por el Sevilla en todas las parcelas del juego menos en lo fundamental de este deporte en el que, venimos insistiendo, jugar bien es -única y exclusivamente- marcar más goles que el contrario.

Los enemigos del resultadismo y de la plata en las vitrinas, los que opinan que esos logros no son suficientes vuelven a ser hoy, por arte de birlibirloque, los líderes de la demagogia; para ello su ADN les ha convertido en criticadores innatos, censores, reprobadores, y expertos reventadores de cualquier situación y de la contraria. Baste como ejemplo su eterna predilección por crucificar a Coke cualquier día, a cualquier hora, en la explanada de Nervión Centro y que hoy, sin embargo, no han entendido su sustitución.

Terminó el Sevilla como empezó, hecho dueño y señor de todas las parcelas del terreno de juego, con un Sergio Rico al que miraban de lejos los puntas ingleses entre los que solo ha destacado el genio de Los Palacios que, haciendo honor al equipo visitante, quiso sumarse a la -después frustrada- fiesta sevillista, aunque con los lógicos intereses contrapuestos.

Konoplyanka, ratificando la superioridad que la batalla dibujaba, adelantó al Sevilla en el marcador al filo de la media hora de juego, si bien, en escasos cinco minutos, la primera desaplicación defensiva, aliada con la -mala- suerte, llevó el empate al marcador tras rebote y autogol de Rami.

Lo que en otras ocasiones hubiera supuesto la desesperación y, con ella, la deserción, se transfiguró en una llamada a rebato inesperada, por lo impropio tras lo visto en el comienzo de temporada: los de Emery siguieron a lo suyo, avasallando a un City frustrado y boquiabierto ante las acometidas del Grande del Sur de Europa.

Faltó, insisto, lo fundamental: el acierto en algunas de las múltiples ocasiones de las que se han dispuesto, lo que evidencia que el ruido mediático que el partidazo sevillista ha levantado en el Viejo Continente no se corresponde con la cesta de nueces finalmente desparramadas por el suelo, en forma de puntos, de una batalla que solo puede ser librada por un ejército de leyenda. El sofocón final lo es todavía más ante la injusticia de un marcador que, curiosamente, hasta con los palos en contra, es lo que hace a este deporte tan grande.

El árbol en forma de batacazo del minuto 92, con ser robusto y vigoroso, no puede impedir vislumbrar un tupido bosque de optimismo e ilusión ante la imagen de un equipo al que sus eternos enterradores -propios y forasteros- con traje negro y sombrero de copa, sin disimulo, llevan lustros calculando las medidas de su féretro. ¡Ea, pues otra vez será!

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO
 
Manchester City 2 - Sevilla FC 1
 
Manchester City: Hart, Zabaleta (Kolarov, m. 59), Otamendi, Mangala, Sagna, Toure, Fernandinho, Navas, De Bruyne, Sterling y Bony (Fernando, m. 75).
 
Sevilla FC: Sergio Rico; Coke, (Mariano, m. 83) Kolo, Rami, Tremoulinas; Krychowiak, Iborra; Konoplyanka (Nzonzi, m. 77), Banega (Krohn-Dehli, m. 65), Vitolo y Gameiro.
 
Goles: 1-0, m. 29: Konoplyanka. 1-1, m. 35: Rami (p.p.). 2-1, m. 92: De Bruyne.
 
Árbitro:
El holandés Bas Nijhuis. Amonestó a Bony, por los locales, y a Iborra, por el Sevilla.

Incidencias: Partido correspondiente al tercer partido del Grupo D de la fase previa de la UEFA Champions League, disputado en el Etihad Stadium de Manchester ante 55.000 espectadores, unos 1.500 sevillistas, en noche fría y lluviosa. Terreno de juego en buenas condiciones.

miércoles, 21 de octubre de 2015

El Ayuntamiento y el ayuntamiento



21/10/15. Mi colaboración de ayer en El Demócrata Liberal


“Nos hemos habituado de una forma pasmosa, facilona, a veces grotesca y siempre vergonzosa, a que las instituciones tomen por nosotros las decisiones que solo a nosotros atañen”

El Ayuntamiento de Sevilla ha vuelto a mostrar su preocupación por nuestra salud, o al menos en lo que a su apartado social se refiere. Para ello, dentro del “Plan de promoción y protección de la salud afectiva sexual de los sevillanos y las sevillanas” (bulerías, fandangos y verdiales, aparte), ha anunciado para hoy como fecha límite de presentación de ofertas la licitación de un contrato de suministro de 7.000 monodosis de “lubricante vaginal y anal”, destinado a un programa de educación sexual que se viene realizando entre alumnos de más de 16 años de institutos de Educación Secundaria y que tendrá un coste para las arcas municipales de 1.470 euros, eso sí -dice el informe técnico- tras valorarse “la mejor oferta económica”.

Pero la noticia no llega al ciudadano-contribuyente de cualquier manera. Resulta llamativo que el anuncio por el que se da a conocer la adquisición de los protectores de estregones venga precedido de un largo preámbulo en el que, dejando traslucir su aparente mala conciencia, se justifique el gasto con el aserto de que el Plan siempre “ha trabajado” con preservativos y lubricantes, pero que en esta ocasión solo hacía falta de los últimos, ya que “en 2013, el Gobierno de Juan Ignacio Zoido adjudicó a la empresa Gautex Médica un contrato para el suministro de preservativos masculinos por 4.300 euros, de los que aún tenemos porque sobraron en los últimos talleres”. Lo que, por una parte, patentiza que dos años después estamos “sobraos” de látex y, por otra, deja entrever que el anterior alcalde, tras perpetrar semejante despilfarro por medio de un acto administrativo “muy cercano” a la malversación de caudales públicos, no favoreció el ayuntamiento, ésta vez entendido como la quinta acepción del Diccionario de la lengua española, como debiera. Por cierto, a estas alturas y con tanto entusiasmo por el provecho y el ahorro, ¿de fechas de caducidad cómo andamos? ¡No vayamos a liarla, pollito…!

Sabemos pues que, antes, el gobierno de Zoido, tirando de una ominosa doble moralidad, en lugar de incentivar la toma de decisiones de los ciudadanos y sacar los colores a la progresía, mantuvo el programa de Monteseirín y lo silenció, o al menos no le dio la trascendencia convenida, no fuera que sus votantes se lo reprocharan; y ahora, que el de Espadas, sin llegar a tirarse al callejón, se tapa sin pudor en “el burladero de las cosas del PP” no vaya a ser que el morlaco le salga en puntas.

Nos hemos habituado de una forma pasmosa, facilona, a veces grotesca y siempre vergonzosa, a que las instituciones tomen por nosotros las decisiones que solo a nosotros atañen. Para ello, el consistorio, incluso se permite “ilustrarnos” con una parrafada del siguiente tenor: “la educación sexual, en cualquier etapa de la vida, no consiste simplemente en lograr evitar los embarazos no deseados o la transmisión de Infecciones de Transmisión Sexual, sino también tiene como objetivos el lograr que cada persona sea capaz de establecer relaciones amorosas y afectivas de buen trato, relacionarse de una manera equilibrada, reconocer sus derechos sexuales y reproductivos, tomar decisiones de manera libre, saber pedir, decir no, atender a sus deseos, disfrutar de las relaciones eróticas, cuidarse, quererse, proteger, afrontar dificultades... la sexualidad, es un concepto muy amplio que, incluye además la comunicación, la afectividad y el placer; el cuerpo es su base y por este motivo es importante conocerlo, sentirlo y vivirlo”. Ya lo decía mimaleni, la sin par ministra cañaílla, en los umbrales de la última crisis: “los españoles no tienen que preocuparse porque para eso estamos nosotros”. Idea más que impregnada en los genes de los mandamases y que subyace con más fuerza mientras más nos escoramos a babor en la bancada del arco parlamentario; gerifaltes convertidos por voluntad propia y por dejadez de los incapaces -así nos consideran, quizá con sobradas razones-, en nuestros ineludibles curadores, y que groseramente se injieren en nuestros inalienables, inmanentes e imprescriptibles derechos individuales nacidos de la concepción liberal surgida de la Ilustración, hace ya tres siglos.

¿Estarán dispuestos nuestros mandatarios, de una puñetera vez, a asimilar que cada cual es muy libre de vivir la sexualidad a su antojo con el único respeto a la libertad de los demás? ¿Tan difícil les resulta entender que a mis hijos los educo yo, que el artículo 27.3 de nuestra Constitución continúa vigente y que, tanto la gente menuda como los adolescentes y “adolescentas”, han de llegar educados desde casa a los colegios e institutos, con lapicero y borrador en ristre, con calculadora y compás y, en el plano de la salud afectivo-sexual -a voluntad y sin intromisiones ilegítimas en su esfera privada- con condones o sin ellos, con vaselina o sin lubricante, o, llegado el caso, con arena, pedernal o fusta de cuero?

domingo, 18 de octubre de 2015

1-1. Como alma en pena. Rematado por un valenciano sin pito

Si al desconocido Sevilla de este año, sobretodo lejos de Nervión, lastimosamente alicaído en el plano de la intensidad e hibernado -esperemos que sea eso- en el de la calidad, se le une la caradura de un valenciano que no ha hecho uso del pito en dos clamorosas ocasiones en las que no señaló el punto de penalti tras sendas faltas en el área eibarresa, vislumbramos los porqués de una situación enquistada sin aparente solución.

Pero lo que depende de terceros, aparte de denunciarse, no puede ser motivo de excusas; por ello, la imagen penosa de un primer tiempo infame que hoy ha vuelto a evidenciarse supone ya un serie toque de atención a unos profesionales que no están mostrándose a la altura de lo que de ellos se demanda. Apenas un par de acercamientos sobre la meta local en los primeros 45 minutos supone un paupérrimo bagaje para las aspiraciones del Grande de Andalucía, un Sevilla que, principalmente, sigue echando de menos los -muchos- puntos que las jugadas de estrategia han llevado al casillero en las dos últimas temporadas. Muchísimo que mejorar.

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

Eibar CF 1 - Sevilla FC 1
 
Eibar CF: Riesgo; Capa, Ramis (Pantic, m. 58), Mauro Dos Santos, Juncà; Dani García, Escalante, Adrián (Sergi Enrich, m. 73); Inui, Borja Bastón y Saúl Berjón (Keko, m. 70).
 
Sevilla FC: Sergio Rico; Coke, Rami, Kolodziejczak, Tremoulinas; Krychowiak, Nzonzi (Banega, m. 68); Reyes (Konoplyanka, m. 56), Iborra, Vitolo; y Gameiro (Immobile, m. 85).
 
Goles: 1-0: m. 8, Borja Bastón. 1-1: m. 71, Gameiro.
 
Árbitro: El valenciano Martínez Munuera. Mostró cartulina amarilla a Juncà y Dani García, por los eibarreses, y a Nzonzi, Immobile y Coke, por el Sevilla.
 
Incidencias: Partido correspondiente a la 8ª jornada de Liga disputado en el estadio de Ipurúa ante 7.500 espectadores en tarde fresquita. Terreno de juego en regulares condiciones.

miércoles, 14 de octubre de 2015

Fueros, contrafueros y recentralización



14/10/15. Mi colaboración de ayer en El Demócrata Liberal


No nos engañemos: las últimas elecciones del 27-S y toda la parafernalia plebiscitaria que le ha rodeado tienen su razón de ser, en última instancia, en el desesperado intento de los nacionalistas catalanes por procurarse un Concierto Económico al uso de la Comunidad Autónoma del País Vasco o del propio Convenio navarro. Otra cosa, llámese plena independencia, no les conviene y bien que lo saben, entre otras cosas porque el nuevo y pretendido intento de diferenciación tiene su necesario correlato en forma de rotundo ¡basta ya! del resto de la nación española. Eso sí, con un solo error, el de los que han señalado a la Constitución de 1978 como la madre de todas las afrentas en ese sentido. Haciendo un poco de historia repararemos como nuestra Carta Magna no ha sido, aunque sí la ha santificado, la generadora de una desigual normativa tributaria que, indefectiblemente, repercute en los bolsillos de los ciudadanos:

Desde finales del siglo XIX, tras la Tercera Guerra Carlista, los territorios vascos ya contaban con el denominado Concierto Económico, ratificado en el Estatuto de Guernica de 1979, norma que regula las relaciones tributarias y financieras con la Hacienda española. Pero, incluso, antes de 1876, las tres provincias vascas ya gestionaban estas relaciones por sus propios fueros. Álava y Navarra son los únicos territorios que han mantenido tal potestad ininterrumpidamente, pues Franco les compensó su apoyo al alzamiento salvaguardándolos, al tiempo que los abolía en las “provincias rebeldes” de Guipúzcoa y Vizcaya.

“Pertenecer al Estado español les conlleva una serie de derechos que tienen como contrapartida recíprocas obligaciones”

Es cierto, pues, que mediante un sistema añejo e inverso al que soporta el resto de España, el País Vasco y Navarra vienen gestionando (con la salvedad del IVA y de impuestos especiales tales como alcoholes e hidrocarburos) sus propios recursos, recaudando y gastando, a voluntad, por vía de impuestos y leyes anuales de presupuestos, además de ostentar sus propios servicios de inspección y recaudación. Sin embargo pertenecer al Estado español les conlleva una serie de derechos que tienen como contrapartida recíprocas obligaciones. Esa y no otra es la finalidad del cupo vasco, que consiste en la aportación anual de la citada comunidad al Estado por los gastos generales referidos a competencias propias de éste, tales como Asuntos Exteriores, Defensa, Cortes Generales, aduanas, ministerios, etc., sin olvidar las inversiones en infraestructuras tales como las ferroviarias, puertos, aeropuertos, etc. Esa contribución, que se renegocia cada lustro, se fijó en 1981, en función del peso de la economía vasca de entonces sobre el PIB del total de España, en el 6,24 % del gasto total del Estado en los citados asuntos.

Sin embargo el problema se hace todavía más complejo, y termina enquistándose, llegado el momento de negociar esa ley quinquenal del cupo ahora prorrogada desde enero de 2011, fecha en la que finalizó el periodo de vigencia de la última, de manera que ese porcentaje inicial aún no se ha tocado a pesar de que, según la gran mayoría de los expertos, la cifra, que sigue sin revisarse, se elevaría hoy por encima del 8,00 %.

Como el importe del cupo vasco no depende de sus propios ingresos sino de los gastos totales del Estado que le son repercutidos en el porcentaje cifrado, al final resulta cierto que la Constitución ha venido a confirmar (no a dar carta de naturaleza) un derecho de pernada vascongado y cuasi inmemorial sobre los carpetovetónicos a los que, ahora, además, se les obliga a “poner la cama”, pues está diseñado de tal forma que será favorable a los del Rh negativo mientras la economía vasca supere la media del Estado -lo que ha venido sucediendo desde la Revolución Industrial- produciéndoles desventajas solo si se originara una caída mayor de su economía con respecto al total nacional. Claro que, llegado ese momento, ya clamarían con algo parecido a “Espainia lapurtzen digu”, traducción obtenida en la red del consabido “Espanya ens roba”.

“Imaginemos, para reconfortarnos, qué hubiese sido de este país si esas competencias (Justicia, Educación y Sanidad) hubiesen estado en las manos de un ZP de la vida en plena crisis económica”

Está claro que la arcaica supervivencia de tales exenciones, ratificada por la Disposición Adicional Primera de la Constitución, y que ahora persigue con ahínco Cataluña, en nada se compadece con su artículo 14, que, con toda fastuosidad, proclama la igualdad de los españoles ante la ley; privilegios que no pueden suprimirse, como pretenden Ciudadanos y UPyD, sin entrar en la reforma constitucional, circunstancia que, por otra parte, esperan como agua de mayo, no solo los separatistas y antisistemas, sino un PSOE sin rumbo y dispuesto a abrir el melón de la Carta Magna ofreciendo a cambio no se sabe qué.

Dar marcha atrás en esta materia, al tiempo que se fomenta una política recentralizadora en materias tales como Justicia, Educación y Sanidad, como ocurrentemente y con ligereza gustamos pregonar, resulta absoluta y afortunadamente imposible. Imaginemos, para reconfortarnos, qué hubiese sido de este país si todas esas competencias hubiesen estado en las manos de un ZP de la vida en plena crisis económica. Es por ello que la solución ha de encontrarse, con la experiencia acumulada, en una redistribución de competencias más acorde y menos drástica y en la fijación de un cupo objetivo que garantice no solo la contribución a los gastos del Estado de los territorios forales sino el principio constitucional más olvidado por ese sistema, el de solidaridad, que ha de seguir siendo una herramienta en manos del Estado para disminuir las desigualdades entre territorios y para, en definitiva, seguir denominando España al conglomerado de intereses egoístas que entre todo hemos forjado.

Si no somos capaces, habría que ir pensando en solucionar incertidumbres y coger de una vez el toro por los cuernos para no seguir alimentando a esa fiera egoísta, insaciable y partidaria del ancho del embudo en todas las circunstancias.

¡Cumpleaños feliz!. 110 años nos contemplan. Y 10 años de forosevillista.com


"Cuentan las lenguas antiguas que un 14 de octubre nació una ilusión. Su nombre fue Sevilla y le prestó su nombre... ". Otro 14 de octubre, la fecha de nuestra fundación que El Arrebato -ahora en mil versiones- nos continuará recordando por los siglos de los siglos. Cien años y diez más en el que hubo tiempo para todo, para acumular títulos en la mitad primera del siglo de existencia, para vivir otro medio casi en el ostracismo y para resurgir de las cenizas, como el ave fénix, desde la celebración de nuestro centenario, con nuestras medias negras, cosechando nada más y nada menos que cinco títulos continentales: la Copa de la UEFA en Eindhoven el 10 de mayo de 2006, la Supercopa de Europa en Mónaco el 25 de agosto  de 2006, nuevamente la Copa de la UEFA en Glasgow un mayo después, el 16 de 2007, la UEFA Europa League en Turín el 14 de mayo de 2014 y, la última, la UEFA Europa League el pasado 27 del florido mes en Varsovia. Y otros tres títulos nacionales, la Copa de S.M. el Rey en Madrid el 23 de junio del mismo año, la Supercopa de España, también en la capital de España, el 19 de agosto del 2007 del triplete y, el más reciente, la Copa de S.M. el Rey en Barcelona el 19 de mayo de 2010. Para colmo la IFFHS, el organismo que controla las estadísticas del fútbol mundial nos reconoció durante diecisiete meses consecutivos lo que nosotros ya sabíamos: que somos del mejor equipo del mundo, algo nunca logrado por club alguno, recibiendo durante dos años consecutivos el cetro de auténtico y genuino rey del fútbol mundial.


Estos títulos, que nos han servido para echar por la borda todos los miedos y sinsabores de cincuenta años, han supuesto el trampolín definitivo de un Sevilla que -no nos cansamos de repetirlo- por historia, afición y tradición no tiene más remedio que estar entre los grandes del fútbol español. Y estar entre los grandes significa luchar por esa medalla de bronce que Real Madrid y Barcelona, inaccesibles más que nunca gracias a la golfería de los derechos televisivos, dejan para el resto de aspirantes. Por historia, nuestra lucha debe estar centrada en superar a equipos como Valencia, Atlético de Madrid o Athletic de Bilbao.

Pero en estos ocho años también ha habido tiempo para el desaliento y para el dolor, los que nos dejó nuestro recordado Antonio Puerta, el resorte que nos ayudó a recuperar nuestra grandeza se instaló definitivamente en el tercer anillo de la bombonera. Le estamos echando mucho de menos; por eso, ahora más que nunca, hoy apretamos todavía más los dientes.

Y hoy también es nuestro cumpleaños. El 14 de octubre de 2005 comenzó a andar este sitio en internet que continúa con su pretensión de informar y opinar sobre los temas que rodean a nuestro Sevilla. Esta página, en sus respectivas secciones, se ha hecho eco de las vivencias sevillistas de diez temporadas, desde la 2005/2006 a la pasada. En nuestra retina todavía estarán por mucho tiempo las emociones vividas en cuatro finales europeas muy lejos de Nervión: Holanda, Mónaco en dos ocasiones y Glasgow, cuyas plazas y calles parecieron cualesquiera de las calles y plazas del barrio que acoge nuestros sentimientos prácticamente desde nuestro nacimiento. La última visita a la capital del Principado fue la única en la que no sacamos tajada en forma de título. Naturalmente, sin olvidar que la afición sevillista convirtió la capital de España en un Guadalquivir rojo y blanco ese 23 de junio de 2007 en el que conseguimos nuestro cuarto título copero y en la que se batieron todos los records de desplazamiento de cualquier afición en el mundo. La Ciudad Condal tampoco le estuvo a la zaga el 19 de mayo de 2010 cuando viajó a Sevilla nuestra quinta Copa de España que permanecerá para siempre en nuestras vitrinas merced a la gestión de nuestro recordado Agustín Rodríguez, otro Sevillista Grande que se marchó al Tercer Anillo. ¿Y qué decir de nuestra presencia en Turín y, después, en Varsovia donde nos convertimos en el club europeo con más entorchados UEFA?

En otros apartados de esta web ha habido ocasión de rememorar los acontecimientos vividos por un grupo de sevillistas que se unieron el 2 de noviembre de 1995 fundando la asociación Foro Sevillista, a raíz de los tristes acontecimientos vividos en agosto del mismo año, con el único afán de defender los intereses de nuestro club que pretendían pisotear unos indocumentados.

Las gracias por lo vivido, justo es reconocerlo, han de darse a un presidente y a un consejo de administración que han trabajado en pos de la meta, un cuerpo técnico envidiable y una plantilla de jugadores profesionales orgullo de todos los sevillistas. Pero las cosas no siempre fueron así. Tampoco lo son ahora. Difícilmente viviremos acontecimientos tan lamentables como los acontecidos hace algo más de 20 años, porque desde entonces las autoridades deportivas españolas -también nuestros dirigentes- tienen muy presente que con el Sevilla no se juega, porque "... para defenderlo le dio a una afición".

Lo dicho: cumpleaños feliz, 110 años oficiales, sin olvidarnos de aquel Football Club de 1890, y 10 años de Foro Sevillista en Internet.

miércoles, 7 de octubre de 2015

El niño sirio, un mes después



07/10/15. Mi colaboración de ayer en El Demócrata Liberal


Un mes, tan solo un mes, ha sido suficiente para volver a la rutina. Poco más de 30 días le ha sobrado a la sociedad globalizada, y a la española en particular, para olvidarse de él; tal es así que, incluso, habrá quien ponga en duda si alguna vez existió.

La foto del cuerpo sin vida de Alan Kurdi, de tres años, en la arena de la playa turca de Bodrum, es ya historia; un borroso recuerdo desdeñado y postergado por un vecindario facilón y egoístamente olvidadizo, una vez dado por concluido el continuo machaqueo de esas televisiones que nos mostraron el auténtico drama, y que, cierto es, a la vista de los resultados, nunca lo fue suficientemente.

Se mostrarán, no obstante, en desacuerdo, quienes repliquen que, gracias a aquella imagen, los estados y las organizaciones internacionales se pusieron en alerta y tomaron -por fin- decisiones que concluirían con el drama de los refugiados. Todo una burda mentira: los responsables políticos conocían de primera mano, principalmente por informaciones directas de los gobiernos turco, italiano y griego, de la magnitud del problema, por lo que el intento de solución -devenido en simulacro- ya estaba en marcha antes de que la imagen de Alan se hiciera mundialmente famosa.

De forma espuria y vil limpiamos nuestras conciencias y nos quitamos el muerto de encima: “el problema ya está en manos de quien tiene que aportar las soluciones; esa centena de millar larga de refugiados, que representa solo la punta del iceberg, ya está repartida por media Europa y, además -menudos somos- hemos colocado en Getafe al entrenador de fútbol sirio zancadilleado por una periodista húngara”. Así, de nuevo convertimos la anécdota en noticia, el suceso en macrosolución para, a continuación, proclamarnos grandes y solidarios mientras, eso sí, con el codo apoyado en la barra de la taberna, despiezamos otra delicia de la Costa de la Luz y nos bebemos hasta el agua de los floreros.

Seguimos sin ser conscientes de que esa avanzadilla es solo una pequeña parte de la gigantesca remesa de seres humanos que continúa huyendo del horror de Siria y de otros lugares sojuzgados por la guerra y/o la hambruna; desesperación, horror y terror que allí continúan atascados y a los que ahora se suma el fuego cruzado de “aliados” internacionales (los últimos Rusia y Francia) que no se sabe bien a quien apuntan, ni parecen tener claro lo más elemental: quiénes son los buenos y quiénes lo malos en un conflicto que lo único que tiene asegurado es que los más desfavorecidos serán los de siempre.

En definitiva, un montaje más en el tablero de la geopolítica que nos hace desvivirnos por unos expatriados de Premier League, en detrimento de otros, de Segunda Provincial. ¿Por qué, si no, abrimos complacidos las puertas de Los Pirineos, mientras invertimos fortunas en concertinas en las fronteras de Ceuta y Melilla?

Una vez más la noticia de portada deja de tener virtualidad cuando agota su recorrido (el que somos capaces de tolerar) y  cuando vuelve a camuflarse sin pudor entre las que atañen a cientos de niños y adultos sin rostro que desaparecen a diario en el Mediterráneo devorados por alimañas a las que, por supuesto, eternamente “agradeceremos” su natural comportamiento antes de que (ojos que no ven… ) aparezcan fotos que nos hagan estremecer de nuevo.

A la vista de aquel ya lejano suceso, nuestro insensible corazón -ese que permitimos irracional, insensata e irreflexivamente que nos moldeen a diario los más pérfidos alfareros de la telebasura- es capaz de vidriar nuestros ojos con lágrimas (de cocodrilo) con la misma facilidad que nuestro selectivo cerebro se especializa en depurar la técnica para descarnar langostinos con una mano sin manchar el reluciente catavino que sostiene la otra.

Mucho temo, Alan, que con tu marcha, como ocurre con todas las muertes, has perdido principalmente tú, y muy cerca de ti, tu familia. El resto de mortales, los que esperan algún día compartir contigo la eternidad y los que aseveran que ya solo queda tu recuerdo, permanecen -persistimos- entre llantinas y gimoteos, reclamando al camarero otra toallita refrescante con aroma a limón, en un intento desesperado por limpiar nuestras conciencias como si en ellas morara ese característico y pasajero olor a crustáceo cocido que queda entre los dedos, una vez chupados con deleite hasta la extenuación.

sábado, 3 de octubre de 2015

2-1. ¡In-de-pen-den-cia!. ¡Pasen por Nervión para el sellado del pasaporte!




¿Quién dijo que sería fácil? Mejor, ¿quién apostaba por este Sevilla criticado hasta la náusea -otra vez- desde hace menos de 72 horas tras el partido europeo de Turín?, ¿quién daba hoy un duro por esta diezmada plantilla (sin Beto, Rami, Carriço, Banega, Escudero y Kakuta, sin olvidar a Pareja) y con un día menos de descanso que su oponente, también con "dos" significativas bajas?

La ocasión, más pintada de calva que nunca, no se mostraba propicia en absoluto. Ni siquiera un pelito, un cabello de ilusión en la rutilante alopecia que venía evidenciando este Sevilla 2015-2016 de espeluznante comienzo y de agoreros múltiples que, desde su asiento en la grada, desde su alcachofa radiofónica o desde el teclado de su toshiba, habían hecho doblar las campanas tocando a muerto por un cadáver que no, que no lo estaba, que, en todo caso había estado de parranda más tiempo del aconsejable.

La suerte, que en momentos puntuales había sido esquiva, ha vuelto hoy a estar del lado de El Grande del Sur de España (y por ende de Europa). Hasta en tres ocasiones balones tocados en última instancia por delanteros azulgranas han besado la madera de la portería de Sergio Rico, la primera de ellas tras el segundo regalo (no fueron los únicos) del extremeño Gil Manzano que señaló una falta al borde del área precedida por un claro fuera de juego señalado por el ayudante de la banda de Preferencia. Lastró al Sevilla, principalmente, merced a su irrebatible desigualdad en la toma de decisiones disciplinarias, sin olvidar el penalti que sirvió para meter a los de la in-de-pen-den-cia otra vez en el partido.

El visado a la independencia que, con ellos el FC Barcelona, persigue el 47 % de los catalanes que votaron hace seis días, ha sido sellado esta tarde en la aduana de Nervión. Tirando de sus principales atributos, el equipo de la casta y de la materia esencial de la tortilla franco-española, ha retornado, ha vuelto a conseguir en su feudo tres nuevos puntos a sumar a los cosechados la pasada semana ante el Rayo Vallecano. Un grito por la independencia -¡que desaparezcan!- de tanto bocazas, de tanto manipulador -como los que pululan por los medios de comunicación- celebrante porque el Sevilla FC entregara la cuchara el pasado miércoles en tierras italianas ante el subcampeón de Europa.


Ese vestuario desunido, peleado, colmado de rencillas, conflictos y disputas, se ha conjurado para gritar todos juntos: ¡cállaos, garrulos! ¡cerrad la boca, impresentables charlatanes ventajistas!, ¡aquí nos teneís a todos para proclamar a los cuatro vientos que somos un equipo, que nunca hemos dejado de serlo, y que esa bilis de eterna presencia en vuestras comisuras será un elixir de dioses al lado de la quina que todavía os queda por tragar!

Llegó la tan deseada actitud como tenía que llegar: a pesar de las bajas, de la mano de la notable mejora en el plano físico, ese apartado en el que se ha errado groseramente en la búsqueda de un título, la Supercopa de Europa, que finalmente no llegó pero para que el cuerpo técnico está encontrando el remedio adecuado.

Sergio Rico, Coke (c), Andreolli, Kolo, Tremoulinas, Krychowiak, Nzonzi, Krohn-Dehli, Iborra, Vitolo y Gameiro, un once para recordar: un portero de casi dos metros capaz de revertir la situación desde la primera vez que ponga su rótula en la nuez del delantero más amenazador, un capitán eterno titular llegue quien llegue, fiche quien fiche, y marcador constante del camino a seguir por el resto, dos centrales para la suplencia convertidos en titulares a la fuerza que han atiborrado de papel de periódico los gaznates de mucha gente, un lateral izquierdo "que se quitaba de en medio" y más presente que nunca, dos mediocentros todo pundonor aun sin estar en su mejor momento, un fichaje llegado de Vigo que los sabios de turno no podían entender, un gigante valenciano intimidador y hoy otra vez goleador y... el "chiquetito", ese delantero francés, todo decoro, vergüenza, velocidad, desborde y sabiduría que, para colmo, ha hecho hoy tragarse de un bocado la salchicha a los demorados que aún no ocupaban sus asientos tras el descanso.

Llegábamos al encuentro un poquito mejor que muertos y salimos de Nervión con la satisfacción de que el Sevilla FC ha vuelto, algo que comenzaba a dudar ese ventajista que disfrutaría saliéndose con la suya y poniendo de patitas en la calle al mejor entrenador que mis cuarenta años de carné han visto en el Ramón Sánchez Pizjuán. De todas formas, que estén tranquilos: ya queda un día menos para que vean cumplidos sus sueños y, con ellos, su patético "ya lo decía yo". Ahora de momento, a... callar.

VÍDEOS DEL PARTIDO:
FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

Sevilla FC 2 - FC Barcelona 1
 
Sevilla FC: Sergio Rico; Coke, Andreolli, Kolo, Tremoulinas (Mariano, m. 87); Krychowiak, Nzonzi; Krohn-Dehli, Iborra (Reyes, m. 68), Vitolo; y Gameiro (Llorente, m. 71).
 
FC Barcelona: Claudio Bravo, Sergi Roberto, Piqué, Mathieu (Alves, m. 59), Alba; Mascherano, Busquets, Rakitic; Munir (Sandro, m. 59), Luis Suárez y Neymar.
 
Goles: 1-0, m. 51: Krohn-Dehli. 2-0, m. 57: Iborra. 2-1, m. 73: Neymar (p).
 
Árbitro: El extremeño Gil Manzano. Amonestó a Krychowiak, Andreolli, Kolo, Tremoulinas y Llorente, por el Sevilla, y a Busquets, Mathieu, Jordi Alba, por los catalanes.
 
Incidencias: Partido correspondiente a la 7ª jornada de Liga disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán con 44.000 espectadores en tarde de buena temperatura pese a la hora del comienzo del choque (16,00 horas). Terreno de juego en perfectas condiciones.