domingo, 27 de agosto de 2017

0-1. Inferior en todo menos en el marcador


... Que a la postre, y a corto plazo, es lo más importante.

Sin ser un dechado de virtudes, los primeros 15 minutos de hoy, con respecto a lo vivido en los tres partidos oficiales anteriores, han sido lo mejor de este Sevilla ramplón de inicio de temporada. Lamentable imagen en algunos tramos del primer tiempo y, sobretodo, en la continuación, donde el equipo azulón puso más ganas, más velocidad, mayor ansia y mejor hacer, sin obtener un premio tan deseado como merecido.

¡Cómo estará el equipo que la calidad de Ganso, pese a su extrema lentitud, reluce sobre el resto! Y no solo por el gol (golazo), que también. Notables también en la briega Ben Yedder y Pizarro. Genial, y salvando dos puntos -hoy sin falta al borde del área- Sergio Rico. El resto apagado o directamente fundido.

No siempre sonreirá el marcador jugando como esta tarde-noche lo ha hecho el Sevilla. En el fútbol actual no basta la calidad; hay que poner sobre el tapete, al menos, las mismas ganas e igualdad intensidad que el oponente. Igualados en ese capítulo, la clase y la pegada decidirán casi siempre.

Lo mejor sin duda, el resultado: una victoria inmerecida que no puede tapar las muchas carencias que aún presenta el equipo. Ahora dos semanas por delante para trabajar de lo lindo y torcer el rumbo del escaso juego que hoy por hoy se es capaz de generar.

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO
 
Getafe CF 0 - Sevilla FC 1
 
Getafe CF: Guaita, Damián, Djené, Cala, Antunes, Bergara (Ángel, m.83), Arambarri (Mora, m. 82), Amath, Fajr, Gaku (Portillo, m. 70) y Jorge Molina.
 
Sevilla FC: Rico, Mercado, Kjaer, Pareja (Lenglet, m. 15), Escudero, Pizarro, Krohn-Dehli (Sarabia, m. 69), Navas, Ganso, Nolito y Ben Yedder (Muriel, m. 63).
 
Gol: 0-1, m. 83: Ganso.
 
Árbitro: El navarro Undiano Mallenco. Amonestó únicamente a Sarabia, por el Sevilla.
 
Incidencias: Partido correspondiente a la 2ª jornada de Liga disputado en el Coliseum Alfonso Pérez con 14.000 espectadores en sus gradas en tarde-noche llevadera de calores agosteños. Terreno de juego en buenas condiciones.

sábado, 26 de agosto de 2017

Sergio Rico, penaltis y faltas: una cuestión de Física






El debate de la portería en torno a Sergio Rico continúa abierto: hace relativamente poco tiempo, cuando el Sevilla le buscaba una salida al joven cancerbero en forma de cesión -con salida y retorno casi garantizados una vez hecho portero- se entrometió el Marqués de Del Bosque, convocándolo para la selección al parecer con el único fin de torpedear la operación de cesión. Tras una sola comparecencia con el combinado nacional y diversas convocatorias para rellenar huecos, y con la llegada de Lopetegui, de él nunca más se supo.


Este verano volvían rumores de que “grandes de Europa” bebían los vientos por el titular de la portería sevillista y, cuando todo indicaba que podía salir, va el Sevilla y lo renueva, con lo que podría estarse de acuerdo siempre que tal decisión viniera de la mano de una cesión donde, al lado de sus grandes virtudes, pulir sus defectos.

Nunca podrá decirse que es un mal portero, jamás se tachará de bluf. Sus virtudes son incuestionables tanto como su principal defecto, el mismo que comparte con los responsables del cuerpo técnico, y en especial con los preparadores de porteros que en el Sevilla han sido y son, y que no es otro que la esperpéntica defensa puesta en liza para defender los golpes francos directos o los lanzamientos desde el punto de penalti.

En su haber como profesional un solo penalti rechazado que, para más inri, acabó en gol un segundo después. Bastaría con haber aguantado la posición centrada en el marco para haber detenido al menos la mitad de los lanzamientos sufridos.

Pero el desatinado problema surge a la hora de situar la barrera y su posterior posicionamiento bajo los palos. La situación vivida en el último minuto del partido europeo del martes ante los turcos no es más que la evidencia de tantos y tantos encuentros: falta al borde del área, nerviosera generalizada en la grada, manos a la cabeza de quienes vaticinan lo irremediable, barrera defendiendo el flanco derecho y cara desencajada de nuestro portero otra vez -sí, otra vez- plantado (más bien atado) a poco más de un metro del palo izquierdo... Si vale más una imagen que mil palabras, la fotografía que encabeza este ensayo lo deja bien claro: en el momento del lanzamiento, la nariz de Sergio Rico estaba a 1,27 metros del palo izquierdo y a 6,05 del derecho.

Todos los presentes augurábamos que, superada la barrera, nos despedíamos de la primera competición continental. Más aún cuando vimos salir delicadamente la pelota del pie izquierdo de Emre Belözoglu... Solo la providencia en forma de palo imantado evitó la debacle. Nuestro portero (imposible llegar a ese balón desde su situación de partida) se limitó a una estirada palomitera de Pulitzer asegurado.

Cualquier técnico en la materia asegurará que esa es la forma: "proteger con la barrera de hombres un palo mientras el portero guarda el otro". Naturalmente, pero cosa bien distinta es la proporcionalidad empleada: Por un lado, si quieres ver salir el balón y tener posibilidades de rechazarlo, dicen los sabios de esto que cuatro componentes mejor que cinco pero nunca seis; por otro, dejar al descubierto e inmaculado más de un 80 % de portería con el único obstáculo de una barrera fácilmente superable es una invitación sutil al lanzador para, mediante un golpeo que no tiene que ser en absoluto intenso, poner el esférico en un lugar lejos del alcance de un portero encadenado al palo más próximo, en un sitio donde por pura física nunca podrá llegar.

Todavía en el recuerdo la final de Varsovia: minuto 45 del primer tiempo y misma situación. Entonces fue el ucraniano Ruslan Rotan (y con toda seguridad su técnico) los que tenían claros los problemas de móviles, los conceptos de la Física del Movimiento (distancia, velocidad, aceleración, parábolas...) que estudiamos en Bachiller: Toquecito superando la barrera para igualar el choque por parte de los ucranianos en una final que, felizmente, nos embolsicamos gracias a Bacca y a una segunda parte portentosa de los nuestros.

Urge un entrenador de porteros. La presencia de Andrés Palop al mando del Sevilla Atlético, como se rumoreó este verano, hubiera supuesto en este otro apartado un plus impagable en forma de puntos y eliminatorias superadas, algo que, a estas alturas, continúa en el alero.


jueves, 24 de agosto de 2017

La "suerte" del Sevilla



Grupo E: Spartak de Moscú (RUS), Sevilla (ESP), Liverpool (ENG) y Maribor (SVN). Y siempre igual: ni unos, ni otros: nunca estamos conformes. Por un lado, los que hablan y no paran de la "suerte" del Sevilla; por otro, los que no acaban de estar satisfechos al comprobar que los rivales se repiten.

Para estos, cierto es que cada vez van quedando menos clubes de la Vieja Europa que no hayan sido mancillados por el Grande de Andalucía. Apenas quedan rivales de prestigio por enfrentarse al Sevilla, si acaso un Manchester United (venido a menos) o un Bayern de Munich con el que muchos siguen soñando. Buenos rivales, por cierto, a los que podemos aguardar sin prisas para cuartos o semifinales. No en vano, ya nos hemos enfrentado -y hemos vencido- a campeones vigentes o muy recientes de Italia, Portugal, Francia, Alemania o Inglaterra, motivo principal por el que nos aburrimos... no nos satisface ningún emparejamiento.

Si algo bueno tiene este sorteo que ha enjaretado los ocho grupos de la UEFA Champions League 2017/2018, salvo alguna excepción, es la igualdad -mucha más que en anteriores ediciones- han propiciado las bolitas. Acierto, pues, de la UEFA al colocar en el bombo 1 a los campeones de las ligas más importantes. Que se note en algo que hablamos de Liga de Campeones.

Sorteo, pues, donde el Barcelona y el Atlético lo tienen parecido al Sevilla, incluso con más incertidumbres a priori, y el Real de Madrid, por primera vez, padece un sorteo que, si bien con clasificación asegurada, no apunta a un paseo triunfal.

Que el Sevilla forme parte de un grupo tan parejo, incluso obteniendo cierta ventaja sobre sus contrincantes según voces autorizadas, solo es fruto de grandes éxitos labrados con enorme esfuerzo y refrendados en el Ranking UEFA con muchos kilos de plata. Otra vez la eterna dualidad: suerte o rivales repetidos. Eso solo pasa por estar casi siempre ahí.

El síndrome del Pizjuán. Antonio Robles. ABC



Sevilla reflejada en el Sevilla FC: "El sevillano vive donde habita el becqueriano y cernudiano olvido". Antonio Robles nos lo cuenta hoy en ABC:

La tristeza está revestida con el gris de una tarde de domingo. Llueve sobre un estadio que está sin terminar. Pilares desnudos de hormigón. Ramas de ferralla como si de un árbol herrumbroso se tratase. El campo está embarrado, el balón pesa por culpa del agua y del fango. Hexágonos blancos y pentágonos rojos. Son los colores del equipo local. Todo de blanco menos la vuelta de las medias, que son rojas. Como el número que lleva cada futbolista. No hay publicidad en las camisetas de algodón, ni nombres propios en el dorsal. Huele a coñac, a aguardiente, a humo de tabaco rancio. Impermeables azules con gorrita incluida. Marcador simultáneo Dardo con el imprescindible recorte del ABC para averiguar las claves. Llueve y hace un frío húmedo que llega hasta los huesos. Detrás de las porterías, algunas barras para que se apoye el público que permanece en pie. El Sevilla FC juega en Segunda División. 

De aquello hace más de cuarenta tacos. Si pudiéramos regresar a aquellos años para anunciarles a aquellos sufridos sevillistas que su equipo ganaría cinco Copas de la UEFA, dos Copas del Rey y que se clasificaría durante tres temporadas consecutivas para la Champions League —con himno de Haendel— que entonces no existía, nos habrían tomado por locos. Pero ahí está el Sevilla. Otra vez con los mejores de Europa. Ya no se canta el «otro año igual» que sucedería a aquellas tres temporadas en Segunda, que no en Champions. Cuando el club estaba en Primera División, su puesto medio era el octavo. Otro año igual. Como ahora. Pero con esa diferencia que una parte importante del sevillismo no quiere ver. ¿O es lógico que ande un sector palangana mosqueado por el juego de los suyos a estas alturas de agosto? 

A esa actitud podríamos denominarla como el síndrome del Pizjuán. Y es algo que afecta no sólo al sevillismo, sino a la ciudad entera. El sevillano vive donde habita el becqueriano y cernudiano olvido. El sevillano olvida las penurias del pasado tan pronto como sale el sol en el presente. Y entonces se pone a despotricar de los fallos del hoy sin pararse a pensar dónde estaba ayer. Exactamente igual que esos sevillistas que ignoran, de forma deliberada o inconsciente, que no hace tanto tiempo se jugó el ser del club en Linares, con la sombra de la promoción a Tercera en el temido horizonte de la derrota, o en los despachos que lo mandaron a Segunda B.

Estaría bien que los jóvenes del Sevilla, y también los del Betis, estuvieran al tanto de lo que han vivido sus mayores para que sus equipos estén donde estén. Y que eso se extienda al resto de la ciudad. ¿O es que aquí se salió de la durísima posguerra por arte de magia, sin el sacrificio de tantos sevillanos que se dejaron la piel para que nuestra vida fuera mejor que la suya? Seguro que algunos de esos sevillanos, sevillistas de corazón, recordarán aquellas tardes de lluvia y de domingo, de Baracaldo y Cultural Leonesa, de rascas y punterazos, de fútbol sin fútbol. Y que ahora se reirán por dentro al ver cómo los suyos protestan porque su club está, por tercer año consecutivo, jugando una competición que entonces ni existía.

martes, 22 de agosto de 2017

2-2. Susto o muerte


Sucedió lo primero pero bien pudo ocurrir lo segundo si, cuando el partido tocaba a su fin, las meigas y la totalidad de conjunciones celestes no hubiesen hecho su aparición actuando como un imán sobre ese balón “pintarrajeado” de estrellas que acabó estrellado en el poste derecho del -perennemente- batido Sergio Rico cuando de golpes francos directos al borde de su área se trata.

Y no hubiese sido injusta (tampoco justa) la muerte súbita en la competición mundial por excelencia, pues en 180 minutos de eliminatoria (salvo escasas rachitas) el Sevilla no se ha mostrado superior a su rival como obligan las cifras presupuestarias de ambos contendientes.

Volvieron otra vez las “macrorrotaciones”: nueve cambios de nuevo sobre el once inicial del pasado sábado ante el Español y mismo equipo que en Estambul con la excepción de Jesús Navas por Montoya. Del portero casi todo está dicho; con algún error, solo la firmeza de Pareja y de Lenglet mantuvieron el tipo defensivo; aunque brillaron en ataque, en la retaguardia mejor Mercado que un siempre superado Escudero; dejando huecos increíbles, y extrañamente alejados, Pizarro y Nzonzi, y muy desplazado, siempre a la banda de fondo, un Banega que acabó extenuado; arriba, Navas, otra vez el mejor, acompañó a un trabajador y decisivo Ben Yedder, ambos a mucha distancia de un Tucu Correa que derrocha tanta calidad como ocasiones de gol ante el marco rival; providencial Nolito en la jugada que supuso la única y momentánea ventaja sevillista en el marcador.

Berizzo, en tres partidos oficiales, se habrá doctorado definitivamente en lo que supone entrenar al Grande de Andalucía: la presión bestial que ha soportado hasta ahora no es nada comparada con la que aún guarda en sus alforjas la afición sevillista, pero una cosa parece clara: con evidentes errores en la planificación del trabajo físico al comienzo de la temporada, ha sabido rectificar para alternar los efectivos de una plantilla que, hoy por hoy, ofrece una cara más propia de final de campeonato que de agosto.

Urge un entrenador de porteros “de verdad”. La labor de Andrés Palop en ese apartado -fallida incorporación veraniega para el equipo técnico- hubiera supuesto un plus impagable en forma de puntos y eliminatorias, algo que, a estas alturas, sigue en el alero. Quien hoy no se tapara los ojos en ese instante en el que -otra vez, sí otra vez- el cancerbero “se encadenaba” a su palo izquierdo mientras ofrecía a Emre Belözoglu la práctica totalidad de los 7,32 metros reglamentarios de su marco, puede presumir de una salud cardiosaludable a prueba de bombas. ¡Enhorabuena, amigo sevillista, si a estas horas, y sin haber recurrido a la cafinitrina, lee estas líneas!

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO
 
Sevilla FC 2 - Istanbull Basaksehir 2
 
Sevilla FC: Sergio Rico, Mercado, Pareja, Lenglet, Escudero, Pizarro, Nzonzi, Navas (Montoya, m. 86), Banega, Correa (Nolito, m. 72), Banega, m. y Ben Yedder.
 
Istanbull Basaksehir: Babacan, Caiçara, Attamah, Epureanu, Clichy, Visca, Tekdemir (Inler, minuto 83), Emre Belözoglu, Elia (Frei, minuto 83), Mossoró (Napoleoni, minuto 71) y Adebayor.
 
Goles: 0-1, m. 17: Elia. 1-1, m. 52: Escudero. 2-1, m. 75: Ben Yedder. 2-2, m. 83: Visca.

Árbitro: El escocés William Collum. Amonestó a Pareja, Correa y Lenglet por el Sevilla, y a Epureanu y Mossoro, por los turcos.

Incidencias: Partido correspondiente a la vuelta de la fase previa de la UEFA Champions League, disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán con 35.000 espectadores en sus gradas en noche de calor agobiante. Terreno de juego en perfectas condiciones.

sábado, 19 de agosto de 2017

1-1. Experimentos con gaseosa 2.0


Nueve cambios, nueve, los puestos en liza hoy por Berizzo con respecto a la alineación de hace 72 horas en Turquía. Para colmo, el más deseado por parte de la afición, la identificada con el sector silente (la titularidad de David Soria) tuvo virtualidad durante dos minutos, el tiempo que necesitó el dedo corazón de la mano izquierda del cancerbero madrileño para mandarlo a la ducha y -otra vez- a la desesperante espera de la suplencia.

Hay veces en la vida cotidiana que, con la intención de mejorar, tomamos la opción de cambiar algo que ha venido funcionando regularmente por otras opciones no experimentadas. A veces funciona, pero otras lo que hacemos es empeorar lo que antes salía bien. Tal situación ha sido refrendada por la sabiduría popular con un aserto: "los experimentos, con gaseosa". Para aludir a la escasez de energía, también ha venido sirviendo la referencia al popular refresco: "Tiene menos fuerza [valga el ejemplo] que la gaseosa La Paisana".

Pues bien, en su versión 2.0, el socorrido refrigerio ha tenido presencia esta noche de calor infame en el coliseo de la Avenida de Eduardo Dato: tras una pretemporada en la que, por diversos motivos, la alineación habitual se ha parecido mucho más a la de Estambul del miércoles, la puesta en escena de hoy solo podía conducir a la zozobra. Lo de esta noche no puede catalogarse de rotaciones, más bien de osadía, la misma que, al final del choque y tirando de su indiscutible personalidad, ha demostrado el técnico a la hora de defender sus decisiones y de valorar la situación física y competitiva del equipo al inicio de las dos competiciones más importante que este año vamos a disputar.

Aparte de situar a Sarabia en el lateral izquierdo, parece que darle la titularidad en el centro del campo a Borja Lasso con 35 grados y una espantosa humedad, y acompañarlo de Ganso, no es la mejor disposición para controlar el esférico y, por ende, el juego en el círculo central de un equipo con ambiciones. Solo la media hora de presencia de Banega hasta su injustificable expulsión, con las aportaciones -sobretodo en el segundo tiempo- de Navas y Muriel, sirvieron para generar ocasiones ante la meta de Pau, ocasiones, por otra parte, que pudieron y debieron desequilibrar el marcador. Solo el portero periquito y el palo pudieron evitarlo.

Sirvan los dos puntos esfumados como penitencia suficiente para afrontar el futuro más inmediato con las mejores armas, con refrescos de marca acreditados, y arrúmbese en la despensa del olvido la gaseosa blanda y sin fuerza, ésa que solo sirve para experimentos en los que no estén en juego los puntos ligueros ni las clasificaciones europeas.


FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO
 
Sevilla FC 1 - RCD Español 1
 
Sevilla FC: David Soria (Sergio Rico, m. 3); Corchia, Lenglet, Kjaer, Sarabia; Nzonzi (Pizarro, m. 72), Ganso, Borja Lasso (Banega, m. 54); Navas, Muriel y Nolito.
 
RCD Español: Pau; J.López, Naldo, D.López, Aarón; Diop, Fuego; Piatti (Granero, m. 59), Jurado (Hernán Pérez, m. 72); Gerard y Baptistao.
 
Goles: 1-0, m. 25: Lenglet. 1-1, m. 34: Baptistao.
 
Árbitro: El canario Hernández Hernández. Mostró tarjeta amarilla a Nolito y Banega, por el Sevilla, y a Diop, Baptistao, Aarón y David López, por los periquitos. Mostró la roja a Banega en el minuto 83, segundos después de la amarilla.
 
Incidencias: Partido correspondiente a la 1ª jornada de Liga disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán con escasos 34.000 espectadores en sus gradas en noche de calor desesperante en sábado agosteño. Terreno de juego en perfectas condiciones.

miércoles, 16 de agosto de 2017

1-2. Ratos de esperpento pero vivos



Se podría culpar al diluvio universal que cayó sobre Estambul, a la escasez de fondo físico de una -todavía- pretemporada, a lo que se quiera... pero un equipo como el Sevilla FC no de debe -no puede- sufrir los apuros de esta noche en un escenario tan desconocido a nivel continental.

Se logró el triunfo. Con él medio pasaporte hacia la fase de Grupos de La Champions y, aunque nos quedemos con ello, no pueden obviarse las penurias que, tanto a nivel defensivo como ofensivo, ha ofrecido el equipo.

Mejor la primera parte, donde el Sevilla -partidazo y gol providencial de Escudero- mandó cuando y cuanto quiso, disponiendo de ocasiones para acrecer las distancias. Para meditar (no para olvidar) la segunda, en la que, tras el empate turco obra de un descoloque colectivo, el cancerbero local sesteó hasta el gol (golazo) de espuela del triunfo final, obra de Ben Yedder tras asistencia de Navas. Junto al lateral zurdo, Banega otra vez fue el mejor, sin olvidar la aportación decisiva de Nolito y del palaciego en los minutos finales.

Berizzo, aparte de su tardanza en hacer los cambios que el equipo pedía a gritos, parece empeñado en una banda derecha insegura y para nada creativa, pegando a la cal -y achicándolo de este modo- a un Montoya que se muestra más crecido por el centro y dándole el lateral a un Mercado al que, lo mismo que le sobra físico para el centro de la defensa, le falta velocidad en el carril. Irregular otra vez Sergio Rico que combina ostentosas intervenciones -sobretodo en el uno contra uno- con fatales apariciones, principalmente en lo que sigue siendo su más negro lunar: la defensa de los golpes francos al borde del área. Esperemos que su anunciada y celebrada renovación traiga de la mano un entrenador de porteros “normalito”, el mismo que le enseñe a colocar la barrera y a situarse medianamente bien bajo los palos.

El martes, con un Sánchez Pizjuán a revientacalderas, toca revalidar el marcador de hoy para plantarse otra vez -sí, otra vez- en la Fase de Grupos de la competición por excelencia del fútbol europeo. Mientras tanto mucho que mejorar para lo que hay tiempo… y plata, si fuera necesaria.

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO
 
Istanbull Basaksehir 1 - Sevilla FC 2
 
Istanbull Basaksehir: Babacan; Caiçara, Attamah, Epureanu, Clichy; Emre Belozoglu (Inler, m. 82), Tekdemir; Visca (Kerim Frei, m. 63), Mossoró (Napoleoni, m. 81), Elia; y Adebayor.
 
Sevilla FC: Sergio Rico; Mercado, Pareja, Lenglet, Escudero; Pizarro, Nzonzi, Banega; Montoya (Nolito, m. 63), Correa (Jesús Navas, m. 82) y Ben Yedder (Krohn-Dehli, m.85).
 
Goles: 0-1, m. 16, Escudero. 1-1, m. 63, Elia; 1-2, m. 84, Ben Yedder.

Árbitro: El francés Clement Turpin. Amonestó a Mercado y Pizarro, por el Sevilla.

Incidencias: Partido correspondiente a la ida de la fase previa de la UEFA Champions League, disputado en el Basaksehir Arena ante 12.000 espectadores, con dos centenares de seguidores sevillistas en sus gradas. Terreno de juego en regulares (casi buenas) condiciones pese a la manta de lluvia que cayó durante todo el encuentro.

miércoles, 2 de agosto de 2017

22 años del 2 de agosto. Mereció la pena luchar


22 años ya... más de cuatro lustros. Parece que fue ayer. Pretendían acabar con el Sevilla, pero no contaban con el patrimonio más importante del club hispalense: su afición. Entre cuarenta y cincuenta mil personas se echaron a la calle aquel 2 de agosto para exigir justicia. La cacicada de Jesús Gil, Antonio Baró, Jesús Samper, Ramón Mendoza, Rafael Cortés Elvira y José María García fue abortada por todos y cada uno de los sevillistas, en especial los que se echaron a la calle, con cuarenta grados a la sombra, como un solo hombre (o una sola mujer, como habría que decir ahora).
¿Qué sevillista no recuerda aquella siesta agosteña?: ¿Cómo? ¿qué dices? ¡tú estás loco... ! ¡Y tanto que estaban locos! El sevillismo así se lo demostró... ¡Qué grande eres, Sevilla!
Ernesto López de Rueda, Javier Tenorio y Enrique fueron los promotores de aquella demostración de fuerza del sevillismo. Aquel mismo día a las 3 de la tarde (cinco horas antes del comienzo y cuando Internet era un absoluto desconocido) presentaron en la Delegación del Gobierno la comunicación de la manifestación convocada. Todo un documento para la historia sevillista:


Meses después, Ernesto López de Rueda, vicepresidente de Foro Sevillista, plasmó en los capítulos 3 y 4 de su libro "Sevilla hasta la Muerte, El coraje de una afición" el acontecer de aquellos tremendos días en que se forjaron los sólidos cimientos del Sevilla actual: El libro de cabecera del sevillismo en el que se narra la intrahistoria del abortado abordaje del Sevilla F.C. por los invasores madrileños y marbellíes.

Una afición en permanente lucha por la independencia de "su" club. Así amamos nosotros ¡Cuánto te quiero, Sevilla!