miércoles, 30 de septiembre de 2015

Fuero de quita y pon



30/09/15. Mi colaboración de ayer en El Demócrata Liberal


Últimos acontecimientos traen ahora a nuestra memoria que a la renuncia exprés de Griñán como senador -en vísperas de las nuevas designaciones para la Cámara Alta por el Parlamento Andaluz y, recordemos, resuelta en menos de 48 horas- sobrevino el anuncio de la dimisión por capítulos de Chaves y Zarrías como diputados. Entrambos, solo el demoledor auto del Magistrado de la Sala de lo Penal de Tribunal Supremo, señor Barreiro, haciendo suyas las tesis de la juez Alaya.

Desde el punto de vista formal, para su tramitación, el primero habría disfrutado de unos procedimientos propios de esa Administración Electrónica digna de la Tercera Modernización que, a ciencia cierta, en breve, nos anunciará estapresidenta, mientras los otros dos no parecieron en absoluto apesadumbrados con las vicisitudes por las que, a buen seguro, hubo de transitar la diligencia portadora de tan “preciado” legajo.

“Viera, el otro imputado-aforado de alto rango, decididamente indispuesto a comerse en solitario el marrón, se entretenía haciéndole la pirula al PSOE”

Parecía claro -y así lo comenté aquella última jornada de junio- que los dos ex presidentes, más el eterno ex vicepresidente, habían deducido (o, mejor, se les había hecho entender) que las cosas no pintaban bien por el Supremo y que “resultaría más ventajoso buscar amparo -por sus actos los/las conoceremos- en la nueva inquilina del Juzgado de Instrucción nº 6 de Sevilla”.

Por aquellos parecen ya lejanos tiempos, Viera, el otro imputado-aforado de alto rango, decididamente indispuesto a comerse en solitario el marrón, se entretenía haciéndole la pirula al PSOE, partido en el que pidió su baja de militancia pero, eso sí, sin entregar el acta de diputado y permaneciendo, por tanto, en el Grupo Mixto.

No hubo que esperar mucho para que se evidenciara la buena información de la que disfrutaban los que, fulminantemente o en diferido, abandonaban sus escaños, repudiaban del fuero en el que se habían amparado toda su vida política y acababan entregándose en manos de la primera instancia penal. Todo ello, naturalmente, si el TSJA no dice nada en contrario, que seguro que no lo dirá, porque ¿quién duda que los Aguayo, Recio, Vallejo y Ávila, aforados de segunda condición, presentarán en breve también su dimisión y dirigirán sus pasos al otrora odiado juzgado sevillano?

Los hechos así lo vienen apuntando: supimos que el TSJA había adjudicado los casos “Mercasevilla” y “ERE” a Alaya y las otras dos causas que afectan a la Junta, “Cursos de Formación” y “Avales a Empresas”, a Núñez Bolaños; estábamos al tanto también de que el CGPJ, para apreciar de qué forma influía en el reparto de asuntos la división del caso ERE en piezas separadas, había solicitado a la Sala de Gobierno del TSJA un nuevo informe sobre el plan de trabajo aprobado por este órgano; y, finalmente, también fuimos conocedores de que la nueva inquilina del juzgado, aprovechando el silencio del CGPJ sobre la continuidad de Alaya, se adelantó a la decisión que al respecto tenía que tomar la Audiencia de Sevilla, y optó por dividir los ERE a instancias de la Fiscalía, convirtiendo en un guiñapo un lustro de instrucción y de embates.

Resulta evidente que, aparte de los consejos del abogado defensor, solo el maremagnum puesto en práctica por la novel instructora del Nº 6 de Sevilla, tirando de la política de hechos consumados, ha contribuido definitivamente a que el más reacio a despojarse del fuero, el ex consejero de Empleo y Desarrollo Tecnológico de la Junta de Andalucía, presentara el pasado jueves su dimisión como diputado del Grupo Mixto en el Congreso de los Diputados sin esperar, siquiera, al fin de la tramitación del suplicatorio para su puesta a disposición del alto tribunal, y entregándose, ahora sí, a los brazos de la juez Núñez Bolaños; reitero, junto a los todavía amparados en Granada y que, en breve, con toda seguridad, harán el mismo recorrido.

Es preciso recordar que la reciente doctrina del Supremo apunta a que sólo se quedará con los casos de aforados que renuncien una vez se haya abierto juicio oral, lo que todavía no ha sucedido en el caso ERE, motivo por el cual, tras la decisión de Viera, todas las actuaciones se remitirán al otrora maldito juzgado de instrucción Nº 6 de Sevilla.

“Hemos asistido en escasos meses a un vodevil de “artistas” desaforados desaforadamente buscando aforarse para, a continuación, recorrer el camino inverso”

Mientras tanto, el undécimo asalto del combate de lucha libre en el barro de la justicia continúa: la pasada semana Núñez Bolaños remitió un informe al TSJA, a requerimiento de su presidente -sí, del “arrendatario” exonerado del pago de la renta-  en el que señala que no necesita el apoyo de la juez Mercedes Alaya para ninguna de las macrocausas y que únicamente precisa al juez Álvaro Martín, más un refuerzo de funcionarios. En definitiva, un nuevo intento de tomar la delantera al máximo tribunal andaluz que el jueves pasado avaló la continuidad de Alaya a cargo de los ERE, si bien el presidente, contrario a este acuerdo, no lo incluyó en el orden del día, pese a que ya estaba deliberado y con las posiciones perfectamente definidas: cuatro a favor de la continuidad de Alaya y dos (Del Río, uno de ellos), partidarios de retirarla del juzgado.

Los tozudos hechos llevan a reiterarme en mis “categóricas” dudas plasmadas en aquel artículo del 30 de junio: “… conociendo al personal: ¿formará todo este sainete parte de una estrategia común?”.

En definitiva hemos asistido en escasos meses a un vodevil de “artistas” desaforados desaforadamente buscando aforarse para, a continuación, recorrer el camino inverso, renunciar al fuero y refugiarse en un juzgado de provincias que, antes, se había convertido en el pimpampum de todos y cada uno de ellos. Está claro que, por arte del birlibirloque, la preventiva huida de Alaya con el consiguiente acomodo en el Supremo, ha revertido, al juzgado que tanto maldijeron, a los mejores artistas del escapismo.

domingo, 27 de septiembre de 2015

3-2. Lastrados por el físico. Victoria in extremis


Si algo ha quedado meridianamente claro en el partido de esta tarde-noche son las causas que mantienen postrado cuasi en el ostracismo al Sevilla 2015-2016, al menos en lo que a competición doméstica se refiere: el deplorable estado físico de una parte no escasa del plantel ha quedado definitivamente en evidencia. Nzonzi, Krychowiak e Iborra están muy lejos de su mejor forma; otros han desaparecido del cartel, casos de  Kakuta o del propio Mariano, si bien éste último ha vuelto a disputar hoy algo más de un cuarto de hora. Las continuas bajas por lesiones musculares, a las que se unen otras inexplicables por gastroenteritis, apuntan a ser las consecuencias de una planificación física, también mal, diseñada para la Supercopa de Europa y que está haciendo pagar las consecuencias demasiado pronto.

Si a ello sumamos la inexperiencia unido al estado de nerviosismo cada vez más patente de un cancerbero al que se le costea un master, si no en Harvard, en Yale y sin la mínima nota en selectividad, no da para competir y, encima, siempre dando las gracias por situaciones concretas como las de los dos actuales titulares del centro de la defensa que se han asentado en una demarcación a la que habían sido llamados para ocasiones puntuales, a un Tremoulinas y a un Krohn-Dehli que están siendo los primeros en salir del fango físico, a un Reyes que no ha perdido la forma y a un Kevin Gameiro que se ha convertido en el vidente en este Sevilla de los ciegos donde Fernando Llorente ocupa de momento una de las plazas correspondiente a los tuertos.

Y seguimos sin hablar de las lesiones de jugadores llamados a ser titulares. Ahí están y motivos de suerte o de otra índole habrán sido sus causas. Solo falta que se recuperen, pero sobretodo que se encuentre urgentemente el tono físico deseado que les acerque a mostrar otra actitud próxima a aquello del equipo de la casta y el coraje.

Hoy no se podía hablar de fútbol, solo de ganar y, al menos, eso se consiguió in extremis gracias a un perfecto lanzamiento de Konoplyanka tras regalo de Amaya. Lecciones a extraer, pocas, si acaso la perentoria necesidad de realizar una segunda pretemporada inmersos en la parte más dura de la competición. Ahí es nada.


FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

Sevilla FC 3 - AD Rayo Vallecano 2
 
Sevilla FC: Sergio Rico, Coke (Mariano, m. 73), Andreolli, Kolo, Tremoulinas; Nzonzi (Cristóforo, m. 73), Krychowiak, Iborra (Konoplyanka, m. 62); Reyes, Krohn-Dehli y Gameiro.
 
AD Rayo Vallecano: Toño; Nacho, Amaya, Llorente, Rat; Baena, Trashorras (Dorado, m. 85); Jozabed, Embarba (Lass, m. 64), Bebe; y Javi Guerra (Manucho, m. 80).
 
Goles: 1-0, m. 22, Gameiro. 2-0, m. 45, Nzonzi; 2-1, m. 51, Bebe. 2-2, m. 68, Javi Guerra. 3-2, m. 85, Konoplyanka.
 
Árbitro: El canario Hernández Hernández. Amonestó a Iborra, por el Sevilla, y a Llorente, a quien perdonó en dos ocasiones la segunda expulsión, por los madrileños. Expulsó por doble amarilla a Amaya (m. 83).
 
Incidencias: Partido correspondiente a la 6ª jornada de Liga disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán con 38.000 espectadores en tarde-noche de agradable temperatura. Terreno de juego en perfectas condiciones.

jueves, 24 de septiembre de 2015

2-0. Indecente. Y "meritorio" farolillo rojo



Solo así, o con adjetivos similares, cabe calificar el lamentable espectáculo ofrecido hoy por el Sevilla FC en tierras canarias.

Se puede estar mal físicamente; puede fallar por ese motivo -o porque va de suyo- la aptitud, la clase, pero nunca la actitud, la casta, el orgullo de representar a la institución futbolística más grande del Sur de Europa.

Y esa imagen mostrada en las Islas Canarias va a ser tremendamente difícil de olvidar, de erradicar de unas retinas (mal) acostumbradas a logros impensables hace un par de lustros.

Una solitaria ocasión en el primer tiempo, contados arreones en el segundo con el marcador en contra, pero sin pisar nunca el acelerador, ni sacar un gesto de coraje y de pundonor, al menos de cara a la galería. Ni lo hacen los habituales, ni los suplentes, que entregan la camiseta cada vez que le dan la ocasión de demostrar su valía.

Y como sería injusto meter a todos en el mismo saco, cuando, como ahora, vienen mal dadas, al menos hay que destacar, además de los escasos minutos de Reyes, a los que, en situaciones como la actual, dan todo lo que tienen aunque no sea la excelencia futbolística, sencillamente porque carecen de ella. Y ese lugar fuera de la mediocridad por la que andorrea este Sevilla lo vuelve a ocupar el habitualmente denigrado por la “sabia” grada nervionense Jorge Andújar, Coke, el futbolista que ha vuelto a fajarse en defensa y el único que ha mostrado en ataque las escasas alternativas sevillistas.

No cabe duda que el entrenador está tardando más de la cuenta en rehacer un equipo tras otro verano de bajas e incorporaciones, un total de diez. Ya lo hizo la pasada temporada asentando y puliendo las 12 adquisiciones producidas y también la anterior poniendo sobre el tablero de la gloria a los 14 que llegaron de fuera. Cualquier técnico hubiera rechazado la oferta sevillista en la tarea que se le encomienda de hacer un equipo cada temporada, pero ahí se quedó Unai Emery para tratar de demostrar una vez más que es el mejor entrenador del último medio siglo en Nervión. Lo tiene crudo, tremendamente difícil, vista la penosa actitud que los llamados a tomar las riendas están mostrando por el momento.

Y no vale escudarse en el patatal del estadio insular, ni, con ser muchas y notables, en la plaga de lesiones que azota a la plantilla sevillista. Sin duda que son importantes del lado de la calidad, pero otra cosa bien distinta es lo que queda del lado de la actitud, del talante, esas virtudes que ha abandonado este Sevilla sin venir a cuento y que ha sido el principal soporte en el que se ha basado para cosechar éxitos; el último, a nivel europeo, hace ahora cuatro meses.

Difícil, tremendamente difícil, va a resultar enderezar el rumbo de esta nave. El crédito se agota semana a semana y más cuando se aprecia que la cercanía del siguiente partido, en vez de esperado reto para revertir la situación, se convierte en un mar de dudas imposible de encarar. Menos mal que el Hondarribia y el de San Fernando siguen estando ahí.

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

UD Las Palmas 2 - Sevilla FC 0
 
UD Las Palmas: Varas; Simón, Aythami, Bigas, Alcaraz, Dani Castellano; Hernán, Wakaso, Roque Mesa (El Zhar, m. 72); Jonathan Viera (Culio, m. 77) y Araujo (Vicente Gómez, m. 81).
 
Sevilla FC: Sergio Rico, Coke, Andreolli, Kolo, Tremoulinas, Krychowiak, Cristóforo (Reyes, m. 58), Iborra, Krohn Dehli, Immobile (Gameiro, m. 54) y Llorente (Vitolo, m. 64).
 
Goles: 1-0, m. 29, Roque Mesa. 2-0, m. 76, Alcaraz.
 
Árbitro: El El madrileño Del Cerro Grande. Amonestó a Wakaso, Aythami y Bigas, por los insulares, y a Fernando Llorente, Iborra, Gameiro y Krohn-Dehli, por el Sevilla.
 
Incidencias: Partido correspondiente a la 5ª jornada de Liga disputado en el estadio de Gran Canaria ante 12.000 espectadores en noche primaveral. Terreno de juego en pésimas condiciones.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Deuda viva, ilegítima y poliédrica



23/09/15. Mi colaboración de ayer en El Demócrata Liberal


Con el sonido de fondo de los cantos de sirena contra la “deuda ilegítima”, el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas ha hecho público recientemente el estado de la “deuda viva” de las entidades locales al último día del pasado ejercicio. El concepto hace referencia exclusivamente a la deuda bancaria y financiera sin incluir las deudas comerciales o con proveedores que, en no pocas ocasiones, superan con mucho a las que hoy analizamos parcial y sumariamente.

La primera cifra que resalta son los casi 38.400 millones de euros que deben los Ayuntamientos, Diputaciones, Consejos y Cabildos Insulares, Entidades Locales Menores y Mancomunidades españoles a las entidades financieras.

Entrando al detalle, las “trampas” de las entidades locales andaluzas suponen el 17,5 % del total, estimándoseles una deuda de 6.700 millones. A la cabeza, en términos absolutos, está la provincia de Cádiz que asume el 26 % del total de la deuda andaluza (1.737 millones de euros), siendo Córdoba la menos endeudada (432 millones), lo que supone el 6,5 % del débito andaluz.

A nivel nacional, junto a Andalucía, lideran tan indecoroso ranking la pella en forma de 8.250 millones de las entidades locales de la Comunidad de Madrid (21,5 % del total), de los que 6.000 millones corresponden a la capital del Estado, sin despreciar los 5.070 que adeudan las catalanas (13,2 %).

Centrándonos en Andalucía, la deuda provincial es liderada por cada uno de los ayuntamientos de las capitales con excepción de Cádiz donde la dita de Jerez de la Frontera (532 millones) se alza como líder indiscutible, resultando ser un 150 % superior a la de la Tacita de Plata.

Pero no nos rasguemos las vestiduras: en lo referente a Diputaciones, Consejos y Cabildos (6.300 millones), aparece la Diputación Foral de Vizcaya como la más morosa, sobre la que recae más de un tercio del total nacional de la deuda. Las Diputaciones andaluzas adeudan 890 millones con -otra vez- Cádiz a la cabeza (206 millones) y Sevilla como la más modosita (70 millones), pese a lo que se dirá más adelante. A destacar la ausencia total de deuda de la Diputación Provincial de La Coruña y del Consejo Insular de Formentera, a la que se suman, inmaculadas, otras 3.421 entidades locales, lo que evidencia que se pueden gestionar los recursos públicos racionalmente, si bien no faltará quien les tache como los tontos de la película.

Los 355 millones de deuda de las Entidades Locales Menores y de las Mancomunidades tienen su origen principalmente en  dos corporaciones catalanas (Área Metropolitana de Barcelona y CM Barcelonés, con 138 millones entrambas) que asumen casi el 40 % del total, sin obviar que, en Andalucía, la Mancomunidad del Campo de Gibraltar genera el endeudamiento del 10 % del total nacional, y sin echar tampoco en saco roto los 14 y los 12 millones, respectivamente, que adeudan la malagueña mancomunidad de la Costa del Sol Occidental y la sevillana de Servicios La Vega.

La evolución, a grandes rasgos, deja entrever que de los 8.118 municipios españoles son 4.695 los que mantienen deuda viva (58 % del conjunto), 365 menos que en 2012, mejora que resulta a todas luces insuficiente, más aún cuando la reducción de la deuda en el citado trienio ha supuesto 4.050 millones, es decir menos de un diez por ciento de la del punto de partida.

Lo más oprobioso es que la limitada disminución del endeudamiento -u holgada, según persisten en apreciar los manirrotos de turno- ha venido de la mano del recorte de servicios esenciales a la comunidad, ya que el capítulo de personal ha permanecido inalterado e, incluso, ha aumentado -¿ilegítimamente?-.

Como ejemplo de última ocurrencia, los 2.400 euros del viaje de ida y vuelta mensual en clase turista Chicago-Sevilla, suponiendo -lo que ya es mucho- que el traslado desde el aeropuerto de San Pablo a Castilleja de la Cuesta corriera por cuenta de Joan Marín,  supondrían para los 17.500 ciudadanos del ayuntamiento del Aljarafe sevillano un incremento del 3,5 % sobre su actual y, por cierto, no exorbitante deuda de 874.000 euros.

Se precisarían 16 años a este ritmo, con la “hente” indispuesta tras las barricadas, para dejar la deuda viva a cero, algo a lo que, por otra parte, no se muestran muy proclives los políticos al uso que, contrariamente, tirando del socorrido y vacuo concepto de “deuda ilegítima”, contribuyen a engordarla, según se desprende de noticias y declaraciones de los últimos días:

El presidente de la Diputación de Sevilla ha aprovechado el inhábil agosto para incrementar hasta 20 el número de nóminas de alcaldes y ex alcaldes socialistas en el cementerio de elefantes de la “Puerta de la Carne”, “fichando”, con 41.000 euros de recompensa al imputado y ex primer edil de Los Palacios y Villafranca y al actual alcalde de Guillena, a los que ha sumado dos secretarias asignadas al grupo del PSOE y otra asesora, sin duda “imprescindible”. Las recientes “adquisiciones” se unen a las 18 que incorporó como “personal de confianza” desde su reelección en junio hasta las vacaciones estivales, política nada nueva en la casa de la provincia donde es costumbre inveterada la colocación digital de alcaldes y concejales socialistas relegados a la oposición por sus vecinos. La respuesta, por las críticas recibidas, de la secretaria general del PSOE sevillano no tiene desperdicio: “¿Quién (sic) mejor que los alcaldes de la provincia para asesorar a la Diputación?”.
Otro tanto, cambiando de administración, podemos decir del Gobierno andaluz que ha tenido la ocurrencia de anunciar por boca de su portavoz que el proceso al que “le obliga” Ciudadanos para reducir el 10 por ciento de altos cargos en los entes instrumentales de la Junta es «más complejo» que el de la administración general donde ya está avanzado porque «obliga en algunos casos a cambiar los estatutos» y porque se trata de un procedimiento «más poliédrico». ¡Toma del frasco, Carrasco, que diga toma del frasco, Joan! ¡Y tú con esos pelos!
Las palabras finales del portavoz acaban retratándole y retratando los tentáculos del Régimen: “más del 80 por ciento del personal de los entes instrumentales está dedicado a los servicios públicos de primera necesidad”. Más aún cuando considera “como «plazo razonable» para concluir el proceso, el final de la legislatura” y al afirmar, además, que “hay que analizar cuáles son los entes instrumentales, de qué personal disponen, cuál es necesario y de cuál se puede prescindir, ya que no es un proceso fácil porque afecta a personas”.
Al menos no se le puede tachar de oscurantista, de trolero ni de cuentista. Lo dice bien clarito: desconocen el número de entes, de qué personal disponen, si son necesarios o no y, en su caso, si son prescindibles; pero, sobretodo, que es un proceso que atañe a personas y, lo que es más importante, a “su” poliédrico prójimo, ese que a buen seguro jamás generará una “deuda ilegítima”.

domingo, 20 de septiembre de 2015

1-2. Baño... Y masaje


Tras un primer tiempo en el que se entregó la cuchara, el tenedor, el cuchillo de la carne, el del pescado e, incluso, el de untar, poco o muy poco restaba por hacer en el agónico intento de convertir el segundo en un milagro en forma de una recuperación que se vislumbraba tan lejana como imposible.

Con un solo cambio en la política de comparecencias (Mariano por Tremoulinas) y obligada por lesión del francés, el Sevilla se personaba, al mediodía, cinco días después de su debut en competición europea teniendo como testigo un sol de justicia que ha parecido destinar toda su radiación en forma de plomo a las pantorrillas de los jugadores sevillistas, al tiempo que los célticos aparentaban ser bereberes que hubieran encontrando en Nervión un oasis plácido y reconfortante donde todo eran atenciones, agua fresca, bienvenidas, frescura, dátiles y sombrerazos por doquier.

Y a la vista de lo acontecido resulta claro que, amén de las inexistentes rotaciones, el técnico vasco -el reciente héroe del banquillo de Nervión- ha tenido gran parte de culpa en el discurrir del partido, sobretodo en el primer tiempo: sacar de su sitio a Coke para desplazarlo a la izquierda y ocupar la banda derecha con Mariano, pero, sobretodo, colocarlos en posiciones tremendamente avanzadas sin que ninguno de los mediocentros se fijara entre los centrales, ha generado unos huecos a sus espaldas que han sido gloriosamente aprovechados por Orellana y Nolito para hacer de las bandas celtiñas la más acertada recreación del Brasil de Rivelino y Tostao de México 70. El pretendido 4-2-3-1 se ha teñido finalmente en 2-7-1 patético, inútil y desastroso que ha dado al traste con el partido, con el resultado y, lo que es peor, con la recreación de una imagen de impotencia felizmente superada tiempo ha.

La pretendida reacción del segundo tiempo, con el Sol en todo lo alto de La Bombonera quedará en las retinas como baldío intento por remontar, o siquiera igualar, un encuentro que se había perdido a la hora del desayuno en una pizarra del Hotel Los Lebreros. La mejoría de la reanudación "va de sua", imposible hacerlo peor y eso que Fernando Llorente se estrenó como goleador sevillista a los nueve minutos de entrar en el terreno de juego, tras perfecta asistencia de Mariano. El larguero y el exceso de pases en los metros finales impidieron un empate que, tras el espectáculo del primer tiempo en forma de baño de época, no hubiera sido merecido. Los segundos 45 minutos solo han servido para el socorrido masaje en busca de aflojar esos tensos músculos que hoy han brillado por su ausencia demasiado tiempo. Dicho esto, ¡qué grande eres, Sevilla!


FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

Sevilla FC 1 - Real C. Celta de Vigo 2
 
Sevilla FC: Sergio Rico; Mariano, Andreolli, Kolodziejczak, Coke; Krychowiak, Nzonzi; Vitolo (Krohn-Dehli, m. 29), Banega (Fernando Llorente, m. 46), Reyes (Konoplyanka, m. 73); y Gameiro.
 
Real Club Celta de Vigo: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral (Fontás, m. 58), Sergi Gómez, Jonny; Augusto Fernández, Wass; Orellana, Pablo Hernández (Radoja, m. 63), Nolito; e Iago Aspas (Guidetti, m. 79).
 
Goles: 0-1: m. 15, Nolito. 0-2: m. 26, Wass. 1-2: m. 54, Llorente.
 
Árbitro: El aragonés Jaime Latre. Mostró cartulina amarilla a Banega, Krychowiak y Reyes, por el Sevilla, y a Sergi Gómez, Iago Aspas, Hugo Mallo, Augusto Fernández y Orellana, por los gallegos. Expulsó al cético Jonny por doble amarilla en el m. 91.
 
Incidencias: Partido correspondiente a la 4ª jornada de Liga disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán con 39.000 espectadores en mediodía caluroso. Terreno de juego en perfectas condiciones.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Refugiados e hipocresía



16/09/15. Mi colaboración de ayer en El Demócrata Liberal


El uso y, también, el lamentable abuso de la imagen dramática del pequeño Alan varado en la arena de la playa turca de Bodrum, ha propiciado durante las dos últimas semanas ríos de tinta, millares de horas de audiovisuales y billones de gigabytes por parte de comunicadores diversos y de gente del común que, con buena y mala fe, desde el conocimiento o desde la ignorancia, se han pronunciado en relación con el drama de los centenares de miles de refugiados y apátridas que han traspasado ya las fronteras de la Unión Europea o continúan aún hoy a sus puertas.

“Lo sustancial es lo que se percibe como verdad, no la verdad misma”

Afganistán, Irak y, sobretodo, Siria son las canteras de donde ha partido esta marea humana necesitada de protección y auxilio: hombres y mujeres, niños y ancianos -en menor medida- que, en su desesperación, se han hermanado echándose a un monte desconocido, abandonando sus exiguas o profusas pertenencias y que, con lo puesto, se han plantado -ora caminando, ora navegando en barcazas desvencijadas, también zozobrando, muchas veces agonizando- en las entrañas de Europa. Por cierto, ninguno rumbo a la “libertad caribeña”, nadie llamando a las puertas de países árabes, más cercanos y poderosos, ningún obcecado con presumir de dacha en la estepa rusa, como mucho de paso por sus países satélites pero siempre con la mirada y los selfies puestos en el país de la “malvada” Merkel.


Imágenes de la tragedia que, pese a la indignación y a la desesperación que rezuman, resultan un canto -trágico pero loa al fin y al cabo- a la tradición judeo-cristiana que el mundo occidental y, en particular la vieja Europa, representan. Lo sustancial es lo que se percibe como verdad, no la verdad misma, y es el momento cuando aparece una muchedumbre ansiosa de alcanzar lo que nosotros, desde la opulencia, despreciamos o, al menos, no valoramos en su justa medida.

“No llegan a entenderse tantos y tan costosos impedimentos en las vallas de Ceuta o Melilla al tiempo que se abren de par en par Los Pirineos”

La cuestión siria, como la afgana, la iraquí, la congoleña o la birmana, son claros ejemplos de lo que la desidia del egoísta mundo actual es capaz de ocasionar y, en modo alguno, mitigar. Como bien afirma Bente Scheller, de la Fundación Heinrich Boll de Beirut, “en 2011, la comunidad internacional no tomó en serio la revolución en Siria; se podrían haber salvado decenas de miles de vidas si se hubiera actuado cuando se usaron armas químicas; sin embargo hoy Asad sigue bombardeando indiscriminadamente, torturando hasta la muerte, cometiendo crímenes de guerra”. Los mencionados antecedentes no son sino el botón de muestra de avisperos que, tirando primero de ocupación y después de deserción y de políticas de paz, irresponsablemente se dejaron ivernar para renacer con toda su fiereza al tórrido sol de los combatientes islamistas y yihadistas que se apresuraron a ocupar el espacio dejado por el ignominioso vacío de poder. Fanáticos que en mayor o menor número, entre afirmaciones y desmentidos de gobiernos y responsables de inteligencia, aprovechando la permeabilidad fronteriza europea, pueden estar haciendo su incursión en el corazón de Europa con el kalashnikov bajo la chilaba, junto a los desplazados. Todo ello sin echar en saco roto las fuentes que aseguran que solo un tercio de los deplazados son sirios, afganos o iraquíes, por lo que no llegan a entenderse tantos y tan costosos impedimentos en las vallas de Ceuta o Melilla al tiempo que se abren de par en par Los Pirineos.


La foto de Alan en brazos de un policía turco no la han desaprovechado, tan habitual como repugnantemente, los habituales ventajistas, a la cabeza los que debieran ser más prudentes y reflexivos, o al menos de los que cabría esperarse un mayor grado de sensatez y compromiso. A las primeras de cambio, desde su oxidado bastión, anclado en la demagogia de la tupida moqueta, hizo su aparición el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso, Antonio Hernando, para presentar una batería de medidas al Gobierno, al tiempo que “le pedía que no fuera cicatero”, para responder con altura moral a la crisis humanitaria y entre la que figuraba, desde su magnanimidad, “acoger a los 4.000 refugiados” en los que cifraba sus inmensos anhelos de adhesión a causa tan noble. Un día después el Gobierno hablaba de, al menos, 15.000 asilados -más de 17.000 son los datos de ayer mismo-, haciendo grotesco el alarde de “esplendidez” de Ferraz.

Tampoco tardaron en hacer su aparición los ayuntamientos al estilo “carcoki” (Luis Marín dixit), ofreciendo el oro y el moro (con perdón) y exigiendo no poner puertas al campo de la solidaridad, al tiempo que se mostraban dispuestos a acoger en sus ciudades a un número indeterminado de personas, eso sí, implorando la acción del Gobierno en forma de millonarias transferencias para colgarse del pescuezo las correspondientes medallas de la filantropía y del buenismo.

Y al tiempo, el resto, los “profetas del todo a cien”, nos hemos vuelto a retratar volcándonos en la comodidad de predicar, con cargo a las cuentas públicas, un acogimiento multitudinario -¡cuantos más, mejor!-, apoquinando, como mucho, un puñadito de trigo en forma de míseras limosnas.

Mientras tanto, las ONG, con Cáritas, Acnur y Cruz Roja a la cabeza, son las primeras que han vuelto a disponer sus escasos medios para, sin alharacas, llevar a cabo la primera toma de contacto con nuestros imprevistos visitantes que no son tales, pues llegan con vocación de permanencia.

Desde nuestra absoluta ceguera e hipocresía, como un Tomás del siglo XXI, nos convertimos en creyentes absolutos gracias a la cruel realidad de una imagen, al tiempo que continuamos mostrándonos incrédulos irredentos ante las noticias remotas (ojos que no ven... ) que llegan de un Mare Nostrum convertido en cementerio de anónimas legiones, ávidas de paz y de libertad terrenales.

Aprovéchese el momento para dar y recibir una lección colectiva y concluir de una vez con la falacia de la gratuidad de servicios. Seamos conscientes de que es una situación que nos toca resolver entre todos. No nos conformemos con acoger a 17.000, abramos nuestras fronteras. Hoy, impactados, si nos requiren, todos nos mostraremos dispuestos a perder parte de nuestro bienestar en favor de nuestros inminentes conciudadanos: no nos quejaremos si las Urgencias se ponen imposibles (ahora sí, de verdad), aceptaremos si la Educación no puede ser cien por cien universal (que nunca gratuita), consentiremos que sueldos y pensiones tengan que congelarse o, incluso, minorarse.

Vienen huyendo del espanto y de la miseria, dispuestos a integrarse como españoles y como tales hay que considerarlos. Necesitan viviendas, colegios, medicinas, higiene, alimentos y las mismas atenciones de las que disfrutamos. Hemos de demostrar que estamos dispuestos, incluso en una situación de crisis como la actual, a renunciar a algunas de nuestras prebendas en su beneficio: pongamos a su disposición nuestra segunda o tercera vivienda, aumentemos sin rechistar la ratio de nuestras aulas, elevemos el copago farmacéutico, asumamos sueldos y pensiones en declive para hacer posible un acogimiento donde la solidaridad reluzca y no se convierta en infame postureo, ese que con excesiva frecuencia mostramos mientras apoyamos el codo más o menos inestablemente en la barra de la taberna.

3-0. De vuelta. ¿Es que se fue?




Tras un inicio de temporada titubeante, saldado con dos empates ligueros lejos del Sánchez Pizjuán y derrota casera ante el Atlético, hacía de nuevo su aparición la máxima competición continental en La Bombonera, arranque que había hecho remitir la desbordante ilusión veraniega forjada a base de fichajes otrora impensables añadidos a la base de una plantilla que había vuelto a campeonar en Europa tres meses antes.

Con la casta como mejor arma, los de Emery mostraron desde el principio sus intenciones, si bien durante la primera parte las ocasiones ante la meta de Sommer fueron escasas: solo un disparo de Vitolo que se estrelló en el poste derecho y cuyo rechace fue enviado fuera por Reyes supuso la única aproximación seria al gol.

La lucha por el dominio en el centro del campo evidenció el perfecto dibujo que Emery diseñó en la pizarra: Coke y Tremoulinas como laterales muy avanzados, con Krychowiak, unas veces, otras Nzonzi, ocupando el eje de la defensa para comenzar la creación y desplazando hacia las bandas a los dos centrales, Andreolli y Kolo, que, de momento, están haciendo olvidar las bajas de Carriço y de Rami, amén de la de Pareja.
Banega, Vitolo y Reyes, más avanzados, eran los encargados de propiciar ese último pase que debiera aprovechar un Kevin Gameiro soberbio que salió para proclamar a los cuatro vientos que él lleva el 9 en las espaldas. Ambos cuatro acabaron siendo los más determinantes en el resultado final.

Dos penaltis sobre el canario y otro sobre el francés fueron sancionados por el checo Kralovec. Gameiro transformó el primero y erró el segundo al estrellar con dureza el balón sobre el larguero y la misma línea de gol. Después, Banega convirtió en gol el tercero. Ya al final, sin pretenderlo, en un centro chut, Konoplyanka, en el primer balón que tocaba, hizo el definitivo 3-0.

Las apariciones de Immobile y de Krohn-Dehli, junto a la afortunada reaparición de Sergio Rico, evidenciaron el tesoro que guarda esta la plantilla que se permite dejar en el banquillo a Fernando Llorente y a Iborra, entre otros.

En el otro enfrentamiento del grupo de esta primera jornada, la Juve venció a domicilio al City (1-2) y aunque esto no ha hecho sino comenzar los números muestran un líder, con tres puntos, único imbatido, un Sevilla que ha vuelto... si es que alguna vez se fue.

VÍDEOS DEL PARTIDO:
FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO
 
Sevilla FC 3 - Borussia Mönchengladbach 0
 
Sevilla FC: Sergio Rico, Coke, Andreolli, Kolo, Tremoulinas, Krychowiak, Nzonzi, Banega (Krohn-Dehli, m. 75), Vitolo, Reyes (Konoplyanka, m. 82) y Gameiro (Immobile, m. 70).
 
Borussia Mönchengladbach: Sommer; Korb, Brouwers, Jantschke, Wendt; Hahn (Schulz, m. 72), Stindl (Dahoud, m. 66), Nordtveit, Traoré; Raffael (Drmic, m. 85) y Hazard.
 
Goles: 1-0, m. 46: Gameiro (p). 2-0, m. 65: Banega. 3-0, m. 84: Konoplyanka.
 
Árbitro:
El checo Pavel Kralovec. Amonestó a Reyes y Nzonzi, por el Sevilla, y a Stindl y Brouwers, por los alemanes.

Incidencias: Partido correspondiente al primer partido del Grupo D de la fase previa de la UEFA Champions League, disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, ante 44.000 espectadores, casi tres mil alemanes entre ellos, en noche de agradable temperatura. Terreno de juego en perfectas condiciones.

sábado, 12 de septiembre de 2015

1-1. Mucho que ensamblar. En busca de los conceptos perdidos



Ha vuelto a defraudar el Sevilla en tierras levantinas. Un empate ante el Levante, y más teniendo en cuenta los antecedentes, solo puede calificarse como un mal resultado, que convierte en pésimo el inicio de temporada cuando se atisban dos solitarios puntos sobre nueve en el casillero.


Ni las bajas en el centro de la defensa (las recientes de Rami y Carriço más la de larga duración, Pareja), ni los dos claros penaltis no cobrados en el área local, uno por agarrón a Vitolo y otro por aparatosas manos tras testarazo de Immobile, amén del reparto injusto del castigo tarjetero por parte del árbitro de la triple mentira (ni iglesia, ni villa, ni nueva), deben servir hoy de excusa por el resultado cosechado.

Empezó bien el Sevilla, dominador durante el primer cuarto de partido, donde Nzonzi adelantó a los de Nervión con un potentísimo disparo desde 30 metros que sorprendió a Rubén. Por entonces la inédita línea defensiva y el medio del campo sevillista que, junto al francés, formaron Vitolo, Krychowiak y Kakuta, se convirtieron en los dueños del encuentro; pero llegaron los minutos finales del primer tiempo y la práctica totalidad del segundo, para dejar claro que la estética y el orden brillaban por su ausencia, que los conceptos que de memoria se ponían en práctica hace apenas cuatro meses deben ser asumidos por las recientes incorporaciones.

En el minuto 12 de la continuación, los locales aprovecharon la segunda desaplicación defensiva para hacer el empate, un resultado que, a resultas de lo visto, podría considerarse justo si no fuera porque el tercer protagonista del partido, el equipo arbitral, se desinhibió de todo cuanto ocurría en el área levantinista.

Diez jugadores nuevos en la plantilla, a sumar a los 12 de la pasada temporada y a los 14 de la anterior, con las correspondientes bajas, forman un batiburrillo muy difícil de engarzar en los comienzos de la competición, algo que el de Hondarribia ha demostrado con creces que sabe hacer y al que hay que continuar dando la confianza para conseguirlo. Por su parte, en los despachos de los organismos oficiales es donde el Sevilla Fútbol Club, como institución, ya está tardando en exigir el respeto que merece el Grande de Andalucía.

FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

Levante UD 1 - Sevilla FC 1
 
Levante UD: Rubén; Morales (Iván López, m. 68), Trujillo, Feddal, Juanfran; Verza, José Mari, Toño García; Camarasa, Ghilas (Roger, m. 85) y Deyverson (Víctor Casadesús, m. 68').
 
Sevilla FC: Beto; Coke, Andreolli, Kolo, Tremoulinas; Vitolo, Nzonzi, Krychowiak, Kakuta (Konoplyanka, m. 30); Gameiro (Krohn-Dehli, m. 75) y Llorente (Immobile, m. 67).
 
Goles: 0-1 (m.12) Nzonzi. 1-1 (m. 57) Camarasa.
 
Árbitro: El gallego Iglesias Villanueva. Amonestó a los locales Morales y Juanfran; y a los sevillistas Kakuta, Konoplyanka y Tremoulinas.
 
Incidencias: Partido correspondiente a la 3ª jornada de Liga disputado en el estadio Ciudad de Valencia ante 22.000 espectadores en tarde-noche otoñal. Terreno de juego en buenas condiciones.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

El desafío secesionista y la adecuación de la ley



09/09/15. Mi colaboración de ayer en El Demócrata Liberal


Sabido es que la ley siempre va a remolque de los acontecimientos. Especialmente el derecho sancionador se encuentra inmerso continuamente en la búsqueda de fórmulas para combatir nuevas formas de delincuencia o para hacer frente a otrora impensables conductas en forma de descaradas y groseras burlas a la ley.

A primeros de mes el Grupo Parlamentario Popular, sostén del actual Gobierno, presentó a la Mesa del Congreso de los Diputados una Proposición de Ley Orgánica de reforma de la Ley del Tribunal Constitucional para la ejecución de resoluciones del máximo intérprete de nuestra Gran Carta.

Somos pacientes observadores del espectacular revuelo que la propuesta ha encontrado en diversos ámbitos: desde el previsible discurso amparado en la manía persecutoria del Molt Honorable, hasta los que  tachan al gobierno de dontancredista, inmovilista y dejacionista

Naturalmente, a nadie escapa que el propósito de la misma es hacer frente al desafío secesionista que, desde hace más de tres años especialmente, viene llevando a cabo el gobierno catalán de la mano de distintas instituciones de aquella comunidad autónoma. Toda una “suerte de golpe de Estado a cámara lenta”, según tesis de la pasada semana de Alfonso Guerra en la revista Tiempo, en primoroso plagio de las palabras anticipadas por Luis Marín Sicilia en El Mundo de Andalucía hace justo un mes.

Al tiempo, todos somos pacientes observadores del espectacular revuelo que la propuesta ha encontrado en diversos ámbitos: desde el socorrido discurso colindante a la manía persecutoria del Molt Honorable -al que se ha sumado la práctica totalidad de la oposición parlamentaria, incluida la PSOE, a menudo presta y dispuesta a echar el brazo por los hombros a los radicales- hasta los bramidos de los que tachan al gobierno de dontancredista, inmovilista o dejacionista, al tiempo que le exigen un comportamiento rotundo, decidido y contundente, olvidando que en un Estado de Derecho la actuación ha de discurrir paralela y, como mucho, tangentemente a la ley; una ley que repudia la actuación de la administración fuera de su ámbito de competencia o la realizada prescindiendo total y absolutamente del procedimiento legalmente establecido, una ley que persigue una actuación alejada de la “vía de hecho”, que según fallo del propio Tribunal Constitucional consiste en una “pura actuación material, no amparada siquiera aparentemente por una cobertura jurídica” (STC 160/1991, de 18 de julio).

Entrambos nos encontramos el resto de los mortales (homenaje imprevisto a @Higeadivina): unos, porque sí, a favor de los planteamientos del grupo mayoritario de la Cámara Baja; otros, también porque sí, decididamente en contra, pero todos infringiendo el mismo precepto, todos decididos a debatir y a polemizar hasta la extenuación, eso sí, sin molestarse en obtener la mínima información previa.

Está claro que el texto actual solo ha servido para que don Arturo se recochinee con sus incumplimientos, usando y abusando permanentemente del fraude de ley

Es por ello que de nuevo nos vemos obligados a analizar, con la necesaria brevedad, los planteamientos de la proposición de reforma consistente en la modificación de tres artículos y la supresión de un apartado de otro de la actual ley.

La efectividad de las resoluciones del Tribunal Constitucional deberían estar garantizadas por la ley orgánica en vigor; sin embargo, nuevas situaciones creadas con el propósito de burlarlas requieren una pormenorización de los principios generales de la norma actual:

- La modificación del artículo 83 que, ahora, únicamente faculta a Tribunal para disponer la acumulación de procesos conexos, prevé la aplicación con carácter supletorio de los preceptos de la Ley Orgánica del Poder Judicial y de la Ley de Enjuiciamiento Civil en materia de comparecencia, recusación, abstención, publicidad, etc., y de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa en lo relativo a ejecución de resoluciones.

- El artículo 87 mantiene sus dos actuales puntos referidos a la obligación que recae sobre los poderes públicos de cumplir las decisiones del Tribunal Constitucional y a la prestación preferente y urgente de auxilio que han de dispensar al mismo los Juzgados y Tribunales, añadiéndose dos reseñas especialmente inequívocas, una que faculta al máximo intérprete de la Constitución para notificar sus resoluciones a cualquier autoridad o empleado público, y otra que considera sus propias sentencias y resoluciones como títulos ejecutivos per se. Resulta increíble que siete lustros largos después del nacimiento de la ley orgánica dichas previsiones no estén incorporadas aún al texto.

Asimismo, el artículo 92 que en la actualidad, de forma genérica, se pronuncia sobre los modos e incidencias de la ejecución, pretende dejar negro sobre blanco las diversas herramientas con las que podrá contar el Tribunal Constitucional para hacer efectivas sus resoluciones, tales como el auxilio que precise de las administraciones; la posibilidad de que las partes propongan las medidas de ejecución que estimen necesarias; el requerimiento a instituciones, autoridades, funcionarios o particulares -a instancia de parte o de oficio- si se advierte incumplimiento; la adopción de medidas concretas en caso de persistencia, tales como multas coercitivas, suspensión de funciones de autoridades y funcionarios y ejecuciones sustitutorias en las que el Tribunal podrá requerir la colaboración del Gobierno, así como la posibilidad de deducir testimonio de particulares a fin de exigir la responsabilidad penal correspondiente.

Por lo demás, cuando las ejecuciones dictadas acuerden la suspensión de disposiciones o actos, y se den circunstancias de especial trascendencia constitucional, el Tribunal, de oficio o a instancia del Gobierno, podrá adoptar las medidas necesarias para asegurar su cumplimiento inmediato sin perjuicio de que, en tres días, tras audiencia a las partes, se confirmen, se levanten o se modifiquen las medidas convenidas.

Finalmente, ante las confusas informaciones en sentido contrario, es necesario reiterar que el artículo 95 vigente establece en cinco escuetos y genéricos puntos la potestad sancionadora del Tribunal Constitucional, atribución que posee desde 1979. Ahora se pretende exclusivamente suprimir el apartado 4, referido a las multas coercitivas, que queda subsumido en la reforma del mencionado artículo 92, lo que, al tiempo, desde el punto de vista de la técnica legislativa empleada, supone la principal crítica, y es que el contenido de los puntos 4 y 5 del artículo 92 debiera formar parte del artículo 95.

Está claro que el texto actual solo ha servido para que don Arturo se recochinee con sus incumplimientos, usando y abusando permanentemente del fraude de ley. Con la adopción de las medidas propuestas ahora, precisas y detalladas -que sin duda admiten mejoras en su tramitación, si existiese voluntad en el mismo grado que hay sectarismo-, las sentencias y resoluciones no quedarán en el limbo jurídico como viene indefectiblemente ocurriendo. Los preceptos que se aportan, mejorables como todos a la luz de la experiencia que vaya proporcionando su puesta en funcionamiento, podrán calificarse como buenos o malos, excelentes o paupérrimos, pero lo que no cabe duda es que supondrán un mecanismo de enorme provecho en manos de los magistrados, incluidos los que no forman parte de la carrera judicial.

Ahora sí, con argumentos, ha llegado el momento de decidir sobre la bondad o perversidad de la reforma. Yo lo tengo claro. Claro, que me la he leído.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

@ppandaluz: El eterno suplente



02/09/15. Mi colaboración de ayer en El Demócrata Liberal


Acaba de comenzar la Liga, acontecimiento que se repite candenciosamente y que va a servirnos de excusa perfecta en nuestra tentativa hoy de parangonar al deporte rey con la política andaluza, sus causalidades y aciagas secuelas.

Sin ser definitivo, la pretemporada sirve al entrenador para, tras un primer análisis, establecer nítidas diferencias entre los futbolistas que estima habituales, a los que convertirá en titulares, y los que etiqueta desde el principio como ocasionales, que serán condenados casi sin remedio a la suplencia, cuando no a la grada.

Los andaluces, convertidos en el seleccionador andaluz que entrega las camisetas de titular del San Telmo Balompié, se han mostrado casi siempre esquivos con el Partido Popular de Andalucía, condenándolo al ostracismo, a calentar banquillo una y otra vez, con una sola excepción, la ocurrida el 25 de marzo de 2012, cuando -a la novena fue la vencida- hartos ya de una alineación taciturna que recitaban de memoria, e ilusionados con nuevos fichajes, dieron su beneplácito para que el viejo PP de Javier Arenas comenzara a hacer sus primeros ejercicios de calentamiento en la banda.


Aunque para la opinión publicada el seleccionador andaluz, o se había equivocado, o se había “vuelto loco”, todo parecía presto y dispuesto para el debut oficial del eterno suplente en una competición, la política andaluza, que a lo largo de casi cuarenta años le había estado vedada y que no había conocido más titulares que a los outsiders del clavel, con contadas y tímidas incursiones foráneas, ora de tuercebotas andalucistas -desde la pasada semana en franca retirada- ora de oriundos comunistas de una Izquierda Unida al día de hoy más izquierda hundida que nunca.

Cuando, hace tres primaveras, el Parlamento, en burdo remedo del inútil y tan en boga cuarto árbitro, sacó de sopetón la tablilla anunciando la entrada al terreno de juego del postergado, cuarentón, barrigón y “antipático” suplente de lujo, en sustitución del vetusto, chocante y (hay alguien que así lo califica todavía) “carismático” titular, hacía su aparición en escena el Al-Ghandour de turno, en forma de tan rimbombante como vacuo “Pacto por Andalucía” que, tarjeta encarnada en ristre, solo sirvió para mandar a la ducha al PP-A antes siquiera de hollar con sus inmaculados tacos la línea que delimita el terreno de juego.

Andalucía, tras 37 años de Autonomía (incluyendo las previas), sigue siendo la única comunidad autónoma que no ha conocido la alternancia. Y si esto acontece lo es por diferentes razones, llámense culpas, responsabilidades y/o pecados compartidos:

Por activa -a diario se observa en este medio y en otros que pretenden apurar las horas al Régimen- es claro responsable ese vulgar, mediático e insolente futbolista que de alevín ha devenido en carcamal y que, con aires de suficiencia y miradas destempladas hacia el osado técnico que pretende su sustitución, no acata nunca sus órdenes, ni se priva de despotricar del sempiterno “compañero” que bebe los vientos por unos cuantos “minutos de la basura”. El chiringuito de fundaciones, consorcios, agencias y demás organizaciones puestos en liza son suficiente botón de muestra de los motivos por los que el jugador titular continuará siéndolo sine díe.


Pasan los años, las décadas, las legislaturas y el Partido Popular de Andalucía “no toca pelo”


Pero, por pasiva -y nunca mejor dicho- reluce por su ineficacia e incompetencia el imperecedero y “sesteante” aspirante a hacerse con el puesto de titular, y que, a diferencia de su competidor -aunque con la misma rusticidad e idéntica inoperancia- “solo” le da para vivir como rajás en la bancada de la oposición, permitiendo con su atonía y postración este exasperante “más de lo mismo”.

Sí, así es. Pasan los años, las décadas, las legislaturas y el Partido Popular de Andalucía “no toca pelo” y, lo que es peor, no se produce en su seno la más mínima cavilación, el más somero de los análisis que ayuden a encontrar la luz al final de un túnel lúgubre y húmedo, convertido en criadero perenne de champiñones a los que nunca les llega la hora de la cosecha.

La mayor evidencia de ineficacia tuvo su reflejo en el breve periodo que va de noviembre de 2011 a marzo de 2012, en el ínterin entre Generales y Autonómicas, donde los populares se dejaron en la cuneta 415.000 papeletas con las siglas de la gaviota, todo ello después de que Javier Arenas se hubiera pateado Andalucía para convertir a su partido por vez primera en la fuerza más votada, aunque insuficiente para el asalto a San Telmo. Sin embargo, la caída en picado no se detuvo ahí y hace apenas cinco meses ha visto como el respaldo de los andaluces ha superado por poco el millón de votos, justo la misma cantidad de apoyos que han extraviado en menos de cuatro años.


Hasta los casos que se han combatido -¡caiga quien caiga!- desde el gobierno y las instituciones (Fiscalía, Agencia Tributaria, etc.) y que fácilmente serían vendibles públicamente como actos de decencia y compostura, se le vuelven en contra


La autocrítica que conduce al diagnóstico acertado sobre las causas que le mantienen relegado y camino, casi, del confinamiento, continúa brillando por su ausencia, pero no debiera diferir mucho del siguiente:

Los flagrantes casos de corrupción que afectan a la “casa madre”, y empleo el verbo en presente de indicativo por la más que acreditada incapacidad de conjugar en pretérito perfecto la pervivencia de semejante lacra. La corrupción, como tantas veces repetimos, es consustancial al hombre y a la mujer (¡toma otra de lenguaje no sexista!), y, por tanto, imposible de erradicar. La única herramienta ágil para jibarizarla siquiera está en el modo, la rapidez y la contundencia con la que se le combata. Y ahí, aunque a cierta distancia del resto, no se ha estado especialmente pronto.

La ineficiente comunicación o, mejor dicho, su práctica inexistencia, le colocan en un plano de desabrigo al alcance del pim, pam, pum de manera que, hasta los casos que se han combatido -¡caiga quien caiga!- desde el gobierno y las instituciones (Fiscalía, Agencia Tributaria, etc.) y que fácilmente serían vendibles públicamente como actos de decencia y compostura, se le vuelven en contra. Así, lo que podría convertirse en imagen de sujetos activos contra los corruptos, se convierte, gracias a su inmensa torpeza, en todo lo contrario.

Para colmo de males hay cosas que no la arreglan ni la mejor política de comunicación que, por arte de birlibirloque, hiciera su aparición en Génova o por la calle San Fernando y es que el partido se ha estancado en el ya célebre Congreso de Sevilla de la primavera de 1990 y que marcó un hito esperanzador en el inmediato futuro de la política española: un cuarto de siglo después nadie asume la decisión sobre la designación “digital” del bisoño líder; la renovación de cuadros, a nivel general, se da por inexistente; la apertura a la militancia sigue tan sesgada y bloqueada como por entonces, si no más; las mismas caras se repiten en una convocatoria, en la siguiente y en la de en medio; personas de acreditada valía son relegadas a posiciones cómodas a las de un compadreo cercano al “aquí me la den todas”; en fin, profesionales que se empantanan en sus puestos, que olvidan su procedencia y que se postergan en cargos secundarios sin aspiraciones ni ilusión alguna.

Y mira que lo tienen fácil: a la mayoría de ellos le bastaría ojear a diario El Demócrata Liberal para disponer semanalmente de una batería de preguntas parlamentarias que soliviantarían al más sereno de los portavoces del Régimen.

Pero no, asumido por todos su esperpéntico laissez faire, laissez passer, ahí continúan, de la cuna a la sepultura, en un patético tránsito que castiga sin merecerlo a una ciudadanía ávida de nuevos refuerzos, de renovados fichajes en el terreno de juego de la política andaluza… cuarenta años después.