Y repasando la reciente historia sevillista no es
poco. Volvemos a ser un equipo tras casi dos años deambulando por los
terrenos de juego. El Sevilla actual en nada se parece al de los últimos
tiempos y ese mérito es de todos los profesionales: de los jugadores, que
han vuelto en creer en sí mismos; del técnico, que ha sabido imprimir ese
carácter que parecía olvidado y que ha logrado aflorar de su gente la
actitud y aptitud que, aunque escondidas, atesoraban; por ello mismo, de un
Director Deportivo que resulta que no se equivocaba tanto cuando "tanto se
equivocaba" al decir de tantas y tan "reputadas" reflexiones de los que
"entienden de esto", sin olvidar, naturalmente, la cuota correspondiente de
la clase dirigente que aguantó contra viento y marea a ambos cuando lo más
fácil era ofrecer en bandeja de plata sus cabezas tal y como "las hijas de
Herodías con micrófonos y plumas en las manos, amén del pueblo llano"
exigían al albur de los -todo sea dicho- malos resultados y no mejor imagen.
Con el mismo once que venció al Real de Madrid y
al Deportivo, el Sevilla intentó una gesta que durante 88 minutos fue
posible. A partir de ahí, esos minutos de la basura que nunca lo son
hicieron el resto: empate y victoria forastera en el alargue que no puede
catalogarse de injusta aunque sí de enormemente frustrante.
Un partido muy distinto al último disputado en el
Sánchez Pizjuán: es cierto que el Sevilla volvió a ponerse por delante, otra
vez Trochowski, a los 25 minutos, al aprovechar una indecisión de la zaga
blaugrana, pero el balón tenía un dueño que no era otro que el equipazo
barcelonés; sólo en contraataques ocasionales el Sevilla mostraba los
dientes, pero los mostraba.
El noventa por ciento del partido se jugó en el
tercio medio del terreno de juego, las defensas adelantadas y el enorme
trabajo de los hombres del mediocampo -espectaculares Rakitic y Maduro- se
anulaban mutuamente en la zona ancha. Así llegó el segundo tanto sevillista,
cuando a los 2 minutos de la segunda parte un infatigable Medel pugna por un
balón como él sólo sabe y puede hacerlo -en un intento desesperado de
"ganarse el aplauso fácil" a decir del "genio" Aguilar- y lo pone con
ventaja a Negredo para que, homenajeando al mejor Kanouté conocido, batiera
a Valdés en un gol que será recordado por mucho tiempo.
Todo parecía encarrilado: un equipo, haciendo las
cosas como hay que hacerlas, se imponía al mejor equipo del mundo que es y
ha sido, estableciendo unas distancias en el marcador irreconocibles para
los visitantes. Pero esto es fútbol y enfrente estaba lo excelso: cuando más
felices nos las prometíamos, apareció Cesc sólo cuatro minutos después, para
con la izquierda hacer el primero y, lo que fue peor, espolear a un
Barcelona que se lanzó a por el partido. Vilanova puso en liza "toda la
madera" que le quedaba en el banquillo mientras Mateu, o mejor dicho su
auxiliar de banda, "veía" con nitidez la "clara" agresión de Medel al
picapleitos Fabregas. La inferioridad numérica acompañada, instantes
después, de la ceguedad del trencilla (en sus narices Thiago orienta el
esférico con la mano, lo que además costaría la expulsión de Míchel)
hicieron el resto: el propio Cesc aprovecha la "picardía" del brasileño para
empatar el partido a falta de dos minutos. Mas no todo iba a quedar ahí: en
el alargue Villa se encarga de echar los dos puntos restantes en la buchaca
azulgrana.
Ganó al final el mejor, un equipazo no cabe duda.
Y estuvo a punto de hacerlo -sobraron dos minutos más el descuento- un muy
buen equipo, un grupo de profesionales que ha hecho renacer en el sevillismo
la ilusión de que gestas no tan lejanas puedan volver a repetirse y yo me
quedo con eso: el Sevilla, reitero, ha vuelto para quedarse y bien que lo
está demostrando. Sólo falta que, tras el duro varapalo, esa actitud se
mantenga en el tiempo, ahora contra rivales, en teoría y en la práctica,
mucho más asequibles y así, al final, recoger los apetecidos frutos.
¡Sevilla, siempre así!
FICHA TÉCNICA DEL
ENCUENTRO
Sevilla F.C. 2 - F.C.
Barcelona 3
Sevilla F.C.:
Sevilla FC. Palop; Cicinho, Botía, Spahic, Fernando Navarro; Maduro, Medel;
Navas, Rakitic (Kondogbia, m 75), Trochowski (Manu, m. 37); y Negredo (Luna,
m. 80).
F.C. Barcelona:
Valdés; Alves (Villa, m. 79), Song,
Mascherano, Alba; Busquets (Thiago, m. 75), Xavi, Cesc; Pedro, Alexis
(Tello, m. 61) y Messi.
Goles:
1-0, m. 25, Trochowski;
2-0, m. 48, Negredo; 2-1, m. 52, Cesc; 2-2. m. 88, Cesc; 2-3, m. 91, Villa.
Árbitro: El valenciano Mateu Lahoz. Amonestó a Rakitic y expulsó a Medel y a Míchel, por el Sevilla. Amonestó también al barcelonista Pedro.
Incidencias: Partido correspondiente a la 6ª jornada de Liga disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante 41.000 espectadores, otra vez sin violentos y, otra vez pese al resultado, ni falta que han hecho. Terreno de juego en perfectas condiciones.
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