Si, tras las definitivas y
horripilantes puestas en escena de Bilbao, Moscú y Valencia, no lo teníamos
claro, va hoy el técnico y se deja caer con una máxima que hace aguas por todos
lados: "Tres partidos para recuperarnos de una semana mala".
¿Tres partidos? ¡Falso de toda falsedad! El Sevilla no ha hecho un solo partido
digno en la vigente temporada. Nueve encuentros de Liga donde solo ha sido
superior al Málaga y cinco de UEFA Champions League donde solo los eslovenos del
Maribor parecieron (y digo bien, parecieron) inferiores.
"El de mañana es un partido muy importante. Son tres partidos para
recuperarnos de una semana mala. Esperamos esta semana recuperar los puntos
perdidos. Esta semana tiene que ser mucho mejor tras una semana mala. La semana
ha sido mala, no un drama. Perder es algo no deseado y necesitamos victorias. En
Mestalla hubo una buena primera parte, pero luego fuimos superados por los
atacantes rivales. En los últimos minutos el resultado se abulta. El responsable
soy yo, siempre que hay problemas soy yo el responsable. Hay que trabajar para
que eso no vuelva a suceder". Cierto, aunque no el único culpable, el
responsable sí eres tú: responsable de no lograr un equipo con una plantilla
hecha para gestas ahora impensables, culpable de no poner sobre el césped a los
baluartes de la casta y el coraje, responsable también de alinear una caterva de
extranjeros desconocedores de la trascendencia del club en detrimento de los que
lo dan todo en materia de actitud y de aptitud. ¿Verdad, Sarabia?
"Tres partidos para recuperarnos de una semana mala". Y se queda tan
pancho. En Copa comenzaremos a verlo a partir de mañana donde a un Cartagena de
2ª B -lo anuncio- puede caberle el honor de descabalgarte del banquillo
sevillista, ése al que nunca debiste llegar. Error si, pese a todo, te mantienen
una semana más: la que permitirá que Leganés y Spartak no solo te saquen los
colores sino que hagan sonrojar a una afición sin culpa alguna del desastre que
se avecina.
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