2-1. Parvulitos... ¡Al recreo!

Dani, Tito, Arribas, Figueras, Casado, Diamanka, Fuego, Piti, Rayco, Michu... Hombres... once... catorce hombres frente a otros tantos parvulitos del "jardín de infancia" en el que se ha convertido este Sevilla.

Trato de pergeñar, aún incrédulo, en el tren de regreso a Sevilla, unas ideas sobre lo que mis ojos acaban de contemplar en Vallecas: un entrenador desatinado, un equipo sin alma, un grupo de infantes (no de Marina precisamente) desamparados, impotentes, indolentes, sin irles -aparentemente- nada en el envite.

Nos despachó Marcelino en el inicio con una alineación absolutamente descabellada -¡qué fácil es decirlo a la vista del posterior resultado!-: con Luna apoyando a Fernando Navarro -¡en Vallecas!- como si por allí fuera a aparecer el mismísimo Leo Messi en un estadio de las dimensiones del Camp Nou, con un lentísimo Fazio en el mediocampo del que el desquiciante míster se jactó de proclamar que sólo "lo veía" de central, con un Rakitic absolutamente ausente mientras Campaña se dedica a calentar banquillo y asientos de grada y, finalmente, con lo que acabaría transformándose en un acierto inesperado: el concurso desde el inicio de Reyes que, sin que nadie lo esperara, acabó convirtiéndose en el mejor sevillista sobre el terreno de juego, algo que, necesariamente, ha de llamar a la reflexión. ¿Cómo es posible que un futbolista con sólo un entrenamiento demuestre estar a años luz de sus nuevos compañeros no sólo en aptitud, que eso ya se sabía, sino también en actitud? Para colmo, lamentablemente, el entrenador le dio descanso cuando el equipo más necesitaba de su concurso, cuando podía apreciarse nítidamente que, cuando el balón estaba en sus pies, las sensaciones eran distintas, se palpaba que algo diferente podía ocurrir.

¿El resto? ¿jugaron hoy? Lo del primer gol -también lo del segundo y "lo del tercero" y "lo del cuarto" que poco faltó para que llegaran- sólo sirve para asumir, si ya no lo estaba suficientemente, la endeblez mental y técnica de unos profesionales sin duda valorados en exceso y desconocedores absolutos del significado de las palabras implicación y compromiso.

En otras ocasiones me acordaría del remate a la madera de Negredo, del gol legal anulado a Fazio, de la falta de acierto de Kanouté y de Perotti. Bla, bla, bla... en mi retina sólo quedan los once -catorce- profesionales con mayúsculas que nos han ofrecido hoy a los espectadores una lección del valor real que tiene el sacrificio en todos los órdenes de la vida y particularmente en el mercantilizado fútbol del momento, mientras otros (parvulitos) sólo parecían estar a la espera de oír el timbre que los liberara del ¿esfuerzo? en busca del "merecido" recreo.

Las señas de identidad del reciente Sevilla sólo son ya un gratísimo recuerdo, la imagen se acerca cada vez más al equipo que históricamente hemos soportado (amado siempre) en los últimos cincuenta años. Nos habíamos olvidado de la apatía, la dejadez, la desidia, la indolencia... y nos hemos vuelto a dar de bruces con todas ellas.

Y dicen que el que los manda trabaja mucho, que sólo vive para esto... por favor, que se tome los necesarios descansos, a ser posible bien largos.

VÍDEOS DEL PARTIDO:

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FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO

Rayo Vallecano 2 - Sevilla F.C. 1

Rayo Vallecano: Dani; Tito, Arribas, Jordi Figueras, Casado; Movilla (Diamanka, m. 57), Javi Fuego; Piti (Rayco, m. 70), Michu, Trashorras y Tamudo (Lass, m. 55).

Sevilla F.C.: Varas; Coke, Escudé, Spahic, Fernando Navarro; Fazio (Medel, m. 54), Rakitic; Luna (Kanouté, m. 54), Reyes (Trochowski, m. 76), Perotti y Negredo.

Goles: 1-0, m. 46: Michu. 2-0, m. 51: Tamudo. 2-1, m. 61: Escudé.

Árbitro: El castellano-leonés González González. Mostró tarjeta amarilla a Casado, Piti y Arribas por los locales y a Fazio, Escudé y Navarro por el Sevilla.

Incidencias: Partido correspondiente a la 18ª jornada de Liga disputado en el estadio de Vallecas ante 10.200 espectadores en mañana madrileña no demasiado fresquita. Terreno de juego en irregulares condiciones. (La jornada 1ª está aplazada hasta enero de 2012).