Victoria importantísima del Sevilla: por las
últimas incertidumbres en forma de resultados negativos, que podían
vislumbrar un punto de no retorno; por cómo se produjo, incluyendo dos
remontadas; por cómo se consiguió, tirando de orgullo y derrochando
pundonor, sangre y -quizá lo mejor de todo- serenidad, sin perder nunca el
norte...
No mereció el Sevilla ir por debajo en el
marcador. A los 25 minutos, Bigas adelanta a los insulares en una extraña
jugada que (a falta de ver la jugada en televisión) pareció un despiste de
Palop que, a media salida, no se percató de la presencia del lateral. La
efímera desesperanza duró dos minutos, el tiempo que tardó Negredo en hacer
el empate de zurdazo impresionante tras un rechace. Pero el horno no estaba
para bollos. Sólo un minuto después Hemed, en otro despiste defensivo, ponía
a los mallorquines otra vez por delante. Nunca tan poco juego en ataque (el
del equipo de Serra-Caparrós) dio para tanto en el marcador.
Para colmo (políticamente incorrecto, pero hay que
mojarse) la Grada Baja del Gol Norte (yo, mi, me, conmigo: primero yo,
después yo y, si sobra algo, "mi" Sevilla) se ausentaba dando toda
una lección de egoísmo de lo que sucedía en
el césped buscando un enfrentamiento gratuito con el palco y, por ende, con
el resto de la concurrencia, más que nada porque no puede entenderse desde
el sevillismo militante sin componendas que sus cuitas personales (sin
entrar en quién atesora la razón, posiblemente ninguna de las dos partes) se
libren sólo por una parte, a base de públicas y zafias batallas, mientras
los nuestros defienden sobre el césped la gloriosa historia del Grande de
Andalucía.
Así se llegó al descanso y en las entrañas del
Sánchez Pizjuán debieron ponerse las cosas muy claritas porque los
profesionales sevillistas (ante el alicaído estado general) sacaron a la luz
el orgullo necesario y la serenidad suficientes, que sentaron las bases de
una remontada tan justa como necesaria: Negredo, a los diez minutos, en
perfecto remate de cabeza, tras centro preciso de Cicinho, hacía de nuevo
las tablas. A partir de ahí, la entrada de Perotti por un lentísimo Campaña,
el derroche y la clase de Navas (en el mejor momento de su carrera
deportiva), el trabajo infatigable, amén de sus goles, de Negredo y la
recuperación de Rakitic para la causa, hizo el resto. Llegó el gol salvador,
a falta de 16 minutos, en pleno acoso sobre la meta de Aouate, tras un
disparo desde fuera del área de Cicinho que desvió un defensor. Pero sería
injusto no hacer referencia a los que, con su labor más oscura,
contribuyeron al triunfo: Spahic, Maduro, Manu del Moral y, sobretodo,
Fernando Navarro por su eterna regularidad y Federico Fazio, por la
dificultad añadida que le supone vestirse de corto en un Sánchez Pizjuán en
el que, desde hace ya demasiado tiempo, y en los consabidos sectores de "los
que saben de esto", corre el insistente rumor de que no es futbolista, los
mismos que aseguran que Rakitic es un bluf o que la mejor virtud de Medel
consiste en buscarse el aplauso fácil [sic].
El Sevilla, en resumen, se mostró controlador del
esférico en todo momento, desde el mismo inicio. Su juego en nada se parece
al espectacular en forma de oleadas de antaño, pero el equipo se ofrece más
y mejor, siempre en las distancias cortas, abusando en ocasiones de ese
juego de proximidad en detrimento de la velocidad, con las excepciones de
los inesperados, y por ello gratos y sorprendentes, cambios de juego de
Negredo, Rakitic o Navas, destacados principalísimos en ese apartado.
Ocho partidos, catorce puntos. Nos faltan dos para
alcanzar esa difícil media inglesa. La matinal del próximo domingo se
muestra propicia para ajustar cuentas... aunque enfrente tendremos a un
entrenador.
FICHA TÉCNICA DEL
ENCUENTRO
Sevilla F.C. 3 -
R.C.D. Mallorca 2
Sevilla F.C.: Palop; Cicinho, Fazio, Spahic, Fernando Navarro; Maduro (Kondogbia,
m. 78), Campaña (Perotti, m. 55); Jesús Navas, Rakitic, Manu del Moral (Hervás,
m. 79); y Negredo.
R.C.D. Mallorca:
Aouate;
Ximo, Geromel, Anderson, Bigas; Fontás (Martí, m. 83), Pina (Alfaro, m. 76);
Víctor, Pereira, Giovani (Arizmendi, m. 60) y Hemed.
Goles:
0-1, m. 27, Bigas;
1-1, m. 29, Negredo; 1-2, m. 30, Hemed; 2-2, m. 55, Negredo; 3-2, m. 74,
Cicinho.
Árbitro: El catalán Estrada Fernández. Amonestó a Pina y Ximo, por el Mallorca.
Incidencias: Partido correspondiente a la 8ª jornada de Liga disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante 30.000 espectadores, esta vez con "animadores" que no animan en la Grada de Gol Norte y, otra vez, ni falta que han hecho. Terreno de juego en perfectas condiciones.
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