... Al menos en Europa. Primer match ball de la temporada, primera final, en el momento más delicado, tras cinco jornadas consecutivas contadas por derrotas; con mucha gente, demasiada gente, volando en círculo alrededor de una presa, a su entender, casi convertida en carroña.
¡Otra vez lo tenemos a tiro, esta vez no se nos escapa!, se posteaban ingenuos y seguros de sí mismos. Búhos, buitres, cuervos, amén de otras rapaces, se frotaban las manos, regurgitaban y, sin embargo, volvían a tragarse la misma bilis putrefacta, mil veces deglutida y nunca arrojada.
Y hete aquí que, en eso, apareció otra vez en escena el Sevilla Fútbol Club y lo hacía ante el líder actual de la Bundesliga -once puntos le distancian del Bayer Leverkusen, segundo clasificado- sin duda hoy digno competidor del mejor equipo europeo, y por ende mundial, el F.C. Barcelona.
Comenzó el partido mal, como casi siempre últimamente: a los tres minutos Kagawa, con la inestimable y desgraciada ayuda de Alexis, en el que rebotó su lejano e irregular disparo, adelantaba a los teutones. El partido, a la vista de los últimos tiempos, se complicaba sobremanera y, lo que son las cosas, es en ese momento cuando el Sevilla de los grandes momentos hace su aparición. Sin ejecutar un fútbol espectacular, el equipo no se descompone en ningún momento, continúa el plan previsto: apoyos cortos, paredes, desmarques y precisión en la entrega, todo ello conjugado con ese "carácter" desaparecido en combate durante demasiado tiempo. Romaric y Kanouté -golazo del malí- pusieron a los nuestros por delante a falta de diez minutos para el descanso.
Sin grandes apreturas se llegó al intermedio y después, otra vez como viene ocurriendo en esta temporada, el equipo salta de nuevo a la cancha sin la tensión suficiente: sólo tres minutos y con todo un mundo por delante, Subotic, a la salida de un córner, empata el encuentro. Tocaba sufrir y la verdad es que se sufrió de los lindo, más que por el peligro generado por los alemanes, por la incertidumbre de un injusto resultado.
Al Sevilla le bastaba el empate, el Borussia necesitaba la victoria pero los nuestros, si bien vieron muy de lejos la meta de Weidenfeller, no pasaron por grandes apuros, tirando de veteranía, de sabiduría y de ese "otro" fútbol en el que fue especialista no ha mucho. Todos estuvieron a un buen nivel, pero Dabo, Alexis, Escudé, Luis Fabiano y, sobretodo, Romaric merecen un reconocimiento especial, sin olvidar los cinco minutos de un reaparecido Fazio.
El entierro vuelve a aplazarse hasta febrero, al menos en Europa y, una vez más, el pésame lo reciben esos verdugos conocidos por todos que se apresuraban gozosos a apretar el nudo de la soga sobre el cuello de un "moribundo" que -¡vaya por Dios!-ha vuelto a abandonar la UVI en contra de todos los pronósticos. Ajo y agua.
VÍDEOS DEL PARTIDO:
FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO
Sevilla F.C. 2 - Borussia Dortmund 2
Sevilla F.C.: Palop; Konko, Alexis, Escudé, Dabo; Perotti, Zokora, Romaric (Fazio, min. 85), Capel; Luis Fabiano y Kanouté (Renato, min. 41).
Borussia Dortmund: Weidenfeller; Piszczek, Subotic, Hummels, Schmelzer (Le Tallec, min. 87); Blaszczykowski (Lewandowski, min. 67), Bender (Da Silva, min. 77), Sahin, Gotze; Kagawa y Barrios.
Goles: 0-1, min.4, Kagawa; 1-1, min. 33, Romaric; 2-1, min. 34, Kanouté; 2-2, min. 49, Subotic.
Árbitro: El ruso Alexei Nikolaev. Amonestó a Romaric, Capel, Zokora y Palop, por el Sevilla FC; y a Subotic, por el Borussia.
Incidencias: Partido correspondiente a la sexta y última jornada de la Fase de Grupos de la Europa League disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante 38.000 espectadores, 3.000 de ellos seguidores del líder destacado de la Bundesliga, en noche de fría temperatura. Terreno de juego en perfectas condiciones. El Sevilla se clasifica en segunda posición de su grupo, tras el París Saint Germain, para los dieciseisavos de final de la Europa League.
Yo no diría que goza de buena salud Paco. Más bien diría que sigue vivo y ojalá que por mucho tiempo. Pero le sigo viendo al equipo muchas carencias. No lo vi en directo, pero termino ahora de ver la grabación. Un abrazo.
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