¡Grande Sevilla, Grande Siempre! En poco más de un año nos entretuvimos en ganar tres títulos europeos: desde Eindhoven a Glasgow, pasando por Mónaco. El Sevilla creció y creció hasta hacerse aún más inmenso. Después llegaron otros tres premios locales que pudieron ser algunos más...
Si no hubiera sido porque, en aquella segunda gloriosa temporada, la que culminó en Glasgow y en el Bernabéu frente al Getafe, nos dieron el enésimo mangazo, naturalmente frente a la central lechera: Iturralde nos robó una Liga para dársela al campeón de -casi- siempre; lo mismo han vuelto a hacer este año Teixeira, Undiano -y Fermín el del banderín- al apartarnos de una final en la que -sí o sí- estaba apalabrada la presencia de los dos transatlánticos del fútbol español y, por ende, mundial. Al final, nuestro verdugo, tras el "fallo" de una sentencia en un juicio sin garantías, como siempre ha ocurrido, se hizo con el título, un título que, ahora sí, tiene la importancia que tanto tiempo han estado negando.
Por otro lado, los otros dos verdugos de este año de nuestro Sevilla, Sporting de Braga y Oporto, éstos sí, a base de fútbol, se han entretenido en meterse en la final de la Europa League.
Resulta, pues, que, una vez más, sólo los campeones, más Undiano y Teixeira, pueden con nosotros.
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