viernes, 15 de diciembre de 2017

0-0. 1.000 por mil previsible


No es el peor equipo sevillista que hayamos visto. Desde el plano de la calidad ni por asomo, pero desde el plano de actitud, de la perseverancia, de la casta y del coraje, éste sin duda se lleva la palma.

Es todo tan previsible, tan imaginable en definitiva... el equipo se muestra tan poco trabajado que lo que venimos augurando desde el comienzo de la temporada ya es más que patente: la aptitud sin actitud da como resultado un pan como unas tortas; el desesperante toque, retoque y vuelta a empezar no es una táctica, sino una forma infame de dejar pasar los minutos sumando posesión y pases que para los resultadistas -todos, al fin y al cabo- convierten el espectáculo en un sucedáneo descafeinado de la danza clásica.

Se buscaba la victoria 1.000 en Primera División. Con el diluvio inicial reapareció Berizzo y, con él como novedad, P.H. Ganso que, como el resto de compañeros, no tuvo su noche. Sin duda, la reentré precipitada del técnico muestra muy a las claras que el equipo, sin prisas pero sin pausas, se está yendo por el sumidero. El pretendido golpe de efecto dio como resultado todo lo contrario: faltan huevos y sobran figuritas; se continúa (y se continuará) echando de menos la intensidad porque esa cualidad no se entrena, se tiene o no se tiene, escasea el amor propio y sobran cientos de toque y paredes de chichinabo. El "espectáculo" de hoy se resume en dos palos, uno por cada bando, tres paradones del cancerbero visitante, uno de Sergio Rico y dos medrosas media salidas.

Navas salió al final para sumar 416 partidos con la casaca blanquirroja. Escasos minutos para superar oficialmente la marca de entorchados sevillistas hasta ahora en poder de Pablo José Blanco Blanco, un ejemplo de los que hoy por hoy está ayuna esta plantilla. ¡Coke, vuelve ya!

Acabamos 2017 con el honor -dudoso por el espectáculo que nos brindan- de no haber vivido una sola derrota de "loh nuehtroh" en el Sánchez Pizjuán, lo que no es óbice para reconocer el deshonroso comportamiento de muchos de los que hoy por hoy, salvo una excepción, visten la sagrada camiseta sevillista sin más reconocimientos que su pasaporte pampeano. Si queremos revertir siquiera parcialmente la situación, el técnico, felizmente recuperado de su intervención, ha de ser cesado de inmediato. Sin contar el encuentro del próximo miércoles en Anoeta ante una Real Sociedad en declive a la que, seguramente, reviviremos, quedan 18 días para competir en un mes de enero agobiante de trabajo y encuentros, tiempo, si no excesivo, suficiente para que un nuevo técnico tome las riendas. Con él (mi carta a los Reyes Magos) hay que buscarles destino (a ti no, Ever) a la pléyade de argentinos que Sampancracio nos dejó colgando de la chepa, fichar un portero que pare lo parable, un lateral derecho que supla la carencia de esa banda, un centrocampista organizador que acompañe a Banega y un centro delantero de referencia. Si Nzonzi se marcha, como todo apunta, habrá también que buscarle un acompañante al Pizarro mexicano. De verdad majestades, he sido bueno.


FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO
 
Sevilla FC 0 - Levante UD 0
 
Sevilla FC: Sergio Rico, Mercado (Jesús Navas, minuto 76), Kjaer, Lenglet, Escudero, Pizarro, Banega, Ganso (‘Mudo’ Vázquez, minuto 67), Sarabia, Correa (Muriel, minuto 82) y Ben Yedder.
 
UD Levante: Oier, Pedro López, Postigo, Chema (Cabaco, minuto 80), Antonio Luna, Campaña, Lerma, Lukic (Rober pier, minuto 69), Jason (Samu, minuto 88), Morales y Enes Unal.
 
Árbitro: El gallego Iglesias Villanueva. Mostró tarjetas amarillas a Campaña, Lukic y Antonio Luna, por los valencianos, y a Lenglet y Franco Vázquez, por el Sevilla.
 
Incidencias: Partido correspondiente a la 16ª jornada de Liga disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán con la peor entrada en muchos años en noche no excesivamente fría pero lluviosa en los prolegómenos y durante gran parte del primer tiempo. Terreno de juego rápido y en perfectas condiciones.

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