Cuando las cosas no funcionan, no hay que limitarse a buscar un único culpable; la responsabilidad, en todos los aspectos de la vida y también en el fútbol, está claramente compartida entre los administradores de la planificación y los ejecutores de la misma; pero cada día que pase este Sevilla sin entrenador pesará como una losa en las posibilidades -todavía auténticas y reales- de consecución de éxitos.
En lugar de dedicarnos a disfrutar de los momentos de satisfacción que, incluso después de la gloria europea, nuestro club nos continuaba proporcionando, comenzamos nosotros solitos –empujados por siete iluminados y medio de la prensa sevillana y sevillista- a hacernos el harakiri durante tres largas y exitosas temporadas -las últimas-, buscando, y finalmente encontrando, al “responsable” de un juego que, mire usted, no nos acababa de gustar. El Sevilla ganaba, obtenía resultados muy por encima de sus posibilidades históricas y reales pero, claro, a nosotros, tan acostumbrados a “disfrutar de triunfos durante nuestra centenaria vida”, nos parecía poco; teníamos, además, que jugar como la Holanda de Cruyff o el Brasil de Pelé ¡Ilusos… !
Nos eliminó lastimosamente anteayer el “gran” Sporting de Braga, debutante en la Liga de Campeones, ese equipo que ayer recibió media docena de goles en Londres. Parecíamos repuestos cuando vencimos al recién ascendido Levante y empatábamos, con una renovada imagen, ante el Deportivo de La Coruña. Así de felices llegábamos esta noche ante un París Saint Germain que, hoy por hoy, no es nadie en el concierto futbolístico europeo.
No comenzó bien Palop, con dos salidas a por uvas que llevaron la zozobra a la grada, aunque después salvó –momentáneamente- los muebles en un par de ocasiones. Debutó Alexis en el lado izquierdo del centro de la defensa; si bien algo lento y tratándose de aclimatar, superó dignamente el examen. Mejor estuvieron sus compañeros de línea: Cáceres, Dabo y, sobretodo, Konko. El centro del campo, formado por Zokora, Cigarini y José Carlos, controló el juego sin grandes dificultades, aunque con escasa profundidad, durante la primera mitad y los tres de arriba (Navas, Luis Fabiano y Capel) se limitaron a protagonizar uno los papeles más lamentables de los últimos tiempos.
Después de un primer tiempo decoroso, con escasas ocasiones de gol pero con un buen control del esférico y del tiempo del partido, nos plantamos en el descanso y ese es el momento en que el perspicaz tándem Álvarez-Tevenet -al que se le había criticado durante la semana su parsimonia en consumar los cambios- se la juega en una decisión preñada de incompetencia, retirando del terreno de juego a los dos únicos centrocampistas con capacidad de creación: Cigarini y José Carlos se marchan y hacen su aparición Guarente y Kanouté, dos jugadores a años luz de lo que se espera de ellos.
Ahí, en las entrañas del Sánchez Pizjuán, comenzó a gestarse el ignominioso segundo tiempo de los nuestros. En la continuación, el Sevilla perdió el balón, la posición y, lo que es peor, la dignidad. Ni tan siquiera, la entrada de Perotti –todos los cambios realizados a falta de media hora y con Navas lesionado sin posibilidad de ser sustituido- sirvió para enderezar el lastimoso rumbo de un equipo desconocido por estos lares desde hacía muchísimo tiempo.
En competiciones europeas, hasta el pasado mes, en 105 años de vida sevillista, el Sevilla había salido derrotado en casa dos veces, con Juande ante el AZ Alkmaar y con Jiménez ante el CSKA de Moscú. A Álvarez le cabe el dudoso honor de igualar el triste récord en tan sólo tres semanas, las que van desde la eliminación de la máxima competición europea ante el Sporting de Braga hasta la deshonrosa derrota de esta noche. Cien por cien de “efectividad”, porcentaje que se mantiene si incluimos también el partido disputado en la ciudad portuguesa.
¿A qué esperan los responsables de la parcela deportiva del club para traer un ENTRENADOR al banquillo del Sánchez Pizjuán? La increíble apuesta del final de la temporada pasada se muestra hoy como una auténtica pesadilla: ingresos económicos, prestigio y honra arrojados a la papelera y, lo que es peor, sin que se mueva un dedo que detenga esta sangría.
FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO
Sevilla F.C. 0 - París Saint Germain 1
Sevilla F.C.: Palop; Konko, Cáceres, Alexis, Dabo; Navas, Zokora, Cigarini (Guarente, m.45), Capel (Perotti, m.60); José Carlos (Kanouté, m.45) y Luis Fabiano.
París Saint Germain: Apoula Édel; Jallet, Camara, Armand, Tiéné (Sakho, m.89); Nené (Hoarau, m.75), Clément, Chantôme, Maurice; Luyindula y Mevlüt Erdinç (Makelele, m.65).
Gol: 0-1, M.75: Nené.
Árbitro: El colegiado austríaco Robert Schörgenhofer. Amonestó al francés Tiéné (m.46).
Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de la Fase de Grupos de la Europa League disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante 28.000 espectadores, con presencia de una docena de seguidores parisinos en las gradas. Terreno de juego en buenas condiciones. Segunda derrota casera consecutiva en Europa, el 50% del total de las sufridas en 105 años de historia.
Lo peor Paco no es lo que el entrenador esta transmitiendo a la grada, sino la que esta transmitiendo a sus jugadores.
ResponderEliminarDice que sabe cuales son los problemas, y que sabe las soluciones. Pues no toque usted ya mas nada, que cada vez que toca algo, lo empeora.
Ademas, no creo que haya que hilar muy fino para saber cual es la solucion a esta calamitosa situacion en la que nos encontramos, y no somos tecnicos...
Un fuerte abrazo
Lamentable lo que tuvimos que ver ayer, y lo peor es que como dice Juan Ángel lo peor, aún puede estar por llegar.
ResponderEliminarAún estamos a tiempo, que hagan algo por Dios.
Buen análisis (a mi modo de ver Paco). Desde luego las desisiciones que se tienen que tomar, deben ser calificadas de caracter urgente. Al equipo no solo le han perdido el respeto los rivales, lo peor de todos es que le hemos perdido el respeto los propios sevillistas. Y eso es muy grave,
ResponderEliminarLo de ayer, no tienes por donde cojerlo. Ese centro del campo, jamás lo pondría alquien con cabeza. Este Cigarini, ya lo dije en su día, no entiendo como son tan "tontos" los técnicos de la Juve, Inter, Milán, Roma, Lazio etc., no le llega ni a la suela de los zapatos a Campaña y Luis Alberto. Están dilapidando el dinero a espuertas y lo peor de todo, están manchando el nombre del Sevilla FC. Yo lo dije anoche en una reunión de amigos, "estoy más avergonzado hoy, que cuando jugabamos en el Salto del Caballo". Un abrazo.